Impulso del cine paraguayo será más visible en pocos años, opina Paz Encina
Compartir en redes
Por David Sánchez, desde Ciudad de México, X: @tegustamuchoelc (*)
La reconocida directora paraguaya Paz Encina ha sido seleccionada como jurado en el prestigioso Ficunam - Festival Internacional de Cine UNAM (13-20 junio, 2024). Este evento, celebrado anualmente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se ha consolidado como un referente importante en el cine de autor y experimental en América Latina.
Paz Encina nació en Asunción (Paraguay), y ha dedicado su vida a la cinematografía, logrando reconocimiento internacional con sus obras. Su ópera prima, “Hamaca paraguaya” (2006), debutó en el Festival de Cannes en la sección Un Certain Regard, donde recibió el prestigioso Premio Fipresci. Esta película, con su estilo introspectivo y narración pausada, puso a Encina en el mapa del cine mundial.
Posteriormente, Encina dirigió “Ejercicios de memoria” (2016), presentada en el Festival de San Sebastián. Esta película documental explora la memoria histórica de Paraguay durante la dictadura de Alfredo Stroessner a través de la historia de la familia del político desaparecido Agustín Goiburú. Otra obra significativa en su filmografía es “Eami” (2022), una película experimental estrenada en el Festival de Rotterdam, donde ganó el Tiger Award.
Encina también ha experimentado con formatos menos convencionales. Por ejemplo, su película “Veladores” fue estrenada a través de Facebook Live, mostrando su interés por explorar nuevas plataformas de difusión. Actualmente, está por estrenar “Carta a un viejo maestro”, un homenaje al documentalista brasileño Eduardo Coutinho, en el Festival de Cine de Río de Janeiro.
Alonso Ruizpalacios, Ephraim Asili y Paz Encina. Foto: David Sánchez
El Festival Internacional de Cine UNAM (Ficunam) se celebra desde 2011 en Ciudad de México y se ha destacado por su enfoque en el cine de autor, experimental y de vanguardia. Ficunam se ha convertido en un espacio vital para la difusión de películas que no necesariamente tienen cabida en circuitos comerciales tradicionales.
Sobre su participación en este festival, Encina comenta: “Hace tiempo que quiero venir al Ficunam. No lo conocía personalmente, pero mis películas han podido estar. Siento que es uno de los festivales más importantes que tenemos en Latinoamérica y uno de los más consecuentes en relación a las películas que programa y a lo que desea como cinematografía”.
El cine paraguayo ha ganado visibilidad en los últimos años gracias a películas que han alcanzado notoriedad internacional, como “7 cajas”, “Las herederas” y “El tiempo nublado”. A pesar de su producción limitada, estas películas han demostrado una notable calidad cinematográfica. Encina reflexiona: “El cine paraguayo tiene muy pocas películas, pero las películas que ha hecho ciertamente han tenido siempre una relevancia importante”.
Con la implementación de la nueva Ley del Cine en Paraguay, que creó el Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), Encina es optimista sobre el futuro de la cinematografía en su país. “Yo creo que el cambio empezó a suceder, por ahí todavía no es visible porque esas películas se están gestando. Pero creo que es un cambio que en dos o tres años vamos a empezar a ver”, señala Encina, anticipando una mayor continuidad en la producción de películas paraguayas.
Uno de los desafíos que Encina identifica para el cine paraguayo es la centralización de la formación y producción en Asunción. Ella sugiere que es crucial establecer un instituto de formación cinematográfica que permita a personas de todo el país, incluidas las comunidades indígenas y campesinas, tener acceso a herramientas y oportunidades para contar sus propias historias. “Siento que la mirada en Paraguay está muy centralizada en Asunción. Me gustaría que esa población pueda contarse a sí misma”, afirma Encina.
