- Madrid. Europa Press.
La presencia de hongos y moho en los alimentos es un problema frecuente que puede comprometer su seguridad y calidad. Factores como la humedad, la temperatura y el almacenamiento inadecuado favorecen su desarrollo, acelerando el deterioro de frutas, verduras, pan y otros productos.
Sin embargo, evitar su aparición es posible con ciertas precauciones. En este sentido, el cocinero y divulgador Heinz Wuth, conocido en TikTok como @soycienciaycocina, ha compartido un método sencillo para prevenir la proliferación de moho en los alimentos y conservarlos en buen estado por más tiempo.
Uno de los principales errores al guardar comida es no utilizar recipientes herméticos. Estos envases son esenciales para evitar la presencia del aire, que favorece a la proliferación de microorganismos. Además, es importante llenar el recipiente al máximo, ya que el espacio vacío también acelera este proceso. “Por eso, al ir consumiendo, es recomendable reducir el tamaño del recipiente”, argumenta el cocinero.
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Al guardar alimentos, especialmente cuando están calientes, es común que se produzca condensación en el interior del recipiente. Esta humedad favorece el crecimiento de los microorganismos por lo que sí se aprecia condensación tras unas horas, es recomendable secar el interior del envase. De esta manera, se elimina un factor que facilita la proliferación de moho.
Si un alimento ya contiene moho visible, se debe descartar. Los hongos no solo afectan a la parte visible, sino que suelen dejar residuos que contaminan el resto del mismo. En el caso de que un envase haya estado en contacto con un producto contaminado, es recomendable “lavar y aplicar alcohol una vez seco se puede volver a utilizar”, asegura Wuth.
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Instan a atender las espinas del pira caldo, en auge por el frío
Más allá de su sabor y de cómo sea cocinado, comer pescado entero comúnmente representa un riesgo para las personas ya que este alimento posee una gran cantidad de espinas que, de no ser retiradas correctamente y ser consumidas por accidente, podrían poner en peligro alguna zona del recorrido digestivo, desde la garganta hasta el ano.
El Instituto de Previsión Social (IPS) publicó una nota para advertir sobre la necesidad de tomar los cuidados necesarios, ya que las espinas afiladas pueden perforar el esófago, el estómago o el intestino, permitiendo que bacterias y otros contenidos del tracto digestivo se filtren al espacio circundante, causando infecciones graves. En algunos casos, una espina grande puede causar obstrucción del tracto digestivo, dificultando la alimentación o la respiración.
El doctor Félix Ibieta, experto en endoscopia digestiva, describió un caso complejo de un paciente de 70 años que llegó al Hospital IPS Ingavi con un diagnóstico de ingesta de cuerpo extraño. El paciente había comido un caldo de pescado y sintió que una espina se le había quedado atascada en la garganta, lo que le causaba mucho dolor y dificultad para tragar incluso líquidos, lo que le producía mucha incomodidad.
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La situación requirió que se le practicara una endoscopia digestiva alta para extracción del cuerpo extraño. El equipo quirúrgico fue conformado por la médica residente de quinto año, Leticia Álvarez; la anestesióloga Liz Carreras Candia; el médico de endoscopia, Félix Ibieta Galarza; las licenciadas María Deidamia Villalba Martínez y María Graciela Torres, así como la licenciada Liz Ferreira, circulante de quirófano.
Actualmente el paciente se encuentra estable en sala con cuidados de antibiótico para el alta en las próximas horas. El doctor Ibieta manifestó que en este tipo de situación la atención médica oportuna y adecuada es fundamental en casos de ingesta de cuerpo extraño, ya que puede prevenir complicaciones graves.
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Cortes de asado bajaron en junio por menor demanda, pero otros aumentaron
El precio de la carne tuvo en junio una variación promedio de -1,3 % con respecto a mayo, debido a marcadas reducciones en los cortes para asado, con menor demanda luego de los días patrios, de acuerdo con el Banco Central del Paraguay (BCP). No obstante, cortes como la carne molida, carnaza de segunda y el puchero de segunda, aumentaron más del 2 %.
Los cortes de carne tuvieron en junio comportamientos mixtos en sus precios, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la banca matriz. La variación en promedio fue de -1,3 % comparando con el mes anterior, pero los cortes de carne acumulan una variación promedio de 7,4 %. En términos interanuales, la diferencia de precios es del 22 %, es decir, mayor que en junio de 2024.
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La carne molida es el corte que mayor porcentaje de incremento tuvo con el 2,5 % con respecto al mes anterior. Le sigue el puchero de segunda con 2,2 %, la carnaza de segunda con 2,1 %, la carnaza blanca con 1,7 %, el puchero de primera con 1,3 %, el peceto con 1,0 %, entre otros.
Reducción
El informe del BCP señala que los cortes de asado tuvieron una importante variación a la baja en comparación con mayo, pero con variaciones interanuales importantes de hasta el 26 %, al igual que el resto de los cortes vacunos.
