Antiguo, colorido, curioso, de rica oferta gastronómica y artesanal con una vista única de Asunción, la idea es transformar el sitio en visita obligada. Considerado patrimonio histórico, urbanístico y cultural de Asunción, se buscará, mediante una serie de talleres e intervenciones artísticas, generar “un mayor flujo de visitantes” que permita un “impacto positivo en la economía local”, se indicó tras la firma de un importante convenio.

Mediante una serie de talleres participativos, los vecinos y el Gobierno diseñarán una hoja de ruta para elaborar una serie de murales y otras reformas para revitalizar el turístico barrio San Jerónimo de esta capital, siempre apreciado por visitantes locales y extranjeros.

Esto surge como resultado de un convenio que firmó recientemente la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que se desarrollará durante un año.

Así lo informa Deysi Varela, directora de Prestaciones Turísticas de la Senatur: “Vamos a realizar una consultoría para llevar a cabo este programa de formación educativa y artística en el barrio con talleres participativos con la comunidad para identificar los elementos y los espacios dentro del barrio para trabajar el desarrollo de murales”, explica.

Con una acción conjunta buscarán revitalizar el barrio de la Loma San Jerónimo. Foto: Jorge Jara

INTERVENCIONES ARTÍSTICAS

Por su parte, Matías Rodríguez, presidente de la Comisión Vecinal San Jerónimo, entiende que el acuerdo “representa una gran oportunidad para la reactivación del barrio. Como primer paso, es fundamental realizar mejoras en la imagen urbana a través de inversiones en murales, pintura e intervenciones artísticas. Estas acciones no solo embellecen el entorno y lo hacen más atractivo para el turismo, sino que también contribuyen a la calidad de vida de los vecinos, aporta a la iluminación, la limpieza y la seguridad del espacio. Además, tiene un impacto económico directo en los emprendimientos comerciales del barrio, generando mayor afluencia de visitantes y dinamizando la economía local”, consideró.

Varela explica que “esos murales van a ser trabajados en conjunto con la comunidad y la idea es dejar también una capacidad instalada en el tema artístico”, recordando que se trabajará en “la identificación de los elementos únicos o distintivos y de los espacios a revitalizar a través de este tipo de arte urbano con un experto que va a estar acompañando”.

En este sentido, apunta a su vez que reciben apoyo del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) “porque se ha generado la alianza con ellos, por lo que docentes y alumnos del ISBA están colaborando en un espacio que es la entrada de la loma en el desarrollo de un mural que próximamente verá la luz”, anticipa.

De su lado, Angélica Riveros, de la Asociación Loma San Jerónimo, otra de las organizaciones vecinales involucradas en las actividades, entiende que el acuerdo “abre oportunidades importantes para nuestro barrio. Por un lado, permitirá acceder a financiamientos y asesoramiento técnico para proyectos tanto como desarrollo social, educativo e infraestructural”.

ESCALINATAS Y METAS

Respecto al objetivo de la iniciativa, Rodríguez señala que “nuestra meta es recuperar la afluencia turística que tuvimos en 2013, cuando el barrio recibía alrededor de 5.000 visitantes por día. Pero esta vez buscamos hacerlo con mayor organización, planificación y un enfoque sostenible, que beneficie tanto a los emprendedores locales como a quienes deseen invertir en eventos y actividades especiales”. Varela mencionó que se recuperará la tradicional escalinata del barrio “y también otra escalinata que identificamos que también se puede trabajar”.

Según expone, la idea es concluir el año “con la mayor cantidad de intervenciones, la restauración de las escalinatas y los murales, y/o intervenciones artísticas que se harán con el apoyo y la asistencia técnica del CAF para que se vuelva otra vez a dar vida a ese espacio y la reactivación de nuevo de las ferias y las actividades que caracterizaron a Loma San Jerónimo”, destaca.

Para Riveros, “los vecinos saben que el barrio tiene un gran potencial cultural y patrimonial que, bien gestionado, puede atraer turismo. Pero para ello se requiere una promoción de la identidad local difundiendo la historia, tradiciones y eventos culturales”, propone.

