La abogada y socióloga Diana Varga señaló que la cárcel de Tacumbú es el micromundo de la sociedad paraguaya. Mediante un documental, Netflix muestra una parte de ese mundo.
La abogada y socióloga Diana Vargas indicó en entrevista con el canal GEN que el episodio dedicado al penal de Tacumbú, como parte de un documental de Netflix, sorprende a muchos porque retrata parte de lo que es la realidad tras las rejas.
“Tacumbú es un mundo. Es difícil imaginarse Tacumbú sin estar allí. El artista Fidel Fernández lo retrata muy bien (en su pintura Tacumbú - 2012) sin haber estado allí”, sostuvo.
Quien por años integró el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura mencionó que Tacumbú es el fiel reflejo de la sociedad paraguaya, al mostrar que algunos poseen privilegios, mientras otros sufren.
“Es la sociedad paraguaya desigual, las normas no se aplican por igual. Tacumbú es el reflejo de la República que tenemos. No entiendo el asombro. La cárcel es el micromundo del reflejo de la sociedad. Sorprende, pero esa es la realidad. Es lo que tenemos afuera”, acotó.
Vargas recordó que en el 2015 se tenía una ley penitenciaria que estaba bien pensada para el tratamiento de las personas privadas de libertad, pero que fue letra muerta ante la falta de interés político. “Existen cero guaraníes del Ministerio de Justicia para la reintegración social”, lanzó.
No obstante, señaló que hay una dirección encargada para la reintegración de los internos que articula con algunas empresas para dar trabajo a los reos desde las cárceles. “Vi más que nada explotación de mano de obra barata, sin ninguna infraestructura”, acotó al respecto.
Por otra parte, dijo que es grave y hasta grosero que ni el 30% de los internos esté condenado. “Somos el primero en Latinoamérica y el cuarto en el mundo en tener mayor cantidad de presos sin condena”, agregó.
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Collar y el Mito Real en un homenaje en la Argentina
- Fotos: Gentileza
Un homenaje a los 30 años del Mito Real, grupo pictórico que integra nuestro compatriota Enrique Collar, se desarrolló en San Juan, Argentina. Aquí, el artista plástico paraguayo residente en Países Bajos cuenta la experiencia.
Concluye en estos días la exitosa muestra del grupo de artes visuales fundado a mediados de 1993 en Buenos Aires conformado por los pintores Enrique Collar (1964, Paraguay), Carlos Gómez Centurión (1954, San Juan) y Víctor Quiroga, oriundo de Tucumán y fallecido en 2021.
El origen del grupo fue gestado por el maestro argentino Luis Felipe Noé, que coordinó la primera exposición del grupo en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires el 1 de setiembre de 1994 con un gran impacto en el mundo artístico y público general.
A manera de homenaje y recordatorio, la muestra reivindicó a estos tres artistas que “renovaron los enfrentamientos entre vanguardia y tradición desde la construcción de un imaginario regional”, destacó el curador Roberto Amigo.
ATMÓSFERA ESTÉTICA Y CULTURAL
El Mito Real se manifiesta dentro de lo que podemos entender como espacio-oral y descriptivo. Una atmósfera estética y cultural que representa un hecho real o del imaginario colectivo, donde la condición humana, el paisaje, los animales y el mito popular abren posibilidades hacia el misterio, el miedo, el humor, la locura, la muerte, aquellas emociones primarias que heredamos desde el comienzo de nuestra presencia humana en este planeta.
“Lo que descubrí como familiar y punto de encuentro en las pinturas de Víctor Quiroga y Carlos Gómez Centurión cuando el maestro Luis Felipe Noé nos convocara a mediados de 1993 fue el sentido espacial-pictórico de los relatos orales que sobrevolaban nuestros lugares de origen: Paraguay, San Juan y Tucumán. Casi como una necesidad biológica, los tres necesitábamos plasmar en el plano bidimensional la ilusión tridimensional, y lo hacíamos de acuerdo al proceso artístico y ámbito que elegíamos como escenario para crear nuestras imágenes”, señala Collar.
Luego añade que el Espacio Oral siempre estuvo latente en la historia del arte latinoamericano y universal, pero, dentro del escenario del arte argentino, paraguayo y latinoamericano contemporáneo, y de los comienzos de los 90, esta idea estaba inexplorada en las artes visuales.
ESCENARIO
En el caso personal de Collar −migrante paraguayo de lengua materna guaraní y criado en Buenos Aires− en la época pos-Malvinas y regreso de la democracia, con Charly García juntándose con Mercedes Sosa, o la Trova Rosarina con Fito Páez hurgando en la música folclórica del interior.
