El artista norteamericano Ross Joseph Keegan prepara una muestra a ser exhibida en la Galería Agustín Barrios desde el martes 7, a las 19:00, al viernes 16 de febrero, en la sede del Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA), sito en José Berges 297 entre Brasil y Estados Unidos, en Asunción. La muestra podrá ser visitada en el horario de 10:00 a 17:00, de lunes a viernes, con entrada es libre y gratuita.
Ross Keegan, nacido en Boston (Estados Unidos), está radicado en Uruguay desde hace 16 años. Su obra está inspirada en explorar interpretaciones contemporáneas de imágenes folklóricas, similares a versiones actuales de antiguas canciones de campo.
Lea más: Convocan para fondos de cultura en Asunción
“Mi estilo de pintura es una combinación de la técnica naif y un enfoque personalizado en los detalles y colores vivos. Utilizo estas técnicas para crear un ambiente de inocencia y simplicidad en mis pinturas. En mi obra también trato de reflejar la profunda conexión que siento con la naturaleza y la vida rural, la cual puede ser experimentada a nivel espiritual en algunas culturas”, explica Keegan.
“Mi objetivo es crear representaciones humanas que encapsulen una mezcla paradójica de oscuridad y humor”, asegura el artista. La inauguración de la exposición contará con la presencia del artista quien ofrecerá un recorrido por la muestra. Para más información acerca del artista, se puede visitar su cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/rosskeegan7.
Lea también: Amplían inscripción para cursillo de Bellas Artes
Dejanos tu comentario
ueno black y uela black trazan un futuro sostenible a través del arte en el Pinta Art Week
Las oficinas de itti se transformaron, por un día, en escenario de arte y encuentro. En el marco de Pinta Art Week, junto a ueno black y uela black, la empresa recibió a una comitiva internacional integrada por coleccionistas, curadores, artistas y periodistas especializados.
Más de 20 invitados provenientes de Argentina, Chile, Uruguay y Estados Unidos recorrieron los 3.700 metros cuadrados de las oficinas acompañados por la artista Claudia Casarino y el arquitecto Saúl Acosta de Bauen. La visita no fue solo un paseo arquitectónico: fue un recorrido que revelaba cómo la tecnología, el diseño y la artesanía dialogan en cada rincón.
El camino llevó a los visitantes por espacios concebidos para el encuentro y la colaboración. Allí, las coloridas alfombras hechas con plásticos recuperados del mar conviven con hamacas tejidas en telar en Carapeguá, y las estructuras de madera de reforestación con tramas de cuero ancestral se entrelazan con murales de fibras naturales y pinturas creadas por niñas y niños. Todo un universo donde la innovación se respira, pero con raíces profundamente ligadas a lo manual y a lo comunitario.
Lea más: Celebran hoy La Gran Noche del Folklore Paraguayo y Argentino
El recorrido culminó en el “coliseo” de itti, donde los anfitriones ofrecieron una merienda típica con un giro gourmet. La sorpresa mayor llegó en forma de obsequio: piezas de cestería Mbya, transformadas en cuadros, que conquistaron a los visitantes por su delicadeza y simbolismo.
“itti es un espacio abierto a la interacción y la colaboración, diseñado para propiciar un modo de convivir más amable entre nosotros y con el entorno. Aquí, lo digital se desarrolla en un entorno hecho a mano, donde tradición e innovación se potencian mutuamente”, expresó Casarino.
Más que una visita, fue una experiencia inmersiva que confirmó el espíritu de Pinta Art Week: tender puentes entre lo local y lo global, lo contemporáneo y lo ancestral, lo artístico y lo cotidiano.
Lea también: Un recorrido sensorial desde el origen de la creación
Sobre Pinta Art Week
Pinta Art Week, se celebra en Asunción del 10 al 13 de septiembre. En su cuarta y última edición, la ciudad se vive como un centro de cultura y arte: exposiciones, visitas a talleres, recorridos por galerías, museos y espacios no convencionales.
