El Gran Diario del Domingo de La Nación conversó con algunas promesas del juego de los trebejos que sorprendieron con sus habilidades. Verdaderos prodigios que hacen pensar en un muy buen futuro en las competiciones tanto continentales como mundiales para nuestro país en este difícil deporte ciencia.

“Resulta que en la pande­mia yo estaba relajándome en el sofá y de repente vino mi prima con un tablero de ajedrez y me preguntó ‘¿querés jugar?’ Yo le dije ‘sí, pero tenés que ense­ñarme las reglas’, porque yo no sabía jugar”, cuenta Ezequiel Acevedo, quien hoy tiene 15 años y es una de las promesas del ajedrez paraguayo. “Me enseñó las reglas y dije ‘¡wow!’, este es un juego interesante. En la primera partida me des­trozó completamente. Había capturado todas mis piezas y yo tenía solamente al rey”, cuenta de esa experiencia que pasó a los 10 años. Sin saberlo, ese momento del inicio lo lle­varía a construir un camino de éxitos, como hacerse del campeonato nacional sub-14 “en el primer torneo que jugaba”.

Afiatado jugador ya, se pre­para para próximos compro­misos invitando a los niños y jóvenes “a practicar el ajedrez porque es una disciplina que estimula tu mente, te hace pensar, te hace razonar, te hace buscar estrategias para encerrar al rey enemigo, estra­tegias de cómo ubicar bien las piezas para disponerlas al ata­que. Un juego que requiere de pensamiento y de mucha capacidad de atención”.

Por su parte, Benjamín Ayala tiene 10 años y juega desde los 6, cuando aprendió siguiendo un tutorial: “Una vez mi tío me regaló un tablero y ahí me dio curiosidad y miré un video para aprender cómo se juega”.

Visto el talento del pequeño, sus padres lo llevaron a un maestro, dando así los pri­meros pasos de un derrotero que lo llevó a su primer tor­neo en Yaguarón, en el que salió campeón sub-8. “El año pasado gané el campeonato de Intermedia, que es de los jugadores que tienen de 1.500 a 1.800 puntos acumulados”, cuenta en el salón de ajedrez del Club Internacional de Tenis (CIT) de Asunción.

Samira Samudio (sub-6), Gustavo Giménez (sub-7), Benjamín Ayala (sub-10), Jimena Lugo (sub-12) y Ezequiel Acevedo (sub-14)

VALORES ESTEÑOS

En tanto, Samira Samudio y Gustavo Jeremías Giménez son de Ciudad del Este y nos hablan de sus experiencias vía telefónica. Samira tiene 6 años y la resume en una frase contundente: “Me gustó ganar, plata, trofeo y meda­llas”, dice provocando las risas de la familia que comparte la conferencia. Ella es la vigente campeona sudamericana, consagrada en diciembre pasado en Colonia, Uruguay.

De su lado, Giménez es vice­campeón mundial de ajedrez escolar: “Juego desde los 4 años y medio y me enseñó mi hermano mayor”, dice Gus­tavo Jeremías, que hoy tiene 8 años y vive especialmente “los finales de las partidas, que son los que más me gustan”.

Jimena Lugo tiene 12, juega desde los 5 años y cuenta que “el año pasado salí bronce en el Panamericano categoría sub-13 y soy candidata a maestra femenina. Cuando llegue a los 1.800 puntos podré recla­mar mi título”, explica. Todo lo consiguió con “bastan­tes horas de estudio, mucho esfuerzo”, dice de las al menos tres horas al día que le insu­men las prácticas del juego ciencia. “Ayuda mucho al cálculo, a la inteligencia, para mí es un excelente deporte, bas­tante complicado, pero vale la pena”, dice entre risas.

El juego de Jimena, además, impactó en su hermano Fede­rico, que lo juega desde los 4 después de seguirla a prácti­cas y torneos. “Jugué algunos torneos y me fue más o menos, pero el año pasado salí sexto en uno”, dice contento. Tanto que recomienda su práctica a los compañeritos “porque nos ayuda a hacer cálculos mate­máticos y pensar mejor”.

