El comunicador presenta una propuesta divulgativa y pedagógica sobre el uso del lenguaje a través de cápsulas en redes sociales y, ahora, en un espacio televisivo.
Al universo de lo pedagógico muchas veces se le pretendió enclaustrar a las dimensiones de lo áulico, sin embargo, siendo en parte origen el ágora, hoy las formas de aprender son múltiples y los formatos para enseñar también, y eso lo entiende desde su pasión por el lenguaje Blas Agüero, creador del proyecto audiovisual “¡Comunicate correctamente!”.
Nacido en Piribebuy, Blas demostró desde pequeño su vinculación con el uso de la palabra, y con eso no solo transitó estudiando diversos idiomas, sino que expresa su preocupación por el correcto uso del lenguaje.
“¡Comunicate correctamente!” es su proyecto que nació a través de cápsulas en redes sociales y que hoy es emitido todos los días a través de Educanal.
Agüero habló con La Nación del Finde sobre su proyecto, su compromiso con el buen uso del idioma, y explica por qué apuesta por mejorar la forma en que los paraguayos se expresan cotidianamente.
–¿Cómo nace tu proyecto ¡Comunicate correctamente!?
–Se trata de cápsulas breves, de aproximadamente un minuto, que buscan aclarar dudas comunes y corregir errores frecuentes en el uso del español. No pretendo ofrecer clases magistrales, sino mostrar ejemplos concretos y sencillos, incentivando a las personas a investigar más por su cuenta gracias a las herramientas tecnológicas disponibles. Estas cápsulas se emiten diariamente por Educanal y se repiten seis veces al día en horarios fijos (9:58, 12:58, 16:58, entre otros). La idea es fomentar una comunicación más segura, eficaz y consciente.
–¿Por qué enfocarte en el uso cotidiano del idioma en Paraguay?
–El lenguaje es dinámico y refleja la identidad de cada comunidad. En Paraguay, el uso del español tiene particularidades muy marcadas, tanto por la influencia del guaraní como por modismos propios. Sin embargo, el español cuenta con reglas claras, y conocerlas no debería verse como una barrera, sino como una herramienta. En toda sociedad existen normas; el lenguaje no debería ser la excepción. Expresarse con propiedad también es una forma de empoderarse.
–¿Cómo surgió tu presencia en redes sociales?
–Fue casi por accidente, durante la pandemia. Mucha gente compartía contenidos vacíos, fruto del encierro y del aburrimiento. Me pregunté: ¿por qué no usar ese espacio para algo útil? Así comencé a subir pequeños videos con recomendaciones sobre el uso correcto del lenguaje. La respuesta fue tan positiva que me motivó a seguir
–¿Cuál es tu diagnóstico sobre el nivel del idioma en Paraguay?
–Lamentablemente, la baja inversión en educación ha tenido un impacto directo en el dominio del idioma. El vocabulario promedio es muy limitado, y eso repercute en todas las áreas de la vida. Es un error culpar al guaraní de este fenómeno. De hecho, hablar varios idiomas es un beneficio comprobado para el desarrollo intelectual. En mi caso, hablo cinco lenguas, lo que incluso me facilita entender otras.
–¿Qué consecuencias puede tener el mal uso del lenguaje?
–Muchísimas. Desde malentendidos en la vida cotidiana hasta dificultades en el ámbito profesional. Hoy en día, vemos a muchos autodenominados “influencers” que, lejos de ser referentes positivos, contribuyen a la banalización del lenguaje, difundiendo incluso antivalores. Las redes sociales tienen un enorme potencial educativo, pero pocas veces se las aprovecha.
–¿Es la escritura un refugio más seguro frente al deterioro del lenguaje?
–No necesariamente. Muchas personas escriben como hablan, sin revisar, sin consultar. Y cuando se les corrige, lo atribuyen a un “error de tipeo” o, peor, lo justifican diciendo: “Yo lo digo así”. Esta actitud refuerza hábitos erróneos. La corrección no debe verse como un ataque, sino como una oportunidad de mejora.
–¿Qué te motiva a seguir con este proyecto?
–Mi deseo es compartir mis conocimientos de forma accesible y natural, sin pretensiones ni superioridad. No se trata de señalar errores, sino de invitar a reflexionar y mejorar. Como docente y amante de las letras, estoy convencido de que una buena comunicación es clave para el desarrollo personal y colectivo.