El programa cultural cuenta con la curaduría de Irene Gelfman, Curadora Global de Pinta, y Adriana Almada, Curadora General del evento, quienes diseñaron una agenda que convierte a Asunción en epicentro de la escena artística regional.
Dejanos tu comentario
Un recorrido sensorial desde el origen de la creación
- Fotos: Cristóbal Núñez
“Ascendentes, entre tiempos” es la muestra de la diseñadora paraguaya Ilse Jara que permanecerá abierta durante todo setiembre. La obra está construida con cintas textiles de distintos géneros, un elemento que marca el inicio del proceso creativo de Ilse Jara y que se erige como emblema de su identidad artística.
La diseñadora paraguaya Ilse Jara inauguró el pasado 11 de setiembre su primera instalación artística titulada “Ascendentes, entre tiempos”, en el showroom de su marca ubicado en el Complejo Textilia (local 9). La presentación se realizó en el marco de Pinta Asunción Art Week 2025. La propuesta explora la relación entre la naturaleza y el ser humano a través de la proporción áurea.
La obra está construida con cintas textiles de distintos géneros, un elemento que marca el inicio del proceso creativo de Jara y que se erige como emblema de su identidad artística.
Inspirada en la secuencia matemática presente en la naturaleza, conocida como proporción áurea o serie de Fibonacci, “Ascendentes” busca expresar el flujo evolutivo de la humanidad, simbolizando un salto de la tercera a la quinta dimensión, desde el centro de la tierra hacia el cielo.
EXPERIENCIA HOLÍSTICA
La muestra permanecerá abierta al público hasta finales de setiembre, ofreciendo una experiencia que fusiona arte, matemática y espiritualidad.
En esta charla con La Nación del Finde, la diseñadora paraguaya habla de su primera muestra ofreciendo un recorrido que transita desde el centro de la tierra hasta el cielo.
–¿En qué consiste la muestra inaugurada en el Pintasud?
–Es una manifestación artística compuesta por tres obras: Agua, Aire y Sol. Construidas con alambres de cobre, como ejes de conducción energética y espiritual, abrazadas por textiles que guardan la memoria de la Tierra, y revitalizadas con iluminación, movimiento y color. Agua, Aire y Sol te llevan a una experiencia y recorrido sensorial desde el origen de la creación, la memoria de la tierra, el aliento de vida y la energía vital. Es una pausa, un espacio y un canal, para recordar la esencia de nuestra propia existencia.
FUENTE CREADORA
–¿Qué significa que la propuesta artística aborda la naturaleza y el ser humano en proporción áurea?
–Tanto la naturaleza como nosotros venimos de la misma fuente creadora, somos naturaleza. La proporción áurea es una secuencia matemática perfecta que se encuentra visible en toda la creación, que marca un ritmo, una forma y un ‘flow’ en ascendencia. De allí nace “Ascendentes”, del ritmo y proceso evolutivo in crescendo del Universo.
–¿Cómo se cruzan el diseño con el lenguaje de las artes visuales en la muestra?
–Particularmente considero que una visión, una idea o simplemente un sentir puede expresarse de cualquier forma y a través de cualquier canal. El hecho de que durante el proceso pueda sanar o transformar a uno mismo o a una sociedad, liberando y/o visibilizándolo, ya podría ser considerado arte. Ahí es donde todo se une. En mi caso y desde mis inicios lo expresé a través de nuestra segunda piel, la ropa. Hoy el mismo mensaje y propósito busca naturalmente expandirse a través de otros lenguajes, que en esencia siempre fue el mismo.
–¿Cómo definiría su identidad artística?
–Mi identidad tiene que ver con hacer visible lo sublime de la naturaleza, que mas allá de su belleza estética tiene un alma, una voz y un propósito muy especifico, que además de acogernos y nutrirnos como fuente de vida y belleza, nos muestran fragmentos de nosotros mismos como seres humanos, la creación maestra más completa de la Tierra. Mi expresión además de la moda actualmente se da a través de la escultura, la manipulación textil, con la intervención de artes lumínicas y musical.
