Lanzaron ¡Conocer, atesorar y actuar! Patrimonio en manos jóvenes-Villa Hayes 2019, un concurso fotográfico que tiene como finalidad definir desde un punto de vista juvenil, el concepto de patrimonio y su preservación.
El día viernes, 20 de setiembre, a las 09:30 se desarrolló en el salón de eventos del Centro Cultural Melodía, el lanzamiento oficial del concurso fotográfico y exposición. El director del Centro Cultural Melodía Félix Fariña, dio la bienvenida a los jóvenes invitados, luego el Abg. Germán Rojas, brindó algunas palabras en representación de la Municipalidad de Villa Hayes y la Arq. Martha Sarabia, explicó a los jóvenes la importancia de los patrimonios y su preservación. A continuación los integrantes del equipo organizador explicaron los detalles del concurso, así como las bases y condiciones del mismo.
El concurso está dirigido a jóvenes de entre 15 a 30 años de edad; que actualmente se encuentren residiendo en el distrito de Villa Hayes. Lo que se busca con este concurso es contar con la visión juvenil del concepto de patrimonio tangible, y la manera de cómo lo identifica dentro de su comunidad, utilizando como herramienta la tecnología de los “smartphone” o teléfonos inteligentes.
Las fotografías pueden ser de edificios antiguos, lugares históricos, entidades u organizaciones, etc. Deben ser tomadas desde la cámara fotográfica de un teléfono celular “Smartphone”. Pueden ser a color o blanco y negro, cada concursante sólo podrá presentar 1 (una) fotografía al concurso. La foto que se tome debe ser original e inédita, no habiendo sido seleccionadas ni premiadas en ningún otro certamen o concurso.
Los interesados en participar pueden descargar las BASES Y CONDICIONES, haciendo clic en el siguiente enlace https://drive.google.com/file/d/1joyTleyJmUb_A4IqoScDpX0eoLW3ylFp/view?usp=sharing
Organizan el Departamento de Juventud y Deporte de la Municipalidad de Villa Hayes, el Centro Cultural Melodía y la empresa MartiPrint Impresiones Digitales, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura.
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Isla Umbú: restaurarán templo que invita a viajar en el tiempo
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
A 12 kilómetros de Pilar, es punto obligado de visita para el que quiera conocer Ñeembucú y los sitios históricos de la guerra contra la Triple Alianza. El templo de la localidad, centro de memoria y religiosidad, será puesto en valor en el marco del programa Tekorenda, dando inicio así a una recuperación de un valioso patrimonio nacional. Aquí la historia.
“Venir a nuestro pueblo es como entrar en el túnel del tiempo”, dice Mabel Franco, de la Universidad Nacional de Pilar, describiendo la sensación que siente al ingresar al “cuadrilátero”, el antiguo dibujo de las manzanas centrales de Isla Umbú.
Un paisaje que refleja el estilo de construcción de la década de 1860 se percibe en las casonas de tipo colonial que enmarcan la plaza grande en la que está el cuartel desde que el mariscal Francisco Solano López dirigió en un momento la defensa del sur durante la Guerra Guasu.
En el centro mismo de ese espacio, como un elemento de identidad, está el templo San Atanasio, de gran valor simbólico, histórico y cultural. Este último fue elegido por el Programa Tekorenda de restauración de sitios históricos impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) para una intervención destacada.
El intendente Jorge Marecos se muestra agradecido: “Es la primera vez después de mucho tiempo que tendremos una intervención del Estado en esta refacción”, dice con alegría.
Sin embargo, los restantes edificios requieren intervenciones para preservar uno de los pocos cascos urbanos que ayudan a reconstruir época que quedan en pie en el país. “Este entorno le da ese toque cultural antiguo al pueblo, pero lastimosamente algunas casas están desocupadas, con techos derrumbados. Son casas particulares y es difícil intervenir, pero presentamos a la SNC un proyecto para conservar por lo menos las fachadas”, destaca el jefe comunal.
UNA INTERVENCIÓN NECESARIA
El intendente Marecos indica que “el templo está con dificultades. Los técnicos de la SNC el año pasado hicieron una visita y detectaron que necesitaba esta restauración que se va a encarar desde octubre si todo va bien”, apuntó.
