Virgen de los Milagros: una mística historia inspiró las esculturas gigantes de Ricardo Núñez
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Por Valentina Jara.
Tres esculturas gigantes de la Virgen de los Milagros de Caacupé acompañarán este año la peregrinación del 8 de diciembre. Una imagen de 12 metros estará en la rotonda de la Villa Serrana, cuya habilitación está prevista el 28 de noviembre; otra de 10 metros se apreciará en el Tupãsy Ykua, y la de 8 metros irá a Tobatí. Son creaciones del artista cordillerano Ricardo Núñez, quien compartió con el diario La Nación/Nación Media sobre la experiencia mística que influyó en este proceso creativo, así como su sueño de crear un futuro ícono de 50 metros para honrar la veneración mariana.
“Estuve en la compañía Rosado de Tobatí un tiempo trabajando y los vecinos comentaban que siempre había avistamientos de una Virgen o novia. Con el señor para el que trabajaba estuvimos hablando y le queríamos hacer un panteoncito o un lugar de oratoria, algo chiquitito”, comentó el artista a LN sobre sus intenciones de plasmar la leyenda del pueblo en una escultura.
Sin embargo, aún no sabía que estaba a un paso de vivir la experiencia que lo inspiraría a desarrollar su gran proyecto: “Un día fui de pesca a Arroyos y Esteros y, al pasar por Tobatí, vi esa imagen cerca del arroyo, y parecía traer algo como una cantarilla o cántaro en sus manos. No me asusté, al día siguiente fui junto al señor y le dije que había que hacer algo”.
El artista expresó que, luego del encuentro, se dispuso a hacer una escultura de lo que observó en el terreno donde estaba trabajando. “Es un lugar donde siempre hay turistas, fui y busqué una piedra para colocar la imagen arriba de ella. Empezamos la construcción y, desde hacer el rostro, fue impactante. Fue mi primera escultura y se hizo conocida gracias al renombre de mis anteriores trabajos”, comentó a La Nación.
Ricardo Núñez, destacado pintor y artista plástico que reside en la compañía Hugua Guazú, de la localidad de Caraguatay (Cordillera), se encuentra trabajando en diferentes proyectos de esculturas. Su obra está caracterizada por la apreciación a la cultura y las raíces nacionales, aunque estas creaciones gigantes, junto con el arte, suponen un acto de servicio y adoración a la Virgen de Caacupé.
Foto: Gentileza
“Un milagro vuelto realidad”
Luego de cumplir con una creación en honor a la visión que había vivido en Tobatí, esa obra empujó su visibilidad y le abrió las puertas para el proyecto de las vírgenes gigantes: “Era una escultura chiquita nomás, pero le quitaron una foto y llegó a manos de las autoridades locales, no sé cómo. En un evento, el gobernador (de Cordillera) se me acercó, me preguntó si era el famoso artista plástico y luego me comentó que quería realizar un proyecto conmigo para Caacupé”, relató Núñez sobre su primera conversación con el gobernador Denis Lichi, quien lo impulsó a materializar su gran obra.
Además, Núñez afirmó que siempre quiso hacer una imagen de la Virgen de Caacupé, por lo que enseguida comentó a Lichi su idea, quien la aprobó de inmediato para luego pasar a la fase de trabajo. Actualmente, por pedido de las autoridades del departamento de Cordillera y la Diócesis de Caacupé, él y su equipo se encuentran realizando varias esculturas de la Virgen a ser instaladas en los alrededores del departamento.
La figura, a ser inaugurada el 28 de noviembre, ha sido hecha enteramente de cemento, lo que según sus colegas artistas representaría un desafío. Sorprendentemente, para Núñez no representó un problema y, en sus palabras, es “un milagro vuelto realidad”. El escultor destacó la participación de sus compañeros de trabajo: “Parece mentira, justo me tocó el mejor pintor, el mejor arquitecto, los mejores en todo”. También resaltó y valoró el impacto que generó su arte, que fue una revolución a lo largo del país, brindándole aún más oportunidades.
Por último, reveló que tiene como objetivo retratar el rostro de la virgen mariana más grande del mundo, superando la imagen construida en Catamarca (Argentina), y aseguró que el Paraguay tiene mucho para mostrar y dar a través del arte, la fe y la cultura religiosa. El monumento a la Virgen del Valle, de 52,42 metros de altura (equivalente a un edificio de más de 10 pisos), fue inaugurado el 2 de setiembre pasado, en cercanías de la localidad turística de El Rodeo.
