Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)

Entre el 24 y el 27 de noviembre de 1842 fue planteado en el Congreso General Extraordinario en Asunción, el tratado de la Libertad de Vientres, que fue el inicio para cortar la esclavitud en el territorio paraguayo. Sus resoluciones fueron trascendentales para la vida política, económica, social y cultural del Paraguay.

“La Libertad de Vientres significaba cortar la herencia de régimen de esclavitud en todos los niños y niñas nacidos desde el 1 de enero de 1843″, explicó la historiadora Ana Barreto Valinotti, en entrevista con La Nación/Nación Media.

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Esta libertad implicaba que una madre esclava ya no daría a luz a un hijo esclavo y ya no podría ser vendido. “Sin embargo, los llamados en adelante “libertos” debían quedar sujetos al servicio de sus amos hasta la edad de 25 años para los varones y 24 años para las mujeres”, aclaró.

Es así que los niños y niñas que nacieron antes de la entrada en rigor de este decreto podían ser comprados o vendidos, al igual que la madre. “Este decreto establecía que no se podía separar a un lactante de su madre antes de los 3 años y desde los seis años, si la madre debía ser vendida, el amo o ama podía hacer acuerdos con el futuro comprador sobre el destino del chico”, replicó.

Barreto indicó que es difícil pensar que este decreto se haya cumplido con la finalidad de la libertad, ya que mujeres y varones solo podían alcanzar su libertad entre los años 1867 y 1868. En ese periodo hubo la movilización total de la población paraguaya en la Guerra contra la Triple Alianza e impidió esta libertad.

“En este punto se debe señalar que el Estado paraguayo solicitó la entrega de libertos para el servicio de las armas con la posibilidad de remuneración a sus amos, pero casi toda la documentación en el Archivo Nacional menciona que muchos de estos muchachos de 14, 15 y 18 años o más fueron entregados como donación patriótica para ir al frente”, refirió.

Acotó que el historiador Ignacio Telesca señaló que un trabajo de investigación efectuado hace años por José González (estudiante de historia de la UCA) daba cuenta de una población de 9.000 personas afrodescendientes paraguayas entre 1843 y 1867.

Finalmente, recién en 1869 la esclavitud fue abolida, esta a pedido por el gobierno provisorio, aun en plena guerra. El decreto fue confirmado en la Constitución Nacional el 25 de noviembre de 1870. El artículo 25, dice: “En la República del Paraguay no hay esclavos, si alguno existe queda libre desde la jura de esta Constitución, y una ley especial reglará las indemnizaciones a que diere lugar esta declaración. Los esclavos que de cualquier modo se introduzcan, quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio paraguayo.”

“El concepto histórico de esclavitud que involucró en un comercio transatlántico de gran escala a personas nacidas en África está circunscripto entre los siglos XV y XIX y fue en esencia, controlado y dirigido por europeos. La presencia de personas esclavizadas la encontramos en la partida de Don Pedro de Mendoza en el establecimiento de la ciudad de Asunción”, aclaró la historiadora en nuestro medio.

Mencionó que el historiador Guillaume Candela escribió recientemente sobre la vida de dos hombres de origen africano. “La narrativa histórica oficial en el Paraguay no siempre los ha considerado, pero las personas de origen africano, vendidas y compradas, estuvieron desde el minuto cero en la construcción de esto que llamamos hoy Paraguay”, refiere.

Barreto Valinotti explicó que según los censos de la segunda mitad del siglo XVIII y algunos informes del historiador Ignacio Telesca, en 1682 Asunción tenía 1.120 esclavos (siendo mestizos, criollos y españoles unas 7.500 personas y otras 2.000 indígenas). A estos datos debemos agregar que el obispo Manuel de la Torre señaló sobre la existencia de 3.500 esclavos y Telesca señala que no fueron incluidas unas 2.200 personas esclavizadas que vivían en las estancias de religiosos.

“Hoy no lo imaginamos, pero en el momento de la independencia en 1811 era usual una vida cotidiana asuncena con personas que podían ser compradas, vendidas; con mujeres que parían hijos e hijas en igual condición de esclavitud; con niños y niñas que eran a veces separados de sus padres para ser vendidos, donados, regalados. El comercio de esclavos en el Paraguay incluía la importación y sobre todo, la reproducción natural: todo niño o niña nacido de un vientre eslavo que adquirían la condición”, apuntó en LN.

