Comúnmente el cuestionamiento de la gente es que los números macros de crecimiento, etc., que mencionan los expertos económicos, no se reflejan en el día a día de la gente. Es sabido, que, en torno a esto, existen otras variables que frecuentemente boicotean las finanzas de la población y por ende vulneran la credibilidad en los análisis.
La suba del dólar como se dio en los últimos meses, la sequía y en consecuencia la bajada del río van regulando escenarios económicos continuamente. Lastimosamente, de manera inevitable con ello se golpea principalmente el bolsillo de la gente. Los aumentos de los precios en el mercado son siempre los primeros efectos de las coyunturas económicas castigadas por el clima y otros.
Hoy nos toca esta situación, las mencionadas condicionantes están presionando las finanzas de la gente, principalmente del sector más vulnerable que es el de menor poder adquisitivo y privilegios laborales. En este contexto y de manera proactiva el Gobierno inicia con premura una campaña muy alentadora para el consumo y obviamente de contención a las necesidades de la población en general.
Una campaña de abaratamiento de precios de la canasta familiar para que las ofertas se nivelen a las posibilidades de mercado. Sin duda, es una gestión enfocada en la cotidianidad de la gente. La plata no alcanza, la coyuntura está imponiendo altos valores en el comercio y desde el Ejecutivo salieron al paso planteando una estrategia muy pertinente que es el ahorro en las compras de la canasta básica.
De entrada, la medida del Gobierno movilizó a la Cámara de Comerciantes Mayoristas y Minoristas del Paraguay (Comampar), a la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) y la Unión Industrial Paraguaya (UIP). Según lo anunciado por el Ejecutivo, los gremios que se adhieren a la iniciativa disminuirán precios de al menos 400 productos de la canasta familiar.
Las rebajas en los precios variarán entre el 20 % y el 40 % y ya se tiene previsto empezar desde la semana entrante. La primera etapa de los descuentos arranca este próximo 5 de noviembre y se extenderá hasta el 20, mientras que la segunda fase se iniciará el 8 de diciembre, aprovechando la festividad de Caacupé, y se prolongará hasta las fiestas, según lo confirmado por los gremios.
Estas son las acciones que espera la gente, que las autoridades se ocupen de los problemas que realmente les afecta. Dicho por los mismos comerciantes y supermercadistas, la iniciativa dinamizará el mercado, pero principalmente ayudará para una mayor competitividad en el mercado y eso es sano porque genera más ofertas para los consumidores.
Es decir, de una, el Ejecutivo entró a pelear por el dinamismo del mercado en un segmento de primera necesidad, esto apunta a más competitividad de calidad, precios y lógicamente se espera que redunde en abaratar los precios y mejorar la economía de las familias.
Bajar a tierra los lineamientos es fundamental y con gestiones como la mencionada más arriba, este Gobierno demuestra que hay interés en lo que aqueja a la ciudadanía. Habrá aciertos y errores, éxitos como fracasos, pero el funcionamiento de la administración pública no debe perder el timón hacia la realidad de la gente, mejorar el día a día y seguir lo que pasa en la calle.
En la medida que el Gobierno y las autoridades se ocupen de las necesidades de la colectividad, estaremos mejor. No hay que mirar a los costados, hay que seguir para adelante, pese a los críticos que solo buscan alboroto. Sin duda, el camino es continuar orientados en estrategias y planes que beneficien a la sociedad.