La edición de la muestra italiana permitirá el visionado de 87 películas seleccionadas, a través de una plataforma, del 7 al 15 noviembre. Foto: Facebook.
Festival de Trieste exhibe online más de 50 filmes latinos
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Unas cincuenta películas de autores latinoamericanos, seleccionadas para la XXXV edición del Festival de Cine Latinoamericano de Trieste (Italia), serán proyectadas del 7 al 15 noviembre online, una inédita recompensa para el cine de esa región en medio de la pandemia.
“Lo que era una limitación, ahora es una oportunidad. Hemos pegado un salto increíble, porque vamos a poder llegar a un público inmenso de la Unión Europea y de toda América”, explicó a la AFP el director del festival, el chileno Rodrigo Díaz.
Cincuenta películas de un total de 87 seleccionadas, entre operas primas, estrenos mundiales y europeos, han dado la autorización para ser proyectadas online a través de la plataforma Mowies, con sede en Los Angeles (EEUU), la cual exigirá un pago para poder acceder al filme durante 48 horas tras entrar en la página web cinelatinotrieste.mowies.com.
“Es algo único para un festival. Los filmes que estarán online podrán ser visionados en todos los países de la Unión Europea, en Canadá, Estados Unidos y en toda América Latina. Es un gran esfuerzo que estamos haciendo, una promoción sin precedentes para el cine independiente latinoamericano”, comentó Díaz, fundador del festival hace más de 30 años junto con el padre del llamado Nuevo Cine Latinoamericano, el fallecido cineasta argentino Fernando Birri.
Quince filmes en concurso
Los filmes programados en las varias secciones del festival, serán proyectados en lengua original y subtitulados en italiano e inglés. En total quince películas, realizadas entre 2019 y 2020, participan en el concurso oficial, entre ellas tres de Argentina y de México, dos de Brasil, Chile y Venezuela, una de Colombia, Cuba y Perú.
Entre ellas figura “Identidad tomada”, del recién fallecido cineasta mexicano Gabriel Retes, quien fiel a su estilo rebelde critica en su última película con humor negro el mundo del cine, de los festivales y el plagio.
Muchas de las películas son en realidad coproducciones como el filme de Chile-Argentina-Alemania, con el título que reproduce un verso del poeta italiano Cesare Pavese, “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”, dirigido por el peruano José Luis Torres Leiva, autor entre otros de “Verano”, presentado en el Festival de Cine de Venecia en la sección Horizontes y que ahora indaga sobre la relación amorosa entre dos mujeres.
El cine argentino estará muy presente, con producciones como “La fiesta silenciosa” de Diego Fried sobre una dramática boda, “Emilia” del escritor César Sodero, quien participa con su primer largometraje y “La botera” de Sabrina Blanco, filme que obtuvo el año pasado una mención especial en el festival internacional de Mar del Plata (Argentina).
La cinematografía brasileña participa entre otros con el primer largometraje de la veterana actriz Djin Sganzerla, “Mujer Oceano”, sobre las conexiones entre dos mujeres muy diferentes. El colombiano Walter Rojas, formado en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de Los Baños en Cuba, guionista y editor en diferentes formatos y géneros participa con su primer largometraje como realizador, el documental “Las siete paradas”, sobre una suerte de esgrima mestiza con machete y bordón.
El peruano Augusto Tamayo, guionista y director de 12 largometrajes, quien representó a Perú en los premios Oscar, participa con “Sebastiana, la maldición”, sobre la terrible historia de una antepasada del siglo XVII, joven, hermosa y adinerada pero también despiadada.
Los filmes venezolanos representan el cine de un país en crisis, mientras el cineasta cubano Jorge Luis Sánchez, autor de una vasta obra documental, compite con “Buscando a Casal”, sobre las presiones al poeta Julián del Casal en la época colonial por sus críticas al poder.
Literatura, poder y política
Notable la sección Cine y Literatura con 7 filmes sobre o con guiones del nobel de la Literatura Gabriel García Márquez, entre ellos “Amores ilícitos” de Heriberto Fiorillo, “Bituima 1780” de Luis Alberto Restrepo, sobre la familia Millán, gamonales del siglo XVII que monopolizaron el poder sin respetar siquiera la autoridad eclesiástica y “El alma del maíz” de Patricia Restrepo, una trilogía a cargo de cineastas colombianos y titulada “De amores y delitos”.