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Educación sexual es clave para evitar embarazos adolescentes, según especialista
Tras el caso de la joven oriunda de Coronel Oviedo, María Fernanda Benítez, de solo 17 años, quien fue asesinada embarazada, saltaron a la arena diversos debates al respecto, en especial los que atañen a la salud mental y a la prevención de embarazos adolescentes.
En ese sentido, el ginecólogo Federico Gómez explicó que el número de embarazos va en aumento en nuestro país y cada vez es más común que adolescentes lleguen hasta los centros asistenciales indicando que llevan adelante un embarazo no deseado.
El profesional médico remarcó que esta situación, al verse como una constante, debe interpelar a toda la sociedad para buscar nuevos mecanismos y reglamentaciones que ayuden no solo a la prevención, sino a la educación sexual, puesto que este tema aún es un tabú en nuestra sociedad.
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“Realmente tenemos que tomar este problema como uno nacional. Esto es algo que se puede evitar. Dios quiera que nunca más ocurra un asesinato de esta naturaleza, porque María Fernanda se aferró a su embarazo, se aferró a la vida y como consecuencia, recibió la muerte”, comentó Gómez en conversación con la 1020 AM.
El profesional aseguró que el diálogo y, por sobre todo, la contención familiar, resultan claves en muchos de los casos porque a veces los jóvenes se ven solos ante una situación que no saben cómo manejar, terminan gestionándola de manera incorrecta, poniendo en riesgo inclusive su integridad.
“La mujer adolescente y el chico adolescente no están preparados mentalmente para recibir un embarazo. Ellos tienen desarrollado su instinto sexual, pero la mente aún no está preparada”, explicó el médico, enfatizando en el hecho de que con buenas políticas públicas y trabajo en conjunto, casos como los de María Fernanda pueden evitarse.
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Se despide la Feria Internacional del Libro
La Feria Internacional del Libro – FIL Asunción 2025 baja el telón este domingo, en el horario de 11:00 a 21:00, con las últimas once actividades, así como la última oportunidad de recorrer 120 estands y descubrir ofertas en libros, en el Centro de Convenciones Mariscal (J. Eulogio Estigarribia esquina Charles De Gaulle), con acceso totalmente libre y gratuito.
Programa del domingo 8 de junio
15:00. Lanzamiento del libro “Mi parte miedosa”. Belén Carrizosa. Books. Salón “Homenaje a la Guarania”.
16:00. Cuentacuentos y exposición de trabajos artísticos, sello Loqueleo Santillana. Violeta Balbuena. Salón “Homenaje a la Guarania”.
16:00. Teatro «El río dejó de llorar», de Nelson Arce. Salón “Homenaje al Idioma Guaraní”.
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17:00. Cuentacuentos. Verónica Abente. Books. Salón “Homenaje a la Guarania”.
17:00. Presentación del libro “Filón de amor”, de Divaldo Pereira Franco y Joanna de Angelis. Gabriel Lezcano y Joaquín Lezcano. Arami Libros. Salón “Homenaje a la Interculturalidad”.
17:00. Taller intensivo de microrrelato «De golpe y porrazo». Osvaldo Olivera y Estela Kobs. Escuela de Artes Literarias (ISBA). Salón “Homenaje al Idioma Guaraní”.
17:00. Presentación del libro “Manifestaciones prepolíticas de malestar campesino. Región Guairá-Caazapá”. Claudio Fuentes Armadans. Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI). Salón “Homenaje a la Educación Inclusiva”.
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18:00. Presentación de los libros “Campesinas en Paraguay” y “Origen histórico de la comunidad rural Costa Alegre de Itá (1848-2024)”. Milena Pereira Fukuoka y Claudio Fuentes Armadans. Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI). Salón “Homenaje a la Interculturalidad”.
18:00. Presentación del libro “Nos debemos Buenos Aires y otros versos”. Carmen Cáceres, Osvaldo Olivera y José Chirife. Escritoras Paraguayas Asociadas (EPA). Salón “Homenaje a la Guarania”.
19:00. Presentación del libro “Periodismo y libre expresión bajo fuego de la narcocracia”. José María Costa y Élida Acosta Dávalos. Nery Peña, La Biblioteca. Salón “Homenaje a la Interculturalidad”.
19:00. Charla/Conversatorio Encuentro entre PEN Paraguay y Gabriel Seisdedos, Presidente de PEN Argentina. Salón “Homenaje a la Educación Inclusiva”.
