“Es una inmensa alegría representar a Paraguay ante los premios Goya con ‘Apenas el sol’”, anunció este viernes la directora de la producción documental, Arami Ullón. La película paraguaya participará en el proceso del prestigioso galardón del cine español, cuya gala se celebrará el 11 de febrero de 2023 en Sevilla (España).
“Desde el equipo de ‘Apenas el sol’, extendemos nuestro agradecimiento al Comité Electoral y a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas del Paraguay por confiar una vez más en esta obra”, agregó la realizadora de “Tiempo nublado” (2015) tras conocerse la decisión del colegio nacional de cine.
“La película documental, que nos acerca a la situación del pueblo ayoreo del Chaco paraguayo, seguirá llegando a más audiencias alrededor del mundo. A todo nuestro equipo: gracias, gracias, gracias”, puntualizó Ullón. “Esta película se hizo gracias a cientos de manos, cientos de corazones, cientos de cerebros. Con entrega, paciencia, respeto, talento, amor y más entrega. ¡Felicidades!”.
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“Apenas el sol” es un largometraje paraguayo-suizo que ha cosechado 13 prestigiosos premios cinematográficos a nivel mundial, con un recorrido de más de 50 festivales internacionales. La película representó a Paraguay en dos categorías de la preselección de la edición número 94 de los premios Óscar: película internacional y documental, un logro inédito en dicha etapa para el cine paraguayo.
La segunda obra de Ullón tras “El tiempo nublado” (2015), sigue a Mateo Sobode Chiqueno, quien, en un intento por preservar su cultura en riesgo de desaparición y reconstruir la memoria de su hogar perdido, atraviesa el árido y desolado Chaco Paraguayo grabando las historias, canciones y testimonios de otros ayoreos que, como él, fueron despojados de la selva, perdiendo su territorio ancestral, sus medios de subsistencia, sus creencias y su hogar.
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Daniel Burman: “El cine revela las cosas que la sociedad niega”
- Fotos: Pánfilo Leguizamón
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al director de cine argentino Daniel Burman, quien se encuentra de visita en nuestro país por razones de trabajo. Además de algunas de sus producciones y de la función del cine en nuestros tiempos, Burman habla de la construcción de la identidad y de la necesidad de que la sociedad aprenda a sentir como propio el dolor de los otros.
Daniel Burman nació el 29 de agosto de 1973 en Buenos Aires; es conocido por la serie “Iosi, el espía arrepentido” (2022), así como las películas “Esperando al mesías” (2000), “Todas las azafatas van al cielo” (2002), “Derecho de familia” (2006), “El rey del Once” (2016), además de “El abrazo partido” (2004), galardonada con el Gran Premio del Jurado del Festival de Berlín. Otros títulos destacados: “El nido vacío” (2008), “La suerte en tus manos” (2012), “Dos hermanos” (2010), “El misterio de la felicidad” (2013). Su último trabajo es “Transmitzvah” (2024).
–Hay mucho que hablar de cine, pero mi primera pregunta es bien provinciana. ¿Qué le trae por el pueblo, don Daniel?
–Un montón de cosas. Es muy curioso. A veces en mi actividad ocurre que hay algo que va más allá de lo racional y hay una alineación de proyectos que te empiezan a llevar a todos lados. Ahora hay tres proyectos muy importantes en diferentes etapas que me empezaron a traer para Paraguay. Todo empezó con Andrés Gelós, que es un gran amigo y colega y colaborador que me viene hablando de Paraguay hace muchos años. Yo no conocía a Asunción, es increíble, estando a una hora y media. Entre paréntesis, es impresionante el desconocimiento que tenemos de un país hermano, vecino, que cuando entré a Asunción no tenía nada que ver con el prejuicio o el preconcepto. Me quedé muy sorprendido de lo que tiene que ver con el sector audiovisual del enorme potencial, el enorme presente también, porque el potencial siempre habla como de algo por venir. Lo que está sucediendo con el audiovisual en Paraguay y las posibilidades que se están abriendo en esta coyuntura son increíbles.
