• Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @RtrivasRivas

Los tironeos políticos inevitables en el transcurso de todo año electoral tensionan la relación entre hombre y mujeres que practican la política profesionalmente en la Argentina. Aunque esas tensiones solo se verifican entre ellos y ellas.

La sociedad, como canta el tango los “mira sin comprender”. Especialmente, porque acepta los esfuerzos que exige la recuperación y, en ese contexto, las dificultades no son pocas. Pero, pese a ellas, los enfrentamientos, diferencias y disputas entre poderosas y poderosos, no disminuyen. Los desacuerdos crecen a pesar de los “logros alcanzados” con el programa económico que aplica el presidente Javier Milei.

A tal punto llegan las tensiones que los gobernadores provinciales que, desde el inicio del mandato de Javier Milei cooperan con el jefe de Estado para superar eventuales escollos parlamentarios –inexplicablemente– rechazaron la invitación que les envió para compartir con ellos las celebraciones por el Día de la Independencia en la provincia de Tucumán el miércoles pasado. El recuerdo de la gesta emancipadora que se inició el 25 de mayo de 1810 y se formalizó el 9 de julio de 1816 –una clara ocasión para dialogar con franqueza, aunque con diferencias– fue desaprovechada.

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El triunfo del señor Milei sobre la inflación –ubicada en torno del 2 % mensual–; el logro para sostener el valor del dólar contra el peso en torno de los $ 1.200 por unidad en el mercado oficial, por debajo del valor de las transacciones en informal; la reducción efectiva del gasto público; la estabilización de la política monetaria; el superávit fiscal, por solo mencionar algunos indicadores ponderados como positivos, fueron dejados de lado por los gobernadores y las oposiciones parlamentarias que unieron fuerzas y fueron impetuosas contra el oficialismo.

Por muy amplias mayorías aprobaron leyes y proyectos de leyes que, sin eufemismos dialécticos, el señor Milei; el ministro de Economía Luis Caputo; y, el jefe de Gabinete de ministros Guillermo Francos, aseguran que ponen en grave riesgo la marcha de la economía en recuperación. En ese contexto, pareciera que el diálogo y los buenos modales –como prácticas recomendables y valiosas a la hora de hacer política en democracia– se desechan o dejan de lado “hasta que pasen las elecciones”, como suele ser aquí.

No obstante, y pese a ello, resulta incomprensible cuando las necesidades son tantas para muchas y muchos. De hecho y pese a que el reporte adelantado informal de la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio pasado al parecer se mantiene apenas por encima del 2 % ya mencionado, el Observatorio de la Deuda Social (ODS) de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), que dirige Agustín Salvia, reporta y advierte que “en el último año, el 35,5 % de niños/as y adolescentes (NNyA) atravesó la Inseguridad Alimentaria (IA), y el 16,5 % (de ese segmento) IA severa”.

Los enfrentamientos, sin embargo, no parecen afectar el clima social. Las encuestas con las que en forma constante tanto desde la política como desde los sectores interesados en la marcha de la Argentina entre quienes auscultan y transitan posibles negocios e inversiones dan cuenta que, al parecer, las propuestas y programas que ejecuta el presidente Javier Milei no correrán riesgos en los comicios de medio tiempo cuando el 26 de octubre próximo se renueve la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la de Senadores.

Según el estudio más reciente de la consultora Poliarquía –al día de hoy– el triunfo del oficialismo que desea el señor Milei estaría asegurado. No obstante, fuentes gubernamentales seguras que exigen reserva de sus identidades para dialogar con La Nación, estiman que “avanzaremos sustancialmente en la cantidad de diputados y senadores que tendrán nuestros bloques” y, añaden con optimismo que “tendremos más de 80 bancas en la cámara baja y una docena en la alta”.

Otras mediciones coinciden con esa estimación, pero los consultados enfatizan en que, “si bien tenemos claro que no seremos ni tendremos mayorías en ninguna de los dos cuerpos legislativos, serán mucho más sencillas las negociaciones con los bloques aliados para aprobar mejores leyes para apuntalar la recuperación argentina y dejar atrás décadas de fracasos”.

Apoyado en esos estudios, seguramente, el presidente Milei, en diálogo con el periodista Luis Majul, cuando fue consultado sobre los comportamientos públicos y políticos de los gobernadores provinciales, dijo en tono desafiante: “Los espero el 11 de diciembre”. Ese día asumirán sus funciones quienes serán las y los nuevos parlamentarios nacionales.

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