ARMONÍA UNIVERSAL
–¿Cómo la muestra transita el campo de las matemáticas, el arte y la espiritualidad?
–La muestra une matemáticas, arte y espiritualidad desde un mismo origen: la armonía del universo. Las matemáticas, a través de la proporción áurea, revelan el orden perfecto que sostiene la creación; el arte lo convierte en experiencia sensible y transformadora; y la espiritualidad le da sentido, recordándonos que somos parte de ese mismo tejido universal. En “Ascendentes”, esta conexión se traduce en formas, luces y ritmos que buscan despertar en cada espectador la memoria de su propia esencia.
–¿Desea agregar algo que no le hayamos preguntado?
–Mis agradecimientos a todas las personas que formaron parte de este momento tan especial, principalmente a Adriana Almada, curadora de Pinta Asu, que apostó en mí invitándome a lanzarme y ser parte. A todo mi gran equipo de IJ y todas las artesanas que se sumaron a construir este sueño con muchísimo amor, talento y pasión, a Christian Chamorro y su equipo que se lanzaron conmigo a este desafío para construir las esculturas que fueron sostén para nuestra expresión textil, a Manuel Schaerer, artista lumínico que hizo posible dar vida y movimiento a mis obras; a mi madre Gloria Zárate, que me acompañó, impulsó y motivó desde el inicio de mi trayectoria como diseñadora, y a mi querida Anabeba, mi maestra espiritual en la Tierra que esa noche ascendió y bendijo desde el cielo con la frecuencia más hermosa de amor este nacimiento de arte.
Dejanos tu comentario
Casa Taller Koki Ruiz: lugar de memoria y pulsión artística
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Archivo/Gentileza
Como una manera de seguir su legado, las hijas del recordado maestro de las artes plásticas planean generar un espacio de arte colectivo en La Barraca, San Ignacio Guasu, Misiones, donde tradicionalmente culmina la procesión de Tañarandy cada Viernes Santo desde hace más de 30 años. Están dando sus primeros pasos, concibiendo las primeras obras y planean habilitar una fundación para luego perseguir el sueño de habilitar un museo permanente de la obra de su padre.
“Abriremos las puertas de la Casa Taller Koki Ruiz, en La Barraca”, cuenta Macarena Ruiz, hija del querido artista plástico, explicando que lo hacen buscando mantener su legado en “el lugar donde él vivió, creó y soñó”
Según comenta, “vamos a empezar vendiendo piezas de arte inspiradas en la obra de mi papá, para continuar con el sueño de tener un taller de artesanos, una comunidad de artistas”, apunta.
Una tarea que el propio Koki inició con el taller Felipe Santiago Apocatú, nombrado así en homenaje a un artesano indígena de la época de las reducciones, donde, acompañado de amigos artistas de San Ignacio, buscaban recuperar el espíritu creador de aquellos aprendices que se hicieron verdaderos maestros.
“Hacían reproducciones de piezas decorativas y algunas tallas de la época jesuítica como ángeles querubines, músicos, con volutas, con flores, una experiencia muy rica”, dice Macarena desde Tañarandy, “la tierra de los irreductibles”, colonia vecina a San Ignacio, Misiones, a 230 kilómetros de Asunción.
Esa tarea fue un antecedente importante para lo que desarrollaría luego en el intenso trabajo comunitario que alumbró los afamados retablos que prepararon para la visita del papa Francisco y se emplazaron en el parque Ñu Guasu en 2015 y en los actos por la beatificación de Chiquitunga realizados en la Nueva Olla del Club Cerro Porteño en junio de 2018.
CONTINUIDAD
“Queremos que eso continúe, honrar el sueño que tenía”, apunta señalando que los primeros trabajos irán enfocados a la creación de “piezas inspiradas en sus cuadros, con las temáticas de canoeros y lavanderas que caracterizaron a Koki”.
Tal es así que en la casa taller ya se encuentran trabajando Macarena, su hermana Almudena; el tallador Ramiro Corbalán, Joel Maidana y Muñeca Rodríguez con las primeras obras que próximamente saldrán a la venta.