–Este vaticinio de que la pandemia en algunos aspectos era un punto de inflexión en nuestra manera de ver, de reflexionar las historias, ¿sucedió?
–No, no sucedió, no va a suceder y tiene todo el sentido porque uno de los mecanismos más comunes que tenemos todos y más activos, más presentes, una de las mayores herramientas de su providencia es la negación. Vivimos en estado de negación permanente, primero negamos quiénes somos todo el tiempo y también ni hablar de las situaciones externas que la vivimos negando. Entonces era de esperar que neguemos la pandemia, el efecto traumático y, sobre todo, neguemos lo que nos reveló sobre nosotros mismos, sobre nuestra vulnerabilidad, sobre su fragilidad y tiene un sentido. No juzgo ese mecanismo. La supervivencia incluso en condiciones óptimas de alimentación y sanitarias es muy compleja por la propia crisis existencial de estar, con lo cual entiendo que hayamos tirado en un abismo todo aquello que aprendimos en esos tiempos tan dramáticos.
IDENTIDAD POLIFACÉTICA
–Estaba reflexionando de que Argentina debe ser de los cines, después de Hollywood probablemente, obviamente Israel supongo, que más incurren en la temática judía.
–Tiene que ver con que hay una comunidad judía muy grande y también una diferencia con las demás comunidades judías. La dicotomía identitaria no ha existido en gran parte de la comunidad. Yo siempre he sido judío y argentino al mismo tiempo y nunca me puse a preguntar cuánto había de cada uno, no hay ninguna dialéctica digamos porque también creo personalmente que la identidad es absolutamente polifacética y soy judío y soy padre y soy hijo y soy argentino y soy una persona de cuentitos y soy un montón de cosas y no soy nada al mismo tiempo. Soy la persona que busca saber quién es como cualquiera de nosotros. Creo que tiene que ver con eso, que también no nos tuvimos que aferrar a esa identidad de una manera reactiva. Encima viniendo del país que sufrió los atentados terroristas más cruentos contra la comunidad judía fuera de Israel.
–Quiero detenerme en “Iosi”, una de las series más vistas acá en Paraguay. Fue un episodio muy fuerte a partir de toda esa fortaleza que tuvo unos años de incertidumbre al respecto de si se hacía justicia o no se hacía justicia, ¿no?
–Sí, no se hizo justicia finalmente. Y creo que también lo que quise reflejar, o sea, la sociedad argentina se anestesió ante la falta de justicia y que la impunidad formó parte de la identidad colectiva. Es algo tremendo. Pero me parece importante que la impunidad no es responsabilidad de un político o de una época política, es de una época de la sociedad en la cual la gente estaba anestesiada y admitía que la impunidad era un activo social con el cual se podía vivir y muy bien.
–Que tiene un pariente, que es el miedo.
–Ojalá fuera el miedo. Yo creo que es más la desidia, porque básicamente nadie soporta la impunidad respecto a uno mismo. Las víctimas nunca soportan la impunidad, esto está claro. El chiste es que la sociedad que no es directamente influenciada por un hecho lo sienta como propio. A mí me fascina el concepto de Spinoza sobre la escala del amor y la generosidad. Uno puede amar a cualquiera pero la generosidad es actuar como si uno amara al otro. Esto es lo mismo, que la sociedad actúe como si hubiera sido lesionada ella misma y cuando eso se desarticula puede existir la impunidad. Entonces básicamente hablamos de un cierto quiebre en el contrato social, de cierta dilución de una empatía.
VERDADES OCULTAS
–¿Te parece que el cine sigue reivindicando el lugar de la verdad?