Fue un excelente momento para repensar la identidad, más aún que el posmodernismo se encontraba en boca de todos. Haberse formado en una escuela de Bellas Artes clásica, sin internet, con libros “amarronados” de los clásicos y en especial Rembrandt; con un Carlos Alonso cuestionado si era más dibujante que pintor; Antonio Berni era el más cercano a lo que el artista buscaba, con una pintura social y experimental. Solo que veía en su obra una tendencia fuerte hacia el arquetipo y el canon, a lo italiano.
También lo grotesco y caricaturesco lo alejaban de su estética, pero es un gigante e inspirador sin dudas.
“Me faltaba el hoy, el jeans, la campera azul con tiras blancas, las remeras con logos y demás cuestiones de lo urbano. Una luz en esta bruma había sido el encuentro con la obra de Hector Giuffré, con quien además tuve la suerte de establecer una larga amistad hasta su fallecimiento en Chicago, donde residió por muchos años. Giuffré y su obra me hablaban de la composición contemporánea, de la luz, de la figuración y el realismo. Yo ya necesitaba pintar Paraguay, retornar a mis primeros años en el pueblo, en ese paisaje de tierra roja y verde pthalo. Y eso hice, a partir de 1989. Trabajar en Buenos Aires desde la memoria, motivado también por la colectividad paraguaya y sus actividades sociales y culturales, nucleada en la sede social de un club de fútbol en el barrio de San Telmo”, relata Collar.
A continuación sigue contando que luego de la caída del Tiranosaurio, trajo su primera producción pictórica al Paraguay, una docena de telas. A los meses una nueva galería realizaría su primera muestra individual en Asunción.
“A partir de aquí solo me dediqué a pintar, a profundizar en mis búsquedas. Pintaba en Buenos Aires y exponía en Asunción, todo iba viento en popa. Mis amigos y colegas de Bellas Artes llegaron a decirme ‘¿qué hacés, Collar, pintando campesinos en Buenos Aires?’. Lógico. En la City todo era sonido a Sumo, Soda Stereo y Ratones Paranoicos, puro rock and roll y urbanidad”, añade.
YUYO NOÉ
En uno de sus viajes a Asunción, Yuyo Noé vio sus pinturas. Sorprendido, se preguntó cómo no lo conocía si él vivía en Buenos Aires. Le dio una cita y fue llegando un día a su casa y le dijo: “Hola, tengo un problema, solo diez minutos, pero pasá, es algo importante que quiero contarte”.
“Fue increíble encontrarme por primera vez con Yuyo y con los dos hermanos de ruta artística y humana que me presentó. Me habló de lo que veía en los tres, de la importancia de conformar un grupo y, sobre todo, la posibilidad de llegar a exponer juntos”, sigue contando.
30 AÑOS
El Mito Real cumple 30 años de creación desde “La luz mala”, título de la primera exposición llevada a cabo en el Centro Cultural Recoleta. El grupo celebra estas tres décadas con la Quinta Exposición del grupo, en el Museo Franklyn Rawson de la provincia de San Juan, con la curaduría de Roberto Amigo. A su vez, será una muestra póstuma de Víctor Quiroga (1955-2021).
“En tres décadas que han pasado de la conformación del grupo, la objetualización del arte se ha recrudecido; de la caja de zapatos, pasamos al vaso de agua o al plátano pegado a la pared con cinta. Es tiempo de reflexionar y confrontar en este contexto aquella mirada, aquellas emociones y pensamientos que nos condujo a vivir la realidad del mito en función del espacio-oral y nuestras propuestas pictóricas”, concluye Collar.
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Condenan a 4 años de cárcel a Miguel Servín, alías “Celular”, por tener título falso de abogado
Un tribunal de sentencia condenó a 4 años de cárcel al supuesto líder narco Miguel Ángel Servín, alías “Celular”, luego de ser responsable de haber falsificado su título de abogado para obtener su matrícula en la Corte Suprema de Justicia. El tribunal de sentencia integrado por Juan Carlos Zárate, Héctor Capurro y Yolanda Portillo dictó la sentencia condenatoria contra el procesado.
Los jueces de sentencia concluyeron que sí se probó el hecho con documentos y por sobre todo los testigos que declararon durante el desarrollo de la audiencia oral.
La acusación fiscal fue presentada por el hecho punible de producción de documentos no auténticos. De acuerdo a la investigación, en diciembre del año 2017 Miguel Ángel Servín y su presunto testaferro Hugo Meza habían presentado ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dos títulos de contenido falso.
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Los títulos fueron expedidos supuestamente por la Universidad de San Lorenzo (UNISAL) y la Universidad Católica (UCA), pero los mismos eran apócrifos, puesto que los acusados ni siquiera fueron alumnos de las instituciones.
La fiscal Nathalia Silva refirió que el día de la fecha se presentó la directora de la UNISAL y también los firmantes del título, quienes desconocieron totalmente que ellos hayan emitido un título a favor del señor Miguel Servín, así como que el mismo ni siquiera se matriculó en dicha institución. Afirmó estar conforme con la decisión, teniendo en cuenta que la pena máxima es de cinco años.