“Las principales reducciones se observaron en aquellos cortes relacionados con el asado. Por el peso, la incidencia y la importancia relativa que tienen en la canasta llevaron a una reducción en el componente agregado de la carne vacuna en torno al 1,4 % mensual. Esta variación no implica que los precios se encuentren baratos ni en niveles bajos en ninguna circunstancia”, dijo al respecto Guillermo Ortiz, director del Departamento de Índice de Precios de la banca matriz.
Desde la institución mencionaron que esta variación negativa se debe a una menor demanda de estos cortes luego de los feriados y los días patrios celebrados en mayo.
En ese sentido, el corte que mayor variación tuvo fue la costilla de primera con -6,7 %, seguido de la costilla de segunda con -6,5 %. El vacío tuvo una reducción del -3,4 %, mientras que falda -2 % y la tapa cuadril -0,2 %, en comparación con mayo.
Precios mixtos en la canasta básica
De acuerdo con el BCP, el 45,4 % de los productos de la canasta tuvieron una variación positiva en junio con respecto al mes anterior, porcentaje que se ubica por encima del promedio histórico total. Los productos que más subieron en el sexto mes del año fueron algunos del rubro frutihortícola, como la acelga, que varió 42,9 %.
La lechuga y el locote verde aumentaron 26,7 % y 15 %, respectivamente, mientras que el café torrado subió 3,3 % y el instantáneo 1,8 %, entre otros productos.
En contrapartida, la banca matriz observó reducciones mensuales en productos como la banana con -19,7 %, la zanahoria con -17,9 %, el tomate con -12,4 %, huevos con -3,7 %, entre otros.
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La “piedra angular” para prevenir enfermedades cardiovasculares
El estilo de vida y la dieta son la “piedra angular” para prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducir sus factores de riesgo, siendo necesarios no solo los avances científicos y tecnológicos, sino que se debe tener como base la intervención individual y comunitaria, tal y como se desprende de un documento presentado ayer jueves por la Sociedad Española de Asteriosclerosis (SEA).
En los últimos seis años se han publicado más de 8.200 trabajos sobre dieta mediterránea, lo que ha permitido “perder el mito” de que solo las dietas bajas en grasa son buenas, tras lo que el presidente de la SEA, Carlos Guijarro, ha resaltado que España cuenta con el “privilegio de la cultura” de la dieta mediterránea, que sí es rica en grasas, y que es el “patrón idóneo” para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El médico de familia y miembro de la SEA Carlos Pascual ha resaltado que el aceite de oliva virgen extra es la grasa “más saludable” por sus beneficios a nivel cardiovascular, mientras que ha recomendado no usar los aceites de girasol, maíz o soja. Según el texto presentado, es aconsejable consumir cinco raciones al día de frutas y verduras, siendo preferible su variedad y que sean tanto de temporada como de proximidad, de forma que se reduzca su huella de carbono.
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En cuanto a las patatas, deben servirse en platos mixtos con verduras, carnes o pescado hasta tres veces por semana; los cereales refinados, como el pan o el arroz blanco, han tenido controversia por aumentar el índice glucémico, pero, si se combina con otros alimentos, esto no ocurre por producirse una más lenta absorción, por lo que es “absolutamente recomendable” tomarlos acompañados.
Los frutos secos deben consumirse a diario o, al menos, tres veces por semana por una cantidad de 30 gramos o “lo que quepa en tu puño”, aunque siempre crudos y sin sal, pues permiten reducir el riesgo cardiovascular y son una fuente de proteínas y grasas saludables. El consumo de pescados y mariscos, por ser “muy ricos” en ácidos grasos y otros nutrientes, pueden ser consumidos hasta tres veces por semana, siendo recomendable que dos de estas raciones sean pescado azul, y en sustitución a la carne.
La guía también recoge la recomendación de dos raciones diarias de lácteos, tanto desnatados como enteros, y evitando los azúcares añadidos. A pesar de que los zumos de fruta sin azúcares añadidos gozaban de “mala” fama, ahora se ha demostrado que no son nocivos. En cuanto al cacao, es importante fijarse en que tenga una presencia de al menos un 70 por ciento, recomendando hasta 30 gramos diarios del mismo; los especialistas han considerado igualmente beneficioso tomar hasta cinco tazas de café al día, sin azúcar añadido.
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A pesar de las grandes controversias que ha provocado el consumo de huevos en los estudios, cocinarlo con aceite no se relaciona con un mayor riesgo cardiovascular y, si bien la yema tiene mucho colesterol, “no es tan nocivo como se pensaba”, y se trata de una fuente de proteína y de otros nutrientes de “primera calidad”. Legumbres como las alubias, los garbanzos o las lentejas, que son alimentos tradicionales en la cocina española, aportan beneficios a la salud cardiovascular si se consumen entre dos y tres veces por semana.
En el caso de las carnes, estas pueden consumirse hasta cuatro veces por semana, aunque han recalcado que es preferible la carne blanca a la roja, y retirando “toda la grasa que se pueda”. Además, han desaconsejado el consumo de embutidos y otros productos ultraprocesados. Del mismo modo, las nuevas carnes vegetales siguen siendo alimentos procesados, por lo que no están recomendados y “de momento no están considerados saludables”.