–Una de las misiones del cine, porque cristaliza de manera física y evidencia ciertas verdades o a contrario sensu, que es más fácil porque darle un lugar de portador de verdad es un poco riesgoso, evidencia estos momentos de impunidad, estos momentos de la verdad que es mirada o atacada, que no es lo mismo que ser un lugar de definición de verdades. Yo en “Iosi” no digo “el atentado lo hizo tal persona”, porque la Justicia es la que tiene que hacer eso. Yo lo que digo es que durante 30 años se construyó una conspiración de actores muy diferentes de la sociedad, todos alineados de manera sincronizada para garantizar un pacto de impunidad. Hay una verdad que no conocemos y el cine puede develarnos las verdades ocultas.
–¿Cuándo fue la vez en tu vida, para hablar de tu historia personal, que dijiste “yo quiero hacer cine”?
–No existió ese momento y es bastante decepcionante cuando me preguntan eso, porque yo quería ser escritor. Yo tengo una fascinación por la literatura, me encantaba escribir y todavía la verdad que escribo y siempre digo a mis hijos “cuando sea grande me dedicaré a ser escritor” y me miran y me dicen “cuánto falta para eso” (risas). Escribía, pero en cierto momento sentí que tenía que transformarlo en un ambiente para contarle algo a alguien. Tengo el recuerdo de esperar que mi madre llegue del trabajo para contarle algo, la fascinación de contar algo. Y tomé cine como un instrumento, que podría haber sido cualquier otro. Nunca tuve una fascinación por el dispositivo cinematográfico y de hecho hoy no la tengo. Tengo una relación totalmente instrumental. No hay nada que me aburre más que hablar de una cámara. Cuando viene el fotógrafo y me dice ¿salió tal lente? Ni me cuentes. Mi relación con el cine es instrumental y de puente.
LA FIGURA DEL HÉROE
–Quiero continuar con tu obra y quedarme en “El abrazo partido”, porque además es un juego de palabras muy bonito.
–“El abrazo partido” me dio muchísimas satisfacciones y me cambió la vida. Fue la película donde dije “soy algo así como un director de cine”. Siempre parto de un dilema moral irresoluble. Yo cuando era chico vivía en el barrio judío de Once de Buenos Aires y había escuchado una historia que nunca se termina de saber si fue verdadero, pero me inspiró la película de que en la época de la guerra de los Seis Días hubo muchos judíos argentinos que dijeron “vamos a luchar por Israel” y en esa época se tardaba en llegar. Muchos llegaron después del sexto día y la guerra ya había terminado. Y alguno dijo “bueno, me quedo” y dejó una familia con un local. A mí esos dilemas de ir a luchar por un ideal dejando una familia, la idea de ir a salvar al mundo, pero abandonar tu responsabilidad más próxima, siempre desconfié. Siempre desconfié mucho de los héroes porque para mí son gente que se escapó de la casa, que no quiere asumir o que prefiere ir a salvar las ballenas en Australia en lugar de cuidar a su hijo de cuatro años y explicarle ciertas cuestiones existenciales.
–¿Qué cosas está mirando el cine?, ¿qué profecías está haciendo te parece?
–Yo creo que el cine no hace profecías. Yo creo que mucha gente que hace cine tenemos una conexión con nuestro tiempo. Entonces, no somos proféticos, sino revelamos cosas que la sociedad niega. Niega por el frenesí, por la falta de debate, por la agenda. Normalmente cuando uno va a promocionar una película, lo que te sucede hoy día es que la mayoría cuando vas a un programa de televisión te dice “la agenda de hoy es muy política, la agenda es otra cosa”. Yo creo que somos nuestra agenda. Estoy bien convencido de que somos qué hago hoy, somos eso y cómo tratamos al otro en ese eso y nada más.
EXPERIENCIA SOCIAL
–Dentro de unos años tendremos personas que pudieron no haber ido al cine, pero igual haber visto todas las películas del mundo. ¿Cómo te llevás con esos cambios?