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Daniel Burman: “El cine revela las cosas que la sociedad niega”
- Fotos: Pánfilo Leguizamón
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al director de cine argentino Daniel Burman, quien se encuentra de visita en nuestro país por razones de trabajo. Además de algunas de sus producciones y de la función del cine en nuestros tiempos, Burman habla de la construcción de la identidad y de la necesidad de que la sociedad aprenda a sentir como propio el dolor de los otros.
Daniel Burman nació el 29 de agosto de 1973 en Buenos Aires; es conocido por la serie “Iosi, el espía arrepentido” (2022), así como las películas “Esperando al mesías” (2000), “Todas las azafatas van al cielo” (2002), “Derecho de familia” (2006), “El rey del Once” (2016), además de “El abrazo partido” (2004), galardonada con el Gran Premio del Jurado del Festival de Berlín. Otros títulos destacados: “El nido vacío” (2008), “La suerte en tus manos” (2012), “Dos hermanos” (2010), “El misterio de la felicidad” (2013). Su último trabajo es “Transmitzvah” (2024).
–Hay mucho que hablar de cine, pero mi primera pregunta es bien provinciana. ¿Qué le trae por el pueblo, don Daniel?
–Un montón de cosas. Es muy curioso. A veces en mi actividad ocurre que hay algo que va más allá de lo racional y hay una alineación de proyectos que te empiezan a llevar a todos lados. Ahora hay tres proyectos muy importantes en diferentes etapas que me empezaron a traer para Paraguay. Todo empezó con Andrés Gelós, que es un gran amigo y colega y colaborador que me viene hablando de Paraguay hace muchos años. Yo no conocía a Asunción, es increíble, estando a una hora y media. Entre paréntesis, es impresionante el desconocimiento que tenemos de un país hermano, vecino, que cuando entré a Asunción no tenía nada que ver con el prejuicio o el preconcepto. Me quedé muy sorprendido de lo que tiene que ver con el sector audiovisual del enorme potencial, el enorme presente también, porque el potencial siempre habla como de algo por venir. Lo que está sucediendo con el audiovisual en Paraguay y las posibilidades que se están abriendo en esta coyuntura son increíbles.
–Este vaticinio de que la pandemia en algunos aspectos era un punto de inflexión en nuestra manera de ver, de reflexionar las historias, ¿sucedió?
–No, no sucedió, no va a suceder y tiene todo el sentido porque uno de los mecanismos más comunes que tenemos todos y más activos, más presentes, una de las mayores herramientas de su providencia es la negación. Vivimos en estado de negación permanente, primero negamos quiénes somos todo el tiempo y también ni hablar de las situaciones externas que la vivimos negando. Entonces era de esperar que neguemos la pandemia, el efecto traumático y, sobre todo, neguemos lo que nos reveló sobre nosotros mismos, sobre nuestra vulnerabilidad, sobre su fragilidad y tiene un sentido. No juzgo ese mecanismo. La supervivencia incluso en condiciones óptimas de alimentación y sanitarias es muy compleja por la propia crisis existencial de estar, con lo cual entiendo que hayamos tirado en un abismo todo aquello que aprendimos en esos tiempos tan dramáticos.
IDENTIDAD POLIFACÉTICA
–Estaba reflexionando de que Argentina debe ser de los cines, después de Hollywood probablemente, obviamente Israel supongo, que más incurren en la temática judía.
–Tiene que ver con que hay una comunidad judía muy grande y también una diferencia con las demás comunidades judías. La dicotomía identitaria no ha existido en gran parte de la comunidad. Yo siempre he sido judío y argentino al mismo tiempo y nunca me puse a preguntar cuánto había de cada uno, no hay ninguna dialéctica digamos porque también creo personalmente que la identidad es absolutamente polifacética y soy judío y soy padre y soy hijo y soy argentino y soy una persona de cuentitos y soy un montón de cosas y no soy nada al mismo tiempo. Soy la persona que busca saber quién es como cualquiera de nosotros. Creo que tiene que ver con eso, que también no nos tuvimos que aferrar a esa identidad de una manera reactiva. Encima viniendo del país que sufrió los atentados terroristas más cruentos contra la comunidad judía fuera de Israel.
–Quiero detenerme en “Iosi”, una de las series más vistas acá en Paraguay. Fue un episodio muy fuerte a partir de toda esa fortaleza que tuvo unos años de incertidumbre al respecto de si se hacía justicia o no se hacía justicia, ¿no?