Paz Encina, con su notable trayectoria y su reciente rol como jurado en Ficunam, continúa siendo una figura clave en la expansión y reconocimiento del cine paraguayo. Su dedicación a la memoria histórica y su visión para un cine más inclusivo y descentralizado prometen seguir enriqueciendo la cinematografía de Paraguay y de América Latina en general bien como directora bien como jurado. Como ella misma expresa: “Valoro mucho que exista Ficunam y deseo una larga vida para este festival”.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
Anuncian nueva edición de “Ashtanga Yoga para Todos”
Compartir en redes
La segunda edición del evento “Ashtanga Yoga para Todos” se realizará elsábado 21 de junio, en el horario de 7:00 a 19:00, en el local de Samasthiti Ashtanga Yoga, ubicado en la calle Enrique Solano López 963 entre Libertad y Amistad, en el barrio Jara de Asunción, con acceso libre y gratuito. Organiza la Comunidad de Ashtanga Yoga en Paraguay “Celebramos la Práctica”.
El programa de actividades contempla una práctica abierta de Ashtanga Yoga, tanto en la sala de práctica Mysore como en la sala para practicantes iniciantes, dentro del horario entre las 7:00 a 11:30. En tanto, de 9:00 a 17:00 está programada la feria de emprendedores con productos holísticos, saludables y ecológicos.
La agenda prosigue a las 11:30 con una terapia con Sonido. Para las 12:00 se prevé un almuerzo y picnic. Luego, a partir de las 14:00, la propuesta es Cine Consciente con la proyección de la película “The Enlightenment”. Seguido, a las 15:30, se abordarán los mantras de inicio y de cierre, su significado, por qué se cantan, técnicas de canto.
En el tramo final de la jornada se presentará la charla denominada “Yoga para la Tierra y la Salud”, a partir de las 16:00. Mientras que la última actividad prevista comenzará a las 17:00, denominada “Kirtan y Fogón”, con música y baile, con la banda Persé. Más novedades en la cuenta de Instagram: @samasthiti_yoga.
Presidenta mexicana rechaza que la OEA opine sobre elección judicial
Compartir en redes
México. AFP.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió a la OEA que se “guarde” sus recomendaciones sobre la elección popular de jueces del pasado domingo, modelo único en el mundo y que el organismo desaconsejó replicar. Horas antes, un comunicado de la cancillería mexicana informó que su misión ante la ante la Organización de Estados Americanos (OEA) presentó una nota diplomática para expresar “su firme rechazo” al informe preliminar elaborado por observadores en los comicios.
En declaraciones a medios en el central estado de Morelos, el sábado pasado, Sheinbaum dijo que La OEA puede comentar sobre cómo se desarrolló la elección, pero rechazó que se pronuncie sobre decisiones internas del país. “Ahora ya quieren opinar sobre el sistema que decidieron los mexicanos para elegir” al poder judicial, dijo la mandataria al pedir que “se guarde” sus consejos.
“No está dentro de sus funciones dar recomendaciones de cómo un país debe decidir a su Poder Judicial”, añadió la presidenta al reconocer que esta elección, que tendrá una segunda ronda en 2027, es “perfectible”. El viernes, una misión del organismo continental que monitoreó la inédita elección de puestos del Poder Judicial por voto popular dijo en un informe preliminar que fue un un proceso “sumamente complejo y polarizante” con múltiples “vacíos”.
La nota diplomática presentada ante la OEA subraya que este documento contraviene el derecho de las naciones miembros a “organizarse en la forma que más le convenga”. Esta delegación de la OEA, detalló la cancillería mexicana, está impedida para “emitir juicios de valor que rebasan sus atribuciones”.
Los enviados del organismo manifestaron también su “preocupación” por el “bajo nivel” de participación que fue del 13% del padrón de electores.
“La Misión no recomienda que este modelo de selección de jueces se replique para otros países de la región”, resumieron los expertos.
Este proceso ha sido criticado desde que lo impulsó el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), con Estados Unidos y Canadá, socios comerciales de México en el acuerdo T-MEC de América del Norte, expresando su preocupación de que jueces electos sean influenciados por políticos e incluso por criminales.