En la sección contemporánea 20 obras narran la América Latina de ayer y de hoy, entre ellos el impactante documental “Nuestra bandera jamás será roja” del brasileño Pablo Guelli, filmado entre 2013 y 2019, en el que se denuncia la concentración de medios locales en Brasil y la escalada al poder de la extrema derecha del presidente Jair Bolsonaro.
Anuncian nueva edición de “Ashtanga Yoga para Todos”
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La segunda edición del evento “Ashtanga Yoga para Todos” se realizará elsábado 21 de junio, en el horario de 7:00 a 19:00, en el local de Samasthiti Ashtanga Yoga, ubicado en la calle Enrique Solano López 963 entre Libertad y Amistad, en el barrio Jara de Asunción, con acceso libre y gratuito. Organiza la Comunidad de Ashtanga Yoga en Paraguay “Celebramos la Práctica”.
El programa de actividades contempla una práctica abierta de Ashtanga Yoga, tanto en la sala de práctica Mysore como en la sala para practicantes iniciantes, dentro del horario entre las 7:00 a 11:30. En tanto, de 9:00 a 17:00 está programada la feria de emprendedores con productos holísticos, saludables y ecológicos.
La agenda prosigue a las 11:30 con una terapia con Sonido. Para las 12:00 se prevé un almuerzo y picnic. Luego, a partir de las 14:00, la propuesta es Cine Consciente con la proyección de la película “The Enlightenment”. Seguido, a las 15:30, se abordarán los mantras de inicio y de cierre, su significado, por qué se cantan, técnicas de canto.
En el tramo final de la jornada se presentará la charla denominada “Yoga para la Tierra y la Salud”, a partir de las 16:00. Mientras que la última actividad prevista comenzará a las 17:00, denominada “Kirtan y Fogón”, con música y baile, con la banda Persé. Más novedades en la cuenta de Instagram: @samasthiti_yoga.
Las entradas se encontrarán disponibles a través de Ticketea en su fase de preventa exclusiva UENO el lunes 09 y martes 10, y la venta general se habilitará el miércoles 11 del corriente. Foto: Gentileza
¡Preparate para el Pilsen Reciclarte 2025 el 27 y 28 de septiembre!
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El festival más querido del Paraguay vuelve al Anfiteatro José Asunción Flores el próximo 27 y 28 de septiembre con Babasonicos, Cuarteto de Nos, Ratones Paranoicos, La Beriso, Flou, Las Pastillas del Abuelo y muchos más.
Las entradas se encontrarán disponibles a través de Ticketea en su fase de preventa exclusiva ueno desde este lunes 09 y martes 10, y la venta general se habilitará el miércoles 11 del corriente.
G5PRO y Cervepar reafirman su alianza para dar vida a una nueva edición de Pilsen ReciclArte, el festival que en 2025 regresa con fuerza al emblemático Anfiteatro José Asunción Flores de San Bernardino, esta vez bajo el concepto “La naturaleza de la música”. Porque la música no solo se escucha, se siente. Y cuando se conecta con la naturaleza, se convierte en una fuerza que transforma.
Pilsen ReciclArte vuelve a ser mucho más que un evento de música, arte y gastronomía: busca conectar al público con aquello que le rodea, incitando a tomar conciencia al ritmo del festival, con un compromiso firme hacia la sostenibilidad.
Esta edición apuesta por prácticas responsables en todos los niveles: gestión de residuos, uso de materiales reciclables, estaciones de reciclaje, reducción de plásticos y experiencias que inviten a vivir la música en armonía con lo que nos rodea.
Esta nueva edición llega con un cartel potente y diverso, encabezado por dos grandes referentes. Desde Argentina; Babasonicos, pioneros del nuevo rock que durante más de tres décadas han convertido letras provocadoras en hits, y desde Uruguay; el Cuarteto de Nos con su inconfundible estilo que se mantiene vigente desde hace más de 40 años. También se hacen presentes del vecino país el rock afilado de Ratones Paranoicos y el muy ansiado rock barrial de La Beriso.
