Llega a cines un documental sobre el rock en Paraguay
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Momentos y anécdotas sobre el rock paraguayo son narrados por algunos de sus protagonistas y referentes, quienes a la vez reflexionan sobre el camino recorrido y reavivan la pregunta “¿cuánto conocemos de nuestra música?” en la película documental “Sobrevive la música”, dirigida por Luis Bogado, que este jueves 23 de noviembre se estrena en los cines nacionales.
Esta historia nace en 2016, cuando Luis Bogado inicia un camino de exploración hacia los orígenes de la música rock hecha en Paraguay. A raíz de la ausencia de información centralizada, empieza su investigación con una serie de encuentros con referentes de la escena. Seguidamente, realiza entrevistas y se sumerge en una búsqueda de material de archivo fotográfico y audiovisual.
El resultado de este trabajo es “Sobrevive la música. Un documental sobre el rock en Paraguay”, una película desarrollada por la productora Planeador Producción y Comunicación, que revela hechos, anécdotas y puntos de vista sobre rock en Paraguay, desde sus orígenes hasta la actualidad.
“La música y el audiovisual son mis grandes pasiones, y el rock en su concepto más amplio siempre me llamó la atención por ser un movimiento cultural irreverente, a veces por la actitud, otras por la estética, o simplemente por hacer las cosas de una manera diferente a la convencional; es un movimiento muy rico que tomó diferentes formas de acuerdo a los contextos históricos. Creo que es un punto de partida muy entretenido para entender nuestra historia y el porqué de muchas cosas”, destaca el director.
En 2020, Esteban Aguirre se suma al documental como productor ejecutivo y nace el proyecto transmedia que busca dejar un registro histórico amplio sobre el rock en Paraguay con la premisa: ¿Cuánto conocemos de nuestra música?
“Al ver el tamaño del archivo obtenido en el proceso de investigación, la responsabilidad de cómo iba a terminar plasmada y transmitida esa valiosa información nos invitó a cambiar la estrategia narrativa. Lo que empezó como un documental se ramificó, sumando un libro y una web, dejando en el tintero otras posibilidades para seguir contando esta historia. Crear un registro, o, mejor dicho, actualizarlo, no debería ser un legado cultural sino una posta para futuras generaciones de cineastas, escritores e historiadores que sientan la misma urgencia de hacer visible aquella sonora historia que define la necesaria rebeldía de una sociedad sedienta de su propia historia”, explica Esteban Aguirre.
El proyecto transmedia se compone de tres pilares fundamentales: un libro, una web y una película. El libro “Tengo un tema. Una historia sobre el rock en Paraguay”, escrito por el periodista Sergio Ferreira y publicado por Editorial Dos maletas, fue lanzado el 1 de setiembre de 2022 en un multitudinario evento en The Jam.
Destacados músicos participaron el martes pasado del preestreno en Cinemark. Foto: Cristóbal Núñez
La web Rock.com.py
Un archivo sobre el rock en Paraguay se presenta el 7 de diciembre de 2022 en el marco de la muestra Rebobinar, en la Fundación Texo. Rock.com.py es un sitio colaborativo al que se puede sugerir agregar o editar información, y que, a la vez, se complementa con sus plataformas en redes sociales, donde se desempeña como medio de comunicación e interactúa con los usuarios ofreciendo información verificada.
La película “Sobrevive la música. Un documental sobre el rock en Paraguay” se estrena este 23 noviembre de 2023 en los principales cines de Paraguay y completa el ciclo de esta propuesta cultural que tiene como gran objetivo contribuir a la tarea de recopilar, organizar y universalizar la información sobre el rock hecho en Paraguay.
El proyecto transmedia Sobrevive la música fue declarado de interés cultural por la Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay y obtuvo el reconocimiento institucional del Centro Cultural de la República El Cabildo. Sitio: www.sobrevivelamusica.com.
Proyecto audiovisual indígena fue distinguido por la OEI
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El Proyecto de Acceso al Audiovisual para Comunidades Indígenas (PAACI), impulsado por el Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), fue distinguido con el Premio Iberoamericano de Educación Intercultural y Plurilingüismo Bartomeu Melià 2025, otorgado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en el marco de la celebración de su 75 aniversario.