–Tengo contradicciones al respecto. Por un lado, la idea de la masividad y la posibilidad de cuando pongo una serie y que pueden verla en cualquier parte del mundo y toda la penetración que tiene y el acceso que tiene porque sigue siendo un lujo burgués finalmente, pero tiene un acceso muy grande. Pero yo recuerdo que cuando estrenaba una película, mi mayor placer era salir y ver la gente llegando al cine. Había un momento de su vida que giraba en torno a ese evento y todo lo que significaba y que ahora todo se pueda hacer desde la cama comiendo una pizza. No es que me afecta a mí, me da pena que nos estemos perdiendo todo eso, porque en ese circular había un contacto humano, una circulación.
–Es como que se perdió el templo, ¿no?
–Se perdió el templo, pero lo mío no es la cuestión romántica, sino que nos perdimos una experiencia social que para eso nació, de a quiénes tengo al lado, que me encuentro con alguien, el tránsito con el otro, que lo vamos perdiendo. A mí eso me da pena, pero no por el cine en sí mismo, sino por la pérdida social, porque se van perdiendo y eliminando momentos de contacto humano, de contacto real.
HERMANDAD ESTÉTICA
–¿Te parece que hay un cine regional identificable como un corpus o hay experiencias aisladas?
–Yo siempre desconfío un poco del cine del hermano latinoamericano. Me parece que nunca terminé de entender por qué no podemos ser unidos, cercanos, colaborativos desde nuestra singularidad. Me parece que también es una pose totalmente innecesaria y es una retórica que el goce está en un supuesto sentimiento de hermandad estética o narrativa que no hay. Lo hubo en la literatura en cierto momento. Desde afuera nos miran como latinos, pero ¿nos tenemos que sumar a esa mirada? ¿O tenemos que reivindicar nuestra singularidad y tener una mirada más pragmática de colaboración entre los países para hacernos más fuertes en todas las cinematografías, generar hub de producción?
–¿Cómo está el cine argentino?, que siempre fue productivo.
–Creo que está en el momento más delicado de su historia. La interrupción del fomento público generó una crisis muy grande. El cine argentino hoy día se sostiene básicamente por el aporte de las plataformas y me gusta. Prefiero pensar que de alguna manera el sistema de fomento público de alguna manera se va a reinventar para lograr que personas como yo, que hemos sido hijos de la educación pública y hemos contado con apoyo, después podamos crear como yo compañías de producción independiente, pero el aporte público es el puntapié. Hay que entender que una cinematografía es mucho más que lafacturaciónoel valor agregado que genera porque tiene un enorme impacto cultural y sobre otras industrias.
–Hay una especie de desvalorización de lo público también, ¿no?
–Latinoamérica es un continente, y ahí sí estamos hermanados, con abismales asimetrías irresolubles por el mercado. Esto no es una posición ni ideológica ni política, es absolutamente descriptiva. Hay comunidades, hay espacios, hay territorios, que además de las cuestiones de asimetrías históricas, están bajo riesgo por cuestiones climáticas. Ahí la sociedad, más que el Estado, puede tener una decisión de si como humanos tenemos una empatía y queremos entre todos ayudarnos. Es una cuestión humanística y no política.
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Convocan a postular películas y cortos para Asuficc
Asunción se prepara para recibir una nueva edición del Asuficc, el Festival Internacional de Cine Contemporáneo, que ya abrió su convocatoria oficial con el apoyo del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (Inap). Esta edición apuesta por obras cinematográficas que arriesgan en lo narrativo y exploran problemáticas sociales desde una mirada crítica, tanto a nivel local como internacional.
Asuficc convoca a postular obras realizadas a partir de 2024, que no se hayan estrenado comercialmente en Paraguay, a sus secciones competitivas de largometraje y cortometraje. El plazo para postular es hasta el 1 de junio de 2025, a través del sitio web: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScmDyjO5xw9kYybxsXp3xWm8dXfg-1CpC1nAbrQG0v52Sl7eA/viewform. Las bases y condiciones pueden ser visualizadas en: https://www.inap.gov.py/application/files/7317/4773/9567/BASES_COMPETENCIAS_ASUFICC_2025.docx.pdf.