PEQUEÑOS GLADIADORES

Emanuel Veloso tiene 9 años y aprendió a mover las piezas en familia. “Juego desde los 4 y me enseñaron mi papá y mi hermano”. Con tan corta edad, ya disputó torneos nacionales, sudamericanos y panamerica­nos. “Gané los nacionales de 2023 y 2024 en mi categoría sub-9″, destaca y comenta que le encantaría ser gran maestro. Como recomendación a los que quieran sumar a este colectivo, dice: “Que estudien mucho y entrenen”.

Iván Torales tiene 13 años y juega desde los 5 y fue cam­peón panamericano en 2024, obteniendo un segundo puesto en el Sudamericano de su categoría.

“Me gustaban mucho los jue­gos de mesa y lo consideré en principio como uno más de ellos”, dice recordándose cambiando piezas con su abuelo y su papá. “Ellos fue­ron los que me impulsaron a mejorar”, apunta. A manera de mensaje para los de su edad que quieran seguir sus pasos, señala que “es un juego emocionante, competitivo y divertido. Te ayuda en muchas cosas, dejar atrás la frustra­ción, el estrés, ayuda bastante a la salud”.

DIVERSIÓN Y APRENDIZAJE

Su hermanita, Sofía Torales, tiene 7 años y juega desde los 5 y siguiendo el ejemplo fue campeona sudamericana sub-6 en el más destacado de sus logros. “Me encanta, es divertido y se apren­den muchas cosas”, dice la pequeña.

Enzo Viñales tiene 11 años y juega desde los 4 años y medio. Es el actual campeón mundial de ajedrez escolar en su cate­goría, título que obtuvo el año pasado en el torneo que se dis­putó en Perú. Lo hizo repre­sentando al Colegio Técnico San Luis.

“Quiero ser uno de los mejores de la élite, ser un gran maestro joven y repre­sentar al Paraguay en otros países y llevar en alto la ban­dera de la patria”, dice de sus aspiraciones. Lo hace recor­dando que “el ajedrez es un deporte muy bueno para la mente. Si te gusta, practicalo día a día y lucha por tus sue­ños. Mi gran maestro favo­rito es Bobby Fischer, aun­que también me gusta mucho Garry Kasparov. Aquí en el país tuve la suerte de conocer a Zenón Franco”, concluye.

MUJERES JAQUEANDO

Helen Montiel tiene 18 años y consiguió el récord de ser la campeona nacional feme­nina más joven de la historia. Es maestra de la Federación Internacional de Ajedrez (Fide) y fue parte del equipo nacional en las Olimpia­das de 2024 en Budapest, Hungría.

“Conozco el juego desde que tengo 3 años, porque me enseñaron mi papá y mi hermano mayor. En ese entonces, el ajedrez no era para nosotros ningún tipo de deporte ni nada, solo un juego de mesa. Y después me invita­ron a un torneo nacional cuando tenía unos diez años y allí descubrimos todo lo que era el ajedrez. Yo fui sin ningún tipo de prepara­ción previa ni nada de eso. ¡No teníamos idea! Incluso perdí la primera ronda por walkover (no presentarse a tiempo en el tablero) y aun así empaté el tercer y cuarto puesto en mi categoría”.

Recuerda entonces que “eso fue como un punto crucial para seguir entrenando y dos años más tarde obtuve el primer puesto en la categoría sub-12″. De ese primer paso a participar en torneos internacionales fue un recorrido especial. “Es extraordinario debido a que no solamente te estás fogueando con jugadores más fuertes, sino que también tie­nen otros tipos de experiencias acerca del deporte. Se da un gran cambio cultural e inte­lectual entre los jugadores, se puede apren­der muchísimo en los torneos”, evalúa.

ENSEÑANZA EN LAS ESCUELAS

En este sentido, recuerda que “está vigente una ley que ampara al ajedrez como una materia pedagógica en las escuelas. Enton­ces creo que el hecho de enseñar a los niños o incluso en otros sectores va a ayudar muchí­simo para que se siga propagando”.

Mientras que Renata Mayeregger tiene 17 años, compite desde los 8 y es campeona panamericana sub-17. Entiende que para hacer crecer el ajedrez es necesario algo fun­damental: “Creo que hay que implementar como materia en los colegios, sin necesidad de que tengan nota de calificación”.