A ellos se suman Las pastillas del abuelo, reconocidos por su fusión de rock con elementos del folklore y otros géneros populares; El Kuelgue con su sonido experimental y teatralidad única; Los Cafres, iconos del reggae latinoamericano y Cruzando El Charco, una banda que incorpora al rock elementos de candombe, pop y funk, entre otros. Además, por primera vez en Paraguay; Monseiur periné, proyecto colombiano lideradopor Catalina García y Santiago Prieto, que mezcla géneros como el jazz, el swing y el pop con sonidos latinoamericanos como la salsa, la cumbia y el bolero.
En tanto, Flou y Salamandra, encabezan la propuesta nacional, dos grandes pilares actuales del rock local, junto a los máximos exponentes de la escena: La de Roberto, Kita Pena, La Nuestra y Bohemia Urbana. Completan el cártel: Deficiente, Lucero Sarambi, Sari Carri, Funkchula, Ciudad Mansa y el Pórtico.
Cabe destacar la participación especial de Juan Cancio Barreto, guitarrista y requintista referente de la música paraguaya y Grupo Generación, reconocidos por su interpretación de música folclórica, especialmente de la guarania.
La venta iniciará el lunes 09 desde las 09:00 h y seguirá el martes 10 de junio o hasta agotar stock, con la preventa exclusiva ueno para clientes con tarjeta de crédito clásica y Albirroja (bolsa entretenimiento, sujeto a bases y condiciones).
Los precios combo dos días serán los siguientes: césped G. 440.000; generales G. 330.000; platea G. 220.000; lounge G. 660.000. Tickets válidos para ambos días del festival.
Las entradas en venta general, en abono dos días, estarán disponibles en todos los puntos de Ticketea y desde www.ticketea.com.py también a partir del miércoles 11 de junio en su fase de preventa 1.
Agotadas en la etapa mencionada se pasará al siguiente lote de preventa y así sucesivamente hasta llegar a los precios finales y a las entradas por día. Cabe destacar que clientes de tarjetas de crédito ueno podrán acceder a beneficios también en esta etapa de venta general.
ReciclArteestá dirigido a todas las edades. Menores de hasta 8 años cumplidos no abonan ingreso acompañados de su adulto responsable con entrada.
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al director de cine argentino Daniel Burman. Foto: Pánfilo Leguizamón
Daniel Burman: “El cine revela las cosas que la sociedad niega”
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Fotos: Pánfilo Leguizamón
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al director de cine argentino Daniel Burman, quien se encuentra de visita en nuestro país por razones de trabajo. Además de algunas de sus producciones y de la función del cine en nuestros tiempos, Burman habla de la construcción de la identidad y de la necesidad de que la sociedad aprenda a sentir como propio el dolor de los otros.
Daniel Burman nació el 29 de agosto de 1973 en Buenos Aires; es conocido por la serie “Iosi, el espía arrepentido” (2022), así como las películas “Esperando al mesías” (2000), “Todas las azafatas van al cielo” (2002), “Derecho de familia” (2006), “El rey del Once” (2016), además de “El abrazo partido” (2004), galardonada con el Gran Premio del Jurado del Festival de Berlín. Otros títulos destacados: “El nido vacío” (2008), “La suerte en tus manos” (2012), “Dos hermanos” (2010), “El misterio de la felicidad” (2013). Su último trabajo es “Transmitzvah” (2024).
–Hay mucho que hablar de cine, pero mi primera pregunta es bien provinciana. ¿Qué le trae por el pueblo, don Daniel?
–Un montón de cosas. Es muy curioso. A veces en mi actividad ocurre que hay algo que va más allá de lo racional y hay una alineación de proyectos que te empiezan a llevar a todos lados. Ahora hay tres proyectos muy importantes en diferentes etapas que me empezaron a traer para Paraguay. Todo empezó con Andrés Gelós, que es un gran amigo y colega y colaborador que me viene hablando de Paraguay hace muchos años. Yo no conocía a Asunción, es increíble, estando a una hora y media. Entre paréntesis, es impresionante el desconocimiento que tenemos de un país hermano, vecino, que cuando entré a Asunción no tenía nada que ver con el prejuicio o el preconcepto. Me quedé muy sorprendido de lo que tiene que ver con el sector audiovisual del enorme potencial, el enorme presente también, porque el potencial siempre habla como de algo por venir. Lo que está sucediendo con el audiovisual en Paraguay y las posibilidades que se están abriendo en esta coyuntura son increíbles.
