En un arranque espectacular y gracias a dos goles sucesivos, Sportivo Ameliano consiguió una clara victoria de 3-0 sobre Guaraní, que entró dormido al partido y perdió otra gran chance de ponerse a tiro de la punta.
El primer tanto de la V Azulada se produjo en el primer avance, tras un pase de gran calidad de Giovanni Bogado a Iván Valdez. La definición de este aún fue mejor porque giró y de primera ubicó la pelota a un costado de Giménez.
Guaraní jamás supo asimilar ese tanto y en otra pobre cobertura defensiva tras un córner, el mismo Valdez amplió a dos el marcador. Apenas se jugaban tres minutos.
El intento de reacción del Legendario fue tibio y en otra distracción defensiva, Bogado se avivó en un córner y tras un cabezazo de Samudio, Aarón Páez tomó el rebote para poner el 3-0.
Un disparo de William Mendieta fue lo único que generó Guaraní en esa etapa e incluso gran parte del segundo. Recién en el tramo final comenzó a ejercer un mayor dominio y llegó al descuento por intermedio de Diego Fernández, pero ya su suerte estaba echada. Fue, quizás, la peor exposición futbolística de la era Francisco Arce y lo pagó muy caro. Ameliano, con orden y contundencia, lo sometió a placer y ganó merecidamente.
Humillante y vergonzosa. De esas goleadas que nadie quiere recibir. Así fue la noche de terror que vivió Guaraní en Sajonia en lo que ya es su mayor derrota a nivel continental.
El lapidario y contundente 5-0 que le propinó el modesto Boston River de Uruguay generó indignación en su propia gente, en el cierre de su participación en el Grupo A de la Copa Sudamericana.
El cuadro de Francisco “Chiqui” Arce saltó al Defensores con una posibilidad mínima de clasificación directa a los octavos de final, pero el que parecía ávido de un triunfo fue el cuadro charrúa.
Tras unos tibios intentos del Legendario se vino la debacle defensiva. Porque Facundo Gutiérrez, Juan Gutiérrez y Guillermo López se pasearon entre los defensores aurinegros para cerrar el primer tiempo con un 3-0 contundente. Y, además, con golazos para enmarcar.
De nada le sirvió a Arce hacer cambios en el entretiempo porque la suerte estaba echada en la fría noche. Mateo Barcia, con un gol maradoniano y otra vez López, se dieron nuevamente un festín entre los lentos defensores de Guaraní para ampliar a cinco el marcador. Es más, la cifra pudo ser mayor, pero los uruguayos no la embocaron más de puro milagro.
Pese al resultado, Guaraní quedó segundo por la también goleada (7-0) de Independiente sobre Nacional Potosí y jugará la repesca para intentar clasificar a octavos.
En la fase de grupos de la Copa Sudamericana, este miércoles, se juega la última fecha del grupo A. Guaraní recibe al ya eliminado Boston River de Uruguay; e Independiente de Avellaneda al boliviano Nacional Potosí.
Guaraní debe ganar y esperar que Independiente no lo haga ante el Nacional Potosí para avanzar directamente a octavos de final. De todas maneras, hay buen panorama para llegar a los playoffs, cerrando como segundo de la tabla.
Un empate le privará de ser primero, ya que en la jornada anterior, el Aurinegro cayó 1-0 ante Independiente en Avellaneda, que pasó a liderar la clasificación.
Ya no hay ninguna duda de que Sportivo Ameliano es un equipo temible en su Fortaleza. Recuperada su localía y luego de rescatar un empate ante Cerro en la fecha que pasó, el equipo de Humberto García se anotó otro buen triunfo en su feudo de Villeta. Esta vez, su víctima fue Atlético Tembetary, que no consigue levantar cabeza.
Si bien el primer tiempo fue de pocas acciones para rescatar, fue siempre la V Azulada el equipo que intentó más y el que obtuvo su premio mayor. No obstante, en ese periodo inicial, Ameliano pareció estar atorado en la transición final en su objetivo de romper el marcador.
De ahí que los cambios de su estratega en el segundo tiempo le dieron muy buenos resultados, sobre todo el de Alejandro Samudio, quien fue el responsable de romper la paridad con un potente remate, marca registrada del extremo.
El trámite no varió demasiado porque los locales seguían insistiendo pese al intento de su rival de neutralizar su juego y apostar a un empate.
El que volvió a castigar para sentenciar el juego fue Pablo Adorno, que metido en ataque, sacó el derechazo para vencer a Jorge Chena, que nada pudo hacer para evitar la caída de su arco.
Buen triunfo del cuadro capitalino, asentado ahora en Villeta, para subir en la tabla, y otro duro revés para Tembetary, que no encuentra solución para salir de la zona baja y con el promedio muy complicado.
Guaraní llegó tambaleando, pero con posibilidades hasta el final del torneo Apertura y también está pendiente de su suerte en la Copa Sudamericana.
El cuadro aborigen tendrá una semana especial. Primero con el partido que lo pondrá frente a Boston River, al que debe ganar y esperar que Independiente no haga lo mismo ante Nacional Potosí para clasificar a la siguiente ronda del torneo continental.
Y lo otro, con la definición del torneo Apertura, donde también está obligado a ganarle a Trinidense y esperar una derrota de Libertad ante 2 de Mayo, para gritar campeón. Es decir, puede tener una doble alegría o quedarse sin nada.
“Tenemos el desafío del miércoles y ojalá el domingo podamos coronarnos de la mejor manera. En este último tiempo se siente el cansancio con la doble competencia, pero nos va bien con la rotación y los chicos que están ingresando”, refirió Agustín Manzur, uno de los referentes del equipo que dirige Francisco Arce, en señal de optimismo para lo que viene.
El plantel reanudó sus aprestos ayer y para hoy está marcada otra actividad.