“El edificio está sólido, bien parado, pero tiene sus años. Así que esta tarea que durará más o menos un año o un poquito más será más que importante para nosotros”. Entre tanto, habrá que encontrar un buen sitio para oficiar las misas, ya que allí se congrega la feligresía católica los domingos. “Es un tema sensible”, señala.
La activista cultural Mabel Franco recuerda que “es muy importante este acto porque la última restauración fue en 1979 y estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde se pudieron intervenir algunos horcones, ya que sus cimientos estaban muy comprometidos.
Pero desde esa vez a esta parte es la comunidad la que mantiene el edificio y ya se necesitan nuevas intervenciones en los cimientos, teniendo en cuenta el tiempo y que el edificio es original de la época, es un patrimonio demasiado importante porque es único en su tipo”.
Explica entonces que en Laureles tuvieron que hacer una réplica de la iglesia antigua, en tanto que en Guasu Kua se hicieron intervenciones que reemplazaron componentes originales de su templo. En cambio, San Atanasio, en Isla Umbú, mantiene su estructura original.
TURISMO
A apenas 10 minutos de Pilar, capital del Ñeembucú, se asienta esta población de 3.700 habitantes, centro de la producción lechera regional. Franco apunta: “Nuestra comunidad lleva hasta 2.000 litros por día de leche para las familias pilarenses”.
Enmarcada por el imponente paisaje de los humedales, su verde intenso, su laguna Capilla destaca por la belleza que aporta la visita de una variedad notable y colorida de aves silvestres.
El jefe comunal de Isla Umbú asegura que están preparados para recibir más turismo. “Formamos parte del circuito turístico, pero no tenemos mayores auxilios de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), lo hacemos a nivel municipio”.
Contó que la gente no solo puede visitar el museo, el cuartel, el templo, sino que también acercarse a la laguna, “que ahora tiene un lindo muelle y caminero para tomar sol en estos días tan lindos”, propuso.
Recordó que una idea que tienen es avanzar en el recorrido turístico extendiéndolo hacia “las compañías como Boquerón y Tajy, donde hay escenarios de la guerra contra la Triple Alianza que ayudan a entender lo heroico de la defensa que se dirigió desde Isla Umbú”.
UN POCO DE HISTORIA
Mabel Franco, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Pilar (UNP), recuerda que “la reorganización de Isla Umbú fue dispuesta por Carlos Antonio López, que le dio orden al jefe del cabildo de Pilar para poder formar el pueblo. Eligieron el mejor lugar para asentar el pueblo y luego se hizo una expropiación. Para ello tenían que pagar el diezmo los más adinerados y a los más humildes los ayudó el gobierno”.
Así fue que “se diseñó ‘el cuadrilátero’ en el estilo de los jesuitas, iglesia en el medio y en el lado oeste el cuartel, el cabildo y luego las casas a los costados con una gran plazoleta en el medio”, explica.
“Cuando la Triple Alianza, el Cabildo se convirtió en cuartel y fue el centro de aprovisionamiento del Ejército paraguayo en batalla, que entraba en acción más hacia el sur”, cuenta.
Posteriormente, en el siglo XX el cuartel fue escuela, juzgado de paz, todo lo que necesitaba administrativamente funcionó allí y el cuadrilátero se mantuvo”, refiere. “La Municipalidad aprobó en 2003 una ordenanza declarando las casonas antiguas patrimonio distrital, cultural, dictando así un no innovar para que se mantengan las casas antiguas”, recordó.
Ese elemento político necesita ahora de inversiones para una recuperación que se espera se inicie con la restauración del templo. Como antecedente, vale señalar que en 2002 se restauraron los tres cuarteles históricos de la llamada “diagonal de sangre”: Isla Umbú, Humaitá y Paso de Patria.
UN PATRIMONIO A DESCUBRIR
La arquitecta Silvia Rey es la coordinadora del Eje de Intervención del Programa Tekorenda y cuenta que la iglesia San Atanasio de Isla Umbú “es un templo típico paraguayo, con estructura de madera independiente, muros de adobe de simple cerramiento y techos de teja y picanilla. Debido a sus características materiales, las condiciones climáticas y el paso del tiempo han afectado su estado”.
Describe a su vez que “los problemas de conservación se concentran principalmente en la cobertura debido a filtraciones de agua pluvial. Asimismo, presenta lesiones en los muros, como grietas, fisuras y desprendimiento de revoque.