El Inap respalda el festival como parte de su compromiso con la promoción del audiovisual nacional y la conexión con propuestas globales de calidad. Para más información, los interesados pueden escribir a info@asuficc.com.
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Las categorías
Competencia Internacional de Largometraje: podrán participar obras concluidas desde 2024, con una duración mínima de 60 minutos, habladas o subtituladas en español. Se aceptan películas de ficción, documental, animación y/o experimental, de cualquier nacionalidad.
Competencia Internacional de Cortometrajes: podrán participar obras concluidas desde 2024, con una duración máxima de 30 minutos, habladas o subtituladas en español. Se aceptan cortometrajes de ficción, documental, animación y/o experimental, de cualquier nacionalidad.
Competencia de Cortometrajes Paraguayos: podrán participar obras concluidas desde 2024, con una duración máxima de 30 minutos, habladas o subtituladas en español. Se aceptan cortometrajes de ficción, documental, animación y/o experimental, de producción paraguaya. Se privilegiarán cortometrajes cuyo estreno nacional sea en el marco del festival.
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Dani da Rosa: “Esta comedia va a dar mucho que hablar”
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Cristóbal Núñez
A partir del segundo semestre de este año estará en pantalla esta especial emisión diaria dirigida por los talentosos Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori. Serán 60 capítulos que comenzaron a rodarse en la semana y que se espera tengan también proyección internacional. Comedia, enredos, el humor propio que tanto contagia es la promesa de esta importante coproducción.
Alicia Guerra, Lali González, Ato Gómez y Paola Maltese son algunas de las figuras del estelar elenco de esta superproducción que buscará acercar la fidelidad de un público ansioso de volver a presenciar ficción nacional. Dani da Rosa, de HEi Films, comenta los pormenores de esta importante realización, una sitcom (comedia de situación) que se espera tenga un alto impacto nacional y regional.
“El proyecto por ahora se conoce como #SX1D, pero el nombre final se va a dar a conocer en las próximas semanas”, comentó explicando que también en ese momento se daría a conocer el horario en que se emitiría la tira, que será diaria y tendrá 30 minutos de duración por capítulo.
Más de un centenar de personas trabaja en estos días en HEi Studios en Lambaré grabando los capítulos en un despliegue técnico inusual. Puede verse la muy buena factura de la escenografía, que reproduce una casa familiar en la que ocurren las diferentes escenas entre adultos y adolescentes que se suceden en las tomas.
“Estamos muy felices en el rodaje y vamos a estar probablemente hasta finales de octubre, noviembre. Así que tenemos mucho trabajo y esperamos que sea del agrado de la gente porque también vemos como una necesidad el hecho de que la gente pueda reflejarse en la pantalla en situaciones cotidianas, que es lo que trae la sitcom. Esta comedia va a dar mucho que hablar y mucha alegría a la gente”, aseguró.
Aquí su diálogo con La Nación del Finde:
–¿Qué nos podés adelantar de la serie?
–La verdad que estamos muy felices. Se viene una sitcom en un principio de 60 episodios, producción de G-Studio, realización y dirección de Maneglia-Schémbori en un proyecto que venimos haciendo hace muchos años y ya tenemos el honor de poder decir que salimos al aire. Una gran coproducción, de la que hace parte el gran equipo de Telefuturo, con el que empezamos a hacer un partnership en donde vamos a trabajar en lo que tiene que ver con la emisión de aire local como en la coproducción de lo que soñamos con que sea la venta y el crecimiento internacional de este proyecto.
SERVICIOS DE PRODUCCIÓN
–¿Cuáles son las expectativas que hay?
–Ahora creemos que vamos a llegar a un nivel en el cual vamos a poder empezar a soñar con exportar servicios de producción. Es un sueño anhelado hace muchos años. Es la vuelta a la ficción diaria en un formato de humor, en un formato sitcom en donde no hay villana, como algunos piensan. Es algo mucho más que una novela. Pero también es como que tiene algún hilo de continuidad, cosas que a veces las sitcoms tradicionalmente no tienen, pero son 30 minutos de emisión diarios. Estamos muy felices, muy contentos.
