General Caballero de Mallorquín logró anoche una mere­cida y clave victoria de 2-0 sobre Trinidense, que le permite escalar en la tabla y volver a oxigenarse en el promedio.

La intensidad se caracterizó a lo largo del partido. En la primera fracción, las accio­nes de peligro se dividieron frente a ambos arcos, pero fue General Caballero el equipo que tuvo las mejores ocasio­nes, aunque las desperdi­ció todas. El abanderado de turno fue Rodrigo Amarilla, que tuvo tres chances, una de ellas muy clara, donde pecó de egoísmo y definió muy mal, teniendo una última opción de pase.

Trinidense también generó lo suyo, pero muy pronto per­dió a Tomás Rayer por lesión y eso le restó fuerza y sorpresa.

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De todas formas, el Rojo mallorquino, con algunos cambios, volvió a inclinar la cancha a su favor en el segundo tiempo y tuvo su premio antes del primer cuarto de hora. Clemen­tino González peleó por arriba una pelota frontal y la pelota le cayó a Aní­bal Vega, quien habilitó al delantero para que este meta el zurdazo imposible para Samudio.

Ese tanto, lejos de desper­tar a su rival, lo adormeció aún más, porque apenas diez minutos después, tras una gran corrida, Pedro Delvalle sacó el centro al medio que fue desviado por un defensor. La pelota le llegó a Dylan Ver­gara, que remató de primera para vencer nuevamente a Samudio y poner el 2-0.

Ahí terminó por disolverse las opciones de Trinidense que aunque logró el des­cuento con el gol de Char­pentier, lo hizo ya en el aña­dido, por lo que ya no le dio tiempo para intentar la remontada final. Antes los locales tuvieron otro par de opciones más para ampliar el marcador en contragolpes fallidos.

Una victoria merecida de General Caballero, la segunda en el torneo tras aquella que logró también de local, ante Cerro Porteño.

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