Si por las noches no se logra conciliar el sueño o no se puede tener un sueño profundo, probablemente tenga que ver con el estómago vacío. Ir a la cama sin comer podría afectar gravemente las horas de sueño; en este material te contamos el rol de la alimentación antes de ir a la cama.
“La nutrición desempeña un papel importante en el ciclo y la calidad del sueño”, explicó la nutricionista Courtney Coe a Women’s Health. Si bien la última comida no debe ser pesada ni menos ingerirla unos minutos antes de ir a la cama, se recomienda que sea una mezcla entre proteínas, fibras y carbohidratos y que se consuma al menos una o dos horas antes de ir a dormir.
Algunas recomendaciones para comer por la noche son: jugo de cereza, por ser una fuente natural de melatonina (hormona que regula ciclos de sueño), un vaso de leche, es una buena opción para subir los niveles de serotonina y por ende relajar el cuerpo. Otro aliado es el chocolate negro, pues este favorece a un ritmo circadiano equilibrado.
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Ejercicios para combatir el insomnio
Científicos diseñaron una técnica infalible para lograr conciliar el sueño en la noche: se trata del método “4-7-8″ que está respaldado por la Universidad de Harvard. La técnica está basada en una práctica de respiración consciente que permite calmar la mente y fue elaborada por el médico especialista en medicina integrativa de la Universidad de Harvard, Andrew Weil.
Este ejercicio de respiración implica cerrar la boca e inhalar de forma silenciosa por la nariz durante cuatro segundos, sostener la respiración durante siete segundos y exhalar por la boca durante ocho segundos suspirando fuerte. Lo ideal, según la investigación de Harvard, es practicar tres ciclos seguidos. La técnica de respiración tranquiliza de manera natural el sistema nervioso.
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