El Presupuesto de Gastos de la Nación (PGN) es el segundo documento público más importante del país luego de la Constitución. Es el plan financiero y jurídico del Gobierno que ganó las elecciones.
En tal sentido, el Ejecutivo, encabezado por el presidente Santiago Peña, remitió el PGN al Congreso con la correspondiente presentación ante legisladores y medios de comunicación de modo a que el pueblo sepa de su plan para el año 2025.
El PGN a ser debatido hoy en el Congreso prevé especial énfasis en cuatro sectores fundamentales, a saber: educación, salud, seguridad y protección social. El PGN para el año que viene tiene suma importancia, puesto que es la primera vez en la historia de nuestro país que dicho documento se aprobará luego del grado de inversión.
Esto último es relevante. La mirada internacional está puesta sobre nuestro país por parte de los fondos de inversión y en consecuencia estarán atentos a la aprobación en la legislatura del PGN. Y no es para menos, los gastos públicos deben ser consistentes con la recaudación tributaria para que el Estado paraguayo no tenga que soportar déficits y otros quebrantos que en nada favorecen a la población.
Los recursos adicionales logrados este año, por ejemplo, luego de la excelente gestión llevado a cabo por el Ejecutivo nacional, por ende, deben utilizarse de modo eficiente y transparente, tarea que le incumbe también al Congreso como contrapeso constitucional en la tarea de observar y hacer las propuestas sobre el dinero público con acuerdo a la Constitución y a las leyes.
Nuestro país está atravesando por importantes avances en su economía, como el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de casi el 5 por ciento para este año, una inflación controlada anual de no más del 4 por ciento y un déficit fiscal que viene reduciéndose e incluso dispuesto a llegar a lo señalado en la Ley de Responsabilidad Fiscal del 1,5 por ciento del PIB, a lo que se agrega el grado de inversión logrado no hace mucho.
Esto significa que el orden fiscal y monetario así como la economía nacional están fuertes, capaz de afrontar los desafíos externos e internos. Por tanto, si en verdad se pretende que nuestro país crezca todavía más, es preciso mantener el entorno favorable para las inversiones tanto nacionales como extranjeras.
Es por ello que el proyecto del Ejecutivo PGN 2025, de 17 mil millones de dólares, tiene como objetivo la eficiencia en el uso de los recursos públicos, maximizando su impacto en la calidad de vida de los ciudadanos, dando absoluta prioridad a las inversiones en infraestructura, salud, educación y programas sociales.
Por los motivos expuestos, los congresistas no deben cambiar o si lo hacen no deben transgredir las reglas de las finanzas sanas del PGN remitido por el Ejecutivo, como en efecto ocurriría si aprueban aumentarse sus salarios.