Un tribunal de sentencia, integrado por los jueces María Luz Martínez Vázquez, Darío Javier Báez y Celia Salinas, condenó a 15 años de cárcel más 5 años de medidas de seguridad totalizando 20 años de cárcel a un hombre, luego de ser encontrado culpable por abuso sexual, cuya víctima es su propia sobrina que actualmente cuenta con 11 años de edad.
El fiscal del caso fue Rogelio Ortuzar quien logró demostrar la responsabilidad del acusado en el grave hecho registrado y que generó el repudio de la ciudadanía.
Según la investigación, el ahora condenado abusó sexualmente, en varias ocasiones de la niña desde que ésta tenía cinco años de edad aproximadamente, con el agravante de que el hoy condenado es portador de VIH, hepatitis, virus del papiloma humano (VPH).
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El acto cometido por el condenado se registró en el interior de su domicilio y en el de la abuela materna, teniendo en cuenta que el autor del hecho es tío materno de la niña.
Una vez que se descubrió el caso se presentó la denuncia en sede fiscal quien actuó presentando la imputación contra la persona. Luego se presentó la acusación con base a varias pruebas que se realizaron durante la etapa investigativa del presente caso.
El colegiado sostuvo que se pudo demostrar la responsabilidad del acusado en el grave hecho ocurrido. Del mismo modo se aplicó la pena de medidas de seguridad porque el condenado es un peligro para la sociedad, por ende recibió cinco años de medidas de seguridad.
En caso de que la defensa del condenado decida apelar el presente fallo judicial, será un tribunal de apelación quien deberá definir si confirma la sentencia condenatoria dictada en primera instancia.
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Detienen a hombre que derramó combustible a su mamá e intentó agredir a policías con un cuchillo
La Policía Nacional logró detener a un hombre que agredió y le derramó combustible en el rostro a su madre en la ciudad de San Lorenzo. Esta persona contaba con frondosos antecedentes penales y reiteradas denuncias por violencia familia, pero seguía libre.
Según el reporte dado por agentes de la comisaría 31 de Reducto, la detención se logró en el barrio Anahí II. El hombre fue identificado como Ever Eduardo Orué Cabrera, de 32 años, quien fue denunciado por agresión. Su madre presenta quemaduras en el rostro y varios lesiones en el cuerpo.
La víctima de 72 años realizó dos llamadas al sistema 911 durante la jornada de ayer sábado, en la primera, que fue cerca del mediodía, recibió asistencia tras la agresión que recibió por parte de su hijo quien huyó del sitio. Luego volvió a llamar en horas de la tarde, porque el agresor volvió a la casa.
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Al notar la presencia policial intentó darse a la fuga, pero fue atrapado sobre las calles Mayor Alderete y Río Aquidabán. En su afán por intentar huir Ever opuso resistencia e intentó atacar a los efectivos de la comisaría con un cuchillo de fabricación casera.
Tras la detención se pudo constatar que el hombre contaba con antecedentes penales por violencia familiar en los años 2021, 2022, y 2024. Además, tenía prohibición de portar armas por resolución judicial desde 2015 en una causa por homicidio culposo y exposición al peligro del tránsito terrestre, y violaba una medida de arresto domiciliario de junio de 2025.
Del poder de esta persona se incautó un cuchillo casero, un aparato celular marca Redmi de color negro, y una motocicleta Taiga de color rojo. El hecho fue comunicado a la fiscal Viviana Riveros, quien ordenó la detención del aprehendido y su permanencia en sede policial.
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Detienen a un hombre por robar seis crucifijos en Capiatá
La Policía Nacional logró la detención de un hombre de 26 años, sindicado de hurtar seis crucifijos y ventanas de balancín del cementerio municipal de la ciudad de Capiatá. El detenido cuenta con antecedentes penales por hurto agravado y a su vez tenía prohibiciones de salida del país, portar armas y consumir bebidas alcohólicas.