Esta recomendación se relaciona con la sal, que es uno de los alimentos que más influyen de forma negativa en la salud cardiovascular, razón por la que han aconsejado limitar su uso a cinco gramos diarios, además de promover alternativas como el zumo de limón, hierbas aromáticas, especias o ajo.
Si bien han desaconsejado el consumo de las bebidas alcohólicas por ser perjudiciales, sí han señalado que bebidas fermentadas como la cerveza o el vino son los menos dañinos para el organismo, siempre en consumo moderado y recalcando que el mejor consumo “es cero”.
El documento también deja “malparadas” a las bebidas azucaradas, pues incrementan el riesgo de obesidad, diabetes y de las enfermedades cardiovasculares; sustituir estas bebidas por aquellas con cero azúcar en favor de edulcorantes tampoco es beneficioso, destacando que también aumentan el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiovasculares.
Huella de carbono
Por su parte, el investigador emérito IDIBAPS Emilio Ros ha reseñado que “seguir una dieta vegetariana o de base vegetariana, como la mediterránea, puede reducir la huella de carbono en un 10 por ciento”, además de permitir alimentar “a mucha más gente” con las mismas superficies de cultivo. Ros ha citado un estudio de ‘Lancet’ que coloca a España como el país con mayor protección de esperanza de vida para 2040, algo que ha relacionado con el seguimiento de la dieta mediterránea.
Según el mismo texto, el factor dietético con mayor responsabilidad de fallecimiento por cualquier causa a nivel mundial es la ingesta excesiva de sal (tres millones), seguida de la baja ingesta de cereales integrales (tres millones), la baja ingesta de fruta (2,5 millones), una dieta baja en frutos secos y semillas (2 millones), una dieta baja en verduras (1,5 millones) y un bajo consumo de pescado (1,5 millones).
Por último, ha aseverado que la Inteligencia Artificial puede “revolucionar” las ciencias de la nutrición, y es que el desarrollo de aplicaciones de reconocimiento visual podría detectar de forma “inmediata, precisa y completa” de todos los alimentos y nutrientes de la dieta, incluso en platos combinados.
Fuente: Europa Press.
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El dato que muchos desconocen: qué pasa con la grasa cuando se adelgaza
Una de las consecuencias más evidentes de perder peso en la báscula es la reducción de grasa corporal. Pero ¿qué ocurre exactamente con esa grasa? ¿A dónde va? ¿Se transforma en energía? ¿Se elimina por el sudor o la orina? Aunque existen muchos mitos al respecto, la ciencia lo tiene claro: gran parte de la grasa que perdemos la acabamos exhalando al respirar.
La bióloga y divulgadora en redes sociales Mafer (@virtualdiva en TikTok) ha explicado este proceso en un vídeo con tono claro y didáctico. Y aunque parezca sorprendente, su explicación tiene todo el respaldo de la bioquímica: cuando perdemos grasa, la mayor parte se transforma en dióxido de carbono (CO2) que eliminamos a través de los pulmones.
En condiciones normales, el cuerpo utiliza la glucosa como principal fuente de energía. Pero cuando entramos en déficit calórico -es decir, cuando consumimos menos calorías de las que gastamos-, el organismo empieza a tirar de sus reservas. Y esas reservas, explica Mafer, son principalmente grasa acumulada en el tejido adiposo.
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Ahí es donde comienza el cambio metabólico: las moléculas de grasa (triglicéridos) se descomponen en componentes más simples, como glicerol y ácidos grasos, que viajan por la sangre hasta las células que necesitan energía. Es entonces cuando se inicia un proceso complejo de reacciones químicas conocido como betaoxidación, que culmina en la producción de tres cosas:
CO* (dióxido de carbono), que se elimina al respirar
H*O (agua), que se elimina por la orina, el sudor o incluso la respiración
ATP, la molécula energética que permite que el cuerpo funcione
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¿Por qué creemos que sudamos la grasa?
Mafer pone un ejemplo muy gráfico: una sola molécula de grasa con 16 átomos de carbono puede generar hasta 106 moléculas de ATP, 16 de CO* y 46 de agua. Es decir, la grasa no “desaparece” ni se convierte en músculo, sino que se transforma en energía y subproductos que el cuerpo elimina.
El dióxido de carbono, que se genera como parte del proceso, pasa a la sangre, llega a los pulmones y se expulsa al exhalar. Así que, cuando haces ejercicio o estás en déficit calórico, una parte de la grasa que pierdes literalmente la estás “respirando” fuera de tu cuerpo.
Uno de los mitos más extendidos es que la grasa se pierde a través del sudor, cuando en realidad el sudor solo refleja la pérdida de agua para regular la temperatura corporal. Aunque parte del agua generada al metabolizar la grasa sí puede salir por el sudor, la verdadera vía mayoritaria es la respiración, como explica un estudio publicado en 2014 en la revista médica The British Medical Journal, por los investigadores Ruben Meerman y Andrew Brown, que calcularon que más del 80% de la grasa perdida se exhala en forma de dióxido de carbono.
Fuente: Europa Press.