El premio consiste en una dotación económica de USD 3.000 y el reconocimiento fue otorgado en la Categoría A - Centros Educativos (Educación Formal), destinada a proyectos e iniciativas educativas que promuevan el plurilingüismo y la interculturalidad en entornos formativos. En esta edición, este prestigioso galardón pone en valor experiencias educativas transformadoras que reafirman la diversidad lingüística y cultural en el espacio iberoamericano.
El PAACI es una iniciativa interinstitucional que cuenta con el acompañamiento técnico y financiero de la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL), el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) y el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), con ejecución realizada por el Instituto Profesional de Artes y Ciencias de la Comunicación (IPAC). Su enfoque combina la práctica audiovisual con el respeto a las cosmovisiones indígenas.
El PAACI tiene como eje central el empoderamiento de comunidades indígenas mediante la formación técnica en producción audiovisual, con el fin de contribuir activamente a la preservación de las lenguas originarias y la transmisión del conocimiento ancestral a través del lenguaje cinematográfico, promoviendo una participación activa, crítica y creativa de las juventudes en la construcción de narrativas propias.
En su primera etapa, el proyecto ha capacitado a 14 jóvenes de cuatro pueblos originarios del Chaco paraguayo, quienes actualmente inician el proceso de preproducción de una serie de documentales. Las obras, que se rodarán entre septiembre y octubre de este año, estarán centradas en temáticas clave para sus comunidades: el conocimiento ancestral, las artesanías tradicionales y el rescate lingüístico de sus respectivas culturas. La producción de estos documentales representará la primera práctica profesional remunerada de los jóvenes indígenas, quienes serán acompañados por un equipo técnico-pedagógico especializado en cine comunitario y educación intercultural.
“La inspiración para los temas suele venir en los momentos difíciles”
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La banda celebra sus 25 años de carrera y prepara un nuevo álbum que se irá presentando en los siguientes meses. La agrupación ofrecerá un concierto de aniversario el siguiente fin de semana.
Decir que una banda de rock paraguayo cumple 25 años de trayectoria y que prepara su sexto álbum de estudio sin dudas se inscribe en la columna de las buenas excepciones en la escena local, un logro en puertas de Salamandra. Formado actualmente por Javier Zacher (voz y guitarra), Celso “Cachito” Galeano (bajo), Rodney Cords (guitarra) y José “Batoloco” Gaona (batería), este es un proyecto que reverberó por primera vez en la capital en los primeros años de la década del 2000.
Originarios de Ypacaraí, arribaron a la escena con virtuosas guitarras, conceptos claros y valijas enormes cargadas de sueños, que un cuarto de siglo después, tras mucho trabajo, hoy están llenas de aprendizajes, desafíos, aceptación del público y éxitos. Javier es el frontman de la banda, con un aire que mezcla la bohemia, el carisma constante, la picardía y la timidez, es el encargado de la pluma y la voz de Salamandra, y afronta el desafío de un nuevo proyecto: el sexto disco, esta vez con productores paraguayos, los hermanos Marcelo y David Arriola. Hace unas semanas lanzaron el primer adelanto, “La mentira”, y el próximo sábado 16 de agosto celebrarán sus 25 años en Voüdevil, donde presentarán los cortes “Cigarrillo” y “El dedo acusador”, este último con tinte folclórico. Zacher habló con La Nación del Finde sobre la historia de la banda y su presente de producción.
–Son 25 años de proyecto. ¿Qué cosas te parece que cambiaron en este tiempo y qué otras permanecen intactas?
–Lo que cambió bastante en estos 25 años es el conocimiento que fuimos adquiriendo con la experiencia en la música y en los escenarios. Lo que no cambió hasta ahora es que sigue siempre ese sueño, la ilusión de vivir de gira siempre, de tocar en nuevos escenarios. Siempre estamos con un sueño, hacer un disco más, subir a un escenario.
Salamandra, una de las bandas insignia del rock paraguayo, cumple 25 años en la escena musical, un aniversario que la encuentra elaborando su sexto álbum discográfico
APRENDIZAJE
–¿Qué cosas aprendieron en este tiempo?
–En el escenario, hace 25 años no estábamos encontrando la presencia, el porte, esa performance, esa actitud que después fuimos forjando. Fuimos conociendo a muchos músicos en los escenarios y haciendo amistad con grandes músicos que también nos fueron enseñando cosas como armonía, progresiones, cosas de la tecnología, que hoy en día fueron cambiando también.
–¿Y en lo humano qué aprendieron en el relacionamiento entre ustedes?
