El sábado 4 de diciembre del 2021, Guaraní ganaba 2-0 en su cancha a Cerro Porteño y se consagraba campeón del torneo Clausura. Sin embargo, hubo un giro brusco y otro fue el desenlace. El arquero argentino Gaspar Servio (31 años) fue expulsado sobre la hora por “hacer tiempo”. El defensor Marcos Cáceres fue improvisado en la portería, recibió dos goles para el empate y fue Cerro Porteño el campeón, incluso jugando con diez jugadores en Dos Bocas.
Ese fue el peor día en la carrera de Gaspar Servio, quien asumió su error, pero debió marcharse de Guaraní.
“Para mí fue un golpe duro, uno de los peores de mi carrera. El más perjudicado de todos fui yo. Perdí mi lugar en el club, perdimos un torneo. El estrés que tuve, sanar llevó su tiempo. Sicólogos, charlas, apoyarse en la familia”, confesó Servio, nuevo arquero de Tacuary, quien estuvo de visita en los estudios de “Versus radio”/ Nación Media.
Gaspar Servio visitó los estudios de Versus Radio/Nación Media.FOTO:NADIA MONGES
MARCOS CÁCERES
El golero negó una pelea en vestuarios con su compañero de entonces Marcos Cáceres, quien cubrió el arco en su lugar. “En el fútbol se habla muchísimo, Marcos (Cáceres) fue la persona que más me brindó su apoyo. Cuando estaba por ir de vacaciones me mandó un audio de cinco minutos. Fue un error del fútbol, se intentó sacar ventaja y salió mal. Pedí disculpas en el vestuario”, agregó el hoy nuevo jugador de Tacuary.
EL ÁRBITRO
Su contrariedad tras aquel episodio quedó marcada con el árbitro Giancarlos Juliadoza, quien lo expulsó, al igual que su compañero Roberto Fernández. “Con el único que me voy a quejar es con este tipo, quien dirigió el último partido (Juliadoza). Fue un partido picado como una final”, aseguró Servio.
INSOSTENIBLE
Su continuidad en Guaraní se hizo insostenible después. “En ese momento, el club deseaba que yo salga, tampoco iba a continuar donde no querían contar conmigo. Tenía ofertas para salir”, lamentó. Tuvo charlas y quedó en buenos términos la relación con el presidente de aquel entonces Juan Alberto Acosta, con quien acordó su salida para evitar males peores tras lo sucedido.
David Ojeda le muestra la tarjeta roja a Gaspar Servio. El arquero asegura que en ningún momento le faltó el respeto ni lo insultó.FOTO: CAPTURA DE VIDEO
La polémica arbitral se volvió a instalar tras otra nueva fecha del torneo Apertura. El partidazo entre Guaraní y Libertad, con victoria 1-0 del Gumarelo, se cerró con la insólita expulsión del arquero y capitán del Aborigen, Gaspar Servio, por una discusión con el árbitro David Ojeda.
Fue en el tramo final del partido, cuando los hinchas de Guaraní comenzaron a encender fuegos pirotécnicos, se paró momentáneamente el partido y el juez se acercó al arquero a pedirle que calme a los aficionados.
“Cuando empiezan los fuegos artificiales va y el árbitro me busca como capitán, pero ya venía con la amarilla en la mano. Me dijo que yo era el encargado de frenar a la gente como referente y capitán. Me amonesta y me hace un gesto como ‘listo’ y ahí le respondo: ‘¿Qué querés que haga, David? Yo no puedo hacer nada’”, mencionó Servio en contacto con Versus radio/Nación Media.
Agregó que en ningún momento le faltó el respeto ni lo insultó al árbitro y las imágenes de la televisión así lo demuestran.
“A partir de ese momento me enfoca la cámara de frente, eso es lo bueno, porque es la única manera que tengo de defenderme, además de los audios. Yo en todo momento le dije: ‘¿Qué querés que haga?, llamá a la policía’, y ahí me expulsa”, se defendió.