–¿Será algo costumbrista, una comedia, qué desafíos plantea como productor?
–Sí, es una comedia de situación. Como productor el desafío más grande es el poder haber planificado todo esto, ¿verdad? O sea, desde el armado del diseño de producción, los guiones, el estudio, el poder proyectar los equipos, el trabajo, los directores, el canal que emite la edición, la verdad que fue un desafío muy grande. Recuerdo siempre en un curso de storytelling (narrativa de historias) que dimos, donde nos decían que los grandes sabios en algún momento, a finales del 70, 80, se dieron cuenta de que lo que existía no se les daba la posibilidad de poder crear. Entonces dicen que cuando la industria no te da eso que vos esperás de ella, tenés que encargarte de hacerlo.
ALIANZA ESTRATÉGICA
–¿Y cómo se encargaron de hacerlo ustedes mismos?
–Creo que es un trabajo que llevó muchos años, llevó hacer desde la primera película y ni qué decir todos los programas que hicimos, de toda la oportunidad de estar protagonizando dos series en aquel entonces, “Papá del corazón” y “De 1000 amores”, que fueron también en Telefuturo, donde aprendimos un montón y la verdad que es un trabajo enorme que tiene una logística gigante, una inversión muy grande. De antemano podemos decir que estamos cumpliendo con todo el trabajo con clientes, a quienes quiero agradecer de forma muy especial. Hay marcas que desde el momento cero, aunque vieron el primer episodio del piloto, se prendieron y la verdad que estamos muy felices, no íbamos a poder hacerlo sin los clientes, sin el equipo de Maneglia-Schémbori y Telefuturo.
–Supimos que serán unos 60 capítulos ¿Qué inversión?, ¿qué logística demanda una producción así?
–Para mí trabajar con Juanca y Tana es enorme, creo que ya veníamos hablando hace muchos años poder trabajar y poder soñar en hacer equipo y, bueno, se da por primera vez. Yo tuve la oportunidad de trabajar con mucha gente, pero nunca con ellos y la verdad que me encuentro muy feliz, disfruto mucho, aprendo mucho y creo que es un lindo matrimonio el que estamos llevando y ojalá pueda seguir siendo así y seguir creciendo en proyectos y, por qué no, lograr lo que todos buscamos como objetivo de llevar la industria audiovisual y los proyectos hechos en Paraguay al mundo.
–A niveles técnicos Paraguay no tiene nada que envidiar a la región. ¿Qué nos falta para producir en mayor cantidad?
–Hay series de muchos tipos, hay tiras diarias, series grandes. Hace poco se estrenó “El eternauta”, que creo marca un antes y un después para toda la industria de Latinoamérica. Ahora, a niveles técnicos, yo creo que no tenemos nada que envidiar a la región. Creo que en este momento no hay en ningún lugar de Latinoamérica, a excepción de Brasil, en el que se esté encarando un proyecto parecido al nuestro. En el sentido de acciones de volumen y de esta cantidad. Sí se están realizando otro tipo de series, miniseries, películas que son distintas a lo que estamos haciendo. Entonces creo que estamos por un camino en donde encontramos una oportunidad y algo que no se está haciendo a nivel regional.
VISITAS
–¿Qué contactos ya tuvieron con el mercado del exterior?
–Estamos recibiendo muchas visitas de afuera, estamos recibiendo también mucho interés en lo que se está creando y ya te adelanto que ya cerramos la firma con un país del norte de la región que va a tener su propia versión de lo que es este proyecto en formato sitcom también. Así que estamos muy felices, muy contentos con lo que estamos logrando y creo que si seguimos en este camino podemos ser muy buenos y podemos ser un punto de referencia en este tipo de producciones.
–Se tienen actores, músicos, guionistas, técnicos especializados, ¿cuál sería el factor en el que más insistirías para incrementar la producción de ficción de calidad?
