Nacional enfatiza la recomendación de FIFA, aplicando la metodología GAG (global–analítico–global).
- Por Luis Irala
Desde la aparición en 1930 del gran Arsenio Erico, el mejor jugador compatriota de todos los tiempos, la cantera de Nacional ha sido una fuente inagotable para el fútbol paraguayo a través de la historia.
En los tiempos modernos las escuelas de fútbol protagonizan un papel fundamental en los clubes teniendo en cuenta que sirven de base para sus divisiones formativas.
El profesor
Pedro Riveros
(63 años)
promoción 1986 de la ENEF, exjugador de Nacional y subcampeón Universitario de la Copa Libertadores disputada en Uruguay en el 86, con una trayectoria que abarca cerca de 40 años enseñando en las academias deportivas, alternando clubes y seleccionados del fútbol femenino, es la palabra más autorizada para definir los principios de una Academia de Fútbol.
Actualmente, dirige las categorías sub-10 y sub-11 de la Escuela de Fútbol Arsenio Erico del club Nacional.
“Buscamos como siempre el desarrollo integral y bienestar de los alumnos. La escuela de fútbol de Nacional creo que es la única que practica la recomendación de FIFA en cuanto a la metodología de entrenamiento GAG (global-analítico-global). Nuestro modelo de juego se basa en las 4 P +1 (posición-posesión-profundidad-presión y + paciencia). Una vez por semana se practica futsal y el 95 % de los chicos también están en equipos de Futsal FIFA. Esta combinación es muy efectiva con el objetivo de potenciar el dominio del balón en espacio reducido y además mejorar en los fundamentos técnicos. En la escuela tenemos cerca de 200 alumnos distribuidos en ocho categorías, desde la 2009 y hasta la 2016, las prácticas son tres veces a la semana y los torneos se desarrollan entre los sábados y domingos”, explicó el profesional.
Nacional es uno de los clubes que impulsaron el nacimiento de los torneos entre las escuelas de fútbol y en la actualidad participa de los campeonatos organizados por la Asopefu (Asociación Paraguaya de Escuelas de Fútbol), Fepefu (Federación Paraguaya de Escuelas de Fútbol) y APEF (Academia Paraguaya de Escuelas de Fútbol). Riveros explica el alcance de esas participaciones: “En Nacional no perseguimos lograr títulos, porque eso no es nuestro objetivo, pero es importante para el niño la competición, porque además de ser motivante, le servirá para forjar el carácter, aprender a disciplinarse. Nosotros buscamos que los niños, a través del fútbol, se alejen de los vicios en general, especialmente el tecnológico, que causó mucho daño a consecuencia de la pandemia. El deporte obliga a que el niño coma sano, deje de lado la comida chatarra y se aleje del sobrepeso. Otra de las funciones principales de la escuela de fútbol es que sirve de base para las formativas del club. El niño llega a los 14 años fogueado y preparado, tanto mental, física y técnicamente, para aumentar el nivel de exigencia”.
“Una de las funciones principales de las escuelas de fútbol es que sirven de base para las divisiones inferiores de los clubes. Llegan preparados para aumentar el grado de exigencias”.