• Por Juan Vicente Duarte
  • Periodista – Nación Media

Si Libertad debe pren­derle velas a alguien, ese debe ser a Oscar “Tacuara” Cardozo. El his­tórico delantero de nues­tro fútbol le dio la victoria a Libertad sobre Tigre casi en el último suspiro de un par­tido complicadísimo para el Gumarelo. El 2-1 abriga más que nunca la esperanza de la clasificación para el cuadro de Daniel Garnero, que ahora deberá ir a buscar el resultado en condición de visitante.

El partido arrancó con una dinámica interesante por parte de ambos equipos, pero las llegadas punzantes del cuadro argentino fueron más efectivas e hicieron tam­balear a la defensa gumarela. Fue así que a los 7′ el para­guayo Braulio Armoa convir­tió para la visita, pero fue anu­lado a instancias del VAR, por una mano previa.

La dinámica impuesta por el Gumarelo se fue dilu­yendo con el correr de los minutos. El golpe a golpe le vino mejor al cuadro argen­tino. La única ocasión clara de gol en el primer tiempo llegó a través de los pies de Lorenzo Melgarejo, que reci­bió una perfecta habilitación de Sanabria, pero su remate cruzado se fue besando el palo izquierdo.

Sin embargo, Tigre mos­traba lo suyo y tuvo su pre­mio sobre los 35′, cuando una perfecta habilitación de Menossi encontró la dia­gonal de Armoa, que definió cruzado ante la marca de Bar­boza, dejando sin chances a Silva. Golazo.

Libertad cambió el chip en el segundo tiempo. Y no tardó en activar otra dinámica dife­rente. Fue así que a los 50′, Tito Villalba, tras una serie de rebo­tes, habilitó a Melgarejo, que emparejó todo con remate seco desde el corazón del área.

Parecía cantado el segundo gol del Guma, incluso el pro­pio Melgarejo se lució con otro tanto, que fue anulado por una leve posición ade­lantada del “10″ gumarelo.

Sin embargo, el partido estaba reservado para el goleador. Sí, para Tacuara Cardozo, quien ingresó en reemplazo de Roque Santa Cruz para poner justicia. Sobre el final, tras un cen­tro de Piris, conectó un gran cabezazo para poner el 2-1.

¿Lo mereció Libertad? Sí, por lo que hizo en el segundo tiempo. Ahora tendrá que ratificar lo hecho en la revancha en Buenos Aires, exacta­mente en una semana.

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