“Me respondió varias veces: ‘Usted es el referente y capitán del equipo y encargado de calmar a la gente’. Yo en el medio de las bengalas no puedo hacer nada. En todo caso se hace un llamado a través de los altavoces y si no se calma la gente, se suspende el partido”, reafirmó.
PASO DE FACTURA
En otro momento, Servio manifestó que su expulsión fue una vendeta de los árbitros. “Sé cómo se manejan los árbitros acá. En algún momento me la iban a devolver que yo haya salido a hablar, siento que es un paso de factura”, acusó.
“Se la guardan y luego se te vienen. Son rencorosos, lo dijo Chiqui (el técnico Francisco Arce) en su momento, que son rencorosos”, agregó.
Finalmente, Servio mencionó que ya habló de lo ocurrido con miembros de la Comisión Directiva de Guaraní y que presentarán su descargo ante la APF, teniendo en cuenta que como capitán, recibirá una sanción mínima de dos partidos. “Me dijeron que iban a presentar una nota (por su expulsión)”.
MÉNDEZ Y UN FALLO CLAVE
José Méndez, árbitro
La primera gran polémica arbitral se dio en la segunda fecha con José Méndez como protagonista. Sucedió en los minutos finales del partido que Cerro Porteño le estaba ganando 1-0 a Sportivo Luqueño en el estadio Luis Salinas de Itauguá. Prácticamente en el minuto final del partido se produjeron dos laterales sucesivos a favor de la visita. El segundo de ellos terminó en el empate auriazul. Méndez no advirtió que el lateral se había ejecutado mucho más adelante (unos 20 metros) de donde salió la pelota, e incluso antes de que el anterior traspasara la línea. Cuentas afines al club azulgrana lo demostraron incluso con videos. Como el VAR no contempla revisiones en jugadas de este tipo, el gol fue validado porque el juez autorizó su ejecución. Su falla fue determinante y reconocida incluso por la propia Dirección de Árbitros en su análisis arbitral semanal. A consecuencia de eso, Méndez ya no fue designado en ninguno de los partidos de las fechas 3 y 4.
LA ROJA A GUSTAVO MORÍNIGO
Gustavo Morínigo, técnico de Sportivo Luqueño
Otra situación polémica se dio en el final del duelo Luqueño-Olimpia en Itauguá. El partido entró en un clima tenso por muchas acciones en las que estuvo involucrado el árbitro Carlos Paul Benítez. Nuevamente los pasapelotas de Luqueño fueron protagonistas cuando tiraron la pelota dentro de la cancha en dos ataques de Olimpia y al momento de la lesión de Marcos Gómez, cuando forcejearon con los médicos franjeados. Esto motivó que Benítez expulsara a dos de ellos. De todas formas, su polémica decisión se dio al final del partido cuando también expulsó al debutante técnico auriazul, Gustavo Morínigo. “Al terminar el partido, entré a la cancha y le saludé a Carlos Paul Benítez. Le dije, ‘profe, vos ya no cambiás más’, por su forma de arbitrar, automáticamente me expulsó. Yo no le hablé de forma despectiva. Me respondió que no soy nadie para decirle eso. El asistente me dijo que (Benítez) estaba nervioso”, afirmó el DT a la 1080.
La llegada de jugadores con categoría como Fernando Fernández y William Mendieta fortalecieron las virtudes del plantel de Guaraní, que arrancó con el 100 % de efectividad en los tres encuentros para comandar el torneo Apertura.
Uno de los responsables del gran momento es el portero Gaspar Sergio, de gran regularidad en el arco aborigen. El controvertido arquero contó que “la vida me ha dado más golpes que alegrías. Hoy ya soy papá y debo marcarle el camino a mi hijo”, destacó en conversación con Versus de Nación Media.