–Sí, no se hizo justicia finalmente. Y creo que también lo que quise reflejar, o sea, la sociedad argentina se anestesió ante la falta de justicia y que la impunidad formó parte de la identidad colectiva. Es algo tremendo. Pero me parece importante que la impunidad no es responsabilidad de un político o de una época política, es de una época de la sociedad en la cual la gente estaba anestesiada y admitía que la impunidad era un activo social con el cual se podía vivir y muy bien.
–Que tiene un pariente, que es el miedo.
–Ojalá fuera el miedo. Yo creo que es más la desidia, porque básicamente nadie soporta la impunidad respecto a uno mismo. Las víctimas nunca soportan la impunidad, esto está claro. El chiste es que la sociedad que no es directamente influenciada por un hecho lo sienta como propio. A mí me fascina el concepto de Spinoza sobre la escala del amor y la generosidad. Uno puede amar a cualquiera pero la generosidad es actuar como si uno amara al otro. Esto es lo mismo, que la sociedad actúe como si hubiera sido lesionada ella misma y cuando eso se desarticula puede existir la impunidad. Entonces básicamente hablamos de un cierto quiebre en el contrato social, de cierta dilución de una empatía.
VERDADES OCULTAS
–¿Te parece que el cine sigue reivindicando el lugar de la verdad?
–Una de las misiones del cine, porque cristaliza de manera física y evidencia ciertas verdades o a contrario sensu, que es más fácil porque darle un lugar de portador de verdad es un poco riesgoso, evidencia estos momentos de impunidad, estos momentos de la verdad que es mirada o atacada, que no es lo mismo que ser un lugar de definición de verdades. Yo en “Iosi” no digo “el atentado lo hizo tal persona”, porque la Justicia es la que tiene que hacer eso. Yo lo que digo es que durante 30 años se construyó una conspiración de actores muy diferentes de la sociedad, todos alineados de manera sincronizada para garantizar un pacto de impunidad. Hay una verdad que no conocemos y el cine puede develarnos las verdades ocultas.
–¿Cuándo fue la vez en tu vida, para hablar de tu historia personal, que dijiste “yo quiero hacer cine”?
–No existió ese momento y es bastante decepcionante cuando me preguntan eso, porque yo quería ser escritor. Yo tengo una fascinación por la literatura, me encantaba escribir y todavía la verdad que escribo y siempre digo a mis hijos “cuando sea grande me dedicaré a ser escritor” y me miran y me dicen “cuánto falta para eso” (risas). Escribía, pero en cierto momento sentí que tenía que transformarlo en un ambiente para contarle algo a alguien. Tengo el recuerdo de esperar que mi madre llegue del trabajo para contarle algo, la fascinación de contar algo. Y tomé cine como un instrumento, que podría haber sido cualquier otro. Nunca tuve una fascinación por el dispositivo cinematográfico y de hecho hoy no la tengo. Tengo una relación totalmente instrumental. No hay nada que me aburre más que hablar de una cámara. Cuando viene el fotógrafo y me dice ¿salió tal lente? Ni me cuentes. Mi relación con el cine es instrumental y de puente.
LA FIGURA DEL HÉROE
–Quiero continuar con tu obra y quedarme en “El abrazo partido”, porque además es un juego de palabras muy bonito.
–“El abrazo partido” me dio muchísimas satisfacciones y me cambió la vida. Fue la película donde dije “soy algo así como un director de cine”. Siempre parto de un dilema moral irresoluble. Yo cuando era chico vivía en el barrio judío de Once de Buenos Aires y había escuchado una historia que nunca se termina de saber si fue verdadero, pero me inspiró la película de que en la época de la guerra de los Seis Días hubo muchos judíos argentinos que dijeron “vamos a luchar por Israel” y en esa época se tardaba en llegar. Muchos llegaron después del sexto día y la guerra ya había terminado. Y alguno dijo “bueno, me quedo” y dejó una familia con un local. A mí esos dilemas de ir a luchar por un ideal dejando una familia, la idea de ir a salvar al mundo, pero abandonar tu responsabilidad más próxima, siempre desconfié. Siempre desconfié mucho de los héroes porque para mí son gente que se escapó de la casa, que no quiere asumir o que prefiere ir a salvar las ballenas en Australia en lugar de cuidar a su hijo de cuatro años y explicarle ciertas cuestiones existenciales.
–¿Qué cosas está mirando el cine?, ¿qué profecías está haciendo te parece?
