• Fotos: Pánfilo Leguizamón

En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al contralmirante Cíbar Benítez, secretario permanente del Consejo de Defensa Nacional (Codena). El alto mando militar reivindica el papel de las fuerzas castrenses en garantizar un estado de seguridad integral que propicie el desarrollo ante amenazas como el crimen organizado trasnacional y la delincuencia en las penitenciarías.

–¿Podrías hablarnos un poco de lo que es el Codena?

–El Consejo de Defensa Nacional tiene varios componentes, que son el ministro de Defensa, el ministro de Relaciones Exteriores, el ministro del Interior, el ministro secretario de Inteligencia, el comandante de las Fuerzas Militares y su jefe de Estado Mayor Conjunto y el secretario permanente, que tiene a su cargo otra vez una organización pequeña de asesores, directores generales, que es el brazo ejecutivo del Codena. Otra cosa importante no es solamente la composición del Codena, sino cómo cambia en función a las amenazas y tensiones, porque la defensa se construye en función a las amenazas y ahora las amenazas son un poco diferentes o se sumaron otras por lo menos.

–Además, prepararse para la guerra es una condición sine qua non de cualquier república, ¿no?

–Asimismo, está visto que la primera función de la nación organizada es la defensa.

–¿Qué es la seguridad en términos estructurales?

–La seguridad cambia en función de las amenazas. La defensa es la prevención y la consecuencia es la seguridad. O sea, hay un entendimiento un poco distorsionado de que la seguridad pareciera que corresponde a la policía y la defensa de los militares, y en realidad nada más lejos de lo que debe ser.

Contralmirante Cíbar Benítez, secretario permanente del Consejo de Defensa Nacional (Codena). Foto: Pánfilo Leguizamón

COMPLEMENTARIEDAD

–Las nuevas tendencias como el crimen transnacional y las mafias en las penitenciarías provocan que la doctrina de la seguridad no sea dejar sola a la policía encargándose de todo este asunto, ¿no?

–Justamente ese es uno de los criterios de la filosofía del gobierno del presidente Santiago Peña, la complementaridad de las instituciones de defensa y también la interagencialidad de que todos deben de alguna forma colaborar. Algo que me parece que es muy importante es que aquello que se llamó en principio Plan Estratégico de Defensa y Seguridad hoy día se llama Plan Estratégico de Seguridad para el Desarrollo. Se sacó la palabra defensa y es como para entender un poco mejor esa cuestión de que la defensa la hacemos todos y la consecuencia es la seguridad.

–¿Cuál es el resultado esperado por el cual se incluye el concepto de desarrollo dentro de este nombre?

–El primer documento referencial es el Plan de Desarrollo 2030, o sea que queremos una condición de seguridad para tener ese desarrollo que todos necesitamos. Otra cosa fundamental es lo estratégico porque justamente la estrategia tiene esa capacidad de ir cambiando las decisiones de acuerdo a la oposición que tiene uno del otro lado. Para que haya estrategia tiene que haber una oposición humana, una voluntad que se oponga a lo que yo quiero para obtener esa seguridad.

SEGURIDAD INTEGRAL

–¿Por qué la penitenciaría, que tendría que ser un resguardo de personas que incurrieron en un delito o en un crimen, se convierte en un problema de seguridad para el resto de la comunidad?

–Esa seguridad grande del Estado nosotros le llamamos seguridad integral, que incluye la seguridad ciudadana o el orden público. O sea, que es mucho más amplio, y el concepto de defensa también es amplio en el sentido de que, por ejemplo, una maestra que está en los límites territoriales de nuestro Estado hace defensa al tratar de ganar ese sentido de pertenencia de nuestro Estado, sentido de pertenencia de la nación guaraní, que es probablemente lo fundamental para iniciar y obtener objetivos comunes. La defensa hacemos todos con presencia de las Fuerzas Armadas siempre. Ese es el límite para decir “hasta aquí llegamos a la cuestión de defensa”.

–Y el tema de las penitenciarías ¿por qué es una cuestión de defensa?

–Porque es una extensión del crimen organizado transnacional, el narcotráfico, aquel que normalmente se conoce como microtráfico, que es una extensión del tráfico grande.

–¿Qué lecciones dejó el operativo Veneratio sobre cómo tendrían que ser esos abordajes de futuro?

–Yo creo que la lección mayor es que se puede trabajar con dos instituciones que normalmente eran casi antagónicas. Me refiero a las Fuerzas Armadas y la Policía. Cuando cada uno se dedica a lo que sabe hacer y se trabaja con ese sentido de complementaridad funciona y Veneratio fue como una sinfonía, no hubo una nota discordante con la presencia justamente de este factor de las comunicaciones, que fue absolutamente cooperante en eso.

–¿Cómo el Estado monitorea las diferentes tensiones que existen entre las distintas formas de criminalidad?

–Todos los delitos se complementan y no podemos decir que armatráfico es una sola cosa, que el contrabando es una sola cosa o que el crimen organizado es una sola cosa. Aprovecho para decirte que esta cuestión del tráfico de estupefacientes es el peor delito que existe hoy día. Corrompe todo lo que hay, corrompe a las instituciones, a las personas, pone en prueba a todo el mundo por la inmensa cantidad de dinero que genera. Es una economía marginal a la economía nacional normal. Por eso es que seguimos con estas cuestiones que aparentemente no tienen nada o mucho que ver con la defensa. Esta cuestión de las penitenciarias y el narcotráfico.