Juan Pablo Pistilli presenta la exposición “Volavérunt”
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Verónica Torres Colección de Arte presenta la exposición “Volavérunt”, una muestra individual del artista Juan Pablo Pistilli, con la curaduría de Ángel Luis Carmona. Se trata de un conjunto de obras que, reflexionan sobre el vuelo, con esculturas en movimiento y una dinámica coreográfica de bandadas de pájaros. La inauguración se realizó el jueves 10 de julio en el Paseo de las Artes del Shopping Mariscal, en Asunción.
Las piezas presentan una variada gama de trabajo en metal, que utiliza ampliamente los contrastes de texturas, que van desde el pulido brillante hasta la grumosa rugosidad del óxido. Es bien conocida la preocupación de Pistilli por los temas ecológicos y su pasión por representar animales en movimiento, en esta ocasión ha dado el paso de traspasar la representación del movimiento a generar el movimiento mismo: varias de sus esculturas son en realidad balancines que no solo representa, sino que actúan el movimiento.
Complementariamente, la exposición incluye trabajos de la línea más conocida de su producción, como el pájaro arpa (maqueta), homenaje al pájaro campana y las figuras que desdoblan mariposas y pájaros como mirándose a sí mismas en el espejo. “Volavérunt” pasado del verbo volar en latín, hace referencia tanto al huidizo movimiento de las bandadas a las que hace homenaje y al título utilizado para uno de sus grabados, por el artista Francisco de Paula Goya, al que la exposición rinde homenaje.
Evocación de un abrazo inolvidable: diez años de la visita del papa Francisco
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Una emotiva ceremonia marcó ayer la apertura de la muestra fotográfica y objetos utilizados durante la inolvidable visita del papa Francisco al Paraguay, hace una década atrás.
Fotos de Matías Amarilla
Al recordarse una década de la histórica visita del papa Francisco a nuestro país, se dio ayer apertura de una muestra fotográfica, que incluye 50 fotografías de diferentes momentos de la agenda papal, y de diferentes objetos que fueron utilizados por el santo padre durante su estadía en el suelo paraguayo. Uno de los objetos emblemáticos que se encuentra en exhibición es el papamóvil que lo traslado durante los tres días que duró su periplo por Paraguay. Esta exposición fue habilitada en la Iglesia de La Encarnación, de Asunción.
Como parte de esta agenda de actividades conmemorativas, hoy se realizará una misa conmemorativa, a las 11:00, en la Catedral Metropolitana de Asunción, ubicada sobre Cordillera del Amambay y Paraguayo Independiente. Asimismo, habrá otra celebración religiosa en la Capilla San Juan Bautista del Bañado Norte, lugar que visitó el papa Francisco hace 10 años.
Periodistas que compartieron el viaje con el papa por países de Latinoamérica como Ecuador, Bolivia y Paraguay también relataron ayer sus experiencias. El evento contó con presencia de autoridades y representantes de la Iglesia, además de invitados especiales. El canal GEN realizó una cobertura completa de la ceremonia.
Integrantes del Grupo Escolta Presidencial, quienes fueron parte del equipo que se encargó de custodiar al santo padre y el papamóvil, recordaron la experiencia y todo el trabajo que representó esta visita. A la tarde se dio un espacio de micrófono abierto para que las personas interesadas puedan también compartir sus anécdotas.
Cincuenta fotografías de reporteros paraguayos forman parte de la colección exhibida
TRES DÍAS INOLVIDABLES
Durante tres días, el pueblo paraguayo vivió en la cúspide de su religiosidad, demostrando su amor hacia el papa Francisco, quien llegaba a nuestro país un 10 de julio de 2015, iniciando así una maratónica visita que marcaría para siempre el corazón de los paraguayos.
Con una imagen sencilla y un mensaje de unidad llegaba a suelo guaraní el líder de la Iglesia católica, quien fue recibido por una delegación ansiosa de mostrar la devoción y el amor, los cuales se vieron reflejados en cada detalle del recorrido programado para aquella ocasión.
Se estima que más de 2.000.000 de personas fueron a verlo, ya sea en las calles, en las misas programadas o durante sus recorridos, ya que su carisma y el mensaje de amor hacia los paraguayos hacían aún más cercano al sumo pontífice.