–Yo creo que el cine no hace profecías. Yo creo que mucha gente que hace cine tenemos una conexión con nuestro tiempo. Entonces, no somos proféticos, sino revelamos cosas que la sociedad niega. Niega por el frenesí, por la falta de debate, por la agenda. Normalmente cuando uno va a promocionar una película, lo que te sucede hoy día es que la mayoría cuando vas a un programa de televisión te dice “la agenda de hoy es muy política, la agenda es otra cosa”. Yo creo que somos nuestra agenda. Estoy bien convencido de que somos qué hago hoy, somos eso y cómo tratamos al otro en ese eso y nada más.
EXPERIENCIA SOCIAL
–Dentro de unos años tendremos personas que pudieron no haber ido al cine, pero igual haber visto todas las películas del mundo. ¿Cómo te llevás con esos cambios?
–Tengo contradicciones al respecto. Por un lado, la idea de la masividad y la posibilidad de cuando pongo una serie y que pueden verla en cualquier parte del mundo y toda la penetración que tiene y el acceso que tiene porque sigue siendo un lujo burgués finalmente, pero tiene un acceso muy grande. Pero yo recuerdo que cuando estrenaba una película, mi mayor placer era salir y ver la gente llegando al cine. Había un momento de su vida que giraba en torno a ese evento y todo lo que significaba y que ahora todo se pueda hacer desde la cama comiendo una pizza. No es que me afecta a mí, me da pena que nos estemos perdiendo todo eso, porque en ese circular había un contacto humano, una circulación.
–Es como que se perdió el templo, ¿no?
–Se perdió el templo, pero lo mío no es la cuestión romántica, sino que nos perdimos una experiencia social que para eso nació, de a quiénes tengo al lado, que me encuentro con alguien, el tránsito con el otro, que lo vamos perdiendo. A mí eso me da pena, pero no por el cine en sí mismo, sino por la pérdida social, porque se van perdiendo y eliminando momentos de contacto humano, de contacto real.
HERMANDAD ESTÉTICA
–¿Te parece que hay un cine regional identificable como un corpus o hay experiencias aisladas?
–Yo siempre desconfío un poco del cine del hermano latinoamericano. Me parece que nunca terminé de entender por qué no podemos ser unidos, cercanos, colaborativos desde nuestra singularidad. Me parece que también es una pose totalmente innecesaria y es una retórica que el goce está en un supuesto sentimiento de hermandad estética o narrativa que no hay. Lo hubo en la literatura en cierto momento. Desde afuera nos miran como latinos, pero ¿nos tenemos que sumar a esa mirada? ¿O tenemos que reivindicar nuestra singularidad y tener una mirada más pragmática de colaboración entre los países para hacernos más fuertes en todas las cinematografías, generar hub de producción?
–¿Cómo está el cine argentino?, que siempre fue productivo.
–Creo que está en el momento más delicado de su historia. La interrupción del fomento público generó una crisis muy grande. El cine argentino hoy día se sostiene básicamente por el aporte de las plataformas y me gusta. Prefiero pensar que de alguna manera el sistema de fomento público de alguna manera se va a reinventar para lograr que personas como yo, que hemos sido hijos de la educación pública y hemos contado con apoyo, después podamos crear como yo compañías de producción independiente, pero el aporte público es el puntapié. Hay que entender que una cinematografía es mucho más que lafacturaciónoel valor agregado que genera porque tiene un enorme impacto cultural y sobre otras industrias.
–Hay una especie de desvalorización de lo público también, ¿no?
–Latinoamérica es un continente, y ahí sí estamos hermanados, con abismales asimetrías irresolubles por el mercado. Esto no es una posición ni ideológica ni política, es absolutamente descriptiva. Hay comunidades, hay espacios, hay territorios, que además de las cuestiones de asimetrías históricas, están bajo riesgo por cuestiones climáticas. Ahí la sociedad, más que el Estado, puede tener una decisión de si como humanos tenemos una empatía y queremos entre todos ayudarnos. Es una cuestión humanística y no política.
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El arpa, el alma de la música paraguaya
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Néstor Soto
El Día Nacional del Arpa Paraguaya se celebra el 9 de junio en recordación a la fecha de fallecimiento de Félix Pérez Cardozo, el creador del arpa paraguaya, en 1952. Un equipo de La Nación/Nación Media visitó el Museo del Arpa para mostrar su acervo y mantener una charla musical con el arpista guaireño Francisco Giménez, quien comparte sus vivencias, su arte y su valoración sobre el inmenso aporte de Pérez Cardozo.
La fría media mañana se trocaba en calurosa y los rayos del sol asaltaban a través de los cristales y se volvían a replegar detrás de las nubes.
