Ayer domingo, el presidente Santiago Peña formó parte del programa “Almorzando con Juana”, participando de una mesa abierta con la conductora Juana Viale y los periodistas invitados Eduardo Feinmann, María Belén Ludueña, Ángel Etchecopar y Rodolfo Vera Calderón.

El mandatario habló de aspectos tratados en la reciente reunión con su par argentino, Javier Milei, aparte de destacar la relación más productiva que logra construirse entre Para­guay y Argentina.

“Hay una gran sintonía con Javier Milei. Este fue el ter­cer encuentro desarrollado y hablamos muy largo sobre la agenda bilateral. Nos hemos comprometido a trabajar jun­tos y conversamos sobre las responsabilidades que tene­mos en este mundo tan com­plicado en que, aparte de resolver nuestros problemas internos, debemos estar jun­tos en los temas políticos en los cuales las ideologías hacen mucho daño, y eso lo entende­mos Milei y yo”, expresó Peña.

El mandatario resaltó la coincidencia existente con el gobernante argentino en torno a las intenciones para terminar con la ideo­logización de las relaciones diplomáticas trabajadas en periodos administrativos anteriores de ambos países. Al respecto, Feinmann des­tacó lo que se puede apren­der de Paraguay como refe­rente, resaltando cómo se ha ordenado políticamente y se ha fortalecido por su estabi­lidad económica y monetaria.

“Hace 20 años que nosotros dijimos ‘basta’ porque no podemos estar pendientes únicamente de lo que pasa en Argentina o Brasil. Empe­zamos a bajar los impues­tos, fortalecimos al Banco Central del Paraguay y pusi­mos límites al gasto público. Ahora, con Argentina, los pro­blemas datan de varios años, no hay nada nuevo, pero mi impresión es que Milei está en el camino correcto, pero ojalá que la sociedad lo pueda acompañar porque todo esto requiere de esfuerzos y costos por absorber”, comentó el pre­sidente paraguayo.

Peña recordó que la corrup­ción sigue siendo un pro­blema endémico, reco­nociendo la necesidad de alcanzar mayores resulta­dos en términos de trans­parencia. Por otra parte, lamentó que en el nombre de la pobreza y la política se cometan barbaridades, siendo la población una de las principales víctimas, por lo cual recordó que desde el país se trata de apostar por factores fundamentales como brindar más dinero en el bolsillo a los poblado­res y generar más fuentes de trabajo.

“Sin embargo, la educación no es una educación de cali­dad y esa es la realidad. Lo mismo en salud, por eso una gran cantidad de paraguayos recurren al sistema sanitario argentino y hay que recono­cerlo”, manifestó. Con res­pecto a los desafíos regiona­les, habló de lo que aún figura como materia pendiente: la hidrovía Paraguay-Paraná.

“Yo veo para Sudamérica que la hidrovía puede llegar a con­vertirse en uno de los prin­cipales elementos de integración y desarrollo. Sobre eso, lamentablemente aún no nos miramos como una región, pese a que el Merco­sur ha hecho muchos avan­ces, pero destaco las conver­saciones que voy teniendo al respecto con el Gobierno argentino; hay una visión compartida con el presidente Milei y estoy convencido de que encontraremos un punto en común”, dijo.­

• POR RICARDO RIVAS
• Corresponsal en Argentina
• X: @RtrivasRivas

La primera semana del presi­dente electo argentino, Javier Milei, presenta aristas para nada novedosas pero preocu­pantes por la falta de espaldas políticas que consoliden su liderazgo. La más relevante de ellas -carencia de fondos públicos- el mandatario ele­gido la repite con frecuen­cia. “¡No hay plata!”. Y desde esa perspectiva queda claro que el objetivo principal en esta etapa es el de ordenar las cuentas públicas y, para ello, es central la obtención de recursos y diseñar una inge­niería adecuada para transi­tar sin sobresaltos el endeu­damiento fiscal.

El paso siguiente será el de controlar la inflación, evi­tar la hiper, amortiguar la que parece como inevita­ble recesión, poner punto final a la emisión descontro­lada y establecer cuál será el alcance de la devaluación del peso contra el dólar con el que se apuntará a reducir la bre­cha entre la cotización oficial de la divisa norteamericana y las operaciones que se reali­zan en el mercado cambiario informal, ilegal, negro o blue que, en las primeras horas de este lunes, promedia 180%. Para que quede claro, el dólar oficial minorista se transa en $372,50 por unidad, en tanto que el blue cotiza alrededor de los $1.000 por cada billete estadounidense.

Pero para diseñar las posi­bles soluciones a la econo­mía en quiebra de este país, Milei deberá conseguir un alto nivel de gobernanza dada la enorme debilidad política que exhibe el flamante jefe de Estado sin apoyos relevantes en el Parlamento, sin ningún gobernador que acompañe su ideario en provincia alguna, con apenas 2 intendentes en todo el país y una muy volátil opinión pública que –según coincidentes analistas– lo votó con el deseo de poner fin a las dos décadas de hegemo­nía del peronismo kirchne­rista. “No fue voto por amor, sino por espanto”, dijo un alto funcionario gubernamental que parafraseó a Jorge Luis Borges pero exigió reserva sobre su identidad.

