Francia se consagró campeona del Mundial Rusia 2018. Los “Bleus” le tiraron todo el peso de la camiseta a una dignísima Croacia, para terminar goleando 4-2 y así quedarse por segunda vez en la historia con el trofeo más deseado del mundo a nivel de selecciones.
Francia terminó en un abrir y cerrar de ojos con la ilusión Croata, que era la selección de todos, pero al que no le iban a responder más las piernas y que sufriría la gran contundencia de los “Galos”, merced a una jerarquía individual destacada.
La pregunta olbilgada era ¿cuánto tiempo sostendría su ritmo de juego Croacia? Es que los balcanes venían de tres alargues consecutivos y físicamente estaban en inferioridad frente a Francia.
Los primeros 15 minutos fueron de pleno dominio croata. Con Rakitic como manija, tuvieron insinuaciones importantes, con dos pelotas a pofundidad, que no pudo resolver de buena manera Perisic.
Croacia se plantó nuevamente con el 4-1-4-1 y fue un dibujo que le vino bien en la primera etapa. Cubrió todos los espacios y mientras tuvo aire, acosó a Francia en su propio territorio. Los “Galos” fueron pura estrategia. Aguantaron las embestidas y las pocas chances que generaron, terminaron en festejos.
A los 18 minutos, en su primera aproximación, Francia ya golpeó y duro. Antoine Griezmann se inventó una falta cerca del área, el propio atacante se encargó de ejecutarlo y de manera desgraciada, Mandzukic peinó para anotar en contra.
Croacia se no se quedó ahí. Martilló nuevamente cuantas veces pudo y a los 28′, Ivan Perisic puso justicia en Moscú. El zaguero Vida pivoteó de gran manera y Perisic burló a un defensa con un amague y con un zurdazo, firmó el 1-1.
Antes de finalizar la primera etapa, el VAR volvió a ser determinante. El árbitro Pitana revisó una mano de Perisic en el área y lo terminó por cobrar. Griezmann, infalible, selló el 2-1. Era inmerecido, pero la calidad individual y el guiño del fútbol hacían ganador a Francia.
El inicio de la complementaria, Croacia adelantó sus líneas y comenzó nuevamente el acoso en territorio rival. Generó muchas aproximaciones, pero la jugada clara del empate, estuvo en los pies de Rebic y la mano de Lloris. El portero galo le sacó un bombazo al extremo balcán.
Parecía que la selección liderada por Modric podría volver a empatar, pero a los 59 minutos, Paul Pogba dijo ¡basta! Y luiquidó la final. El volante “blue” definió con demasiada clase y de zurda, desde fuera del área grande.
Si ese gol había sentenciado el encuentro, Mbappé terminó por ratificarlo. El crack de 19 años sacó un latigazo desde fuera del área y dejó parado a Subasic. Solamente para decorar, Mario Mandzukic aprovechó un horror de Lloris y sentenció el juego a un 4-2 innamovible.
Francia conquista el mundo por segunda vez, luego de 20 años. Con jerarquía individual, con pragmatismo, sin brillar demasiado, pero teniendo todos los condimentos para merecer ser la selección campeona del mundo.
Croacia ha sufrido los tres tiempos extras. El corazón no bastó, pero de igual modo han conquistado el cariño de aficionados de todo el planeta y ha escrito la historia más hermosa de su país.