Francisco cruza el dintel de la puerta ataviado completamente de negro como aquella ave que irrumpe en la lúgubre medianoche y se posa en el busto de Palas. Afina el arpa y lanza algunos acordes.
Nacido un 12 de agosto de 1972 en la compañía Caroveni de la ciudad de Villarrica, departamento del Guairá, su primer contacto con el arpa se dio a temprana edad a partir de un triste pero emotivo episodio familiar: en su lecho de muerte un tío afectado por una grave enfermedad heredó su arpa a su sobrino y pidió que en su memoria el pequeño Francisco sea instruido en la ejecución del instrumento.
PRIMER CONTACTO
Fue un día antes de la Navidad de 1984. Un vecino solidarizado con el difícil momento que atravesaba su familia los invitó a pasar con ellos las fiestas. En un momento de la noche, Francisco quedó enfrascado en los sonidos que emanaban del tocadiscos. Se trataba nada más y nada menos que los villancicos interpretados por el maestro Luis Bordón.
“Che ra’y, ¿nde gusta pio la arpa?” (mi hijo, ¿te gusta el arpa?), lo inquiere su padre al notar el vivo interés del niño.
“Ha la péicha ambopútaramo ambopuse” (si es que voy a tocar así, quiero hacerlo), le respondió el niño.
Como un buen padre paraguayo de clase trabajadora, su ternura nunca está exenta de dureza, por lo que su apoyo estuvo seguido de una tajante advertencia: “Ejededicaro embopu va’erã la péicha (si te dedicás, vas a poder tocar así). Tu tío te dejó el arpa. Si te gusta, mañana mismo vamos a hablar con el maestro Herminio Careaga. Te voy a dar tres meses de tiempo. Si en tres meses veo que no vas a tocar nada, vas a volver conmigo a la carpintería, pero en estos tres meses te voy a dar el tiempo necesario para que practiques”, rememora.
Como el joven Francisco no tenía vocación de carpintero, se puso a practicar hasta diez horas al día. En ese breve lapso, cuenta que avanzó a lo equivalente a un año de estudio hasta convertirse en un virtuoso intérprete que recorrió escenarios de los cinco continentes, además de una residencia de varios años en Europa y estancias como instructor en Japón. Así, de niño se puso a practicar como si fuera un concertista profesional.
NUEVO MATERIAL DISCOGRÁFICO
Sobre su próximo material, explica que es el primero con obras exclusivamente suyas. Se trata de 10 tracks, una zamba, una guarania y ocho polcas. En conjunto constituyen un homenaje a figuras muy influyentes en su vida como su madre y sus maestros, además de una pieza compuesta para una obra teatral. Cada obra está hecha al estilo del homenajeado.
La producción fue realizada con un apoyo que brinda Autores Paraguayos Asociados (APA) para incentivar las nuevas creaciones.
“Espero que sea del agrado de la gente. Es un disco de homenajes. Hay canciones para mi madre, a maestros como Luis Bordón, Enrique Samaniego, Cristino Báez Monges, Herminio Careaga, que fue mi primer maestro. Por supuesto, a Félix Pérez Cardozo, Óscar Nelson Safuán y una obra que compuse para una obra de teatro, ‘Gaucho gua’i’, dirigida por Pedro Paredes. Son temas instrumentales con acompañamiento de guitarra, bajo y algunos temas incluso con orquesta. Son grabaciones de distintos momentos”, expresa.
–¿Qué tiene de especial para vos este disco con respecto a los otros?
–A este disco le tengo un cariño especial porque son composiciones mías. En la composición uno expresa realmente lo que siente. En el caso de la interpretación, uno tiene que respetar al compositor que está interpretando. Tratar de transmitir el espíritu y la esencia del que compuso el tema. Por eso se denomina intérprete. Pero en el caso de este disco yo compuse los temas de aquello que yo sentía. Yo respeto mucho a los creadores y entonces trato de mantener la esencia de cada compositor. Siempre sostengo que si uno quiere innovar, tiene que crear algo propio, así como lo hizo Safuán. Crear algo propio y respetar la composición de los autores anteriores. En cambio, la composición te da una libertad absoluta.
EL CREADOR DEL ARPA PARAGUAYA
–¿Qué representa para vos la figura de Félix Pérez Cardozo para el arpa y para la música paraguaya en general?