El canal GEN realizó una programación especial en directo desde La Encarnación
Y esa cercanía no solo fue una impresión que dejaba aquella visita, sino que se convirtió en una realidad que cientos de paraguayos pudieron vivir, ya que el sumo pontífice, además de aquellas reuniones y eventos pautados, buscó poder llegar hasta aquellos que más lo necesitaban: los enfermos, los desvalidos, los más humildes y los jóvenes. En aquella visita se vio al papa Francisco compartir con los niños enfermos, sus familias y los médicos en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu; visitó los hogares del Bañado Norte y compartió en una enorme cancha de arena un momento de oración y bendición. En la basílica de Caacupé se vivió un momento cúspide cuando no solo tuvo un encuentro íntimo con la Virgen, sino que elevó al santuario de la santa madre a basílica, luego de oficiar una multitudinaria misa en la explanada, llegando con su mensaje a miles de paraguayos.
Su encuentro con la sociedad civil en el Estadio Leon Condou, su visita a la Fundación San Rafael donde compartió con los enfermos y desvalidos, la misa multitudinaria en el parque Ñu Guazú y su paso por la Costanera de Asunción demostraron el interés del santo padre de que todos tengan un lugar en la sociedad, siendo cada ciudadano igual de importante.
Gran cantidad de personas acudió a la muestra
“Hace diez años el Paraguay ha estado en la mira del mundo y ha vivido una de sus páginas más hermosas, más solemnes, de mayor armonía entre toda la sociedad. La Iglesia y el Estado y toda la sociedad civil”, expresó el monseñor Edmundo Valenzuela durante un acto de conmemoración de la fecha.
El mismo aprovechó la oportunidad para recordar al sumo pontífice como un hombre que buscaba la unidad y el respeto, procurando siempre trabajar para el bien de todos, entregando siempre un mensaje de unidad y amor a través de una iglesia abierta y sinodal.
“Todo esto ha sido también una expresión de empuje evangélico de la presencia del papa Francisco, a quien recordamos y por quien rezamos, por su eterno descanso, agradecidos porque al visitar al Paraguay lo dio a conocer al mundo entero”, remarcó.
La visita del papa Francisco marcó un momento histórico para el Paraguay
VISITA AL BAÑADO
En conversación con La Nación/Nación Media, el padre Alberto Luna, quien se encontraba en el comité organizador de la visita del papa al Bañado, recordó que si bien los trabajos se manejaban de manera interinstitucional, también los pobladores de la zona se vieron sumamente involucrados.
Aceptó que si bien el prejuicio que existía hacia la zona en algún momento fue motivo para cuestionar la organización de la visita, tras la llegada del papa Francisco cualquier duda se disipó, ya que el ambiente vivido solo se puede describir como alegre y lleno de esperanzas.
Objetos religiosos utilizados por Francisco también fueron exhibidos
“Su visita fue muy buena, la gente se sintió valorada, respetada, querida, y más porque se trataba de una persona que es una figura universal para la Iglesia católica y que venga junto a nosotros, en nuestro barrio; ese hecho mismo, junto con su actitud sencilla y abierta, fue el mayor mensaje”, comentó el sacerdote.
El mismo recordó que el papa Francisco compartió con los pobladores e inclusive les exteriorizó su felicidad por poder compartir con ellos en su propio hogar y en su comunidad, dejando un mensaje de lucha y resistencia para cada uno.
“Cuando me dijeron que el papa vendría aquí, no creí… me parecía imposible que algo así pase, una persona tan importante como el papa en mi casa, pero después dije ‘¿por qué no vendría a mi casita humilde, pero llena de amor?’ y llegó hasta acá, compartió con nosotros y hasta tomó mi mate”, comentó doña Asunción en conversación con La Nación/Nación Media.
Con gran entusiasmo y lágrimas en los ojos, doña Asunción revivía la emoción que sintió al ver al sumo pontífice llegar a su hogar, degustar el desayuno, pero sobre todo compartir con calidez y amor con cada uno de los presentes, a la par de orar por la salud de ellos y sus familiares.
Sin duda alguna, la presencia de Francisco en tierra guaraní marcó para siempre a quienes pudieron vivirla y palpitarla momento a momento, escuchar sus palabras y acoger en sus corazones un mensaje de amor, unión y apertura, características que sin duda alguna describían a la perfección la vida y el trabajo del papa latinoamericano.
El CCDL inaugura mañana la muestra “Fauna sin techo”
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Ana Carina Aranda, Jazmín Jara, María Teresa Recalde, Mavi Servín, Marijó Veiga y Martín Spinzi protagonizan esta nueva propuesta artística.
