• Federación Juntos por la Inclusión

Una vez más, una familia vive lo impensable: la desapari­ción y muerte de un joven con discapacidad. Elías estuvo desaparecido durante una semana, hasta que fue encon­trado sin vida. No es el primer caso. Y eso duele aún más: que se repita, que se natu­ralice, que no haya alertas, ni protocolos, ni prevención.

Desde la Federación Juntos por la Inclusión, que agrupa a familias y organizaciones comprometidas con los dere­chos de las personas con dis­capacidad, no podemos dejar de preguntarnos: ¿cuántos más tienen que desaparecer para que se actúe a tiempo?

Las personas con discapaci­dad no pueden seguir siendo invisibles para el Estado. Es urgente contar con pro­tocolos específicos de bús­queda, formación para las fuerzas de seguridad, y sis­temas de alerta inmediata que no esperen 24 horas para activarse. También necesitamos comunidades más empáticas, barrios que cui­den, medios que informen sin estigmatizar.

No alcanza con lamentar. Hay que prevenir. Hay que incluir. Hay que construir redes que cuiden. Elías no debería haber muerto. Y no podemos permi­tir que su nombre sea uno más en la lista.

Su historia debe ser un punto de inflexión. Un llamado de atención que nos obligue a actuar con humanidad, con urgencia, con compromiso.

Por Elías. Por todas las per­sonas con discapacidad. Por todas las familias que viven con el miedo de que el mundo afuera no esté preparado para cuidar de los suyos. Federación Juntos por la Inclusión