En Asunción los esclavos eran mayoritariamente domésticos desempeñándose en tareas de cocina, limpieza, lavado y planchado de las ropas; realización de mandados, ejecución a veces de instrumentos musicales o incluso adquisición de algún oficio. En el interior del país se aplicaba ya que los esclavos desempeñaban tareas de ganadería y agricultura.

“Recién durante el gobierno de Carlos Antonio López (1844-1862) se inició el proceso de una transición hacia su completa abolición. Este proceso gradual puede ser entendido en el marco de disposiciones como “la libertad de vientres” en el Paraguay. En Sudamérica la transición de la condición de esclavitud a libertad de las nuevas repúblicas comenzó entre 1811 y 1825, podríamos ver que en el Paraguay fue tardío”, aclaró.

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La historiadora resaltó que hasta la fecha no se sabe la cantidad de personas que quedaron libres tras la abolición de la esclavitud en territorio paraguayo. “Lo que sí es posible ver hoy en día como una herencia que sobrevivió siglos la trata, sigue latiendo bajo la piel morena y alrededor del cabello enrulado de muchos paraguayos y paraguayas”, puntualizó.

• En el año 2018, Ana Barreto Valinotti, junto con el historiador Vicente Arrúa habilitaron la muestra “Los Invisibles”, que planteó la exhibición de documentación del Archivo Nacional referente a la esclavitud y la representación de la vida de las 9 personas que vivieron en calidad de esclavos del matrimonio Martínez Sáenz durante las fiestas patrias de mayo.
• Fue la primera vez que el Museo Casa de la Independencia se centró en la narrativa sobre una población que nunca había sido incluida en los relatos de la historia oficial y para quienes la palabra libertad tardó tiempo en ser alcanzada.
• La muestra fue un gran aporte para la visibilidad pública de una nueva historia donde poblaciones de afroparaguayos han sido incluidas en sucesivos aportes académicos con Josefina Plá, Alfredo Viola, Margarita Durán, Branislava Súsnik pasando por Jerry Cooney, Capucine Boidin, Barbara Potthast, Jan Kleinpenning y más recientemente Ignacio Telesca, Guillaume Candela, Ana María Arguello y Aldo Torres.

La directiva de Olim­pia y el técnico Mar­tín Palermo acorda­ron extender el vínculo con el club y a falta de confirma­ción oficial, se puede dar por hecho que el Titán seguirá como técnico del Franjeado por todo el año 2025. Además, de acuerdo a las informacio­nes, este vínculo será exten­dible hasta el 2026, siempre y cuando se cumplan con los objetivos propuestos.

Palermo asumió a media­dos de febrero de este año en reemplazo de Francisco “Chiqui” Arce, en medio de una notoria irregularidad del equipo y había debutado en la sexta fecha nada menos que en el superclásico ante Cerro Porteño.

Aunque el equipo tuvo un rendimiento regular no logró asentarse y terminó tercero en el torneo Apertura, por detrás de Libertad (cam­peón) y Cerro Porteño (vice­campeón).

Demás está mencionar que el repunte del equipo se dio en este torneo Clausura y, pese a algunos tropiezos, tuvo su corolario el domingo último, con la obtención del título del Clausura en forma anti­cipada, situación que propi­ció la propuesta de ampliar el contrato por un año más, que ahora se habría dado.

Por otro lado, el equipo ya está listo para disputar su partido de mañana ante Nacional. El partido tendrá un marco de público a tope en el estadio de los Defensores del Chaco, teniendo en cuenta que ya se agotaron las entra­das que la directiva puso a la venta a mediados de semana.

Más allá de la fiesta fran­jeada, cuya hinchada prepara un recibimiento con mozai­cos y juegos de pirotecnia, el objetivo es ganar, teniendo en cuenta que la Academia es uno de los pocos rivales que pudo vencerlo en este semestre (en la primera rueda y por Copa Paraguay).