–Félix Pérez Cardozo es el taita guasu del instrumento, es el cimiento, el comienzo. Él es el creador del arpa paraguaya como la conocemos hoy en día, porque él transformó físicamente la antigua arpa india a lo que conocemos como arpa paraguaya. Él hizo algunas transformaciones físicas, aumentó la cantidad de cuerdas, creó una técnica que antes no existía. Él lo prefiguró todo y posteriormente cada artista fue evolucionando también de acuerdo a su tiempo. Creó un amplio repertorio para solistas, que anteriormente eran muy escasos. Solamente había temas tradicionales y el arpa no se tocaba tanto como instrumento solista, era más bien un instrumento de juglaría, de acompañamiento. El mismo artista cantaba y contaba relatos, sucesos, crónicas a través de sus canciones, los famosos compuestos. Y se acompañaba con el arpa y era muy limitada la técnica, porque el arpista cantaba y se acompañaba. El guarambareño Tacho’i fue el último exponente de este estilo. Él cantaba los compuestos acompañándose del arpa y a veces improvisaba en el momento. Contaba algunos sucesos que ocurrían en un pueblo y después seguía en otro pueblo y contaba cantando.
–¿Cuál es el principal cambio que se da con Pérez Cardozo?
–Pérez Cardozo lo transformó en instrumento solista, compuso solos de arpa y otro aporte fundamental fue la musicalización de versos de Emiliano R. Fernández y otros poetas que hoy forman parte del repertorio clásico como “Che la reina”, “Adiós che paraje kue”, etc. Además, casi todas las arpas del mundo se tocan con la yema de los dedos, pero Pérez Cardozo incorporó las uñas, lo que le da la posibilidad de hacer los trinos o trémolo, el acompañamiento con el bajo. También cambió la posición de los dedos. El cabezal del arpa india es semirrecto y las cuerdas van a los costados, mientras que el arpa paraguaya tiene un arco más pronunciado y las cuerdas entran por el centro.
NECESIDAD
–¿Conocés cómo fue este proceso?
–Yo tuve la suerte de estar en comunicación con varias personas de la generación de Pérez Cardozo y Flores, por ejemplo. Uno de ellos fue el doctor Carlos Federico Abente, Elvio Romero, mucha gente en Argentina y a través de ellos me enteré de que, por ejemplo, Pérez Cardozo estaba desarrollando el arreglo del “Pájaro campana”, que es como si fuera de él también porque es una recreación. O sea, es como si volviera a crear nuevamente una obra que ya existía. “Pájaro campana” era un temita de dos partes nomás y Pérez Cardozo le hizo el arreglo, le puso una introducción, desarrollo, variaciones y un final con las bordonas. Y cuando estaba desarrollando ese arreglo se dio cuenta de que al final no alcanzaba, le faltaban los bajos, algunas notas. Le hizo escuchar a Flores y le dijo “kóa ko ndaikatúi amboapu’a hína opa haguã porque opa ápe chehegui las cuerdas. Mba’e cheaconseja, maestro” (esta obra no puedo cerrar porque terminan de mí las cuerdas. ¿Qué me aconseja, maestro?).“Y chamígo, emo’îve chupe las cuerdas ehupyty haguã las notas ofaltaba” (amigo mío, póngale más cuerdas para alcanzar las notas que faltan).
–Imagino que no fue algo que se hizo de la noche a la mañana.
–Claro, no es así nomás. Ahí cambia la tensión y al agregar las cuatro cuerdas se puede desarmar el instrumento. A partir de ahí Pérez Cardozo buscó la manera de agregarle más cuerdas, se fue junto a un luthier, un físico matemático, hicieron los cálculos y vino con la idea desde Buenos Aires junto a su amigo de infancia, Epifanio López, que fue su luthier y le dijo a Epifanio “péa la che idea” (esta es mi idea). Y así Epifanio López y Pérez Cardozo lograron transformar aquel instrumento denominado arpa india a lo que actualmente conocemos como arpa paraguaya. Cristino Báez Monges también en su último tiempo empezó a fabricar arpas. Compuso un tema que se llama “Lo mitã sapukái” y se dio cuenta de que le faltaba una cuerda para poder imitar el grito del campesino que él buscaba y le aumentó una cuerda más. Entonces, de la de 36 de Pérez Cardozo se pasó a 37 y actualmente ya hay de 38, 40 y hasta 50 cuerdas, pero la de 37 es la básica actualmente y ahí ya está todo.