–Realmente la relación con la banda es la más larga de mi vida y siempre va siendo prueba y error. Ya pasamos por muchos desacuerdos, también peleas, pero con el tiempo que llevamos juntos aprendimos también a ceder, aprendimos a hablarnos de lo que nos incomoda, que a veces justamente es algo difícil de hacer. Aprendimos que, si dejamos ayer abierta una heridita, con el tiempo se va haciendo cada vez más grande. Siempre se va aprendiendo y siempre lleva su esfuerzo.
–¿Cuáles podrían ser puntos altos o curvas que marcaron a la banda en este tiempo?
–Algo que empezó a darle vida a Salamandra mucho más allá de Ypacaraí creo que fue cuando entramos en un concurso para presentarnos a tocar a un festival. Lo que quedó de esa competencia fue que se hizo un recopilado pirata, un disco de MP3 de rock nacional, que tenía la foto de Laura Martino con el cuerpo pintado de Paraguay, era algo bien trucho. En ese disco había músicas de un montón de bandas, y entre los 300 temas estaban cinco canciones de Salamandra, que era un demo que habíamos hecho. Eran cinco temas que, al terminar, volvían a sonar, o sea, estaban dos veces. Yo creo, y me lo contaron, que ese disco hizo que mucha gente conozca la banda porque, de repente, se escuchan los temas dos veces y eso les llamaba la atención a muchos.
–¿Cuál fue el festival o concierto que más recordás?
–Uno de los conciertos que más disfruté en lo personal fue uno que hicimos acá en Ypacaraí. Un amigo se accidentó y se organizó un concierto solidario, porque se partió bastante mal. Bueno, cuando ya estaba toda la gente ahí para el show, se largó una lluvia, y cerramos nosotros, teníamos que tocar seis a siete temas. Como llovía, no iba a ser diferente si tocábamos un poco más, porque con la lluvia nadie iba a salir de ese lugar. Finalmente, nos pusimos a tocar como unas cuatro horas ahí para todos los perros. Ese es un concierto que realmente todos los días lo recuerdo.
–¿Cuál es tu escenario más soñado?
–Un escenario que siempre soñé fue el anfiteatro José Asunción Flores. Siempre que tenemos la oportunidad de estar ahí creo que es algo mágico. Recuerdo de muy chico ver el festival de la OTI por la tele y toda la historia que se contaba del anfiteatro. Siempre soñé con, alguna vez, ser parte de ese escenario.
Originaria de Ypacaraí, la banda está conformada por Javier Zacher (voz y guitarra), Celso “Cachito” Galeano (bajo), José “Batoloco” Gaona (batería) y Rodney Cords (guitarra)
SEXTO ÁLBUM
–Están con un nuevo disco en puertas
–Sí, estamos encarando el sexto álbum de Salamandra, en Covenant, y los productores son Marcelo y David Arriola. A mí me llenaba de intriga esta posibilidad, hace mucho que quería trabajar un disco con ellos. Empezamos ya en setiembre del año pasado a gestarlo desde las maquetas. Ahora tenemos ya cuatro canciones y vamos a ir tirando en tandas. Se siente lanzar como unos pequeños EP. En diciembre se completaría todo el álbum.
–¿Cuál fue el flujo de trabajo para este material?
–Antes de este disco nos encontramos en una etapa en la que ensayábamos los temas para los shows, y decidimos ponernos un día diferente de ensayo para dedicarnos netamente a hacer las canciones nuevas. Ahí nos encontramos con que estábamos un poco saturados de nosotros mismos, que sentíamos eso de estar haciendo lo mismo y, aunque te digo, hacer lo mismo no es algo que a mí me disguste para nada, pero era como que nos faltaba algo, un incentivo nuevo o una visión más fresca de lo que hacemos. Entonces, ahí fue donde paramos los ensayos, entonces llevamos la canción cruda al estudio con los productores, como son personas que conocen Salamandra, que trabajaron mucho ya con Salamandra.
–¿Son temas que surgieron para el disco o son ya temas que fueron juntando?
–A diferencia de discos anteriores, en los que presentamos temas que ya veníamos trabajando y que teníamos bien afianzados, este disco tiene canciones que se fueron desarrollando ahora, son sentimientos muy actuales de la banda en cuanto a la letra, en cuanto a la música misma y una cosa que disfruto mucho en lo personal es ese aire nuevo que le da esta producción artística, esta guía que nos vienen dando los Arriola.
