“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
Por Pablo Alfredo Herken Krauer
Analista de la economía
Email: pabloherken@yahoo.com
Como una suerte de bien entendido adelanto de que lo peor ya pasó y lo que viene no puede desmejorar –aunque el escenario económico 2021 está cargado de señales de peligros, lo que no quiere decir necesariamente que lo malo nos castigue– tuvimos un diciembre del 2020 con mucho movimiento, pero aún por debajo de aquellos finales de año sin los golpes de la pandemia. No es del todo correcta la comparación de resultados del 2020 versus el 2019. En nuestro caso, como en el de otros países, la comparación adecuada es medir la marcha económica, por ejemplo, en diciembre del 2020, con respecto a meses anterios en el mismo tiempo o período anual. ¿Parados en diciembre estamos –estuvimos– mejor o peor que, por ejemplo, en setiembre pasado, por tomar un mes como piso? La contestación de muchos que fueron consultados es: Terminamos mejor parados de lo esperado. Que es lo mismo que decir: No esperábamos este final menos negativo o más positivo.
Desde una mirada de corto plazo, en el caso de la recaudación de impuestos en diciembre del 2020, las aduanas aumentaron en un 18% sus ingresos con relación a noviembre del 2020, consiguiendo el mayor monto mensual del año y también histórico, superando incluso en 1% lo registrado en igual mes del 2019. No es que no hayan caído muchos rubros de importación, pero sí se frenaron sus descensos, y otros aumentaron, como bienes de capital para inversiones. Incluso mejoró o desmejoró menos las importaciones bajo el régimen de turismo para la reexportación en el comercio fronterizo. Las aduanas recaudan bien cuando se importa bien. ¿Qué se puede hacer cuando las importaciones en el global del 2020 cayeron en unos 2.336 millones de dólares, es decir -21%? Nada. La recaudación en las aduanas cerró el año pasado con una disminución del -10,4% en guaraníes y del -17,4% en dólares. En términos de dólares, los 144 millones de dólares recaudados en diciembre del 2020 casi igualan a los 146 millones de dólares logrados en enero del 2020 cuando nuestra economía corría fuerte.
En el caso de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), que maneja los impuestos internos, en diciembre último la recaudación pegó un extraordinario salto del 65% con respecto a igual mes del 2019, algo nunca visto, consiguiendo ingresos fiscales por un monto de 197 millones de dólares, en la cuarta mejor recaudación en el año. Hablamos de 68 millones de dólares más. En un mes. Después de julio pasado, las recaudaciones de la SET ingresaron en la senda positiva con cada mes 2020 superior a igual del 2019, cinco meses consecutivos de superioridad, para un cierre que podríamos considerar como simplemente brillante. Para todo el año, la SET logró un 0,3% de mejora respecto al 2019, en guaraníes, y una merma del -7,6% hecha la conversión en dólares. En términos de la recaudación bruta de impuestos (falta ajustarla para precisar los números) en todo el 2020 las aduanas aportaron 1.414 millones de dólares con una caída de casi 300 millones de dólares. Por el lado de la SET lo recaudado sumó 2.062 millones de dólares con una disminución de casi 170 millones de dólares. Reitero, Hacienda debe relizar la depuración de estos datos para brindarnos los precisos. Lo cual no cambian las características de las recaudaciones que aquí manejamos de manera preliminar.
Hacienda comenzó el 2020 con la euforia compartida por todos, pero después con el castigo de la pandemia, revió sus números y proyectó un probable ingreso en la recaudación de impuestos de solo 3.215 millones de dólares, aproximadamente. Lo cual representaba una caída de 646 millones de dólares respecto del 2019, teniendo en cuenta lo recaudado ese año que fue de 3.861 millones de dólares (número ya afinado por Hacienda). Al final, gracias a los buenos resultados en las recaudaciones después de julio, en especial vía la SET, el agujero estaría en torno a los 400 millones de dólares, y no en 646 millones de dólares. Pequeña gran diferencia de 246 millones de dólares, una pérdida que se achicó gracias al mayor movimiento económico. Guste o no guste, cerramos mejor o menos mal el 2020, aunque no pocos menosprecien el no haber estado peor. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.DDPHQD.