“No está todavía abierta al público, pero esta semana publicaremos en nuestras redes fotos de las piezas y a partir de cuándo la gente puede acercarse a adquirirlas”, explica.
La idea es, a partir de los recursos que se generen, abrir una fundación que les permita reactivar talleres y residencias en la casa taller “para que todo sea tal cual como en el inicio, donde más cantidad de artesanos puedan aprender, formarse y hacer piezas que tengan que ver con el estilo barroco de las reducciones jesuíticas, por ejemplo”, dice.
“Si bien Koki vivía de los cuadros que hacía, lo que le gustaba era tener a su equipo y trabajar en conjunto. Su sueño fue poder tener ese estilo de vida y creó sus trabajos más importantes junto al equipo y queremos recrear eso”, apunta.
INSPIRACIÓN
“Las primeras tallas de madera reproducen a varias lavanderas que fueron pintadas en el estilo con el que él lo hacía, cuadros muy coloridos de las mujeres lavando la ropa”, adelanta.
“Estaremos atentas a la repercusión que podamos tener, entender si estamos en el camino correcto, es como una prueba y estamos avanzando de a poquito”, señala.
En este momento “estamos trabajando con gente que conocemos, se comunicó un grupo de artistas que quería venir a conocer, pero les dijimos que todavía no será en esta etapa. Ahora damos este paso para ver si se venden las obras y poder ir al siguiente paso, que sería habilitar la fundación”, concluye.
El sueño de un museo
“Este es un primer paso para poder abrir la fundación y hacer posible más adelante un museo de Koki Ruiz”, describe Macarena Ruiz sobre el inicio de actividades en la casa taller en La Barraca, donde el gran artista nacional concebía sus obras.
Con miras al museo, se están buscando obras para incorporar al acervo. “Tenemos tres cuadros que pudimos conseguir y queremos que el museo tenga un lugar fijo para exponer siempre sus obras, pero sería el último paso de este proyecto”, señala.
Macarena cuenta que hay galeristas que tienen una importante cantidad de obras de Koki y que algunos esbozan la posibilidad de una muestra de sus obras, difíciles de conseguir y de buen precio en el mercado de arte local.
“Casa Taller le llamamos porque es en La Barraca donde hoy él descansa y donde creó todas las obras que más conocemos”, destaca del espacio.
“Sus inicios fueron en Asunción, donde le iba bien pintando y vendiendo individualmente. De hecho, lo podía seguir haciendo, pero al venir aquí a San Ignacio dio otro paso más en su creación, al estar en comunidad, en su casa taller, todo partía de aquí, así que para nosotros es un espacio/refugio de su memoria y hogar del pulso de su arte”, expone.
“Aquí seguimos trabajando con nuestras manos, transformando la materia humilde –la misma que siempre estuvo presente en este lugar– en obra viva. Cada pieza que nace en este taller busca mantener vivo su espíritu, su mirada y su forma de entender el mundo. Porque hoy, la casa taller no es solo un lugar: es una proyección de sus obras y un homenaje de quienes lo recordamos a través de su arte”.
Dejanos tu comentario
Blascor pinta el desarrollo del país
En este especial por el Día de la Industria Paraguaya, Blascor cuenta su trayectoria, los desafíos enfrentados, cómo fueron superados y las proyecciones de la empresa dispuesta a innovar y desarrollar nuevos productos.
El origen de Blascor, marca de la industria nacional de pinturas Sol Tintas S.A., se remonta al año 2004, como una nueva oportunidad de negocio atendiendo el retraso de los pedidos de importación de marcas extranjeras y la necesidad del mercado de contar con una industria de pinturas que diera respuesta a esa demanda.
Para conocer de fondo la historia de Blascor, el gerente administrativo de la empresa, Vinicius Tonidandel, comparte en este especial por el Día de la Industria Paraguaya la trayectoria, los desafíos enfrentados, cómo fueron superados y las proyecciones de la empresa dispuesta a innovar y desarrollar nuevos productos.