Sheinbaum, aliada del exmandatario, ha sido la encargada de ejecutar esta reforma, que según el oficialismo busca terminar con la “corrupción” dentro del sistema judicial. La Suprema Corte y otros tribunales bloquearon varios proyectos gubernamentales de López Obrador, ante lo cual impulsó la reforma constitucional votada en 2024.
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al director de cine argentino Daniel Burman. Foto: Pánfilo Leguizamón
Daniel Burman: “El cine revela las cosas que la sociedad niega”
Compartir en redes
Fotos: Pánfilo Leguizamón
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al director de cine argentino Daniel Burman, quien se encuentra de visita en nuestro país por razones de trabajo. Además de algunas de sus producciones y de la función del cine en nuestros tiempos, Burman habla de la construcción de la identidad y de la necesidad de que la sociedad aprenda a sentir como propio el dolor de los otros.
Daniel Burman nació el 29 de agosto de 1973 en Buenos Aires; es conocido por la serie “Iosi, el espía arrepentido” (2022), así como las películas “Esperando al mesías” (2000), “Todas las azafatas van al cielo” (2002), “Derecho de familia” (2006), “El rey del Once” (2016), además de “El abrazo partido” (2004), galardonada con el Gran Premio del Jurado del Festival de Berlín. Otros títulos destacados: “El nido vacío” (2008), “La suerte en tus manos” (2012), “Dos hermanos” (2010), “El misterio de la felicidad” (2013). Su último trabajo es “Transmitzvah” (2024).
–Hay mucho que hablar de cine, pero mi primera pregunta es bien provinciana. ¿Qué le trae por el pueblo, don Daniel?
–Un montón de cosas. Es muy curioso. A veces en mi actividad ocurre que hay algo que va más allá de lo racional y hay una alineación de proyectos que te empiezan a llevar a todos lados. Ahora hay tres proyectos muy importantes en diferentes etapas que me empezaron a traer para Paraguay. Todo empezó con Andrés Gelós, que es un gran amigo y colega y colaborador que me viene hablando de Paraguay hace muchos años. Yo no conocía a Asunción, es increíble, estando a una hora y media. Entre paréntesis, es impresionante el desconocimiento que tenemos de un país hermano, vecino, que cuando entré a Asunción no tenía nada que ver con el prejuicio o el preconcepto. Me quedé muy sorprendido de lo que tiene que ver con el sector audiovisual del enorme potencial, el enorme presente también, porque el potencial siempre habla como de algo por venir. Lo que está sucediendo con el audiovisual en Paraguay y las posibilidades que se están abriendo en esta coyuntura son increíbles.
–Este vaticinio de que la pandemia en algunos aspectos era un punto de inflexión en nuestra manera de ver, de reflexionar las historias, ¿sucedió?
–No, no sucedió, no va a suceder y tiene todo el sentido porque uno de los mecanismos más comunes que tenemos todos y más activos, más presentes, una de las mayores herramientas de su providencia es la negación. Vivimos en estado de negación permanente, primero negamos quiénes somos todo el tiempo y también ni hablar de las situaciones externas que la vivimos negando. Entonces era de esperar que neguemos la pandemia, el efecto traumático y, sobre todo, neguemos lo que nos reveló sobre nosotros mismos, sobre nuestra vulnerabilidad, sobre su fragilidad y tiene un sentido. No juzgo ese mecanismo. La supervivencia incluso en condiciones óptimas de alimentación y sanitarias es muy compleja por la propia crisis existencial de estar, con lo cual entiendo que hayamos tirado en un abismo todo aquello que aprendimos en esos tiempos tan dramáticos.
IDENTIDAD POLIFACÉTICA
–Estaba reflexionando de que Argentina debe ser de los cines, después de Hollywood probablemente, obviamente Israel supongo, que más incurren en la temática judía.