De allí que entre las primeras novedades que se conocieron en la semana transcurrida desde el triunfo electoral del pasado 19 de noviembre, las más trascendentes son las que reportan sucesivas renuncias al gabinete nacio­nal del electo de hombres y mujeres a cargos para los que formalmente nunca habían sido designados. A modo de ejemplo vale señalar uno muy ruidoso. El señor Emi­lio Ocampo, desde muchos meses señalado –incluso por el propio Milei– para “cerrar el Banco Central” y avanzar en la dolarización para poner fin al peso argentino que para el entonces candidato liber­tario “no sirve ni para excre­mento”, renunció a esas res­ponsabilidades para las que nunca fue designado formal­mente. Su insistentemente mencionado reemplazante, el economista Demian Rei­del, luego de 36 horas de fama mediática, también perdió lo que nunca tuvo.

Por el contrario, Luis Caputo –exministro de Finanzas y expresidente del Banco Cen­tral durante la administra­ción de Mauricio Macri (2015-2019)– será quien conduzca los destinos de la economía que viene en la Argentina. Según trascendidos en nin­gún momento desmentidos, luego que el presidente Milei le ofreciera el cargo de minis­tro, Caputo consultó con su esposa Ximena Ruíz Hanglin y con su aprobación aceptó esa responsabilidad. ¿Será el ministro de Economía, final­mente?

Una situación similar se veri­ficó con la diputada Carolina Píparo –excandidata a gober­nadora de la provincia de Bue­nos Aires en los recientes comicios– cuyo nombre fue anunciado informalmente para asumir la responsabili­dad de conducir la Adminis­tración Nacional de la Segu­ridad Social (ANSES), que cuenta con uno de los presu­puestos más altos en este país. Píparo, entre gallos y media­noche, fue reemplazada por Osvaldo Giordano, funciona­rio de la provincia de Córdoba, cuya designación tampoco ha sido formal hasta el momento de escribir esta columna.

Como preocupación e inte­rrogante, vale mencionar que no es menor el esfuerzo dialo­gal que el flamante mandata­rio electo deberá realizar con parlamentarios y gobernado­res. En la Cámara de Diputa­dos sólo cuenta con un blo­que propio de 38 integrantes que, sobre un total de 257 no resulta suficiente como para imponer ninguna iniciativa que llegue a la Cámara Baja desde el Poder Ejecutivo. En el Senado de la Nación su capi­tal alcanza a 7 escaños sobre 74. Las reformas que infor­malmente anunció hasta el momento, en muchos casos necesitarán de tratamiento y aprobación parlamenta­ria. Construir consensos no será sencillo. Mucho menos, gerenciar los disensos para que sus amplias iniciativas prosperen.

De allí que entre los aseso­res más cercanos a Milei se proyecta -aunque nadie lo confirma- la redacción de un proyecto de ley ómnibus, así lo llaman, que alcanzará a varias áreas de la administra­ción estatal para avanzar en el proceso de reformas que no podrá ser inmediato y deman­dará tiempo y, tal vez, hasta profundos análisis judiciales para establecer si son consti­tucionales.

En tiempos del expresidente Carlos Menem (1989-1999), también hubo un proyecto con esas características. Sin embargo, cuando el exjefe de Estado lo envió al Parla­mento para su debate y apro­bación, contaba con el acom­pañamiento del peronismo que otorgó legalidad y legi­timidad a esa norma que abrió la puerta a las privati­zaciones de empresas públi­cas como YPF, Aerolíneas, la telefónica estatal y las cajas de jubilaciones y pensiones, por mencionar sólo algunas. La vigencia de aquella Ley de Emergencia con esos respal­dos se prolongó en el tiempo y fue herramienta parcial o total para las gestiones de otros mandatarios peronis­tas como Eduardo Duhalde (2002-2003), Néstor Kirch­ner (2003-2008) y hasta Cris­tina Fernández (2008-2015).

Pero más allá de Javier Milei y sus laberintos, la información cotidiana en la Argentina no deja de dar a conocer noveda­des tan relevantes como sor­prendentes. El presidente saliente, Alberto Fernán­dez –desde muchos meses en silencio profundo y sólo pro­tagonista de acciones proto­colares de alcance internacio­nal– a través de la portavoz presidencial Gabriela Cerruti, dejó trascender que “el mismo día” del recambio presiden­cial –10 de diciembre– viajará a Europa, porque se mudará a España donde tiene ofertas “de varias universidades” para “volver a dar clases”.

Por su parte, sobre el minis­tro de Economía actual, Ser­gio Massa, excandidato pre­sidencial derrotado por Milei, se supo aquí que tres fondos de inversión –uno de ellos el Renaissance Fund– le han ofrecido trabajo al igual que “algunas universidades”. En los dos casos, tales informacio­nes –aunque menores, pero de alto impacto emocional– fue­ron ampliamente comenta­das. “¡Cosas veredes, Sancho!”, dicen que solía decir el caballero Don Quijote de la Mancha a su fiel escudero cuando alguna situación lo sorprendía. Faltan 13 días para que Alberto y Cris­tina finalicen sus mandatos.

