• por Pepa Kostianovksy

No falta quien opine que él es primero que tendría que quedarse calladito . Pues, yo afirmo que , por todo lo contrario, es el que más derecho, y más obligación tiene de hablar, criticar y llamar a las cosas por su nombre.

Me refiero a Horacio Cartes quien ha revuelto el avispero de periodistas, opinólogos y chismosos en general, cuando esta semana, al terminar la jornada de atención oftalmológica organizada por el Partido Colorado, y ante el asedio de la prensa, que le hizo preguntas tan certeras y puntuales, como ¿Está contento , señor Presidente (de la ANR)?, o ¿Se siente satisfecho? , se despachó con toda la espontaneidad que lo caracteriza, y dijo: " No, no estoy satisfecho. Porque hay muchas cosas que debían haberse hecho, y por eso tenemos que hacerla nosotros (refiriéndose claramente, al servicio gratuito de salud que prestaba el partido), y eso es porque hay mucha gente que no hace nada”.

Más claro, imposible. Horacio Cartes es, en esencia, un empresario. Para él las decisiones se toman con celeridad y en tiempo y modo correctos. No se pierde el tiempo en tiras y aflojes de politiqueros y oportunistas, que ven en cada movimiento del Gobierno la miserable prioridad de sacar su “tajada”. Los funcionarios, electos o designados, tienen que ocuparse de cuidar el patrimonio público, y dar solución a los problemas del país y la sociedad. Y, el que tiene la sartén por el mango, debe tener ojos hasta en los omóplatos, y cual director de una orquesta, sintonizar hasta el mínimo chirrido de cada instrumento.

El nuestro es un país pequeño, no llegamos a los 7 millones de habitantes, excelentes recursos naturales, tierras fértiles, ríos excepcionalmente generosos, energía limpia, etc, etc. Y estamos cordialmente relacionados con nuestros vecinos (por lo menos, en los últimos años) .

Ni siquiera tenemos una deuda externa mencionable. Lo que tenemos es una postergada, heredada y vergonzosa deuda interna. Un sector social discriminado históricamente, al que hay que prestar atención con mayor premura.

El tablero está a la vista de cualquiera que tenga el conocimiento y la inteligencia que hoy en día se le requieren a quien quiera fungir de estadista.

No puede ser que te rompas la cabeza, articulando un presupuesto que considere prioridades como infancia, educación y salud. Que lances con bombos y platillos un programa Hambre Cero, y ya el primer día una patota de hurreras paniaguadas, te plante en los maliciosos medios de prensa un balde con inmundicias. Para eso, y conociendo las manadas de cuervos que revolotean en busca de carroña, tenés que prever un riguroso control en todas y cada una de las escuelas .

No puede ser que inaugures un centro de salud pediátrico, y lo dejes en manos de un director malparido, que desenchufe la UTI de recién nacidos.

No puede ser que tengas un embajador oligofrénico que te consiga una “entrada de última hora” para la toma de mando de Trump, cuando todo el mundo sabe que él invitó solamente a sus cuates, y hagas un papelón.

No puede ser que los jodas nada menos que a los jubilados, reduciendo el cálculo de los haberes a un cálculo sobre los últimos 10 años de aportes, que históricamente se ha hecho sobre los tres. ¿Calcularon la diferencia sideral que hay entre un salario de 2015 y uno de 2025?

Por supuesto que hay cosas pendientes, o mal hechas. Y es porque hay gente con cargos de ministros, secretarios, asesores, consejeros, que como dice Horacio Cartes, “no hace nada”.

Y muchos opinaran que HC tendría que callarse, porque es el presidente del partido de Gobierno. Porque influyó en el acceso al poder de muchos de ellos. Porque les dio su confianza.

Todo lo contrario. Horacio Cartes no tiene que callarse, es precisamente el que más derecho y obligación tiene de decirles a los inútiles, que no sirven. Tiene que advertirle al presidente Santiago Peña, que enderece sus rutas, que discipline a su tropa, que exija, que corrija, y que si tiene que mandar a unos cuantos haraganes, vivillos y desvergonzados, a ganarse el pan sudando en la chacra, que los mande.

Para eso está donde está .

Si las cosas no se hacen, o se hacen mal, o se hacen a medias. Si no se pueden definir prioridades.


Etiquetas: #derecho#hablar

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