–Tiene que ver con que hay una comunidad judía muy grande y también una diferencia con las demás comunidades judías. La dicotomía identitaria no ha existido en gran parte de la comunidad. Yo siempre he sido judío y argentino al mismo tiempo y nunca me puse a preguntar cuánto había de cada uno, no hay ninguna dialéctica digamos porque también creo personalmente que la identidad es absolutamente polifacética y soy judío y soy padre y soy hijo y soy argentino y soy una persona de cuentitos y soy un montón de cosas y no soy nada al mismo tiempo. Soy la persona que busca saber quién es como cualquiera de nosotros. Creo que tiene que ver con eso, que también no nos tuvimos que aferrar a esa identidad de una manera reactiva. Encima viniendo del país que sufrió los atentados terroristas más cruentos contra la comunidad judía fuera de Israel.
–Quiero detenerme en “Iosi”, una de las series más vistas acá en Paraguay. Fue un episodio muy fuerte a partir de toda esa fortaleza que tuvo unos años de incertidumbre al respecto de si se hacía justicia o no se hacía justicia, ¿no?
–Sí, no se hizo justicia finalmente. Y creo que también lo que quise reflejar, o sea, la sociedad argentina se anestesió ante la falta de justicia y que la impunidad formó parte de la identidad colectiva. Es algo tremendo. Pero me parece importante que la impunidad no es responsabilidad de un político o de una época política, es de una época de la sociedad en la cual la gente estaba anestesiada y admitía que la impunidad era un activo social con el cual se podía vivir y muy bien.
–Que tiene un pariente, que es el miedo.
–Ojalá fuera el miedo. Yo creo que es más la desidia, porque básicamente nadie soporta la impunidad respecto a uno mismo. Las víctimas nunca soportan la impunidad, esto está claro. El chiste es que la sociedad que no es directamente influenciada por un hecho lo sienta como propio. A mí me fascina el concepto de Spinoza sobre la escala del amor y la generosidad. Uno puede amar a cualquiera pero la generosidad es actuar como si uno amara al otro. Esto es lo mismo, que la sociedad actúe como si hubiera sido lesionada ella misma y cuando eso se desarticula puede existir la impunidad. Entonces básicamente hablamos de un cierto quiebre en el contrato social, de cierta dilución de una empatía.
VERDADES OCULTAS
–¿Te parece que el cine sigue reivindicando el lugar de la verdad?
–Una de las misiones del cine, porque cristaliza de manera física y evidencia ciertas verdades o a contrario sensu, que es más fácil porque darle un lugar de portador de verdad es un poco riesgoso, evidencia estos momentos de impunidad, estos momentos de la verdad que es mirada o atacada, que no es lo mismo que ser un lugar de definición de verdades. Yo en “Iosi” no digo “el atentado lo hizo tal persona”, porque la Justicia es la que tiene que hacer eso. Yo lo que digo es que durante 30 años se construyó una conspiración de actores muy diferentes de la sociedad, todos alineados de manera sincronizada para garantizar un pacto de impunidad. Hay una verdad que no conocemos y el cine puede develarnos las verdades ocultas.
–¿Cuándo fue la vez en tu vida, para hablar de tu historia personal, que dijiste “yo quiero hacer cine”?
–No existió ese momento y es bastante decepcionante cuando me preguntan eso, porque yo quería ser escritor. Yo tengo una fascinación por la literatura, me encantaba escribir y todavía la verdad que escribo y siempre digo a mis hijos “cuando sea grande me dedicaré a ser escritor” y me miran y me dicen “cuánto falta para eso” (risas). Escribía, pero en cierto momento sentí que tenía que transformarlo en un ambiente para contarle algo a alguien. Tengo el recuerdo de esperar que mi madre llegue del trabajo para contarle algo, la fascinación de contar algo. Y tomé cine como un instrumento, que podría haber sido cualquier otro. Nunca tuve una fascinación por el dispositivo cinematográfico y de hecho hoy no la tengo. Tengo una relación totalmente instrumental. No hay nada que me aburre más que hablar de una cámara. Cuando viene el fotógrafo y me dice ¿salió tal lente? Ni me cuentes. Mi relación con el cine es instrumental y de puente.
