• POR JUAN VICENTE DUARTE
• Periodista – Nación Media

Olimpia recibió ayer su merecido tro­feo de campeón del torneo Clausura tras dispu­tar su partido ante Nacio­nal, encuentro que terminó empatado 1-1. La estrella número 47 del Franjeado ya es una realidad y el plantel de jugadores, cuerpo técnico y dirigencia celebraron mere­cidamente con su gente, que llenó el Defensores del Chaco por todo lo alto.

La fiesta se armó desde tempranas horas, donde el público franjeado se encargó de darle el color adecuado a una celebración que tuvo sus matices de emoción, como cuando fue exhibido el ya emblemático mosaico en el sector de plateas, a lo que siguió el ingreso de sus jugadores, que se vio enalte­cido por el gran gesto de los jugadores de Nacional, que formaron el pasillo de cam­peón a sus rivales de turno. Sin dudas, un gesto digno de destacar por parte de la Academia, que peleó hasta lo último por un título que se le negó en esta ocasión.

Pero apenas comenzó el partido, Nacional dejó de lado ese gran gesto depor­tivo para convertirse nue­vamente en el rival más exigente de todos los que tuvo Olimpia en el campeo­nato. Porque el equipo de Bernay sacó a relucir nue­vamente sus grandes atri­butos ante un rival al que le tomó su medida. Si bien Olimpia comenzó con bue­nas insinuaciones en algu­nas jugadas con jugadores como Erik López y Rodney Redes, la Academia golpeó con un golazo, principal­mente por su concepción. Jordan Santacruz, tras una corrida por el sector dere­cho, metió el centro por bajo para que Diego Duarte, con toque suave, logre vencer a Olveira.

Olimpia reaccionó como pudo y generó lo suyo. Estaba visto que no estaba dispuesto a dejarse vencer en su día de su celebración. Lo buscó, generó y se amenazó en varias oca­siones, pero el premio le llegó en el segundo tiempo. Ya con algunos cambios y tras una pelota recuperada por Morí­nigo, que metió un centro bajo al corazón del área, llegó al empate. Su autor, Rodney Redes, quien de zurda y en medio de varios defensores clavó la pelota junto al palo derecho del Kili Rojas, que ni siquiera pudo reaccio­nar. El partido estuvo para cualquiera de los dos, pero el resultado se mantuvo hasta el final. Ya después, los jugado­res de la Franja recibieron sus medallas y el trofeo de cam­peón, que cerró una noche de fiesta.

“Esto es increíble poder dis­frutar con toda la gente. El otro día fue emocional, pero esta locura, la verdad es lo que quería sentir, saboreando de este título, especialmente con la familia. Vino mi her­mano, mi señora e hijos. Es una felicidad enorme, porque se sufrió mucho”, expresó emocionado el técnico del Franjeado, Martín Palermo, quien igualmente se refirió al partido ante Nacional. “Se sufrió durante los 90 minu­tos, porque no quería per­der, por lo menos empata­mos y hay que disfrutar el momento”.

El argentino ya aseguró su continuidad en el club y ahora solo resta planificar lo que se viene. “A partir de la semana que viene vamos a estar pendientes de la pre­temporada, del plantel y hoy hay que disfrutar por toda la gente, los dirigentes, los jugadores y la familia”, ade­lantó Palermo.