Este domingo 13 de julio, el Centro Cultural del Lago de Areguá habilita una exposición colectiva bajo el título “Fauna sin techo” del que participan los artistas Ana Carina Aranda, Jazmín Jara, María Teresa Recalde, Mavi Servín, Marijó Veiga y Martín Spinzi. La muestra quedará oficialmente abierta en un acto programado para las 11:00.
Sobre la temática que desarrolla esta nueva experiencia artística, la directora del emblemático establecimiento cultural, Ysanne Gayet, refiere que el objetivo es llamar la atención sobre los millones de animales, de todos los tamaños, desde el insecto más pequeño hasta el tatú bolita y el yaguareté, que, por la caza indiscriminada, la triste deforestación y el “progreso” del ser humano, han quedado sin su “hogar”.
“Cuando vemos pasar una bandada de loritos verdes o un tucán por los cielos de la ciudad y sus alrededores, quizás en esos segundos paramos para preguntarnos a qué se debe que están ahora acá. La respuesta más evidente para mí es que ellos también están en la búsqueda de un techo”, dice la artista y promotora cultural.
Creación de Jazmín Jara
LOS EXPOSITORES
Ana Carina Aranda, artista plástica autodidacta de estilo naif, cuenta que presenta una obra que retrata una cruda y grave realidad social paraguaya: el excesivo cultivo de soja transgénica. Por su parte, Jazmín Jara enfoca en su trabajo “la situación actual de nuestras especies silvestres, la pérdida de hábitat y la intromisión de especies exóticas de fauna y flora que las van desplazando cada vez más”.
Entretanto, María Teresa Recalde (Matt), reconocida por el deslumbrante cromatismo de sus cuadros de estilo Naif o ingenuo, dice: “Que el techo sea el cielo sin límites con los hermosos atardeceres que Dios nos regala. Valoremos la hermosa creación, que no sea invisible a nuestros ojos”. Martín Spinzi también forma parte de esta muestra. Es un pintor autodidacta con un estilo naif que retrata fauna, flora e iglesias coloniales paraguayas. “El ser humano, en su afán por el dinero, podrá dañar, maltratar la naturaleza, pero jamás derrotarla, esta se adaptará por su naturaleza infinita”, sostiene al hablar sobre el hilo conductor de “Fauna sin techo”
Pieza de Martín Spinzi
Titiritera y artista plástica, Mavi Servín destaca sobre su obra que “el arte aquí no representa un bosque devastado ni una fauna ausente. Representa un gesto cotidiano, simple y luminoso que nos recuerda que quien aprende a cuidar lo frágil también puede cuidar el planeta”. Finalmente, la artista y educadora Marijó Veiga entiende que “podemos moldear nuestras acciones cotidianas para vivir en armonía con la naturaleza que aún resiste, y que aún espera”.
Emoción y color en la atmósfera onírica de la pintora Carla Ascarza
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Gentileza
La artista llama realismo lírico a su búsqueda, la transmisión con imágenes de sentimientos profundos e incluso valores. “Quiero transmitir la esperanza, la vitalidad, el misterio, la gratitud”, cuenta de sus bellas artes.
“Defino muchas de mis obras dentro del realismo lírico porque habitan una frontera entre lo real y lo simbólico”, cuenta Carla Ascarza. “Me interesa representar escenas, personas y objetos que existen, pero llevarlos a otro plano a través de la atmósfera, la paleta y la composición”, define.
Plástica de importante trayectoria, sus cuadros de la serie “Mensajeros” abordan lo mítico y lo tangible de los mainumby, colibríes que llevan y traen luces, colores, reflexiones.
“En esa transformación se produce el lirismo: lo que está cargado de emoción, de memoria, de misterio. La pintura me permite decir lo que no cabe en la literalidad. Puedo usar una figura humana o un objeto cotidiano, pero los rodeo de elementos poéticos para que emerjan como visión, como huella sensorial”, apunta.
Entiende al color como un comunicador eficaz. “Es una herramienta de intuición y también de resistencia: en un contexto como el nuestro, donde tantas veces se impone la opacidad, defender el color es también defender la vida”.
–¿Cuál fue el disparador de la colección “Mensajeros”?
–El disparador fue una vivencia íntima y una necesidad interior de nombrar lo intangible. Los colibríes llegaron a mí como metáfora de aquello que no permanece, pero deja huellas. En “Mensajeros” no los represento solo como aves, sino como símbolos de lo etéreo, de lo que se posa apenas en la conciencia. Ellos son portadores de mensajes del alma: la fugacidad del instante, la ligereza de lo esencial, la belleza que no se impone, pero transforma. La serie nace del deseo de capturar esa sutileza y convertirla en color, en forma, en presencia.