Daniel Burman, director de cine. Foto: Pánfilo Leguizamón
LA FIGURA DEL HÉROE
–Quiero continuar con tu obra y quedarme en “El abrazo partido”, porque además es un juego de palabras muy bonito.
–“El abrazo partido” me dio muchísimas satisfacciones y me cambió la vida. Fue la película donde dije “soy algo así como un director de cine”. Siempre parto de un dilema moral irresoluble. Yo cuando era chico vivía en el barrio judío de Once de Buenos Aires y había escuchado una historia que nunca se termina de saber si fue verdadero, pero me inspiró la película de que en la época de la guerra de los Seis Días hubo muchos judíos argentinos que dijeron “vamos a luchar por Israel” y en esa época se tardaba en llegar. Muchos llegaron después del sexto día y la guerra ya había terminado. Y alguno dijo “bueno, me quedo” y dejó una familia con un local. A mí esos dilemas de ir a luchar por un ideal dejando una familia, la idea de ir a salvar al mundo, pero abandonar tu responsabilidad más próxima, siempre desconfié. Siempre desconfié mucho de los héroes porque para mí son gente que se escapó de la casa, que no quiere asumir o que prefiere ir a salvar las ballenas en Australia en lugar de cuidar a su hijo de cuatro años y explicarle ciertas cuestiones existenciales.
–¿Qué cosas está mirando el cine?, ¿qué profecías está haciendo te parece?
–Yo creo que el cine no hace profecías. Yo creo que mucha gente que hace cine tenemos una conexión con nuestro tiempo. Entonces, no somos proféticos, sino revelamos cosas que la sociedad niega. Niega por el frenesí, por la falta de debate, por la agenda. Normalmente cuando uno va a promocionar una película, lo que te sucede hoy día es que la mayoría cuando vas a un programa de televisión te dice “la agenda de hoy es muy política, la agenda es otra cosa”. Yo creo que somos nuestra agenda. Estoy bien convencido de que somos qué hago hoy, somos eso y cómo tratamos al otro en ese eso y nada más.
EXPERIENCIA SOCIAL
–Dentro de unos años tendremos personas que pudieron no haber ido al cine, pero igual haber visto todas las películas del mundo. ¿Cómo te llevás con esos cambios?
–Tengo contradicciones al respecto. Por un lado, la idea de la masividad y la posibilidad de cuando pongo una serie y que pueden verla en cualquier parte del mundo y toda la penetración que tiene y el acceso que tiene porque sigue siendo un lujo burgués finalmente, pero tiene un acceso muy grande. Pero yo recuerdo que cuando estrenaba una película, mi mayor placer era salir y ver la gente llegando al cine. Había un momento de su vida que giraba en torno a ese evento y todo lo que significaba y que ahora todo se pueda hacer desde la cama comiendo una pizza. No es que me afecta a mí, me da pena que nos estemos perdiendo todo eso, porque en ese circular había un contacto humano, una circulación.
–Es como que se perdió el templo, ¿no?
–Se perdió el templo, pero lo mío no es la cuestión romántica, sino que nos perdimos una experiencia social que para eso nació, de a quiénes tengo al lado, que me encuentro con alguien, el tránsito con el otro, que lo vamos perdiendo. A mí eso me da pena, pero no por el cine en sí mismo, sino por la pérdida social, porque se van perdiendo y eliminando momentos de contacto humano, de contacto real.
HERMANDAD ESTÉTICA
–¿Te parece que hay un cine regional identificable como un corpus o hay experiencias aisladas?
–Yo siempre desconfío un poco del cine del hermano latinoamericano. Me parece que nunca terminé de entender por qué no podemos ser unidos, cercanos, colaborativos desde nuestra singularidad. Me parece que también es una pose totalmente innecesaria y es una retórica que el goce está en un supuesto sentimiento de hermandad estética o narrativa que no hay. Lo hubo en la literatura en cierto momento. Desde afuera nos miran como latinos, pero ¿nos tenemos que sumar a esa mirada? ¿O tenemos que reivindicar nuestra singularidad y tener una mirada más pragmática de colaboración entre los países para hacernos más fuertes en todas las cinematografías, generar hub de producción?
