El punto es para feste­jarlo con alma y cora­zón. Paraguay fue “ganador moral” ante Bolivia y termina cómodo en zona de clasificación directa a la Copa Mundial 2026 al cerrarse la duodécima jornada de las Eli­minatorias Sudamericanas.

El empate 2-2 tiene sabor a victoria por la valentía de la selección Albirroja. Los gola­zos fueron de Miguel Almi­rón y Julio Enciso, ambos en el segundo tiempo.

El equipo dirigido por el DT argentino Gustavo Alfaro se mantiene invicto bajo su conducción. Se puso huevos, hubo rebeldía en El Alto, a 4.150 metros sobre el nivel del mar, donde también llo­vió y cayó granizo.

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La discreta selección boli­viana tuvo como aliada a la altura en su intención de torcer el trámite, incluso fue favorecido por el flojí­simo arbitraje del uruguayo Andrés Matonte y de todos sus asistentes, quienes con­cedieron un riguroso penal por falta de Gustavo Gómez.

Paraguay fue guapo, se repuso a todas las adversidades, levantó dos veces el mar­cador y hasta pudo ganarlo en la última jugada. Ramón Sosa remató a gol el pase de Julio Enciso y el golero rival voló para evitar la caída en los últimos segundos de los ocho minutos de tiempo agregado.

De entrada, la Albirroja tuvo aproximaciones con Alex Arce, Matías Galarza y Juan Cáceres. Lo más picante fue un potente remate de Diego Gómez, des­viado espectacularmente por el arquero Viscarra.

Un descuido defensivo al cuarto de hora fue fatal. Erwin Vaca tras ganar las espaldas de José Cáceres y anticipándose al cruce de Gustavo Gómez marcó el tanto apertura con potente remate de zurda.

En el segundo tiempo, Miguel Almirón, el mejor hombre albirrojo, puso el empate con potente remate. Robó el balón Antonio Sanabria y el pase previo lo dio Julio Enciso.

Miguel Terceros aprovechó el penal concedido y otra vez adelantó a Bolivia en la parte final. Hubo provocaciones y fue expulsado Diego Gómez estando en el banco.

La magia de Julio Enciso apa­reció a los noventa, esquivó rivales y sacó el potente dere­chazo. Fue un golazo que silenció el ruido del público local, que esperaba entu­siasta el final. Ramón Sosa tuvo el gol del triunfo en el último suspiro, aunque remató bien, la estirada del portero boliviano evitó una histórica victoria guaraní.

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