La presencia de murciélagos es otro de los factores de degradación; además, se observan rastros de la acción de termitas (kupi’i), que aunque parecen estar inactivas actualmente habrían afectado la estructura del altar y algunas piezas de la estructura”.
–¿Qué pidió la comunidad en el marco de la audiencia pública?, ¿cuáles son los reclamos centrales?
–La comunidad expresó su preocupación respecto a la necesidad de salvaguardar la memoria histórica, muchas de cuyas tradiciones y conocimientos se conservan y transmiten de manera oral, debido a la pérdida de las fuentes documentales. Asimismo, manifestaron su interés en la protección del patrimonio cultural material, tanto mueble como inmueble, especialmente la iglesia y el museo. Concientes del valor de su entorno, otra de las preocupaciones principales es la preservación del ambiente urbano y natural de Isla Umbú. Para ello, se considera fundamental la implementación de un plan de ordenamiento urbano-territorial que promueva un desarrollo sostenible en la zona.
POTENCIAL
–¿Está pensado también un tratamiento para los otros edificios?
–En esta primera etapa, la intervención se centra específicamente en el templo. Sin embargo, la edificación que alberga el Museo Coronel Pedro Hermosa también se encuentra en el listado de edificios en necesidad de salvaguarda urgente de la SNC, lo que implica priorizar la obtención de fondos para su intervención en el marco del Programa Tekorenda.
No obstante, es importante señalar que el trabajo en territorio involucra varias otras acciones, las cuales son abordadas en un trabajo coordinado con la Dirección General de Patrimonio de la SNC en el marco de la política de protección del Patrimonio Cultural, como la documentación y el registro.
Dado el potencial que posee Isla Umbú, se espera que, con el proceso de puesta en valor, se genere un mayor interés hacia el sitio, lo que podría facilitar la inversión en la recuperación física y funcional de otras edificaciones.
–¿Qué rol tuvo el edificio durante la guerra contra la Triple Alianza?
–La Triple Alianza es el episodio más recurrente en la memoria colectiva de Isla Umbú. Según la tradición oral, la construcción de la iglesia fue motivada por la victoria que obtuvo el mariscal Francisco Solano López en la batalla de Estero Bellaco, cumpliendo una promesa hecha a San Atanasio, a quien se había encomendado. Sin embargo, el año de construcción referido, 1862, no coincide con este hecho histórico, que se dio cuatro años más tarde, en 1866.
–¿Cuáles son otros edificios históricos que requieren intervención?
–El edificio que hoy alberga al Museo Histórico Cnel. Pedro Hermosa, en homenaje a un combatiente de la guerra del 70, habría funcionado como cuartel de las tropas paraguayas durante las batallas desarrolladas en la zona de Ñeembucú. Se habría construido en la misma época que la iglesia, al igual que otras viviendas construidas alrededor de esta.
–¿Podría contarnos un poco la historia del distrito?
–A pesar de que los orígenes de Isla Umbú se remontan a 1779, cuando se inicia la ocupación efectiva de la zona del Ñeembucú, luego de la fundación de Pilar, la fecha de fundación que reconocen los pobladores es la del 8 de mayo de 1862, cuando, como parte de su política urbanística, don Carlos Antonio López ordena la reorganización del pueblo.
Sin embargo, según investigaciones realizadas por la historiadora Viviana Paglialunga, existen fuentes documentales en el Archivo Nacional de Asunción que dan cuenta de la existencia de cuatro escuelas y de trabajos en las obras del templo en el partido de Isla Umbú que datan de 1842.
–¿Cómo fue su evolución durante el siglo XX hasta la actualidad?
–A pesar del paso del tiempo, Isla Umbú ha mantenido sus características urbano-arquitectónicas, con la iglesia en el centro de la plaza y las viviendas con galería a su alrededor, disposición típica de los poblados del Paraguay desde la época colonial. La población va decreciendo debido a la migración campo-ciudad y, lamentablemente, hoy varias edificaciones se encuentran abandonadas y en riesgo de derrumbe.
–¿Isla Umbú está lo suficientemente referenciada como para movilizar el turismo histórico o ser parte de quienes llegan al Ñeembucú por sus humedales y paisajes?