–Este vaticinio de que la pandemia en algunos aspectos era un punto de inflexión en nuestra manera de ver, de reflexionar las historias, ¿sucedió?
–No, no sucedió, no va a suceder y tiene todo el sentido porque uno de los mecanismos más comunes que tenemos todos y más activos, más presentes, una de las mayores herramientas de su providencia es la negación. Vivimos en estado de negación permanente, primero negamos quiénes somos todo el tiempo y también ni hablar de las situaciones externas que la vivimos negando. Entonces era de esperar que neguemos la pandemia, el efecto traumático y, sobre todo, neguemos lo que nos reveló sobre nosotros mismos, sobre nuestra vulnerabilidad, sobre su fragilidad y tiene un sentido. No juzgo ese mecanismo. La supervivencia incluso en condiciones óptimas de alimentación y sanitarias es muy compleja por la propia crisis existencial de estar, con lo cual entiendo que hayamos tirado en un abismo todo aquello que aprendimos en esos tiempos tan dramáticos.
IDENTIDAD POLIFACÉTICA
–Estaba reflexionando de que Argentina debe ser de los cines, después de Hollywood probablemente, obviamente Israel supongo, que más incurren en la temática judía.
–Tiene que ver con que hay una comunidad judía muy grande y también una diferencia con las demás comunidades judías. La dicotomía identitaria no ha existido en gran parte de la comunidad. Yo siempre he sido judío y argentino al mismo tiempo y nunca me puse a preguntar cuánto había de cada uno, no hay ninguna dialéctica digamos porque también creo personalmente que la identidad es absolutamente polifacética y soy judío y soy padre y soy hijo y soy argentino y soy una persona de cuentitos y soy un montón de cosas y no soy nada al mismo tiempo. Soy la persona que busca saber quién es como cualquiera de nosotros. Creo que tiene que ver con eso, que también no nos tuvimos que aferrar a esa identidad de una manera reactiva. Encima viniendo del país que sufrió los atentados terroristas más cruentos contra la comunidad judía fuera de Israel.
–Quiero detenerme en “Iosi”, una de las series más vistas acá en Paraguay. Fue un episodio muy fuerte a partir de toda esa fortaleza que tuvo unos años de incertidumbre al respecto de si se hacía justicia o no se hacía justicia, ¿no?
–Sí, no se hizo justicia finalmente. Y creo que también lo que quise reflejar, o sea, la sociedad argentina se anestesió ante la falta de justicia y que la impunidad formó parte de la identidad colectiva. Es algo tremendo. Pero me parece importante que la impunidad no es responsabilidad de un político o de una época política, es de una época de la sociedad en la cual la gente estaba anestesiada y admitía que la impunidad era un activo social con el cual se podía vivir y muy bien.
–Que tiene un pariente, que es el miedo.
–Ojalá fuera el miedo. Yo creo que es más la desidia, porque básicamente nadie soporta la impunidad respecto a uno mismo. Las víctimas nunca soportan la impunidad, esto está claro. El chiste es que la sociedad que no es directamente influenciada por un hecho lo sienta como propio. A mí me fascina el concepto de Spinoza sobre la escala del amor y la generosidad. Uno puede amar a cualquiera pero la generosidad es actuar como si uno amara al otro. Esto es lo mismo, que la sociedad actúe como si hubiera sido lesionada ella misma y cuando eso se desarticula puede existir la impunidad. Entonces básicamente hablamos de un cierto quiebre en el contrato social, de cierta dilución de una empatía.
VERDADES OCULTAS
–¿Te parece que el cine sigue reivindicando el lugar de la verdad?
–Una de las misiones del cine, porque cristaliza de manera física y evidencia ciertas verdades o a contrario sensu, que es más fácil porque darle un lugar de portador de verdad es un poco riesgoso, evidencia estos momentos de impunidad, estos momentos de la verdad que es mirada o atacada, que no es lo mismo que ser un lugar de definición de verdades. Yo en “Iosi” no digo “el atentado lo hizo tal persona”, porque la Justicia es la que tiene que hacer eso. Yo lo que digo es que durante 30 años se construyó una conspiración de actores muy diferentes de la sociedad, todos alineados de manera sincronizada para garantizar un pacto de impunidad. Hay una verdad que no conocemos y el cine puede develarnos las verdades ocultas.