COOPERACIÓN

–¿Cree que la cooperación con los países limítrofes, en especial Brasil, es óptima o cree que hay camino por recorrer todavía?

–Siempre hay algo que mejorar, pero es casi óptima la relación que hay con Brasil y Argentina en este trabajo que es común. Por eso también es importante decir que la seguridad no es ni externa ni interna. La seguridad es única, la seguridad es una condición necesaria para el desarrollo y también hoy día no existen amenazas enteramente internas o enteramente externas. El crimen organizado transnacional es muy elocuente en este aspecto.

–¿Cómo se está avanzando en el control del tráfico aéreo?

–Hay una decisión política del presidente de la República de apostar por la seguridad para el desarrollo con ese propósito. La compra de los Super Tucanos es parte de esto, la gestión de adquisición de radares como sensores también es parte de esto. Hay una aceleración de parte del Brasil para proveernos lo antes posible y esperamos que el próximo año, en mayo o junio, podamos tener eso. Y los radares también se está tratando de acortar el tiempo de entrega del primer y segundo radar, que ya está en proceso también.

–Aún estamos muy influidos por los temores del estronismo, por lo que de tanto en tanto sigue surgiendo aquello de que los militares no se pueden meter en la seguridad interna. ¿Qué es lo que responde la nueva doctrina a ese tipo de objeciones?

–Y que necesariamente las Fuerzas Armadas tienen que ser funcionales al Estado, en términos de que tienen que ser útiles al propósito del Estado y no podemos estar esperando que esto suceda ante la amenaza externa exclusivamente. Y también otra vez con ese criterio de complementariedad las Fuerzas Armadas pasan a ser un remedio más potente al trabajo de la Policía. No sería nada racional dejar ese elemento que también sirve para esta amenaza y se necesita muchísimo profesionalismo para eso, para ser cada uno dentro de su esencia, que es lo que estamos haciendo ahora. La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) juega un papel importantísimo en todo esto. Otra de las amenazas es la corrupción.

–¿Hay un elemento de coordinación con instituciones como el Ministerio del Interior y las Fuerzas Militares?

–Totalmente. A eso se refiere el trabajo de la Secretaría Permanente, porque es el elemento ejecutivo de ese Consejo de la Defensa Nacional, que es un órgano consultivo del presidente de la República en tema de defensa y seguridad. La Secretaría Permanente del Codena tiene la misión de coordinar todas esas instituciones. Hay que saber que cada una de las instituciones tiene sus propios problemas, tensiones, amenazas y direccionarlas un poco para trabajar todos juntos es un tema desafiante y cuando se logra es muy eficiente.

"Necesariamente las Fuerzas Armadas tienen que ser funcionales al Estado, en términos de que tienen que ser útiles al propósito del Estado", afirmó el contralmirante Cíbar Benítez. Foto: Pánfilo Leguizamón

UNA GRAN PROBLEMÁTICA

–¿Cómo están viendo este desafío de una presencia fuerte de la drogadicción en los segmentos más jóvenes de la población?

–Hay un plan que se conoce como Sumar, que tiene tres caminos a seguir. Yo creo y debo decir que es el primer gran problema que tenemos, la drogadicción de estos jóvenes. El ministro del Interior suele decir que son 90.000 o 100.000 los llamados chespis solamente aquí alrededor de Asunción y eso es un ejército que apeligra día a día y que debe ser combatido. Las penitenciarías son un punto de distribución y de encuentro y de muchas cosas. Por eso uno de los desafíos y uno de los ejes es la seguridad penitenciaria y se va a seguir trabajando en eso con todo.

–¿Cómo se hace para intervenir en casos en que haya niños involucrados?

–Nosotros tomamos esto como señales estratégicas y ahí otra vez el Plan Sumar está trabajando muchísimo en eso. A nosotros particularmente nos toca una parte, que es la previsión, y finalmente la represión. Es un poco difícil decir eso, pero hay que decirlo. Estas cuestiones de los plantíos de marihuana que se tienen. Ni siquiera es la mafia, porque la mafia tiene códigos, y el bandidaje que existe alrededor de eso es impresionante por la cantidad de dinero que genera y tal vez valga insistir un poco en esto de la inversión de los 500 millones de dólares. No es un gasto realmente, sino una inversión. Hay estudios científicos que dicen que lo que reditúa un dólar en defensa reditúa siete en desarrollo en el sentido de que permite ese desarrollo. El Brasil dice uno a siete, hay otros que dicen uno a once cuando se invierte en seguridad.

–¿Cómo ayudó Veneratio a que esas organizaciones no alcanzaran ya a esta altura la posibilidad de operar como el EPP en forma de comando?

–En realidad la violencia de ese tipo estaba dentro de las penitenciarías y tenía extensiones por afuera, tenían armas y eran auténticos clanes. Dentro del cautiverio les tenían cautivo a un montón de gente y ocupada en eso del narcotráfico. Y es una preocupación. Por más de que se la haya sacado al principal, a Rotela, que vuelvan aprovechando ese hacinamiento a juntarse y a estar de alguna forma organizados entre comillas para estos delitos que se cometen adentro.

–¿Cómo están los demás servicios que son emblemáticos de la milicia como la sanidad?

–La razón de ser de las Fuerzas Armadas son las armas de combate y las otras son de apoyo. No quiere decir que no tengan la misma importancia. No deberíamos tener vergüenza de este fusil que tenemos ahí porque parece violento. Eso no es violencia, es el empleo de la fuerza legítima del Estado. La violencia es otra cosa.

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