“Nos sentimos orgullosos de formar parte del desarrollo del país, de poder ser fuente de renta para un gran número de paraguayos. Desde hace varios años estamos también entre los principales contribuyentes del país, según el listado emitido por la DNIT de forma anual”, expresó.
El gerente recuerda que la primera planta se encontraba en el barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este, que luego fue trasladada a la ciudad de Hernandarias, donde está ubicada actualmente la principal planta industrial de la marca.
Blascor abastece a todo el país mediante sus dos distribuidoras, una en la ciudad de Hernandarias y otra en Luque, desde donde atiende a los más de 3.000 puntos de ventas esparcidos en más de 250 municipios de los 17 departamentos.
Para ello, también cuentan con una flota propia con más de 100 vehículos destinados a la entrega de productos a nivel nacional, y genera mano de obra de forma directa e indirecta a más de 600 familias.
Impacto social. El entrevistado destacó el impacto social, ya que en ambas sedes generan además de empleos directos e indirectos, el efecto multiplicador en otros rubros conexos a zonas con gran afluencia de personas, como locales gastronómicos, confiterías, estación de servicio, despensas, etc.
“En la última década, hemos consolidado el liderazgo en el segmento de pinturas y complementos, lo cual de forma conjunta ha impulsado la ampliación de nuestro centro de distribución en Central como el parque industrial en Hernandarias”, dijo.
Al tiempo de agregar que actualmente se encuentran en etapa de automatización de los procesos productivos, con la finalidad de incrementar la capacidad y reducir el tiempo de producción.
Respecto a los desafíos que tuvieron que enfrentar como empresa, sin lugar a dudas, la burocracia estatal fue un obstáculo para el crecimiento y desarrollo del sector privado, haciendo que las empresas deban dirigir esfuerzos innecesarios a trámites repetitivos y engorrosos en vez de centrar su atención al desarrollo de sus servicios y productos.
“El sector privado, principal generador de riquezas de un país, necesita que las instituciones públicas funcionen como herramienta de apoyo y no como obstáculo al progreso”, sumó.
En ese sentido, Tonidandel mencionó que específicamente en el rubro de pinturas y complementos, se encuentran con una gran limitante para exportación, debido a la falta de estructura de ciertas instituciones para la liberación de productos que son controlados por diversas instituciones públicas.
Actualmente, el principal mercado es el local, aunque en constante aumento a otros países de la región, como Brasil, Bolivia y Uruguay.
Apuesta en infraestructura. No obstante, Blascor realizó inversiones en infraestructura en los últimos dos años, con ampliación de más del 100 % en almacenaje y espacio de producción, a más del proceso de automatización de las líneas de producción en la industria, a fin de seguir aumentando la capacidad productiva y garantizar la calidad de los productos entregados a los consumidores.
“Fuimos pioneros en la industria de pintura a utilizar la nanotecnología para la producción de pinturas y complementos”, remarcó el gerente. A lo que añade, que Paraguay se encuentra en pleno proceso de migración y creación de nuevas industrias, por los atractivos e incentivos fiscales que ofrece, lo cual viene acompañado de innovación y nuevas tecnologías.
Esto a la vez se traduce en mayor competitividad a nivel nacional e internacional, obligando a las industrias que quieren competir, a adaptarse e implementar los nuevos cambios y evoluciones tecnológicas.
Es por ello que la premisa de Blascor es seguir consolidando el liderazgo a nivel país y expandiéndose a otros países de la región, con nuevos lanzamientos de productos innovadores destinados a facilitar y mejorar el trabajo de los profesionales que confían en los productos paraguayos.
“Para los que eligen Blascor Pinturas para sus casas, oficinas, empresas, muebles y vehículos, queremos seguir siendo una marca de referencia a nivel nacional, fuente de renta para más de 600 familias paraguayas y principalmente, ser más que un proveedor en cada ferretería y pinturería del país, un aliado de negocios y crecer en conjunto con nuestros clientes”, acotó.