• Por Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @ RtrivasRivas

El amanecer del día después fue auspicioso para el presidente argentino Javier Milei. En la primera hora de mercado libre entre bandas –piso de $ 1.000 y techo de $ 1.400, por unidad de la moneda norteamericana– el billete que fuera verde se transó a en la punta compradora a $ 1.180 y en la vendedora a $ 1.225, según el “precio de referencia” en el Banco Nación.

El jefe de Estado –en diálogo con radio El Observador, perteneciente a un conglomerado multimedial vinculado con el canciller Gerardo Werthein– sentenció que “no existe más el dólar oficial” porque ahora el valor lo marca el mercado y, en ese contexto, negó enfáticamente la eliminación del cepo cambiario pueda generar un pico inflacionario.

“Los precios no tienen por qué aumentar”, enfatizó el señor Milei, quien explicó a esa emisora queel dólar es un precio más” y, en ese contexto, a modo de ejemplo interrogó a su entrevistador: “si sube el precio de la papa, ¿va a derivar en inflación en toda la economía?”

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Inmediatamente advirtió que “esa manera de ver el dólar, como indicador líder, está mal” y –desde una perspectiva técnica– explicó también que “si yo no aumento la cantidad de dinero (circulante), los precios reales no tienen por qué aumentar.

En lo que numerosos analistas coincidieron en señalar como “una declaración con tinte electoral”, el presidente Milei sostuvo que el “cepo” cambiario vigente hasta las primeras horas de ayer, “se puso al final del gobierno de (Mauricio) Macri, con el exministro de Economía (Hernán) Lacunza (lo que) generó un monstruo cambiario con el que defaultearon una deuda en pesos”.

Fue “algo inédito”, aseguró Javier Milei quien luego puso énfasis para destacar que “el kirchnerismo hizo del cepo que (la cárcel norteamericana de alta seguridad en) Alcatraz pareciera un juego de niños”.

Desde esa perspectiva, el presidente argentino –que en las últimas horas de ayer recibió al secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent a quien se señala como “muy influyente” para favorecer las negociaciones entre la Argentina y el FMI para alcanzar el 22.º acuerdo que este país alcanza con el Fondo Monetario Internacional– detalló que “desarmar este cepo implicaba quitar varias capas, cosas que empezamos a hacer desde el primer día (10 de diciembre de 2023) y hoy definitivamente liberamos el mercado de cambios, sin especulación política”.

El viernes último, en el anochecer de 16 meses agitados el mandatario anunció por cadena nacional que el Fondo acordó prestar a la Argentina unos USD 20 mil millones y acompañado del Gabinete Nacional informó que “eliminamos el cepo (cambiario) para siempre”.

Previamente, el ministro de Economía, Luis Caputo –quien horas atrás informó oficialmente que este país renovó con el Banco del Pueblo de la República Popular China un swap por USD 5 mil millones por un año más– colmó de elogios a Santiago Bausilli, presidente del Banco Central (BCRA).

Previamente –ese mismo día en las primeras horas de la tarde– el gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) anunció que el Índice de Precios (IPC) en el pasado mes de marzo se elevó 3,7% respecto de febrero precedente cuando la aceleración en los precios creció 2,4 %, lo que significa que en lo que corre de este año ese indicador acumula 8,6 % y en la mensura interanual 55,9 %.

Hoy, el FMI transferirá a la Argentina un adelanto equivalente a unos USD 12 mil millones mientras que el Banco Mundial aportará USD 1.500 millones y en algunas semanas más la remesa que se recibirá aquí desde ese mismo organismo multilateral será por otros USD 3 mil millones. Objetivos: reforzar las reservas del BCRA que, aún con estos aportes estarán unos USD 8 mil millones en rojo y, por ser los aportes mencionados de “libre disponibilidad”, también podrán ser utilizados para sostener el precio del dólar entre las bandas informadas de entre $ 1.100 y $ 1.400, por unidad.

Según coincidentes analistas con los que consultó La Nación y a la luz de las operaciones que se pactaron ayer en los mercados, “es probable que la cotización se sostenga en un promedio de $ 1.250 - $ 1.300 por unidad”. Las mismas fuentes comentaron que los más altos funcionarios gubernamentales observan con particular atención el comportamiento de los exportadores para tener claro si con las nuevas disposiciones liquidan el producto de sus ventas ya que, si así ocurriera, “se consolidarán con esos ingresos las arcas fiscales” –con saldo negativo en las reservas del BCRA– “después de que el viernes pasado la autoridad monetaria vendiera unos USD 500 millones” que demandaron mayoritariamente quienes operan en importaciones de bienes y/o servicios y descartaron que ese monto fuera destinado a otro tipo de transacciones porque “el mercado ni entonces, ni ahora, estaba en situación de corrida contra el peso”.

Por su parte, el economista Sergio Fares –relevante consultor local e internacional que con frecuencia es consultado por empresas transnacionales– señaló que “cuando se analiza el proceso económico desde que el gobierno asumió funciones 16 meses atrás, es necesario reconocer que el timing de los funcionarios fue perfecto”.

En ese contexto, Fares destacó que el equipo económico consiguió “superávit fiscal por más de un año, desarmó deudas en dólares que importadores y empresas mantenían con la emisión del BOPREAL (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), un título público que emite el BCRA para cancelar acreencias externas, controló en mercado de cambios financieros hasta que tuvieron algo de poder y cuando el tema cambiario podía descontrolarse aceleran acuerdo con FMI y otros organismos multilaterales y llevaron el cepo con una banda superior en $ 1.400 por unidad cuando el mercado se acercaba a ese nivel”.

El analista, resalta que “hay momentos en que el timing en la ejecución de los programas económicos es fundamental y, en este caso, el gobierno a través de la gestión del ministro Caputo fue impecable” porque, a la luz de los datos oficiales de los que ahora disponen los operadores en los mercados “hay previsibilidad y es muy probable que el dólar estadounidense se equilibre entre los $ 1.200 y $ 1.300″. ¿Y eso es bueno?

“Esa es mi opinión, mi parecer y, si con estas medidas y algunas otras que luego se conozcan el ministro Caputo consigue estabilizar los mercados y, por ello, los exportadores liquidan sus tenencias, vamos a tener el dólar calmo, seguro, por lo menos hasta elecciones y, con ello, podrán intentar bajar las tasas alejados de una posible inestabilidad cambiaria”, explicó Fares.

El economista manifestó además que “ahora tendrán que en la microeconomía para fortalecer a las empresas exportadoras y a las pymes para que tengan competitividad en los mercados externos y, para ello, deberán buscar consensos internos para realizar las reformas pendientes”.

En las últimas horas –desde Washington, Estados Unidos– se confirmó que si bien el staff técnico del FMI estima que el PBI argentino se expandirá este año un 5,5 %, dado que podría crecer la demanda interna y la inflación anualizada ubicarse entre el 18 % y el 23 %, será imprescindible que se refuerce el nivel de las reservas en el BCRA y encarar transformaciones relevantes.

Entre ellas, una “reforma tributaria neutra”; un cambio jubilatorio que apunte a los regímenes especiales y a la edad jubilatoria de las mujeres; apurar la privatización y/o concesión de empresas operadas por el Estado; y, alcanzar una nueva ley de coparticipación federal entre la nación y las provincias.

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