El ministro de Econo­mía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Val­dovinos, manifestó que augu­ran una auspiciosa relación bilateral con Argentina, una vez que el presidente electo Javier Milei asuma el cargo el próximo 10 de diciembre. Expresó que está esperando a que se nombre al nuevo minis­tro o ministra de Economía del vecino país para poder conver­sar directamente con él o ella y ahondar en la situación actual de su país; a la vez, trabajar en las relaciones comerciales de los países.

“De todas mane­ras, yo creo que es muy claro qué es lo que se va a buscar en lo económico y no importan los medios, porque lo que se va a buscar es una mayor esta­bilidad macroeconómica en Argentina, y eso es algo bueno para Paraguay. Podemos dis­cutir la receta que se va a usar, pero bueno, esos son diferen­tes tonos de grises, pero yo creo que el objetivo está muy bien razonado”, aseguró en Uni­verso 970/Nación Media.

Mencionó que entre los posi­bles nombres que se manejan para ministro de Economía de Javier Milei es el de Federico Sturzenegger, expresidente del Banco Central Argentino bajo el mandato de Mauricio Macri, a quien elogió por su preparación y con quien man­tuvo varias veces encuentros y conversaciones.

“De los nom­bres más fuertes que se mane­jan figura Federico Sturzene­gger, que es una persona que conozco, es extremadamente preparada, fue mi colega cuando yo estaba en el Banco Central del Paraguay (BCP) y él en el de Argentina. Tam­bién sé que detrás de él hay un equipo de primera. Espe­ramos que esto se materia­lice y creo que sí es él el ele­gido, vamos a tener buenas perspectivas para un trabajo armonioso”, afirmó el minis­tro de Economía.

Milei sumó un total de 14.350.000 votos para alcanzar el triunfo, mientras que Massa solo cosechó 11.384.000.

El triunfo del presi­dente electo argen­tino, Javier Milei, fun­dador del partido La Libertad Avanza, que con el 55,73 % de los votos emitidos se impuso sobre el ministro de Econo­mía, Sergio Massa, de la coa­lición oficialista Unión por la Patria (UxP) que obtuvo el 44,10 % de las voluntades electorales, aseguró que “hoy comienza la reconstrucción de la Argentina”, y consideró que se trata de “una noche histórica” para este país “de tener un presidente liberal libertario”.

El candidato ganador, Javier Milei, asumirá el Gobierno argentino el próximo 10 de diciembre. Será el décimo presidente democrático.

Milei, quien según los datos oficiales del escrutinio pro­visorio que se conocieron en la noche de ayer en la capital argentina, sumó para alcanzar el triunfo un total de 14.350.000 votos, mientras que Massa solo cosechó 11.384.000 de las voluntades electorales, les agradeció “muy especial­mente al presidente (Mau­ricio) Macri (2015-2019) y a la señora Bullrich que gene­rosamente” se sumaron a La Libertad Avanza y envió un claro mensaje a “todos los argentinos de bien” e invitó a todos “a sumarse a la nueva Argentina”.

El flamante mandatario electo le dijo “basta al modelo empobrecedor de la casta”, como él llama a la clase polí­tica y recordó que la Argen­tina “de ser el país más rico del mundo, hoy estamos 130 (en el conjunto de las nacio­nes)” en la que “la mitad de los argentinos son pobres y el 10 % son indigentes”.

Agregó que esta noche “volve­mos a abrazar el modelo de la libertad para volver a ser una potencia mundial” y recordó que “desde mañana, dentro de la ley, todo; y fuera de la ley, nada”, uno de los apotegmas del general Juan Domingo Perón.

Milei, que se presentó ante el público con el ritmo de “Vamos por la glo­ria” interpretada por La Beriso y se retiró del esce­nario con “Se viene el estallido”, de la Bersuit Vergarabat, con sus pala­bras demandó al gobierno del presidente Alberto Fernández “que se hagan cargo” de sus políticas y, antes de despedirse de sus seguidores enfervorizados, lanzó un par de veces su grito de batalla “¡Viva la libertad, carajo!”, que la multi­tud respondió a voz en cuello.

Junto a Javier Milei estuvieron algunos de sus familiares más cer­canos como Karina Milei, su hermana a la que llama El jefe, sus padres y su novia la artista Fátima Flores, de quien se comenta se enamoró el presidente electo, cuando en el teatro, quien será desde el 10 de diciembre venidero la primera dama, imitaba magistralmente a la vicepresidenta Cristina Fernández. Milei nació en Buenos Aires el 22 de octubre de 1970. Es un econo­mista, político y docente argentino, líder del espacio político La Libertad Avanza. Comúnmente es definido por medios de comu­nicación internacionales como un político de extrema derecha, en tanto que medios nacionales argentinos y consultores políti­cos de ese país lo describen como populista de derecha o de dere­cha libertaria. Es seguidor de los postulados formulados por los economistas de la escuela austriaca.