El director de cine, Daniel Burman. Foto: Pánfilo Leguizamón
–¿Cómo está el cine argentino?, que siempre fue productivo.
–Creo que está en el momento más delicado de su historia. La interrupción del fomento público generó una crisis muy grande. El cine argentino hoy día se sostiene básicamente por el aporte de las plataformas y me gusta. Prefiero pensar que de alguna manera el sistema de fomento público de alguna manera se va a reinventar para lograr que personas como yo, que hemos sido hijos de la educación pública y hemos contado con apoyo, después podamos crear como yo compañías de producción independiente, pero el aporte público es el puntapié. Hay que entender que una cinematografía es mucho más que lafacturaciónoel valor agregado que genera porque tiene un enorme impacto cultural y sobre otras industrias.
–Hay una especie de desvalorización de lo público también, ¿no?
–Latinoamérica es un continente, y ahí sí estamos hermanados, con abismales asimetrías irresolubles por el mercado. Esto no es una posición ni ideológica ni política, es absolutamente descriptiva. Hay comunidades, hay espacios, hay territorios, que además de las cuestiones de asimetrías históricas, están bajo riesgo por cuestiones climáticas. Ahí la sociedad, más que el Estado, puede tener una decisión de si como humanos tenemos una empatía y queremos entre todos ayudarnos. Es una cuestión humanística y no política.
El espíritu de Ana Ivanova brilló en el Congreso Nacional
Compartir en redes
Fotos: Gentileza
La fallecida artista recibió una distinción póstuma como maestra del arte por el Centro Cultural de la República El Cabildo. La iniciativa empezó como una petición virtual de la comunidad cultural y tuvo eco en las autoridades del Congreso Nacional.
El pasado miércoles 4 de junio, en sesión extraordinaria, la Cámara de Senadores rindió un sentido homenaje póstumo a la actriz y gestora cultural Ana Ivanova Villagra Lovera, quien fuera distinguida con el máximo galardón otorgado por el Congreso Nacional a través de su Centro Cultural de la República El Cabildo: el título de maestra del arte, en este caso en la categoría Teatro.
La distinción fue entregada a su madre, la profesora Delia Lovera, quien estuvo acompañada de familiares, colegas, artistas y amigos que colmaron el recinto parlamentario. Ana Ivanova falleció en marzo pasado, a los 51 años, dejando una huella indeleble en las artes escénicas y en el alma de un pueblo que la reconoció como una voz sensible y potente.
“Ana nos deja un legado invaluable en el teatro y en el cine. Su talento y compromiso marcaron huellas profundas en las artes escénicas y audiovisuales del país”, expresó el senador Basilio Núñez, presidente de la Cámara Alta, al iniciar la sesión.
Visiblemente conmovida, Delia Lovera, madre de Ana Ivanova, agradeció el reconocimiento a su hija y pidió más apoyo para los artistas
CLAMOR POPULAR
La iniciativa del reconocimiento fue impulsada por el CCR El Cabildo, bajo la dirección de Aníbal Saucedo Rodas, quien junto con los senadores Núñez y Rafael Filizzola hizo entrega del galardón a la familia.
“Nos hacemos eco de un clamor popular que pide reconocer a esta descollante artista, así sea en forma póstuma, considerando su temprana partida”, comentó el director general del CCR El Cabildo.
A lo largo de la sesión, varios legisladores tomaron la palabra, entre emociones y reflexiones, para honrar la figura de Ana Ivanova, cuyo arte trascendió fronteras físicas, sociales y espirituales.
DESCENTRALIZAR EL ARTE
El senador Filizzola destacó la profunda convicción de Ana Ivanova en llevar el arte más allá de la capital del país.