También “el desarrollo de rutas culturales y gastronómicas. Crear recorridos temáticos que resalten los atractivos históricos y culinarios del barrio, así como la organización de festivales y ferias; incentivar eventos que no solo atraigan visitantes, sino que también fomenten la participación y el sentido de comunidad”.

La idea es concluir el año “con la mayor cantidad de intervenciones, la restauración de las escalinatas y los murales. Foto: Jorge Jara

TRABAJO INTEGRAL

Según Varela, “estas acciones que está impulsando Senatur están todas enmarcadas dentro de lo que es la hoja de ruta del Gobierno, que está apostando fuertemente a la revitalización del centro histórico, como vemos con la Feria Palmear, que volverá nuevamente este año”, indicó.

A ello deben sumarse, según expuso, “los trabajos de soterrado del cableado en la zona de Palma, que es un resultado tangible que continuará este año, así como la puesta en valor del puerto, que no es un detalle menor. Su activación con los galpones se dará durante este año, por lo que entonces lo de Loma San Jerónimo forma parte de estas actividades”, dijo.

Matías Rodríguez recuerda que “San Jerónimo es el primer barrio turístico de Asunción, un punto de referencia para la capital. Contamos con una historia, cultura y tradiciones únicas que nos otorgan una identidad propia. El turismo sostenible es el camino y hoy estamos trabajando para hacerlo una realidad”, asegura.

La vista aérea del barrio Loma San Jerónimo de Asunción. Foto: Jorge Jara

Acciones conjuntas

Deysi Varela, directora de Prestaciones Turísticas de la Senatur, comentó que “desde el año pasado estuvimos haciendo ciertas gestiones con la comunidad local, principalmente con las organizaciones que están dentro del barrio”.

Loma San Jerónimo cuenta con cuatro organizaciones, cada una de ellas con sus presidentes elegidos en consenso, en asamblea y legítimamente reconocidos.

“Todas las acciones que se planificaron fueron generadas en el marco de una mesa en donde participan estos representantes. Con ellos se estructuró una hoja de trabajo de los temas puntuales específicos y urgentes a trabajar en Loma, entre ellos lo que hace a la parte de infraestructura o aspecto visual con el tema de las fachadas, que fue lo distintivo que caracterizó a Loma en sus inicios. La generación de actividades nuevamente en el barrio y en eso entraría lo que corresponde a las ferias”, comentó Varela.

Entre los eventos planificados estuvo la fiesta de San Juan, que se pudo hacer con importantes marcas que hicieron de sponsors. También se avanzó en trabajos en la zona de la Cruz, donde se hermosearon las coloridas planteras del lugar.

Con el apoyo de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), se está haciendo un “trabajo de mantenimiento de los alumbrados públicos”.

Matías Rodríguez, presidente de la Comisión Vecinal San Jerónimo, considera que uno de los principales desafíos “es mejorar la comunicación con las entidades públicas. La burocracia, en muchas ocasiones, genera incertidumbre y ralentiza la ejecución de proyectos con un impacto positivo en la comunidad. Si miramos el barrio San Jerónimo de hace diez años, podemos ver cambios significativos. A lo largo de este tiempo, el turismo ha generado transformaciones en la forma de vivir de la comunidad, aunque aún hay mucho por hacer. Es clave entender que el turismo puede ser una vía rápida y sostenible para mejorar el empleo y la calidad de vida de los habitantes”, apunta.

Angélica Riveros, de la Asociación Loma San Jerónimo, entiende que “además de la iluminación, seguridad y mejor acceso al transporte, agregaría la necesidad de creación de espacios verdes y áreas recreativas, infraestructura digital y conectividad”, para aggiornar la oferta a los visitantes más jóvenes.

Entiende que “los espacios de participación son adecuados, pero es clave fortalecerlos y darles mayor formalidad. Es fundamental respetar las organizaciones que representan al barrio, ya que esto permite un trabajo más ordenado y eficiente. Cuando hay estructuras claras y liderazgos reconocidos, se pueden canalizar mejor las iniciativas, coordinar acciones y lograr resultados más sostenibles”, considera.

