El jugo verde se hizo popular debido a que representa una opción muy saludable y fácil de consumir nutrientes. Sus beneficios para el organismo son numerosos, aunque tampoco actúan como una fórmula mágica. Como sucede con otros hábitos, su efecto no es inmediato y sus virtudes pueden empezar a notarse luego de un tiempo de consumo habitual.
Por su abundancia de vitaminas, minerales y antioxidantes, este tipo de licuados contribuyen a eliminar toxinas, oxigenan la sangre, refuerzan el sistema inmunitario, reducen inflamaciones y disminuyen el riesgo de enfermedades cardíacas y del deterioro mental relacionado con la edad, según estudios nutricionales. También son un importante complemento para adelgazar, siempre y cuando no contengan endulzantes y otros aditivos.
Un vaso de jugo verde al día puede ser más que suficiente para obtener beneficios. Siempre es recomendable consumirlo por la mañana para despertar el sistema digestivo y preparar al cuerpo con sus nutrientes necesarios. Como cualquier otro hábito saludable, los resultados del consumo de estos preparados no se ven de inmediato: solo pueden empezar a notarse con su ingesta regular, al cabo de unas semanas.
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En caso de presentar algunos signos de intolerancia, lo mejor será pausar la ingesta y consultar a un nutricionista. Más allá de sus beneficios, siempre es recomendable consultar con un profesional antes de tomar cualquier decisión relacionada con la salud.
A la hora de preparar un jugo verde, la sugerencia es incluir espinacas, brócoli, pepino o manzana verde. También se le puede agregar lima o limón, además de algunas frutas refrescantes como la piña. Las combinaciones puede ser variadas, siempre y cuando se limiten el azúcar agregado o cualquier tipo de endulzante.
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