“Devota de los espacios alternativos, Ana fue en busca de belleza y sensibilidad donde antes solo hubo escombros. Su calidad humana, su legado artístico y su compromiso ético con la sociedad transitan en un mismo nivel. Para ella, el arte no era para las élites: era una herramienta de transformación, libre, valiente y comprometida”, afirmó.
Filizzola también lanzó una crítica al escaso apoyo institucional al arte: “Qué poco hacemos por el audiovisual, por el teatro, por nuestros artistas. Ana forjó su trayectoria con muy poco del Estado y mucho de sí misma. El mejor homenaje que podemos hacerle es garantizar apoyo real a quienes, como ella, dedican su vida a la cultura”.
SEGURO SOCIAL
La senadora Blanca Ovelar subrayó los múltiples méritos de la homenajeada y felicitó la iniciativa de El Cabildo.
“Ana fue actriz de teatro, de cine, de televisión. Maestra de las artes escénicas, personalidad subyugante e inspiradora. Su talento cruzó fronteras. Era digna de Hollywood, pero aún más, era orgullo nuestro. Las artes escénicas y la sociedad han perdido a una figura brillante, fulgurante. Este homenaje es justo y profundamente merecido”.
Ovelar también hizo hincapié en la necesidad de un sistema de protección para los artistas. “No tienen seguridad social, no tienen seguro médico. Necesitamos pensar en cómo cuidamos y dignificamos a quienes dan tanto a nuestra identidad y proyección cultural”, remarcó.
HUELLAS DE UNA VIDA
La senadora Celeste Amarilla se reconoció admiradora de Ana Ivanova. “No la conocí personalmente, pero fui testigo de su talento. Multifacética, hermosa, brillante. Hizo cine, teatro, televisión, enseñó, formó, bailó, cantó. Nos hizo felices. Su paso por la vida no fue en vano”, expresó.
También el senador Ever Villalba compartió su testimonio personal: “La conocí en Pilar, cuando estudiaba contabilidad. Era motivadora, sensible, amante del arte, del deporte, de los libros. Deja una marca profunda en quienes la conocimos”.
A su turno, la senadora Lizarella Valiente, quien compartió escena con la homenajeada en la telenovela “Santa cumbia”, habló desde el cariño personal: “Con su don de gente nos hacía sentir seguros, con su humildad nos inspiraba a creer que todo era posible. Eso es lo que queda: la luz de un ser humano que honró su paso por esta vida con humildad, generosidad y grandeza”.
Valiente aprovechó la ocasión para exigir la implementación efectiva de la Ley N.º 4199/2010, que establece un seguro social para artistas y trabajadores culturales. “Los actores merecen dignidad antes, durante y después de su carrera artística. El Estado tiene una deuda pendiente con ellos”, reclamó.
REIVINDICACIÓN
El senador Eduardo Nakayama cerró la ronda de oradores con una reflexión necesaria: “Este homenaje reivindica no solo el arte de Ana, sino el arte paraguayo en su conjunto. No olvidamos que en 2018 el Senado no supo reconocer su talento cuando ‘Las herederas’ fue premiada en el exterior.
Hoy, con justicia, reivindicamos su nombre como símbolo de lucha, entrega y amor por lo nuestro”.
Visiblemente conmovida, Delia Lovera, madre de Ana Ivanova, reaccionó con emoción. “No puedo más que agradecer las palabras con las que recordaron a mi hija”, expresó y también enfatizó en la necesidad de un mayor apoyo para los artistas.
El acto concluyó con la interpretación, a cargo de la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional, de la pieza musical “El jardín de Ana”, compuesta por su amigo Alejandro Ledesma Juvinel, en plena pandemia, en junio de 2020, y dedicada en vida a la artista.
La obra fue instrumentada especialmente para la ocasión por Fátima Abramo. Los acordes, cargados de ternura, belleza y memoria, envolvieron el recinto con la esencia luminosa de Ana Ivanova.