En poder del detenido fueron recuperados seis crucifijos y ventanas de balancín. El procedimiento fue realizado sobre la calle Curupayty entre Mbocayaty de Capiatá por personal de la Comisaría 8ª. jurisdiccional.
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El caso fue puesto a disposición del Ministerio Público para que pueda convocar a una audiencia indagatoria al detenido y luego el fiscal tendrá la posibilidad de poder presentar la imputación correspondiente.
En caso de que se presente el acta de imputación, el representante del Ministerio Público deberá pedir las medidas cautelares que podría ser la prisión preventiva.
Luego el detenido deberá ser convocado por un juzgado penal de garantía para la audiencia de imposición de medidas cautelares, en la que se estudiará si el aprehendido estará privado de su libertad.
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Estadísticas de abuso sexual en niños siguen siendo escalofriantes
El número de casos de abuso sexual infantil registrados en el Observatorio del Ministerio Público sigue siendo espantoso, pese a que ha producido una leve disminución en los últimos dos años. Esta es una situación que, pese a la gravedad, no despierta la conciencia colectiva con la fuerza necesaria que amerita y que sea capaz de reforzar las estrategias desde el Estado.
Los abusos sexuales en niños y niñas son –lamentablemente– parte de una realidad que se arrastran de antaño. Si bien en las últimas estadísticas compartidas por el Misterio Público disminuyeron algunos números, el flagelo continúa siendo una gran preocupación.
El caso de Felicita Estigarribia –“la niña de las mandarinas”– que en 2004, a sus 11 años, fue abusada sexualmente por un hombre quien no conforme con la vejación la estranguló hasta acabar con su vida. Este horrendo caso reflotó la indignación con el arresto del presunto autor, después de 21 años de aquel estremecedor suceso. Sin embargo, hechos sangrientos como este continúan ocurriendo en la actualidad, algunos más sonados, o más mediatizados que otros.
Otra triste realidad es que los casos de abusos a niños ocurren en el seno familiar o en el entorno más inmediato, por lo que es importante prevenir desde el hogar. Los profesionales enseñan que hay que apelar en la mayor medida posible al diálogo y enseñar a los chicos que nadie les puede tocar en las zonas privadas de su cuerpo.
Aunque parezcan mensajes repetitivos y gastados la insistencia –por qué no decir incluso la obstinación– en los cuidados son fundamentales para instaurar conciencia sobre el flagelo social que implican los abusos y que cualquier menor puede correr con esa suerte. Todos los ciudadanos de bien de este país tenemos la obligación de asumir el compromiso de una lucha que es válida: se trata del futuro de nuestras generaciones, el futuro del país y el mundo.
Pero señalemos algunas cifras lacerantes y duras. De 2021 hasta abril de 2025, el Ministerio Público, a través de las oficinas de denuncias, recibió un total de 15.023 causas por abuso sexual en niños a nivel país. Según este reporte, el promedio de víctimas es de 9 años y esto resulta escalofriante considerando que es una edad sensible, vulnerable, una etapa de la vida que requiere mucha contención para la formación, el discernimiento que se va adquiriendo con el desarrollo personal.
El detalle de los registros refiere que en el año 2021, año de pandemia precisamente, fueron investigadas 2.966 causas, mientras que, en 2022 ingresaron 3.812 hechos. En 2023, hubo 3.563 causas, mientras que el año pasado se cerró con 3.546 causas. En lo que va de este año 2025, hasta el mes de abril fueron reportadas 1.136 causas en la Fiscalía.
El 53 % de las víctimas tiene entre 10 y 13 años, el 34 % de los menores afectados tiene entre 5 a 9 años y el 14 % niños de hasta 4 años. Según el reporte del Observatorio del Ministerio Público, el 30 % de los presuntos agresores tiene entre 18 a 29 años, mientras que el 23 % corresponde a menores de 18 años; un porcentaje preocupante, ya que también se trata de menores de edad.