El primer paso para mejorar es reconocer los errores y Gaspar tiene esa virtud. “No soy un ejemplo, tengo mis cosas y trato de cambiarlas con el tiempo”, ilustró.
Mantener el arco en cero, tener el control del balón en los momentos críticos y convertir las ocasiones generadas, hacen la diferencia para ganar los partidos. “En lo defensivo trabajamos mucho. En un torneo muy competitivo, tener el arco en cero es fundamental y si tenés un delantero como Fernando Fernández, te garantiza de que podés ganar. A partir de ahí construimos estos tres partidos, una buena defensa y contundencia arriba”, resumió Gaspar.
El guardameta igualmente valoró la jerarquía de William Mendieta, especialmente para que maneje el tiempo y poder descansar con la pelota en los momentos complicados.
Guaraní enfrentará en su cancha a Libertad el domingo a las 20:30 y Servio entiende que este juego “aún no define nada”. “Es una medida para saber para qué estamos. Tenemos que ir partido a partido y ser superiores a los rivales”, se mostró confiado el capitán aborigen.
Expulsan a miembro del PCC detenido en Amambay y que era requerido por justicia brasileña
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Este jueves, la Policía Nacional concretó la expulsión de un ciudadano brasileño que contaba con mandato de prisión en su país. Este hombre fue detenido en Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, y sería miembro del grupo criminal denominado Primer Comando Capital (PCC).
Se trata de William Pereira Soares, de 37 años, quien estaba refugiado en una vivienda en la citada ciudad y que fue allanada ayer miércoles. Este hombre fue detenido en Brasil, pero se habría fugado mientras estaba internado en un hospital del estado de Paraná y huyó hacia PJC.
El detenido cuenta con un frondoso prontuario en el vecino país, entre ellos por homicidio, tráfico de droga, tenencia ilícita de arma de fuego, amenazas, asociación criminal, daños, robo, alteración de marca de identificación de vehículos, lesiones y entrada de aparatos celulares a prisión.
“William Pereira Soares, de 35 años, cuenta con mandato de prisión pendiente en su país de origen e infracción a la ley migratoria. La expulsión fue realizada a través de la Dirección Nacional de Migraciones, siendo entregado a la Policía Militar de Brasil, dentro del marco del acuerdo de cooperación internacional”, confirmaron desde la Policía Nacional.
El procedimiento de expulsión fue desarrollado por personal del departamento Contra el Crimen Organizado Regional de Pedro Juan Caballero, así como también del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y Grupo Táctico Lobo. El hombre fue detenido ayer miércoles en una lujosa vivienda ubicada sobre las calles Ramón Gill Sánchez y Pablino Cristaldo.
En Guaraní significó un golpe muy fuerte quedar sin posibilidades de seguir en la Copa Sudamericana, no solo por el lado deportivo, sino que además se perdió la ocasión de alcanzar unos buenos dólares que le iban a venir muy bien a las raleadas arcas del club.
El verdugo del Legendario fue Luqueño, que volvió a repetir la victoria en el campeonato Apertura, que desembocó en el despido del técnico Lucas Bovaglio. Ayer el capitán Gaspar Servio, en conferencia de prensa expresó su disgusto por el presente poco auspicioso: “Todo el plantel se encuentra dolido porque se fue un técnico. Significa que tenemos que seguir mejorando. Nosotros hacemos autocrítica puertas adentro, cada uno de los jugadores del plantel sabe en lo que tiene que mejorar”.
Ahora el objetivo de la plantilla es ir al todo o nada por los títulos de los torneos locales. “Tenemos un solo objetivo y está muy claro; enfocarnos en el plano local y pelear en los puestos de arriba. Hay que hacer las cosas bien”.
En cuanto al equipo que jugará frente a Trinidense está descartado Walter González, quien padece de un desgarro muscular. Y se apresta a dirigir el técnico interino, Claudio David Vargas, mientras se concreta la contratación del nuevo entrenador que estaría entre Francisco Arce y Gustavo Florentín.