La APF también entregará mañana el Trofeo de campeón al capitán Richard Ortiz. Con este logro, Olimpia se aseguró su participación como Para­guay 1 en la fase de grupos de la Copa Libertadores del año que viene y además disputará la Supercopa Paraguay con el ganador de la Copa Paraguay de este año, que disputarán Libertad y Nacional. ­

César Olmedo, una de las jóvenes figuras de Olimpia, retomó los entrenamientos con su club tras estar al servicio de la selección para­guaya en su primera convocatoria. El lateral franjeado, en charla con Ver­sus radio/Nación Media, se mostró emocionado tanto por el llamado de Gustavo Alfaro (no sumó minutos), como el título logrado por el Franjeado, de que fue uno de los artífi­ces, si bien no pudo jugar el domingo pasado ante el 2 de Mayo.

Olmedo no se enteró ense­guida de la consagración del equipo, porque se dio en pleno viaje a Bolivia con la Albi­rroja.

“El pri­mer tiempo pude ver, porque des­pués ya salió nuestro vuelo y ahí dije, si me felicitan allá (llegada a Bolivia) es porque salí campeón, y si no es porque pasó algo, me dije. Saúl (Salcedo) me dijo en el avión que logramos el título. Estaba convencido que sí íbamos a salir campeo­nes, porque había mucha conf ianza en el grupo y sabíamos de lo que éramos capaces”, refirió en relación al título del Clausura.

En relación a su primera con­vocatoria refirió que fue una emoción diferente. “Fue algo inexplicable, porque para eso trabajamos, el sueño y el anhelo más grande que tene­mos los jugadores es defen­der a nuestro país y esta vez se me dio a mí. Me doy cuenta de que soy un privilegiado de estar ahí con mis compañe­ros y compartir con ellos”, remarcó.

Comentó finalmente sobre la charla que tuvo con Gus­tavo Alfaro. “Me dijo que siga trabajando, que en cualquier momento me va a llegar mi momento, es un técnico que le deja en claro a los jugado­res qué es lo que queremos y lo que buscamos, te llega mucho con sus palabras”, sentenció.

Richard Ortiz, capitán de Olimpia, con el que llegó a su título número 10, afirmó que todavía le queda una espinita con el club. “Tengo una espi­nita, quiero ganar la cuarta y luego me puedo retirar como una leyenda. Dios quiera, voy a seguir trabajando para eso hasta que se pueda”, se sin­ceró en charla con la 780.

En otro momento agregó que le gustaría que Roque Santa Cruz vuelva a Olimpia para su retiro. “Si dependiera de mí le traería para que se retire como se merece. Nadie supo lo que pasó, a mí me gustaría que venga, que se retire acá como se merece, es una leyenda, se merece una oportunidad”, aseguró.

Martín Palermo, téc­nico de Olimpia, ofreció una entre­vista para la cadena televisiva de deportes ESPN, donde des­tacó el valor de su primer título logrado como entrenador. El Titán mencionó que esta con­sagración le llena de orgullo y satisfacción.

“Hoy me siento consolidado como entrenador, feliz por mi primer título como técnico, pero la exigencia está todos los días. Mirá que salimos campeones, pero el domingo tenemos que ganar. Que una derrota no opaque todo lo que vamos a vivir con el festejo”, mencionó.

Agregó su emoción por el cariño que recibió de la gente desde su llegada al club. “Estoy emocionado, porque fue en tan poco tiempo, y que la gente acompañó, que reconozcan el trabajo de uno. Los primeros meses no fueron fáciles, que­damos fuera de una Copa (Sud­americana), fue un golpe duro, por lo que representa para un club grande, por la exigencia de estar en un torneo interna­cional. Y la gente fue creyendo cada vez más en el equipo y en todo lo que fuimos mostrando partido a partido, hasta llegar a esto”, remarcó el Titán.

Olimpia regresó desde ayer a los entrenamientos con la mira puesta en Nacional, su rival del domingo en Sajonia.

En cuanto al partido del domingo ante Nacional, el club informó a través de sus redes oficiales que las entradas ya están totalmente agotadas por lo que el Defensores del Chaco estará repleto para festejar la conquista del Clausura.