Otros datos igual de hirientes que proporciona el Ministerio Público señalan que el 26 % de los investigados por el hecho punible de abuso sexual tiene entre 30 a 44 años de edad. El 13 % corresponde a personas de 45 a 59 años de edad y el 7 %, a 60 años y más.
Resulta igual de increíble como personas que van entrando a la tercera edad caen en estos casos y se constituye también en una llamada de atención sobre el cuidado de la salud mental que debe abordarse para quienes afrontan esta etapa de la vida en la que generalmente se encuentran hastiados de renunciamientos.
Central, Asunción, Itapúa, Alto Paraná y San Pedro acaparan estos números lamentables, y se han convertido en son zonas de mucha preocupación por los índices de denuncias.
La tarea no es fácil, desde luego; se torna compleja por los vínculos existentes en los casos denunciados. La pelea no es solamente hacer justicia, sino confrontar a seres queridos, divisiones familiares, reclamar al entorno. Son procesos que requieren tratamientos con cuidado extremo y tacto especial para llegar a la verdad detrás de los sucesos.
El Estado a través de sus instituciones se encuentra ante un desafío altamente sensible tanto para la implementación de proyectos de prevención como de contención y recuperación de las víctimas. El esquema tiene que encarar políticas más rigurosas, más visibles y empáticas, ya que todo dependerá de la receptividad de la ciudadanía y las familias en sumarse a la meta que persigue uno de los flagelos sociales más angustiantes: el abuso de los niños y niñas.
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Imputan a “Pai do Santo” por abuso sexual en niños en medio de rituales macabros
- Ciudad del Este. Agencia Regional
Un hombre que se presenta como “Pai de Santo”, figura conocida como guía espiritual dentro de algunas sectas religiosas brasileñas, fue imputado por la fiscal Vivian Coronel, titular de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes de Ciudad del Este, por los hechos de abuso sexual en niños, actos sexuales de menores de edad y violación del deber de cuidado.
De acuerdo al escrito de imputación, los indicios apuntan a que, entre enero y junio de 2025, en un inmueble ubicado en el km 14 de Minga Guazú, una especie de templo, el ahora imputado habría violado gravemente su deber de padre al exponer a su hija de dos años a ritos en medio del consumo de alcohol y cigarrillos, poniendo en riesgo su desarrollo.
Asimismo, atribuye al presunto guía espiritual haber realizado actos sexuales en diversas ocasiones, entre los años 2020 y 2021, con un niño de 9 años. Otra sospecha data de 2021, cuando el encausado habría realizado actos sexuales con un adolescente que tenía entonces 15 años.
Las agresiones, que se produjeron en Minga Guazú y Hernandarias, habrían comenzado con el agresor tocando a los menores de edad hasta llegar a actos sexuales más violentos.
La Fiscalía tomó conocimiento de los hechos mediante una denuncia radicada por una persona, quien relató su participación en un culto con el supuesto “Pai de santo” y rituales con consumo de sustancias, agresiones y la exposición de menores. Los relatos realizados por la madre de una de las víctimas son terribles.
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En el marco de la investigación, las víctimas fueron asistidas por una profesional psicóloga del Centro de Atención a Víctimas del Ministerio Público, ocasión en que relataron crudamente los abusos sexuales sufridos. Asimismo, el diagnóstico del médico forense determinó que los menores fueron violentados sexualmente.
La fiscal Vivian Coronel solicitó la prisión preventiva del imputado debido al peligro de fuga y a la posible obstrucción de la investigación, considerando la gravedad de los hechos y la familiaridad del imputado con las víctimas.
El nombre del imputado se mantiene en reserva para preservar la identidad de las víctimas menores de edad, una de ellas incluso es su hija pequeña de dos años, en cumplimiento de lo establecido por el artículo 29 del Código de la Niñez y Adolescencia.