–Isla Umbú está entre los secretos mejor guardados de nuestros pueblos pintorescos. Queda a tan solo 15 kilómetros –20 minutos en auto– de Pilar, recorrido que vale la pena, dadas sus características urbanas, ambientales y paisajísticas, así como su riqueza histórico-cultural y la calidez de su gente, que la convierte en un punto obligado para quien quiera conocer y disfrutar del Ñeembucú.
Entre sus tradiciones más arraigadas están la fiesta patronal en honor a San Atanasio, que se celebra el 2 de mayo de cada año y en la que no faltan las comidas típicas, los juegos tradicionales, la música y el baile.
Esta festividad culmina con el Festival Anual de la Leche, celebración en la que Isla Umbú hace gala de ser cuna lechera debido a que la producción de leche es la fuente principal de su economía.
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Paraguay postulará la frazada de trapo ante la Unesco
El Comité Nacional de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay celebró una sesión que tuvo como eje principal el fortalecimiento de los mecanismos de protección y promoción del patrimonio cultural a nivel nacional. El evento se llevó a cabo en el Espacio Cultural Staudt, dependiente de la Secretaría Nacional de Cultura, el miércoles 7 de mayo.
Uno de los puntos centrales de la jornada fue la aprobación del inicio del proceso para la postulación de la frazada de trapo ante la Unesco en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguarda, destacada por su proceso de elaboración sostenible con restos textiles. Esta será la primera candidatura nacional en dicha categoría y fue presentada por las artesanas y gestoras de Carapeguá.
La ministra de Cultura, Adriana Ortiz, dio apertura al encuentro señalando que “este comité es donde realmente está el karakú del Paraguay”, y remarcó que la instancia también cumple el rol de asesorar en propuestas de Patrimonio Cultural Inmaterial y en la designación de Tesoros Vivos. Recalcó la importancia del trabajo de los gobiernos locales en los procesos de declaración y protección de los patrimonios inmateriales.
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Asimismo, se socializó el Plan de Salvaguarda del Poncho Para’i de 60 Listas, y se compartieron los avances en la candidatura internacional del Ñai’ũpo, en evaluación por la UNESCO, así como los resultados de la inscripción de la Guarania como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lograda en la 19ª reunión del Comité Intergubernamental.
En este marco, se puso énfasis en la necesidad de contar con una Guía Nacional de Buenas Prácticas dirigida a municipios y gobernaciones, la cual busca orientar sobre los procedimientos técnicos y legales para la protección de manifestaciones culturales. Se anunció que el documento será viabilizado próximamente por la Secretaría Nacional de Cultura, con el objetivo de facilitar la elaboración y presentación de propuestas de declaratoria desde los gobiernos locales y comunidades organizadas.
Candidatura del ñai’ũpo
La jornada también fue espacio para la expresión de las portadoras de saberes tradicionales. Vicenta Rodríguez, artesana de Ñai’ũpo, compartió con profunda emoción el significado que esta técnica tiene para su comunidad y para su vida: “Somos tres pueblos —Itá, Tobatí y Yaguarón— los que trabajamos el Ñai’ũpo, un saber que heredamos de nuestras abuelas y que seguimos transmitiendo a nuestros hijos y nietos. Es una herencia muy importante para nosotros, un trabajo ancestral que no queremos que se pierda”.
Rodríguez expresó su esperanza de que el Ñai’ũpo sea reconocido como en la lista del patrimonio cultural inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia, no solo como un respaldo institucional, sino como una forma de asegurar su continuidad: “Gracias a este oficio conocí a muchas personas, viajé, compartí, aprendí. Pero, sobre todo, gracias a este oficio que me dejó mi abuela, hoy puedo estar aquí. Estoy muy contenta y agradecida a las autoridades, a la Secretaría de Cultura y a todas las instituciones que hicieron esto posible. Es un sueño para nosotras que este trabajo quede para los niños y jóvenes, como símbolo de lo que somos y de lo que queremos conservar”.
El arte del Ñai’ũpo, alfarería tradicional de las comunidades de Itá, Tobatí y Yaguarón, sigue su curso a ser evaluado este año por la UNESCO para su posible inscripción en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que Requiere Salvaguardia Urgente. Esta postulación, fue presentada por Paraguay en el 2023. El expediente fue respaldado por un dossier técnico elaborado por la Secretaría Nacional de Cultura, como parte de una estrategia integral de preservación.