La Administración Nacional de Electricidad (Ande) apoyó con un trabajo de mantenimiento de los alumbrados públicos. Foto: Jorge Jara
La Loma San Jerónimo es considerada patrimonio histórico, urbanístico y cultural de Asunción. Foto: Jorge Jara

Refuerzo de la seguridad

La cuestión de la seguridad es un punto central para garantizar las visitas al barrio. El vecinalista Matías Rodríguez entiende que “es fundamental reforzar el sistema de cámaras de seguridad e invertir en mejores condiciones de infraestructura. Actualmente, la comunidad de San Jerónimo, con una gestión propia, hace grandes esfuerzos para mantener los servicios básicos y atender las necesidades del barrio. Sin embargo, muchas veces se vuelve insostenible asumir estos costos sin apoyo externo”, menciona.

“Como primer barrio turístico de Asunción, San Jerónimo no solo representa a la comunidad local, sino también la imagen del turismo en Paraguay. Por ello, es clave que tanto el sector público como el privado trabajen en conjunto para garantizar un entorno seguro y accesible para los visitantes”, reclama.

Tradición y colorido

Cuenta la historia que, en los principios de la colonización española, los frailes de la Orden de los Monjes Jerónimos bautizaron a la imponente loma con el nombre del santo que los inspira.

También que el sitio albergó un fuerte que aprovechaba la visión para anticiparse a algún ataque de los indígenas que defendían sus territorios.

Sin embargo, el barrio como tal fue tomando forma con el crecimiento de la actividad económica en el puerto de Asunción en los primeros años del 1800.

El barrio Loma San Jerónimo agrupa las casas en poco menos de 10 manzanas que totalizan 3,2 hectáreas, en las que residen alrededor de mil personas. Está ubicado entre las calles Don Bosco, Oliva, la avenida República y Díaz Pefaur, a pocas cuadras del centro histórico de esta capital.

A principios del siglo XX, albergó una importante bohemia en la que se destacaron Emiliano R. Fernández o Emilio Bigi. El gran cantor de la guarania Agustín Barboza nació allí y era su visitante asiduo el popular Luis Alberto del Paraná.

Aproximadamente en 2010, un grupo de arquitectos que hacían un posgrado propusieron a los vecinos trabajar en el rescate del barrio con fines turísticos, en una idea que prendió y se puso en marcha desde entonces.

Algunas de las postales de Loma San Jerónimo son la escalinata, que hizo de escenografía a las sesiones de fotos y hasta videoclips de importantes artistas nacionales; el oratorio San Jerónimo, en donde perdura la devoción por el santo patrono, y el Club San Jerónimo, que en sus inicios se destacó en vóley, pero actualmente cuenta con un equipo futsal de primera.

Comenta Matías Rodríguez: “Nosotros como sitios emblemáticos tenemos tanto la capilla como el club y la escalinata, y aparte tenemos los locales que funcionan como Ko’ápe Bar Terraza-Mirador, el Cocido Literario, el centro de informaciones, la Casa del Mojito, la Casona de Don Juanchi, que tiene sus almuerzos”.

Entre los callejones se destaca el pasaje Bulgarelli, que concluye en un pasillo que conduce a la escalinata y al mirador. Lleva el nombre del sacerdote italiano Gabriel Bulgarelli, quien predicó en el barrio y ayudó a que se concretara en 1926 la construcción de la capilla.

“El padre Bulgarelli, junto con la comisión vecinal y la Asociación de Damas Italianas, solían organizar ferias gastronómicas en la calle Palma. Con lo recaudado, empezaron a construir ladrillo por ladrillo primero la escuela, que antes era solo una guardería, y luego la capilla”, reseña Rodríguez.

Entre sus eventos destaca la fiesta patronal en honor a San Jerónimo, con la procesión de los estacioneros y su devoción al Cristo crucificado y el carnaval, jornadas de bella celebración pagana.

El oratorio San Jerónimo, en donde perdura la devoción por el santo patrono. Foto: Jorge Jara

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