–¿Cuándo fue la vez en tu vida, para hablar de tu historia personal, que dijiste “yo quiero hacer cine”?
–No existió ese momento y es bastante decepcionante cuando me preguntan eso, porque yo quería ser escritor. Yo tengo una fascinación por la literatura, me encantaba escribir y todavía la verdad que escribo y siempre digo a mis hijos “cuando sea grande me dedicaré a ser escritor” y me miran y me dicen “cuánto falta para eso” (risas). Escribía, pero en cierto momento sentí que tenía que transformarlo en un ambiente para contarle algo a alguien. Tengo el recuerdo de esperar que mi madre llegue del trabajo para contarle algo, la fascinación de contar algo. Y tomé cine como un instrumento, que podría haber sido cualquier otro. Nunca tuve una fascinación por el dispositivo cinematográfico y de hecho hoy no la tengo. Tengo una relación totalmente instrumental. No hay nada que me aburre más que hablar de una cámara. Cuando viene el fotógrafo y me dice ¿salió tal lente? Ni me cuentes. Mi relación con el cine es instrumental y de puente.
Daniel Burman, director de cine. Foto: Pánfilo Leguizamón
LA FIGURA DEL HÉROE
–Quiero continuar con tu obra y quedarme en “El abrazo partido”, porque además es un juego de palabras muy bonito.
–“El abrazo partido” me dio muchísimas satisfacciones y me cambió la vida. Fue la película donde dije “soy algo así como un director de cine”. Siempre parto de un dilema moral irresoluble. Yo cuando era chico vivía en el barrio judío de Once de Buenos Aires y había escuchado una historia que nunca se termina de saber si fue verdadero, pero me inspiró la película de que en la época de la guerra de los Seis Días hubo muchos judíos argentinos que dijeron “vamos a luchar por Israel” y en esa época se tardaba en llegar. Muchos llegaron después del sexto día y la guerra ya había terminado. Y alguno dijo “bueno, me quedo” y dejó una familia con un local. A mí esos dilemas de ir a luchar por un ideal dejando una familia, la idea de ir a salvar al mundo, pero abandonar tu responsabilidad más próxima, siempre desconfié. Siempre desconfié mucho de los héroes porque para mí son gente que se escapó de la casa, que no quiere asumir o que prefiere ir a salvar las ballenas en Australia en lugar de cuidar a su hijo de cuatro años y explicarle ciertas cuestiones existenciales.
–¿Qué cosas está mirando el cine?, ¿qué profecías está haciendo te parece?
–Yo creo que el cine no hace profecías. Yo creo que mucha gente que hace cine tenemos una conexión con nuestro tiempo. Entonces, no somos proféticos, sino revelamos cosas que la sociedad niega. Niega por el frenesí, por la falta de debate, por la agenda. Normalmente cuando uno va a promocionar una película, lo que te sucede hoy día es que la mayoría cuando vas a un programa de televisión te dice “la agenda de hoy es muy política, la agenda es otra cosa”. Yo creo que somos nuestra agenda. Estoy bien convencido de que somos qué hago hoy, somos eso y cómo tratamos al otro en ese eso y nada más.
EXPERIENCIA SOCIAL
–Dentro de unos años tendremos personas que pudieron no haber ido al cine, pero igual haber visto todas las películas del mundo. ¿Cómo te llevás con esos cambios?
–Tengo contradicciones al respecto. Por un lado, la idea de la masividad y la posibilidad de cuando pongo una serie y que pueden verla en cualquier parte del mundo y toda la penetración que tiene y el acceso que tiene porque sigue siendo un lujo burgués finalmente, pero tiene un acceso muy grande. Pero yo recuerdo que cuando estrenaba una película, mi mayor placer era salir y ver la gente llegando al cine. Había un momento de su vida que giraba en torno a ese evento y todo lo que significaba y que ahora todo se pueda hacer desde la cama comiendo una pizza. No es que me afecta a mí, me da pena que nos estemos perdiendo todo eso, porque en ese circular había un contacto humano, una circulación.
–Es como que se perdió el templo, ¿no?
