- Por Juan Carlos Dos Santos G.
- Columnista
- juancarlos.dossantos@nacionmedia.com
“Una mentira no puede vivir”, es una frase acuñada por Martin Luther King, en donde nos dice que no existe futuro para ninguna mentira, pues todas terminan por revelarse.
Esta semana se produjo el viaje del expresidente de la República Horacio Cartes a Israel, invitado por Benjamin Netanyahu, primer ministro de esa nación, para tomar parte de una conferencia contra el antisemitismo, además, el exmandatario fue recibido por el presidente del Parlamento israelí, Amir Ohana. Si Luther King viviera y además fuera paraguayo, muy probablemente recordaría su frase a quienes montaron un show para presentar una acusación burda, sin pruebas y que sostuvieron todo este tiempo.
ANTISEMITISMO, UN TEMA MUY SENSIBLE
Si bien Israel es con seguridad la única democracia del Medio Oriente, dudo que su apertura democrática llegue a extremos de tolerar a enemigos como para invitarlos a un evento y sobre todo cuando se trata de un tema muy sensible y doloroso como el antisemitismo.
La presencia de Cartes en Israel, buscando fortalecer más aún los vínculos con el Estado hebreo, es una señal positiva, no solo para él en lo personal, sino para el país en general, después de todo es el presidente del partido político que está en el Gobierno e Israel es una potencia en diferentes áreas.
UNA MENTIRA QUE SE DERRUMBA
Pero sobre todas las cosas, este viaje derrumba la mentira instalada por un grupo político opositor (y disidente), bajo un total “respaldo” mediático y que encontraron eco en la necesidad de ser la estrella del show, por parte de una persona que ocupó el cargo diplomático más importante entre las representaciones extranjeras acreditadas en nuestro país.
Puse comillas a la palabra “respaldo” porque entre los grupos políticos y mediáticos que articularon un plan tan perverso y “casi perfecto”, no sabría decir quién estuvo por encima y quién fue el furgón de cola. También escribí la frase “casi perfecto”, porque con las pruebas que van apareciendo en contra de esta gente que buscó perjudicar a Cartes por todos lados, las máscaras van cayendo y no en vano que sus abogados solo esgrimen chicanas para intentar frenar la noche que se les viene en el ámbito judicial.
ACUSACIONES SIN PRUEBAS
En sus andanzas sincronizadas, este grupo político, mediático y diplomático, regado por obsecuentes y bien pagados activistas en redes sociales, terminó por fortalecer políticamente a Cartes, pero el daño ya estaba hecho y estas fechorías dejaron en la calle a centenares de paraguayos, quienes perdieron sus empleos y sus emprendimientos.
Israel es una nación que está librando una guerra por su supervivencia en varios frentes y sabe perfectamente quiénes son sus amigos y sus enemigos. Por tanto, el título de “gran amigo de Israel”, con el que Cartes se presenta y de esa misma manera lo conocen tanto en esferas oficiales como informales, muestra la línea del actual presidente colorado. De quienes operaron para apartarlo política y empresarialmente, seguramente la historia se encargará en algún momento, pero por ahora confiemos en la Justicia, que es la que está actuando y desnudando a este grupo. Nos queda solo pensar en lo que alguna vez dijo René Descartes: “Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez”, pero por fortuna “la mentira no puede vivir”.