Lo pide desde la experiencia personal de haber tenido al juego como materia en el Cole­gio Presidente Franco. Como casi en todos los deportes, la lucha principal es contra uno mismo: “Creo que lo principal es intentar superarme. Soy una persona que tiene mucho miedo al jugar, tengo miedo de equivocarme y me cuesta consolidar los triunfos”.

A punto de terminar la secundaria, aspira a ser médica y entrena unas tres horas al día para mantener el ritmo de competencia: “Me gustaría animar a los jóvenes a intentar este deporte porque en serio es muy lindo y te ayuda a calmarte, a concentrarte y a enfocarte”.

A su vez, su hermana Fiorella Mayeregger tiene 15 años y juega desde los 6. La niña sorprendió a todos con su talento: “Mi her­mana le enseñaba a mis primos en mi casa y yo miraba, no participaba en las clases, pero viendo aprendí porque me gustaba. Un día les dije que ya sabía jugar y se rieron todos hasta que me vieron hacer los movimientos y que­daron todos sorprendidos”.

Fue segunda en el panamericano escolar “que se jugó acá en Paraguay en la categoría sub-15 femenino y participé de la Olimpiada en Budapest que se hizo el año pasado (2024) como quinto tablero suplente. Soy candidata a maestra y soy campeona nacional desde hace 6 años”.

COMO EN LA VIDA

Resume su experiencia con el ajedrez seña­lando: “El juego refleja todo, como es la vida es el ajedrez. Sí, por ejemplo, hay un chico hiperactivo, le va a ayudar mucho porque le ayuda a concentrarse, pues se enfoca”.

Verónica González tiene 13 años y juega desde los 8. “Comencé en el colegio y des­pués mi prima empezó a jugar y me interesó”. Así fue que no lo dejó más y a la hora de ele­gir qué es lo que más le atrae de la práctica, cuenta que “todo lo que hago, si pierdo o gano, solo depende de mí”. Fue ganadora de la categoría de 1.700 puntos el año pasado, venciendo a adultos con más experiencia. Su máxima aspiración es “ser una gran maestra, llegar a una Olimpiada y conseguir un título para mi país”.

UNA OPORTUNIDAD PARA VERLOS EN ACCIÓN

Del 1 al 3 de marzo próximo se realizará el Campeo­nato Nacional Infantojuvenil de Ajedrez 2025, cate­gorías impares, en el local del Club Internacional de Tenis (CIT). Para la presente edición se estima la pre­sencia de cerca de 300 deportistas de todo el país y la premiación prevé el reconocimiento con trofeos y/o medallas hasta el quinto lugar.

El festival ajedrecístico se disputa en un sistema de 12 torneos paralelos, 6 femeninos y 6 absolu­tos (caballeros), en las categorías de 7, 9, 11, 13, 15 y 17 años, cuyos triunfadoras y triunfadores serán los campeones nacionales en sus respectivas categorías y serán los representantes oficiales del Paraguay en las competencias internacionales de este año, organizados por la FIDE, ente rector de esta modalidad deportiva a nivel mundial.

El evento, que abre la temporada ajedrecística nacional en el ámbito infantojuvenil, es organizado conjuntamente por la Federación Paraguaya de Ajedrez (Feparaj) y el Comité de Ajedrez del CIT.

Los jugadores podrán representar a sus clubes ajedrecísticos, sus colegios y/o escuelas e incluso participar a título personal. El campeonato se rea­liza en la modalidad abierta, por lo que para par­ticipar no será obligatorio estar fichado en uno de los 20 clubes oficiales del país e, incluso, está abierto a jugadores extranjeros. En este último caso, si un jugador perteneciente a otra bandera (que no sea la paraguaya) saliera campeón o cam­peona, la representatividad nacional correrá al siguiente lugar en la clasificación.

Para consultas y/o inscripciones pueden con­tactar al director del torneo, John Derek Heini­chen, al teléfono +595981 656-333 o al correo de la Federación Paraguaya de Ajedrez: feparaj@gmail.com.

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