–Sí, hay actores, hay música, guionistas, técnicos. La verdad que yo creo que si tengo que insistir en algún factor, es todo, porque finalmente es el huevo y la gallina. Nosotros hace cuestión de seis años, si no es más, insistimos y decidimos crear una mesa de guionistas que no había en Paraguay. Si bien hay guionistas, no hay una mesa que esté dedicada todo el día a hacer esto, ¿verdad? Esta misma mesa creó otro proyecto que en algún momento vamos a comentar, que va a ser de mucho orgullo como país, que creamos, hicimos y se vendió afuera.
–El guion como punto de partida es esencial…
–Claro, sin una idea, sin un guion se puede hacer muy poco. Nos preguntábamos por qué no hay muchas series y nos respondíamos: porque no hay guiones, o sea, los que había eran muy personales o eran proyectos de guion en los que se estaba esperando a que alguien financie para poder hacerlo. No voy a decir que no hay guionistas en Paraguay porque sí hay. Solo que en muchos casos muchos están a la espera de poder ser contratados o de poder crear algo específico. Después venía la otra pregunta: ¿por qué tampoco hay mucha demanda de proyectos audiovisuales como este? Entonces, empezamos a trabajar, a soñar, a pensar. Yo si me preguntan qué tenemos que incrementar hoy, tenemos que incrementar más actores, más técnicos, más guionistas, más músicos, más directores, más continuistas.
–¿Cómo se llega a esta meta?
–O sea, todo, necesitamos crecer. Porque va a llegar un momento y no muy corto en el tiempo en el que vamos a estar a tope de trabajo y vamos a necesitar sacar muchos más profesionales en cada una de las áreas, porque en el mundo audiovisual todas las unidades tienen que funcionar a la perfección y creo que ya estamos a nivel de calidad, pero necesitamos más profesionales. Tiene mucho que ver también con la educación. Por suerte ya hay escuelas y el mundo publicitario aportó mucho en el aprendizaje de lo audiovisual.
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Cannes: Paraguay firma histórico acuerdo de cine con Francia
- Por David Sánchez, desde Cannes (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
El 20 de mayo de 2025, en el marco del prestigioso Festival de Cannes, Paraguay y Francia firmaron un acuerdo bilateral sin precedentes que promete revolucionar el cine paraguayo y fortalecer los lazos culturales entre ambas naciones.
Este hito, liderado por la ministra de Cultura de Paraguay, Adriana Ortiz Semidei, la embajadora paraguaya en Francia, Cynthia María Filártiga Lacroix, y el director ejecutivo del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), Christian Andrés Gayoso, marca un antes y un después para la industria cinematográfica del país sudamericano.
Como expresó Ortiz Semidei, “mañana (refiriéndose al 20 de mayo) es un día muy, muy importante: firmamos el primer acuerdo bilateral entre Francia y Paraguay para las coproducciones, lo que significa realmente una evolución gigante para el cine paraguayo”.
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Un convenio que abre puertas al mundo
El acuerdo, firmado en un ambiente de entusiasmo y cooperación en la sede de la CNC en Cannes, establece un marco para coproducciones cinematográficas que reconoce las obras conjuntas como nacionales en ambos países. Esto permite a los cineastas paraguayos acceder a incentivos, fondos y beneficios legales tanto en Paraguay como en Francia, una potencia del cine mundial.
“Esto fomenta muchísimo el intercambio cultural, la movilidad de los artistas y las oportunidades de los artistas paraguayos para entrar al cine de las grandes ligas, como es Francia”, destacó la ministra Ortiz Semidei. La flexibilidad del convenio es otro de sus puntos fuertes: cada parte podrá aportar entre el 20% y el 80% del presupuesto, con excepciones de hasta el 10%, garantizando una participación proporcional de artistas y técnicos de ambos países. Además, se creará una comisión mixta para supervisar el cumplimiento de los acuerdos, asegurando que los proyectos reflejen la riqueza cultural de ambas naciones.