A la reunión asistieron representantes de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Orquesta Sinfónica Nacional, la Secretaría Nacional de Turismo, la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (OPACI), el Instituto Paraguayo de Artesanía, el Ministerio de Educación y Ciencias, la Oficina de la Primera Dama, el Instituto Superior de Bellas Artes, la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI), la Municipalidad de Asunción, la Orquesta Nacional de Música Popular (ONAMP), el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC), el Colectivo de Mujeres Kambuchi Apo y la Asociación de Artesanas de Carapeguá.
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Templo de Yaguarón se acerca a la restauración integral
En el templo San Buenaventura de Yaguarón se realizó la presentación oficial del Proyecto de Cooperación Técnica en Especie impulsado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), orientado a la restauración de este bien patrimonial de alto valor histórico y cultural para el Paraguay.
La ministra de Cultura, Adriana Ortiz, subrayó que este primer estudio técnico representa una base fundamental para asegurar una intervención responsable, transparente y alineada con los más altos estándares de calidad a nivel internacional. En el encuentro realizado el 8 de mayo, reiteró el compromiso institucional de velar por que cada acción esté acompañada por especialistas calificados y la participación activa de la comunidad.
La secretaria de Estado remarcó que el proceso de restauración ha sido largamente esperado por la ciudadanía, y que el inicio de esta nueva etapa marca un paso firme hacia la conservación del “gigante de Yaguarón”. La actividad se desarrolló en el marco del Programa Tekorenda, impulsado por el Gobierno del Paraguay a través de la Secretaría Nacional de Cultura, e incluyó una audiencia pública con la comunidad local.
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El encuentro incluyó intervenciones del párroco local, Cirilo Martínez; el intendente de Yaguarón, Luis Rodríguez; y el embajador de España, Javier Parrondo, quienes coincidieron en la necesidad de garantizar la salvaguarda del patrimonio nacional mediante una gestión articulada y comprometida. La jornada concluyó con una audiencia pública y un espacio de diálogo comunitario liderado por la coordinadora del Proyecto Tekorenda, Cynthia Melgarejo.
El Programa Tekorenda tiene como objetivo la identificación, salvaguarda y revalorización del patrimonio cultural en distintas comunidades del país. A través de procesos participativos e interinstitucionales, busca la recuperación y activación de espacios emblemáticos, promoviendo su sostenibilidad y apropiación por parte de la ciudadanía. Cuenta con el apoyo de Itaipú Binacional, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), el Parque Tecnológico de Itaipú (PTI) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
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Arrancaron inspecciones a establecimientos frigoríficos para abrir mercado filipino
El Servicio Nacional de Inspección de Carnes (NMIS) de la República de Filipinas inició las inspecciones a establecimientos mataderos frigoríficos de carne bovina en el marco de la auditoría de ese país con miras a la apertura de las exportaciones a ese mercado.
Según informaron desde el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) que las primeras visitas se llevaron a cabo en los establecimientos ubicados en la ciudad de Villa Hayes, del departamento de Presidente Hayes, donde los técnicos recorrieron el frigorífico Neuland, y el frigorífico Victoria.
Ayer martes se iniciaron con los recorridos cuyo objetivo es verificar el sistema de control de inocuidad de los puntos así como evaluar el sistema de certificación conforme a las normas establecidas. El equipo de auditores se encuentra compuesto por el jefe de la delegación, Roie Lee Nanding Cataluña, además de Rudio Gabaldon Abulencia, Florence Veluz Villaflores y Michael Arellano Monterey.
El equipo fue acompañado por el director general de Digecipoa, Julio Barrios, la directora de mataderos y frigoríficos, Natalia Díaz de Vivar, y la jefa de la Unidad de Asuntos Internacionales, Gloria Campuzano, entre otros directores del Senacsa.
La auditoría se lleva cabo desde el 28 de abril al 14 de mayo, y en ella se evaluará el sistema de control de inocuidad, se realizarán visitas de inspección al laboratorio central, puntos de ingreso y egreso del Senacsa, y establecimientos frigoríficos de exportación, así como mataderos de consumo local.
El año pasado Filipinas importó 1,45 millones de toneladas de carnes de los cuales 750 mil toneladas correspondieron a carne de avícola, 450 mil toneladas de cerdo, y 210 mil toneladas de carne bovina, por lo cual representa una gran oportunidad para el país, según había explicado a este medio el presidente del Senacsa, José Carlos Martin.
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