“Colibrí”. De la serie “Mensajeros”“Colibrí”. De la serie “Mensajeros”
NARRANDO LO INVISIBLE
–En tus series anteriores se ve una búsqueda por retratar la escena cotidiana, los rostros cercanos. ¿Cómo vas volcando a los lienzos tus inquietudes? ¿Seguís un plan?, ¿pintás lo que te es urgente?
–Trabajo a partir de una urgencia interior. Hay veces en que una imagen se instala en mi cabeza y no me suelta hasta que le doy cuerpo en el lienzo. A veces es un rostro anónimo que encuentro en una fotografía o una escena callejera que me golpea. No siempre tengo un plan estructurado, pero sí una búsqueda constante: la de narrar aquello que suele pasar desapercibido. Lo invisible, lo que no está en los titulares. Pinto para dar visibilidad a lo común, pero con una carga simbólica profunda. En ese sentido, la serie “Contramundos” fue muy significativa: cada obra fue una pequeña crónica visual del Paraguay contemporáneo.
–Contanos un poco más de tu relación con el color. ¿Cómo decidís ese universo personal?
–El color para mí es emoción. Es lenguaje puro. Muchas veces dibujo con el color. Nunca lo uso de manera literal. Mi paleta se construye a partir de lo que siento, de lo que quiero provocar. La realidad ya tiene sus propios tonos, pero el arte me permite alterarlos, amplificarlos, volverlos signos. A veces un verde ácido, un fucsia estridente o un naranja encendido no tienen lógica si uno los mira desde lo mimético, pero sí si los entiende como pulsaciones anímicas. Pinto desde el color porque él habla más rápido que las palabras.
–También abordaste lo abstracto. ¿Cómo fue ese recorrido?
–Lo abstracto fue, en mi caso, un espacio de liberación. Al principio, mi obra estaba más centrada en el retrato y la escena figurativa, pero la abstracción me permitió explorar otros caminos: el gesto, la mancha, el ritmo. Fue como quitarme las palabras de encima y quedarme solo con la voz. Me interesa lo abstracto cuando nace de una pulsión verdadera, cuando no es solo una estética, sino una necesidad de expansión. Algunas obras de transición en mis series combinan ambos lenguajes: hay figura, pero también hay fuga hacia lo simbólico, hacia lo que no puede decirse con formas reconocibles.
CREAR CON HONESTIDAD
–Fuiste premiada y tu obra se exhibió en el exterior. ¿Cómo sigue ese camino?
–El reconocimiento que recibí en Moscú con “La dulcera”, obra de la serie “Contramundos”, fue muy importante para mí. No solo por el premio en sí, sino porque visibilizó una escena local que muchas veces queda relegada. Esa obra nació de una historia real, de una mujer que vendía dulces de mamón en Garibaldi. Yo la fotografié, hablé con ella, le comenté sobre mi trabajo, compré sus dulces, le solicité permiso para fotografiarla y luego la convertí en símbolo. Fue mi forma de hablar sobre la desigualdad, sobre la cultura del consumo, sobre lo invisible. A partir de esa experiencia se abrieron otras puertas, pero más allá de lo institucional, lo que me mueve es seguir creando con honestidad. Hoy me interesa explorar más a fondo las narrativas indígenas, la memoria colectiva, los ritos del presente. El camino sigue desde ahí.
“La dulcera”. De la serie “Contramundos”
–¿Cómo ves la plástica nacional?, ¿qué cosas destacás de este presente?
–La plástica nacional es profundamente valiente. Está llena de artistas que, a pesar de contextos hostiles, producen con una potencia conmovedora. Pero no puedo dejar de señalar la precariedad estructural en la que trabajamos muchos de nosotros. Los materiales son carísimos: un solo tubo de óleo, un pincel profesional, un lienzo, representan una inversión enorme. Muchos colegas pintan en condiciones mínimas, con recursos limitados y aun así construyen discursos estéticos de gran profundidad. Falta apoyo sostenido, políticas públicas reales, espacios de visibilidad. Aun así, el arte persiste. Se renueva, se reinventa. Destaco sobre todo el trabajo de mujeres artistas, de jóvenes que se animan a experimentar, de quienes cruzan el arte con la militancia, con lo social, con lo comunitario. Es un momento duro, pero fértil. Y estoy convencida de que el arte seguirá abriendo caminos, aunque tenga que hacerlo con las uñas. La plástica paraguaya está viva. Y lo está no por el mercado, sino por la urgencia expresiva de sus creadores.