Proceso por narcotráfico
Miguel Ángel Servín, alias Celular, está procesado igualmente por liderar un esquema de tráfico de drogas y lavado de dinero, en el cual sería pieza clave Hugo Meza Huespe, alias MH, quien manejaba los negocios de la banda a través de diversas actividades.
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“Cromañón”, la serie que conmemora la tragedia del rock argentino envuelta en críticas
El pasado 8 de noviembre, la miniserie “Cromañón”, dirigida por Marialy Rivas y Fabiana Tiscornia, y protagonizada por un elenco destacado, que incluye a Dani La Chepi, Esteban Lamothe, Soledad Villamil y Muriel Santa Ana, llegó a las pantallas por medio de Amazon Prime Video, generando opiniones divididas sobre las elecciones tomadas a la hora de relatar la historia.
Con el lema “Basado en hechos reales que marcaron para siempre un país”, la serie recuerda a las víctimas y a los sobrevivientes de la tragedia ocurrida el 30 de diciembre de 2004.
El film sigue la historia de Malena, (interpretada por Olivia Nuss), una joven de 19 años que asistió al trágico recital de rock en el local República de Cromañón en 2004. El desafortunado evento se llevó la vida de 194 jóvenes en un fatal incendio categorizado como una masacre, debido a las distintas irregularidades que presentaba el local a la hora de realizar sus actividades.
Con saltos temporales que nos llevan hasta cuatro años después del suceso, la protagonista tendrá que sobreponerse a la culpa que siente por estar viva.
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A diez días de su lanzamiento, la serie se ha convertido en uno de los estrenos del momento, llegando al puesto número 2 en lo más visto de Prime en Paraguay. Asimismo, ha desatado todo tipo de comentarios respecto a la banda sonora, la trama y la manera elegida para relatar esta tragedia a través de la ficción.
En contrapartida del rotundo éxito en vistas, la serie recibió críticas de sobrevivientes y familiares de los fallecidos. Por medio de sus redes, la organización “No nos cuenten Cromañón” ha lanzado un comunicado señalando que la producción banaliza un hecho que sigue generando dolor.
“Creemos que es positivo, que se hable de Cromañón para que nuevas generaciones puedan informarse e interesarse. Desde nuestra organización repudiamos que se genere un rédito económico con algo que hoy en día todavía nos duele a todos. No creemos que haya que generar memoria a cualquier costo”, expresaron en el comunicado.
Además, informaron que poseen una línea de ayuda para las personas que vivieron de cerca el suceso y quedaron atormentadas por el recuerdo. También sugirieron leer el material “Voces, Tiempo, Verdad”, de la organización, para conseguir información certera y respetuosa acerca de los acontecimientos.
“Nuestra vida no es una película. Es la vida real. Estamos acá para decir una vez más: ‘No nos cuenten Cromañón’”, comentaron.
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Triple choque en Sanber: jueza decretó prisión en la cárcel de Emboscada de Sanabria Vierci
La jueza penal de Garantía, Silvia Carolina Cáceres, decretó la prisión preventiva de Eugenio Sanabria Vierci, imputado por homicidio culposo y exposición al peligro en el tránsito terrestre por el accidente fatal que se registró en la ruta Luque- San Bernardino.
Sanabria Vierci pasará a estar recluido en la penitenciaria de Emboscada una vez que tenga el alta médica. Asimismo, los médicos del centro asistencial donde está internado el imputado deberán informar del estado de salud al juzgado cada 24 horas.
La resolución se dio a conocer luego de la audiencia de imposición de medidas cautelares, diligencia judicial llevada a cabo en el sanatorio privado.
La agente fiscal Zulma Benítez imputó por homicidio culposo y exposición al peligro en el tránsito terrestre a Eugenio María Sanabria Vierci, de 68 años, luego de que el mismo protagonizara un accidente fatal en el tramo de la ruta Luque-San Bernardino. Otro hecho grave fue que el autor del accidente dio positivo al alcotest con 0,622 mg/l de alcohol en sangre.
En el automóvil de la marca Kía Picanto viajaba una familia con cuatro integrantes, tres de ellos fallecieron. Las víctimas fatales fueron identificadas como Osvaldo Darío Jacquet Valdez, de 39 años; su esposa Kristin María Blumenröther, de 40 años, y un hijo de ellos de tan solo cuatro años.
La única que hasta el momento pudo sobrevivir al accidente es la otra hija de la pareja, de 8 años. La niña está internada luchando por su vida en el área de terapia intensiva del Hospital de Trauma. El tercer vehículo es un Hyundai HB20, que estaba al mando de Víctor Ariel Serafini Bobadilla, de 32 años, quien iba acompañado por Eliane Solange Pattender Chena, de 27 años, y Nancy Angeluz Chena Vallejos, de 57 años, quien falleció en el Hospital del Instituto de Previsión Social (IPS) Ingavi.