–Se perdió el templo, pero lo mío no es la cuestión romántica, sino que nos perdimos una experiencia social que para eso nació, de a quiénes tengo al lado, que me encuentro con alguien, el tránsito con el otro, que lo vamos perdiendo. A mí eso me da pena, pero no por el cine en sí mismo, sino por la pérdida social, porque se van perdiendo y eliminando momentos de contacto humano, de contacto real.
HERMANDAD ESTÉTICA
–¿Te parece que hay un cine regional identificable como un corpus o hay experiencias aisladas?
–Yo siempre desconfío un poco del cine del hermano latinoamericano. Me parece que nunca terminé de entender por qué no podemos ser unidos, cercanos, colaborativos desde nuestra singularidad. Me parece que también es una pose totalmente innecesaria y es una retórica que el goce está en un supuesto sentimiento de hermandad estética o narrativa que no hay. Lo hubo en la literatura en cierto momento. Desde afuera nos miran como latinos, pero ¿nos tenemos que sumar a esa mirada? ¿O tenemos que reivindicar nuestra singularidad y tener una mirada más pragmática de colaboración entre los países para hacernos más fuertes en todas las cinematografías, generar hub de producción?
El director de cine, Daniel Burman. Foto: Pánfilo Leguizamón
–¿Cómo está el cine argentino?, que siempre fue productivo.
–Creo que está en el momento más delicado de su historia. La interrupción del fomento público generó una crisis muy grande. El cine argentino hoy día se sostiene básicamente por el aporte de las plataformas y me gusta. Prefiero pensar que de alguna manera el sistema de fomento público de alguna manera se va a reinventar para lograr que personas como yo, que hemos sido hijos de la educación pública y hemos contado con apoyo, después podamos crear como yo compañías de producción independiente, pero el aporte público es el puntapié. Hay que entender que una cinematografía es mucho más que lafacturaciónoel valor agregado que genera porque tiene un enorme impacto cultural y sobre otras industrias.
–Hay una especie de desvalorización de lo público también, ¿no?
–Latinoamérica es un continente, y ahí sí estamos hermanados, con abismales asimetrías irresolubles por el mercado. Esto no es una posición ni ideológica ni política, es absolutamente descriptiva. Hay comunidades, hay espacios, hay territorios, que además de las cuestiones de asimetrías históricas, están bajo riesgo por cuestiones climáticas. Ahí la sociedad, más que el Estado, puede tener una decisión de si como humanos tenemos una empatía y queremos entre todos ayudarnos. Es una cuestión humanística y no política.
El espíritu de Ana Ivanova brilló en el Congreso Nacional
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Fotos: Gentileza
La fallecida artista recibió una distinción póstuma como maestra del arte por el Centro Cultural de la República El Cabildo. La iniciativa empezó como una petición virtual de la comunidad cultural y tuvo eco en las autoridades del Congreso Nacional.
El pasado miércoles 4 de junio, en sesión extraordinaria, la Cámara de Senadores rindió un sentido homenaje póstumo a la actriz y gestora cultural Ana Ivanova Villagra Lovera, quien fuera distinguida con el máximo galardón otorgado por el Congreso Nacional a través de su Centro Cultural de la República El Cabildo: el título de maestra del arte, en este caso en la categoría Teatro.
La distinción fue entregada a su madre, la profesora Delia Lovera, quien estuvo acompañada de familiares, colegas, artistas y amigos que colmaron el recinto parlamentario. Ana Ivanova falleció en marzo pasado, a los 51 años, dejando una huella indeleble en las artes escénicas y en el alma de un pueblo que la reconoció como una voz sensible y potente.
“Ana nos deja un legado invaluable en el teatro y en el cine. Su talento y compromiso marcaron huellas profundas en las artes escénicas y audiovisuales del país”, expresó el senador Basilio Núñez, presidente de la Cámara Alta, al iniciar la sesión.
Visiblemente conmovida, Delia Lovera, madre de Ana Ivanova, agradeció el reconocimiento a su hija y pidió más apoyo para los artistas
CLAMOR POPULAR
La iniciativa del reconocimiento fue impulsada por el CCR El Cabildo, bajo la dirección de Aníbal Saucedo Rodas, quien junto con los senadores Núñez y Rafael Filizzola hizo entrega del galardón a la familia.
“Nos hacemos eco de un clamor popular que pide reconocer a esta descollante artista, así sea en forma póstuma, considerando su temprana partida”, comentó el director general del CCR El Cabildo.
