- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
En los últimos años hemos venido observando un crecimiento, expansión y diversificación importante en diversos ramos de negocios de las pymes en nuestro país, aunque por cierto la pandemia sanitaria hizo que muchas de ellas se vieran en problemas debido a la sensible disminución en sus niveles de facturaciones.
Si bien la contribución de estas empresas al PIB hasta ahora ha sido relativa, no obstante, el trabajo conjunto que se viene dando entre los sectores público y privado es importante, pues una de las grandes limitaciones de las mismas se refiere a que, a diferencia de las de tamaño corporativo, no poseen la misma fortaleza dentro de su estructura organizacional, haciendo que uno de los mayores limitantes sigue siendo el acceso al crédito en el sistema financiero formal en condiciones flexibles, a tasas de interés accesibles y a plazos que les permitan poder ir generando los recursos necesarios para un repago regular del capital e intereses devengados a sus vencimientos.
Si no reciben apoyo crediticio para la cobertura de sus necesidades de capital de trabajo e inversiones en bienes de capital, difícilmente puedan “per se” tener el despegue que se precisa para que puedan contribuir de forma más eficaz al desarrollo y crecimiento de nuestra economía que no solo apunten al mercado doméstico, sino que también tengan la opción de ir creciendo en forma ordenada hacía afuera tanto a nivel regional como en países de extrarregión, puesto que muchas de ellas pueden enfocarse a atender segmentos específicos que no lo hacen las empresas de tamaño corporativo.
El Viceministerio de Mipymes es el órgano que se ocupa de la atención de las necesidades de este importante sector. Pero teniendo en cuenta la importancia que revisten a nivel país como mayores generadoras de fuentes de trabajo, y siendo aún largo el trecho por recorrer para el logro de su necesario fortalecimiento, diversificación, atomización y segmentación por ramos de negocios, y para que podamos lograr que tengan de parte del Gobierno una mejor atención a sus necesidades integrales, lo recomendable sería que dicho viceministerio pueda ser reemplazado por un ente autónomo y descentralizado que se ocupe con toda la fuerza necesaria y en forma exclusiva de todos sus problemas y desafíos.
Debería ser uno de los objetivos primarios del próximo gobierno darle el mayor apoyo posible a estas empresas a nivel país, por lo que la creación de una secretaría ejecutiva autónoma y descentralizada que se ocupe y preocupe en forma exclusiva de la atención integral de las mipymes podrá ser de relevante importancia, para que puedan fortalecerse e ir creciendo ordenadamente dentro del mercado doméstico, ayudarlos a formalizarse para que puedan en algún momento ser sujetos de crédito dentro del sistema financiero formal, que hoy les son esquivas, y paralelamente también darles toda la asistencia técnica y logística para que puedan profundizar sus conocimientos en educación financiera, manejo de la estructuración de sus planes estratégicos de negocios y de marketing, de su inventario y cuentas a cobrar, preparación anual de sus presupuestos económico-financieros y las ventajas que trae aparejada la segmentación de sus principales rubros de negocios, entre otros.
No habrá necesidad de incrementar la plantilla de personal, ya que los que hoy día están dentro del Viceministerio de Mipymes podrán pasar a formar parte de dicha secretaría, y otros que son talentosos y con buena preparación, pero subutilizados en otras instituciones, podrán pasar comisionados a engrosar el organigrama de esta nueva entidad, que hace mucha falta, pues con ello se estará dotando a la misma de su propio presupuesto para cumplir a cabalidad con objetivos y metas del sector, y paralelamente disminuir la burocracia imperante hoy día, dado que las aprobaciones dependen del ministro a cuyo cargo está dicho viceministerio.
Hace falta que las políticas públicas vayan permeando en forma efectiva hacia nuestra microeconomía, a través de un trabajo profesional y mejor coordinado, permitiendo un incremento de los niveles de consumo y mayor poder adquisitivo del segmento medio-bajo de nuestra población, haciendo que las microempresas vayan creciendo y expandiéndose en toda nuestra geografía.