–¿Cuál es tu materia pendiente en la plástica?
Siento que una de las búsquedas más importantes que tengo como artista –y también como ser humano– es profundizar en el compromiso del arte con las causas humanitarias. Vivimos en un mundo profundamente desigual, herido, con pueblos que luchan por su derecho a existir, a hablar, a vivir. Mi materia pendiente no es una técnica, ni siquiera una exposición; es usar cada vez con más claridad mi voz visual a favor de la vida. Me interesa cada vez más vincular mi obra a causas sociales, a los pueblos indígenas, a la defensa del planeta, a la memoria colectiva. Para mí, el arte no debe ser indiferente. Tiene que incomodar, abrazar, iluminar, conmover. Y ahí está mi tarea pendiente: seguir encontrando lenguajes que acompañen y denuncien. Que no se queden en lo estético, sino que toquen lo ético.
NARRAR DESDE OTRO LUGAR
Carla Ascarza estará exponiendo en la muestra colectiva “Sinergia, arte femenino en diálogo con la memoria urbana”, que abre el próximo 15 de agosto a las 19:00 en el Espacio Cultural Staudt, sito en Iturbe 333 casi Mariscal Estigarribia. Expondrá allí en conjunto con Norma Annicchiarico; Gloria Valle y Osvaldina Servián.
Vale recordar que Carla, además de artista plástica, es también comunicadora.
–¿Qué facetas de la expresión potencia la pintura?, ¿qué cosas permite expresar más allá de las palabras?
–La pintura es, para mí, el lenguaje donde lo no dicho se vuelve posible. Como comunicadora, valoro el poder de la palabra, pero sé que tiene límites. Hay experiencias que no se traducen fácilmente: el dolor ancestral, la belleza inexplicable, la rabia callada. La pintura me permite explorar dimensiones expresivas que la palabra, por momentos, no alcanza. Pero, como comunicadora, siempre he sentido un fuerte compromiso con la narrativa: contar historias, dar sentido, transmitir lo profundo de lo humano. En mi obra, esa narrativa se vuelve visual, simbólica, sensorial.
–Se sigue contando, descubriendo…
–Pinto no solo para emocionar, sino también para contar. Cada personaje, cada escena, cada fragmento de color tiene una historia detrás. La pintura potencia esa posibilidad de narrar desde otro lugar, de dar cuerpo a relatos que a veces no encuentran espacio en los medios tradicionales. Y me permite también generar otra temporalidad: la del silencio, la contemplación, el tiempo detenido que exige una imagen. La narrativa visual que construyo desde el arte es una extensión de mi voz como comunicadora, pero una voz que a veces se vuelve más poderosa, más ambigua, lo que es fundamental para interpelar al otro. La pintur a abre un campo de significación que no pretende cerrarse . Y en eso me siento profundamente libre.
Carla Ascarza, artista
BREVE BIO
Carla Ascarza es licenciada en Artes Visuales por el Instituto Superior de Artes Verónica Koop con la puntuación summa cum laude. Cuenta con un masterado en Antropología Social por la Universidad Católica de Asunción y especializaciones en antropología de la salud y derechos humanos. Dentro de su formación artística estudió en programas y talleres en la Escuela de Bellas Artes, talleres libres de Olga Blínder, Edith Jiménez, Lisandro Cardozo, Vicente Duré, Luis A. Boh y Jo Oliveira. Fue becada por el maestro Livio Abramo como asistente en sus talleres de línea y color.
Cuenta con numerosas exposiciones colectivas nacionales e internacionales. Entre las más recientes se mencionan Muestra Kuña Mbarete Rembiapo, Sala Jacinto Rivero, Centro Paraguayo Japonés (2025); Muestra Ñepyrumby, Apart Hotel Maison Suisse (2024); Muestra Apertura de ciclo. Casa Hassler, San Bernardino (2024); Muestra Incondición Interior, Centro Cultural Manzana de la Rivera (2023).
Obtuvo el Primer Premio de Pintura en el XII Festival Mundial de Bellas Artes VERA, Moscú, Rusia. Año 2017. Representó a Paraguay en la muestra internacional Passion Art Barcelona. Sus cuadros también representaron al país en muestras en Nueva York (EE. UU.), Canberra (Australia) y Seúl (Corea).