Para Cynthia Filártiga Lacroix, este logro es el resultado de un trabajo coordinado que comenzó con la visión de Christian Gayoso durante una residencia artística en el Centre National du Cinéma (CNC) de Francia. “Nació con el impulso de Christian Gayoso, quien nos comentó de la importancia de este acuerdo que Francia tiene con otros países”, señaló la embajadora, subrayando cómo la iniciativa se consolidó tras conversaciones al más alto nivel, incluyendo un diálogo entre los presidentes de ambos países en diciembre de 2024.
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El cine paraguayo: una ventana al mundo
El cine en Paraguay no es solo una forma de arte, sino una herramienta poderosa para contar historias y proyectar la identidad del país al mundo. “El cine en el Paraguay significa poder plasmar nuestra historia a través del arte en el mundo entero”, afirmó Ortiz Semidei. Este acuerdo con Francia llega en un momento clave, cuando el cine paraguayo está experimentando un auge creativo. Películas como La Hamaca Paraguaya, 7 Cajas y Las Herederas han puesto al país en el mapa internacional, y nuevos talentos están emergiendo con fuerza. La ministra resaltó la valentía de una nueva generación de cineastas: “Paraguay es un país creativo, que sabe crear. Venimos de historias de recrearnos como país, y esa es nuestra fortaleza: no tenemos miedo a nada, somos unos atrevidos a través del arte”.
Christian Gayoso, por su parte, destacó una producción que simboliza este espíritu de colaboración: la próxima película de Marcelo Martinessi, provisionalmente titulada ‘¿Quién mató a Narciso?’. Esta coproducción, que involucra a Francia y otros cinco países, promete ser un hito. “Simboliza mucho el trabajo de cooperación que impulsa Paraguay, con una propuesta fresca y original en términos de narrativa”, aseguró Gayoso, quien ve en esta obra una oportunidad para consolidar el talento paraguayo en la escena global.
Un futuro promisorio: más allá de Francia
El acuerdo con Francia no solo abre puertas a la industria cinematográfica europea, sino que también posiciona a Paraguay como un actor clave en el escenario iberoamericano. Ortiz Semidei anunció que en noviembre de 2026, Asunción será sede del Mercado de Industrias Culturales del Mercosur (MICSUR), un evento que se expandirá para incluir a Iberoamérica. “Creemos que el cine va a ser uno de los pilares fundamentales”, afirmó, anticipando que el evento generará más convenios de coproducción con otros países. Christian Gayoso ya tiene una lista de naciones interesadas en colaborar, lo que sugiere un futuro vibrante para el cine paraguayo.
Este convenio no solo tiene un impacto cultural, sino también económico y social. Como señaló Filártiga Lacroix, “queremos impulsar la cultura como un medio de promoción y visibilidad del talento paraguayo, con un impacto en la generación de empleo”. La formación de técnicos y artistas, el intercambio de contenido y la posibilidad de rodar en Paraguay son algunos de los beneficios inmediatos que se esperan de esta alianza.
Paraguay: un corazón creativo sin fronteras
El acuerdo firmado en Cannes es más que un documento; es una declaración de intenciones. Como dijo Ortiz Semidei, “somos un país sin fronteras porque creemos en el ‘Bora y Húora’, el querernos bien”. Este concepto, inspirado en la cosmovisión de los pueblos originarios del Paraguay, refleja la esencia de un país que busca trascender a través del arte. Con este convenio, el cine paraguayo no solo llevará sus historias al mundo, sino que invitará al mundo a descubrir la riqueza de su tierra y su gente.
“Paraguay tiene mucho que dar al mundo, y nosotros tenemos que recibirles en Paraguay, una tierra rica, hermosa y próspera para la creación”, concluyó la ministra. Con este acuerdo histórico, el cine paraguayo está listo para brillar en las grandes ligas, consolidándose como una fuerza creativa que trasciende fronteras y une culturas.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.