• Por Víctor Pavón (*)

En el afán de cortar los picos altos de la cotización del dólar con relación al guaraní, el Banco Central (BCP) ya inyectó en lo que va del año más de... ¡mil millones de dólares! Pero la tendencia al alza de la moneda norteamericana seguirá. Bajará un poco, luego subirá más y así.

No se logrará el objetivo porque las causas no están solo aquí. Se inicia con la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de elevar sus tasas de interés de hasta el 5,5 por ciento, un aumento histórico en las últimas dos décadas, a más de la mayor demanda de los sectores importadores en nuestro país que tratan de reducir el riesgo cambiario.

Sin duda que aquí en Paraguay tenemos posibilidades que enfrentar mejor estos shocks que otros países. Contamos con reservas internacionales que a la fecha superan los 10 mil millones de dólares, las mismas se constituyen en un “colchón” que amortigua los cambios en el tipo de cambio por el dólar más caro, todo lo cual es el resultado de una política monetaria congruente con la independencia técnica de la banca central.

No obstante, todo ello es insuficiente. El problema de fondo es otro. La canasta familiar subirá, los endeudados en dólares se quejarán con razón y los importadores todavía más, por lo que el meollo está en desenmascarar las políticas provenientes del pensamiento mainstream ( el que ahora se utiliza).

El pensamiento económico prevaleciente del neokeynesianismo nos ha llevado a un círculo vicioso. Su instrumento favorito, el Estado, además de haber creado el problema no hace más que crear calamidades. Y no se crea que esos problemas recaen sobre los hacedores de estas políticas porque por lo general están sentados en cómodas oficinas “dirigiendo” la sociedad, por lo que el peso de la falta de ahorro e inversión, que los salarios y el empleo caigan, terminan por asfixiar a la gente común y corriente que demasiadas veces se les ha informado y dicho que el problema está en que “falta todavía más intervención estatal para estar mejor”.

¡Mentira! Los estatistas tienen la cancha libre porque sus ideas son las que prevalecen en la academia y la política, y no porque sean correctas.

¿Los precios hacen las personas o el Estado mediante su intervención? La respuesta es contundente: los precios son subjetivos, dependen del intercambio entre las personas, de oferentes y demandantes. Pero si el Estado se involucra con la moneda haciéndola suya para manipularla causando inflación, déficit, corrupción y devaluación, estos costos recaen sobre la gente, la misma que trabaja todos los días y le provee su dinero al Estado.

(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la República”.

Etiquetas: #el dólar sube

Dejanos tu comentario