–¿Qué le pidieron los productores a la banda para traer a la mesa de trabajo?
–La relación que tenemos con ellos es bastante orgánica, porque hace años que venimos trabajando juntos. Lo que pidieron fue más bien llevar la canción cruda al estudio, solo guitarra y voz. Después ellos nos presentan una nueva propuesta, desde una visión externa, la que escuchamos y nos sorprendió, exactamente eso era lo que quería hacer con esa canción, pero no sabía cómo, pensé. Justamente es eso lo que uno busca cuando trabaja con un productor.
Javier Zacher, voz líder de Salamandra, estima que en diciembre se completaría todo el nuevo álbum
“BUSCARLE EL SENTIMIENTO”
–¿Cómo te manejás con esa dinámica de composición?
–A mí me suelen llegar momentos en los que, ponele, agarro la guitarra y lo que sea que toco, ya me parece una canción, ya sea el mismo mi menor que todo el mundo toca, pero algo le siento que me hace ponerle una letra y generalmente cuando pasa esto, me pasa con unas cuatro o cinco canciones en ese momento. Luego hago eso de quedarme ahí con esa canción, hago eso de enamorarme, de buscarle, de sentirle. Tiene una letra primaria al nacer, y mientras voy tocando, le voy buscando una forma más que en la cual yo me siento mucho más a gusto, trato de encontrarle el significado o la palabra misma que me pide esa secuencia de acordes que tengo y buscarle el sentimiento que tengo, que me nace con esos acordes. Y lo voy puliendo hasta un punto donde siento que a mí me gusta mucho. Paso mucho tiempo con ese grupo de temas.
–¿Y qué hacés cuando ese tiempo de inspiración no está ahí?
–Y suelo enloquecer cuando me doy cuenta de que llevo tiempo y tiempo sin agarrar un acorde que me lleve a una canción. Así, bueno, voy tocando, y, por lo general, cuando me siento así seco de inspiración, empiezo a tocar los primeros temas que siempre toqué, generalmente Sui Generis, fundamentalmente. Me voy así recordando todas esas canciones que me llevaron a querer ser músico, a querer tener una banda y ahí me voy nutriendo otra vez hasta llegar a otro momento donde vuelvo a componer y que es algo así como decir que le da sentido a mi vida.
–¿Y de dónde vienen las canciones?, ¿de una idea, una sensación?
–La verdad que más bien es el estado ánimo en el que me encuentro, por lo general es el motor principal o el combustible de mi máquina mental. Dentro de este estado de ánimo es donde me encuentro como perdido, tocando la guitarra, haciendo ruido, hasta encontrar un acorde. Por lo general la inspiración para los temas suele venir en los momentos difíciles.
El cine hispanoamericano brilla en la Mostra de la mano de Guillermo del Toro
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Por David Sánchez, desde Toulouse (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
La 82.ª edición del Festival de Cine de Venecia, que se celebrará del 27 de agosto al 6 de septiembre en el evocador Lido de la ciudad italiana, se perfila como una de las citas cinematográficas más vibrantes del año. Con la majestuosa Sala Grande del Palazzo del Cinema como epicentro, el festival no solo consolidará su prestigio como plataforma de lanzamiento para obras maestras y contendientes al Oscar, sino que también ofrecerá un espacio privilegiado para el talento hispanoamericano, cuya presencia en 2025 destaca por su diversidad, audacia estética y profundidad narrativa.
La programación de esta edición, que abarca secciones como Competición Oficial, Fuera de Competición, Orizzonti, Spotlight y una retrospectiva de Clásicos, reúne una selección ecléctica de filmes que van desde estrenos mundiales hasta joyas restauradas. Sin embargo, es la notable representación de Hispanoamérica la que promete capturar la atención de cinéfilos y críticos, con propuestas que combinan innovación, introspección y un diálogo constante con las complejidades de la región.
Imagen oficial del festival italiano del año 2025. Foto: Gentileza
Del Toro y Baydarov, al frente
En la Competición Oficial, dos obras con raíces hispanoamericanas se alzan como apuestas destacadas. Frankenstein de Guillermo del Toro (EE.UU.), aunque de producción estadounidense, lleva el sello inconfundible del director mexicano. Conocido por su capacidad para fusionar horror gótico con una sensibilidad profundamente humanista, Del Toro reimagina el clásico de Mary Shelley en una obra que promete ser tan visualmente deslumbrante como emocionalmente resonante. La expectativa es alta: el realizador, ganador del León de Oro en 2017 por La forma del agua, regresa a Venecia con una cinta que podría redefinir el mito del monstruo.
