- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
El Ministerio de Economía y Finanzas, a través del Viceministerio de Capital Humano, debería apuntar a que algunos entes del Poder Ejecutivo puedan fusionarse a fin de dar mayor eficiencia y eficacia de respuesta a la ciudadanía.
Deberían poner de sí todo el profesionalismo y proactividad, pues no hace sentido que un país pequeño con no más de 6 millones de habitantes tenga que seguir con 11 ministerios y aproximadamente 20 secretarias ejecutivas, en donde podrían darse superposición de funciones y hasta de responsabilidades.
Tenemos a nivel país más de 330.000 funcionarios, sumado a la posibilidad de que este año se agreguen a la nómina otros 40.000 más.
No estamos en contra de que nuestra gente tenga una fuente de trabajo, pero los recursos son y serán siempre limitados o finitos, y si pretendemos contar con un PGN que cubra razonablemente a los sectores más sensibles como lo son salud pública, educación y seguridad, no queda de otra más que una racionalización de los gastos rígidos, posible y factible en plena era de la tecnología en donde muchas empresas disminuyen su plantilla, haciendo uso de los beneficios que nos otorgan los procesos digitales, que en el caso del Estado bien podría permitir que todas las instituciones estén conectados on line, permitiendo mayor celeridad y eficiencia en todo el flujo de procesos.
En el PGN 2025 se le dio primacía a los sectores de mayor vulnerabilidad como los son salud, educación y seguridad.
Correcto, pero en la práctica estamos viendo la carencia de medicamentos en hospitales públicos del país para atender las dolencias y patologías de nuestra gente no pudiendo ser satisfechas por falta de recursos.(Ejemplo Incan e IPS), obligando a hacer una realocación de recursos superfluos en otros entes para presentar el próximo mes al Parlamento un proyecto de ley en donde se amplíe el presupuesto del Incan en G. 300.000 millones, que probablemente sea insuficiente debido a la alta demanda y elevados costos de los medicamentos oncológicos.
Necesitamos que los gastos superfluos dentro del PGN tengan un tratamiento diferente, pues su propio nombre lo define su orden de prioridad.
Si Argentina, un gigante con 46 millones de habitantes, pudo reducir a solo 8 ministerios la estructura del PE, eliminando muchas posiciones jerárquicas que no tenían razón de ser, pudieron lograr al cierre de diciembre/2024 el ansiado DÉFICIT CERO.
¿Por qué aquí también no podríamos hacer lo mismo, si desde el punto de vista macro estamos mucho mejor?
Los únicos sectores que por su objetivo primario podrían incrementar racionalmente su plantilla de funcionarios son los de salud, educación y seguridad, pues son los verdaderamente imprescindibles para el país.
Por más que nos esforcemos en mostrar la mejor buena intención y predisposición con la Ley de la Función Pública y del Servicio Civil buscando la reingeniería y depuración que desde hace tiempo se precisa, que nos permitirían a futuro dar a la meritocracia capacidad e idoneidad, disminuir nuestra superpoblación de funcionarios muy difícilmente podríamos ahorrar los recursos que se necesitan para los sectores verdaderamente prioritarios si no los encaramos con objetividad y profesionalismo.
Necesitamos diseñar planes estratégicos para lograr los objetivos y metas propuestos, pues nuestro país deberá profesionalizar la función pública, para que la histórica debilidad estructural que ha caracterizado a nuestras instituciones pueda tener el nivel e imagen que necesitamos, para que los inversionistas extranjeros puedan mirarnos con confianza, y venir a radicar sus capitales en diversos segmentos de negocios, más aún que ahora hemos tenido el privilegio de alcanzar en nuestra calificación de riesgo-país el grado de inversión.
Venimos haciendo un interesante trabajo de diplomacia económica en el exterior, donde promocionamos al Paraguay, con eslóganes atractivos como “Te esperamos” y otros que puedan seducir.
Como país tenemos muchos atractivos para poder captar inversiones de diversa índole, que coadyuven al crecimiento y fortalecimiento de nuestra economía y que contribuyan a la generación de nuevas fuentes de trabajo que tanto precisamos.
La verdadera calidad de vida de nuestra gente lograremos cuando alcancemos el nivel de salud publica y calidad educativa que nos merecemos.