Documentos revelan burdo esquema de contrataciones de obras, almuerzo escolar, hasta compra de combustibles en la Municipalidad de Villa Elisa. Como hizo Miguel Prieto en Ciudad del Este con las compras covid de alimentos, los hermanos Ricardo Estigarribia Medina y Sergio Estigarribia Medina blanqueaban adjudicaciones con invitaciones realizadas a empresas del grupo familiar. Es así como aparecen casos alevosos en los que están como únicos oferentes proveedoras de los cuñados y la ya famosa bella joven “constructora”, pareja del ordenanza del actual intendente.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
Mientras el caso de amaño de dos licitaciones por urgencia para compras covid de alimentos en la Municipalidad de Ciudad del Este durante la pandemia puso al intendente Miguel Prieto en el centro del escándalo de corrupción por los que afronta hoy dos imputaciones en las que se le atribuye lesión de confianza, asociación criminal, etc., el clan Estigarribia de los hermanos Sergio Estigarribia Medina (intendente) y Ricardo Estigarribia Medina (gobernador de Central), desapercibidos a los órganos de control, tenían el mismo modus operandi desde antes, durante y después de la emergencia sanitaria. Es así como privilegiadas por contrataciones directas y por vía de la excepción entre 4 empresas del clan Estigarribia amasaron G. 14.464 millones provenientes del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y de los royalties.
No es la casualidad, menos la competitividad requerida en una licitación seria y transparente la que hizo ganar millonarios contratos directos y por excepción a empresas del clan Estigarribia en la Municipalidad de Villa Elisa. Desde el vamos, los procesos de contrataciones de obras, almuerzo escolar, combustibles, etc., fueron cocinados burlando las instituciones de control como la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), la Contraloría General de la República mediante una estructura conformada por funcionarios leales que facilitaban los trámites, operadores políticos, familiares de subordinados que fungen de exitosos empresarios.
Como hizo Miguel Prieto en Ciudad del Este con el sonado caso Tía Chela, un pequeño autoservice de la ciudad al que adjudicó un contrato por excepción por una compra de casi G. 3.000 millones sin que el propietario cuente con la capacidad financiera, parodiando un proceso de adjudicación con miembros de una familia, en Villa Elisa, los hermanos Estigarribia hicieron lo mismo.
El sonado caso del humilde constructor de pozo artesiano don Buenaventura Morínigo, a quien Miguel Prieto adjudicó G. 306 millones por provisión de miles de kilos de insumos alimenticios, proceso en el que “compitieron” entre parientes, es un esquema calcado en Villa Elisa.
EL MODUS OPERANDI
En sus tiempos de intendente, el ahora gobernador de Central Ricardo Estigarribia y su sucesor en la Municipalidad de Villa Elisa, su hermano Sergio Estigarribia Medina, adjudicaron millonarios contratos de obras a Cospel SA, en la que figura como accionista una joven de modesto origen de nombre Natalia Magalí Duarte Yeruta, pareja del ordenanza del actual jefe comunal, Ángel Gustavo Talavera. En la misma empresa aparecen como accionistas Eduardo Manuel Mendoza Amarilla, cuñado de Sergio Estigarribia y Francisco Javier Amarilla Monzón, hermano de Rodolfo René Amarilla Monzón, y Fermín Alberto Amarilla Monzón, funcionarios contratados de la Municipalidad de Villa Elisa.
No es un dato menor que Derlis Hugo Vázquez Ávalos, esposo de la responsable de la UOC Laura Noemí Delvalle, es el síndico de Cospel, según las actas de asamblea de la sociedad.
Otorgaron contratos de almuerzo escolar a la firma Asispar SA, proveedora en la que aparece Ricardo Fernández Campuzano, pareja de Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano, hermana criada por la familia Estigarribia, y registra 44 % de las acciones, según documentos proveídos por la Abogacía del Tesoro del Ministerio de Economía.
Otra accionista de Asispar SA es Rosa Nathalia Zena con el 46 %. La mujer es pareja de Víctor Manuel Núñez Samaniego, un funcionario del Ministerio de Educación que figura como síndico en actas de asamblea de la citada proveedora y quien también es socio de la familia del intendente y el gobernador en otra empresa en la que registran millonarios aportes en efectivo, aunque estas inversiones no figuran en su declaración jurada de bienes presentada ante la Contraloría General de la República (CGR).
Otra beneficiaria es la contratista V&V Construcciones SA, empresa en la que se turnan como representantes legales, firmantes de los contratos Heriberto Trevizon, un hurrero del clan Estigarribia que, de cobrar subsidio en la Municipalidad de Villa Elisa, se transformó en cotizado proveedor; así también familiares de empleados de la comuna, entre ellos, Derlis Hugo Vázquez Ávalos, marido de la responsable de la UOC, Laura Noemí Delvalle López.
Investigaciones de nuestro medio encontraron entre los documentos de rendiciones de cuentas como expedientes de la DNCP cartas de invitación para estas contrataciones extendidas a empresas de la familia. Es así como uno de los amaños más alevosos es el proceso licitatorio en el que el año pasado Sergio Estigarribia adjudicó compra de combustible a Asispar SA, empresa a la que había adjudicado contrato por almuerzo escolar Ricardo Estigarribia y firma en la que aparece como accionista el gran cuñado de ambos Ricardo Fernández Campuzano.
Los únicos oferentes en el proceso licitatorio fueron Asispar SA, del gran cuñado Ricardo Fernández Campuzano, y Cospel SA, del otro cuñado de Sergio Estigarribia y en la que aparece novia de su ordenanza.
Otra empresa invitada en las licitaciones es Las Azas SA que, según documentos contractuales, fue convocada para completar cantidad de potenciales oferentes en procesos que favorecieron a V&V en 2019.
Las Azas SA es una sociedad que, según escrituras públicas, fue comprada en abril de 2018 por Lissi Romina Medina Fretes, esposa de Ricardo Estigarribia, junto con Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano, hermana de este y Sergio Estigarribia. Con este vínculo empresarial se confirma otro caso en que el clan Estigarribia armó adquisiciones en las que competían firmas del grupo familiar.
Cabe recordar que Las Azas SA es una de las empresas que ya había saltado en una denuncia que había puesto a disposición de la (CGR) el Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA), como parte de los bienes que engloban un desmedido crecimiento patrimonial de Ricardo Estigarribia.
¿MAGAS DE LAS FINANZAS?
No es menos relevante que al momento de suscribir las acciones a su nombre ambas mujeres integraron de entrada y con dinero en efectivo G. 1.500.000.000, según la escritura pública número 22 del 26 de abril de 2018 de Las Azas SA. Esto sin contar las varias propiedades adquiridas con el ropaje de la sociedad.
El marido de Nuni, privilegiado proveedor de la municipalidad, según documentos de Fonacide y royalties, figura como síndico de las Azas SA hasta el 2022.
Las pocas referencias laborales en los registros comerciales de la mujer de Ricardo Estigarribia y el antecedente de la modesta hermana Nuni sugieren que las “inversionistas” de la sociedad Las Azas SA son unas destacadas “magas de las finanzas”.