Por su parte, Boşluğa xütbə (Sermón al vacío) de Hilal Baydarov (Azerbaiyán/México/Turquía), con participación mexicana en su coproducción, propone una meditación contemplativa que combina espiritualidad y crítica existencial. Baydarov, conocido por su estilo lírico, encuentra en México un aliado creativo para una obra que, según las primeras impresiones, podría destacar por su audacia filosófica y su atmósfera hipnótica.
Lauren Collins y Christian Convery en "Frankenstein" (2025). Foto: Gentileza
Orizzonti: nuevas voces, narrativas audaces
La sección Orizzonti, dedicada a las nuevas tendencias del cine mundial, se convierte en un escaparate ideal para el talento emergente y consolidado de Hispanoamérica. Aquí, la ecuatoriana Ana Cristina Barragán brilla con Hiedra (Ecuador/México/Francia/España), una cinta que explora el universo femenino con una sensibilidad intimista y una estética poderosa. Los silencios, los cuerpos y la naturaleza se entrelazan en esta propuesta que promete ser uno de los puntos altos de la sección, confirmando a Barragán como una de las voces más prometedoras del cine latinoamericano.
Desde Argentina, Alejo Moguillansky presenta Pin de Fartie, una sátira metacinematográfica que desafía los códigos narrativos con humor y acidez. Su mirada irónica sobre el arte y las instituciones culturales augura una obra tan provocadora como inteligente. En la misma línea, El origen del mundo de Jazmín López (Argentina) apuesta por una narrativa fragmentaria que dialoga con el arte contemporáneo, explorando la identidad y la memoria con una carga simbólica que podría consolidarla como una de las cineastas más conceptuales de su generación.
México también tiene una presencia sólida con En el camino de David Pablos, un director que ya dejó huella con Las elegidas. Esta nueva obra, centrada en el viaje como metáfora de transformación, combina un estilo visual cuidado con una dirección actoral sobria, lo que la posiciona como una contendiente fuerte. Por su parte, El apuntador de Gastón Solnicki (Austria/Argentina) ofrece una exploración formal de lo cotidiano, con un rigor visual que apela a los cinéfilos más exigentes.
Desde Colombia, Barrio triste de Stillz (Colombia/EE.UU.) marca el debut en el largometraje de un director conocido por su trabajo en videoclips. Con una estética hipercontemporánea que cruza música urbana y violencia, esta cinta promete conectar con nuevas audiencias gracias a su frescura y energía visual. Finalmente, Merrimundi de Niles Atallah (Chile) combina elementos fantásticos con reflexiones sobre la memoria y los mitos, reafirmando al director como una voz única en el cine chileno.
Spotlight: historias cercanas, universales
En la sección Spotlight, Hispanoamérica también deja su marca. Un cabo suelto de Daniel Hendler (Uruguay/Argentina/España) ofrece una comedia dramática que mezcla ironía y melancolía para retratar la adultez y las relaciones humanas. Hendler, conocido por su talento actoral, demuestra una vez más su habilidad para tejer historias entrañables y cercanas. Por su parte, La hija de la española de Mariana Rondón y Marité Ugás (México/Venezuela) adapta la aclamada novela de Karina Sainz Borgo, abordando la crisis venezolana desde una perspectiva femenina e íntima. Con una protagonista poderosa y una narrativa cruda pero necesaria, esta cinta promete ser uno de los relatos más impactantes del festival.
Un festival con acento latino
Con una programación que incluye también retrospectivas de clásicos como Matador de Pedro Almodóvar, Venecia reafirma su compromiso con el legado y la innovación del cine, invitando a los espectadores a sumergirse en historias que desafían, emocionan y transforman.
Mientras el Lido se prepara para recibir a cinéfilos de todo el mundo, el cine hispanoamericano se alza como un protagonista ineludible, demostrando que sus historias, estéticas y sensibilidades tienen un lugar privilegiado en el escenario global. Venecia 2025 será, sin duda, un reflejo de la riqueza y la vitalidad del séptimo arte latinoamericano.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.