CONCIERTO DE PRESENTACIÓN
El próximo jueves 12 de junio (Día de la Paz del Chaco), a las 19:00, en el auditorio del APA (Chile 850 e/ Piribebuy y Humaitá) Francisco Giménez realizará la presentación de su disco titulado “María Elva” en honor a su madre.
“No se cobra entrada, pero sí la salida”, dice entre risas Francisco a la espera de que el público que asista a su concierto adquiera su material discográfico, que tendrá un costo de G. 50.000 en formato físico y habrá una oferta especial de cinco discos grabados en un pendrive a un costo de G. 100.000. Sin duda será una gran ocasión para incluir en el setlist estos tesoros de la música paraguaya. Muy pronto también estará disponible en todas las plataformas digitales. “Les espero a la gente a la que le gusta el arpa, que le gusta sentir el sonido auténtico del arpa sin mucho acompañamiento, como base arpa y guitarra. Vamos a hacer un concierto no muy largo con repertorio del disco. Voy a estar acompañado de Cacho Cords en guitarra, Pedro Domínguez en guitarra y Luisinho Bordón, el hijo de don Luis Bordón, en el bajo”, invita.
FIGURA CLAVE
Félix Pérez Cardozo nació el 20 de noviembre de 1908 en Hyaty, departamento de Guairá, una localidad que hoy lleva su nombre en su homenaje. Fue un destacado arpista, compositor y figura clave del folclore paraguayo, reconocido por su virtuosismo y por haber elevado el arpa paraguaya a un símbolo nacional.
Hijo de Teodoro Pérez y Cándida Rosa Cardozo, se casó con la argentina Avelina Victoria Sánchez Saenz, con quien tuvo una hija, Ángela Rosa, quien le sirviera de inspiración para sus composiciones, “Bienvenida”, “Ángela Rosa” y “El sueño de Angelita”. Aprendió a tocar la guitarra y el arpa de forma autodidacta, como era común entre los músicos rurales de la época. Pérez Cardozo es autor de numerosas obras que enriquecieron el repertorio del arpa paraguaya como “Tren lechero”, “Mi despedida” y el archifamoso arreglo de “Guyra campana”. Su estilo personal y su técnica innovadora lo convirtieron en una figura central en la evolución del arpa paraguaya. Modificó la estructura del instrumento, aumentando el número de cuerdas a 36 y rediseñando el cabezal, lo que definió la identidad sonora del arpa paraguaya moderna. Falleció en Buenos Aires el 9 de junio de 1952 y en recordación a esta fecha se recuerda en nuestro país el Día Nacional del Arpa.
Fuente: ChatGPT
EL RINCÓN DEL ARPA
El Museo del Arpa funciona en la casa Ballario del Centro Cultural de la Ciudad Carlos Colombino - Manzana de la Rivera y está ubicado sobre la calle El Paraguayo Independiente esquina Juan E. O’Leary. Es un edificio patrimonial de estilo neoclásico italiano construido a inicios del siglo XX.
Heddy Benítez, jefa de museos del centro cultural, reseña que el espacio se originó en el Centro Paraguayo-Japonés (CPJ) en 2008 hasta su traslado al espacio que ocupa actualmente hacia 2016. En el lugar están expuestos arpas, fotografías, publicaciones, partituras, tapas de discos, vestuario, placas, reconocimientos, estatuillas y otros objetos que pertenecieron a grandes cultores del instrumento como Félix Pérez Cardozo, Alberto Romero Ruiz Díaz, Luis Bordón, Nicolasito Caballero, Tito Acuña, Lorenzo Leguizamón, Cristino Báez Monges, Digno García, Ismael Ledesma, César Cataldo, entre otros.
“Hablar del arpa paraguaya es hablar de la esencia de nuestra cultura y de lo que amamos, que es la música. Nuestro país es muy musical. Todos los artistas que están expuestos acá han cumplido un papel muy importante haciendo conocer la música paraguaya y particularmente el arpa, que es la expresión más genuina de este país”, señala Benítez. Además de las reliquias expuestas, también hay disponible un instrumento nuevo que está a disposición de los visitantes que sepan tocar el instrumento. El horario de atención es de lunes a viernes de 8:00 a 16:00.
Los responsables del museo aprovecharon la ocasión para invitar al público al concierto que se realizará mañana 9 de junio, a las 19:00, en el auditorio Ruy Díaz de Guzmán del citado centro cultural.
Los protagonistas de la velada serán el Conjunto Folklórico Municipal, el Ballet Folklórico Municipal y Arpistas Paraguayos Asociados. El acceso al espectáculo es libre y gratuito.