A lo largo de la sesión, varios legisladores tomaron la palabra, entre emociones y reflexiones, para honrar la figura de Ana Ivanova, cuyo arte trascendió fronteras físicas, sociales y espirituales.
DESCENTRALIZAR EL ARTE
El senador Filizzola destacó la profunda convicción de Ana Ivanova en llevar el arte más allá de la capital del país.
“Devota de los espacios alternativos, Ana fue en busca de belleza y sensibilidad donde antes solo hubo escombros. Su calidad humana, su legado artístico y su compromiso ético con la sociedad transitan en un mismo nivel. Para ella, el arte no era para las élites: era una herramienta de transformación, libre, valiente y comprometida”, afirmó.
Filizzola también lanzó una crítica al escaso apoyo institucional al arte: “Qué poco hacemos por el audiovisual, por el teatro, por nuestros artistas. Ana forjó su trayectoria con muy poco del Estado y mucho de sí misma. El mejor homenaje que podemos hacerle es garantizar apoyo real a quienes, como ella, dedican su vida a la cultura”.
SEGURO SOCIAL
La senadora Blanca Ovelar subrayó los múltiples méritos de la homenajeada y felicitó la iniciativa de El Cabildo.
“Ana fue actriz de teatro, de cine, de televisión. Maestra de las artes escénicas, personalidad subyugante e inspiradora. Su talento cruzó fronteras. Era digna de Hollywood, pero aún más, era orgullo nuestro. Las artes escénicas y la sociedad han perdido a una figura brillante, fulgurante. Este homenaje es justo y profundamente merecido”.
Ovelar también hizo hincapié en la necesidad de un sistema de protección para los artistas. “No tienen seguridad social, no tienen seguro médico. Necesitamos pensar en cómo cuidamos y dignificamos a quienes dan tanto a nuestra identidad y proyección cultural”, remarcó.
HUELLAS DE UNA VIDA
La senadora Celeste Amarilla se reconoció admiradora de Ana Ivanova. “No la conocí personalmente, pero fui testigo de su talento. Multifacética, hermosa, brillante. Hizo cine, teatro, televisión, enseñó, formó, bailó, cantó. Nos hizo felices. Su paso por la vida no fue en vano”, expresó.
También el senador Ever Villalba compartió su testimonio personal: “La conocí en Pilar, cuando estudiaba contabilidad. Era motivadora, sensible, amante del arte, del deporte, de los libros. Deja una marca profunda en quienes la conocimos”.
A su turno, la senadora Lizarella Valiente, quien compartió escena con la homenajeada en la telenovela “Santa cumbia”, habló desde el cariño personal: “Con su don de gente nos hacía sentir seguros, con su humildad nos inspiraba a creer que todo era posible. Eso es lo que queda: la luz de un ser humano que honró su paso por esta vida con humildad, generosidad y grandeza”.
Valiente aprovechó la ocasión para exigir la implementación efectiva de la Ley N.º 4199/2010, que establece un seguro social para artistas y trabajadores culturales. “Los actores merecen dignidad antes, durante y después de su carrera artística. El Estado tiene una deuda pendiente con ellos”, reclamó.
REIVINDICACIÓN
El senador Eduardo Nakayama cerró la ronda de oradores con una reflexión necesaria: “Este homenaje reivindica no solo el arte de Ana, sino el arte paraguayo en su conjunto. No olvidamos que en 2018 el Senado no supo reconocer su talento cuando ‘Las herederas’ fue premiada en el exterior.
Hoy, con justicia, reivindicamos su nombre como símbolo de lucha, entrega y amor por lo nuestro”.
Visiblemente conmovida, Delia Lovera, madre de Ana Ivanova, reaccionó con emoción. “No puedo más que agradecer las palabras con las que recordaron a mi hija”, expresó y también enfatizó en la necesidad de un mayor apoyo para los artistas.
El acto concluyó con la interpretación, a cargo de la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional, de la pieza musical “El jardín de Ana”, compuesta por su amigo Alejandro Ledesma Juvinel, en plena pandemia, en junio de 2020, y dedicada en vida a la artista.
La obra fue instrumentada especialmente para la ocasión por Fátima Abramo. Los acordes, cargados de ternura, belleza y memoria, envolvieron el recinto con la esencia luminosa de Ana Ivanova.