En la capital del lujo más refinado, Armani celebró sus 20 años de alta costura con propuestas creativas excepcionales como se puede observar en este combo de imágenes
La alta costura parisina viste el invierno con sofisticación
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Fotos AFP – Balenciaga - Schiaparelli
La ausencia de emblemáticas casas como Dior, Jean-Paul Gaultier, Fendi o Valentino no opacó la icónica Semana de la Alta Costura de París desde donde nos llegan los códigos del vestir para la temporada invernal en lo que a diseños para grandes ocasiones se refiere.
Elie Saab contrasta el negro con llamativos
bordados florales
Como cada julio, en la capital francesa se presentaron piezas elegantes y únicas para los días de frío, diseños materializados artesanalmente, pensados especialmente para las alfombras rojas, grandes eventos de la jet set y galas.
Chanel reinventa los clásicos del invierno
en una colección discreta y distinguida
Fueron un total de 27 las marcas que se sumaron a esta tradicional cita, llena de lujo y sofisticación, organizada por la Federación de la Alta Costura y Moda, evento que no debe confundirse con la Semana de la Moda de París donde se presentan colecciones prêt-à-porter casi exclusivamente. Esta edición de la Semana de la Alta Costura de París tuvo lugar en un particular contexto de transiciones dentro de las casas de moda.
Chanel reinterpreta el emblemático
tweed
El diseñador georgiano Demna Gvasalia, llamado para liderar la nueva etapa de Gucci, ofreció su último desfile para Balenciaga, donde será sustituido por el italiano Pierpaolo Piccioli. Por su parte, la razón por la que Dior no estuvo presente esta vez se debe a que Jonathan Anderson, nombrado a principios de junio al frente de las colecciones femeninas y de alta costura, reserva su primera colección haute couture para enero de 2026, según se pudo saber.
Chanel apuesta por lo confortable
En este espacio de La Nación del Finde te mostramos algunas de las piezas más destacadas de las colecciones de Armani, Balenciaga, Schiaparelli, Iris van Herpen, Georges Hobeika, Chanel, Stéphane Rolland, Franck Sorbier, Elie Saab y Zuhair Murad.
Terciopelo negro y organza bordada
para esta elegante pieza de
Zuhair MuradGeorges Hobeika propone
siluetas estructuradas y corsetes
de factura artesanalGeorges Hobeika no escatima en brillos y bordados cuando se trata de impactar en una galaSuntuoso abrigo brillante de rosasFranck Sorbier se inspiró en
el mito de El Dorado y el
universo precolombinoEl desfile de Elie Saab es siempre uno de los momentos más esperados en la pasarela parisina, donde el libanés presentó suntuosas creaciones como
estas cinco propuestasBajo el título Noir Séduisant, la colección de Armani Privé destacó la elegancia y el
poder del negroLos esculturales diseños del libanés Georges Hobeika vienen en tonos suavesArmani Privé fusiona líneas
femeninas y masculinasArmani propone lucir boinas este inviernoLas mujeres del Hollywood de los años 30 y 40 inspiraron a Zuhair Murad para esta colección lujosa y femenina
DESPEDIDA EN BALENCIAGA
Kim Kardashian desfiló para la marca
El diseñador Demna le dijo adiós a Balenciaga con un homenaje a los patrones clásicos del legendario modisto español, una colección de líneas simples donde no faltó, sin embargo, la conocida irreverencia del diseñador georgiano, con trajes sobredimensionados, botas y gafas oscuras.
Una estética que evoca el estilo Jackie
Hubo abundancia de negro y estrellas en la pasarela. Isabelle Huppert, Naomi Campbell, Kim Kardashian y Eva Herzigova desfilaron para la casa.
LAS MEDUSAS DE IRIS VAN HERPEN
Iris Van Herpen propuso un descenso a las profundidades marinas en la Semana de la Alta Costura parisina. La medusa es un tema central del desfile, bautizado “Sympoiesis”. Conocida por su fusión de alta tecnología y moda, la diseñadora holandesa presentó vestidos que imitaban escamas o algas, en tonos verdáceos, azules marino, pero también negro y plata, así como nude y blanco.
SCHIAPARELLI REGRESA AL FUTURO
Schiaparelli propuso un “Regreso al futuro” con largos y escultóricos trajes de noche, casi demasiado sobrios, todo en tonos blancos, negros y plateados, con algunos toques de rojo brillante.
Con efecto escamas
Celebrado en el Petit Palais, este desfile reunió a varias estrellas como la rapera estadounidense Cardi B, la cantante británica Dua Lipa y las actrices francesas Philippine Leroy-Beaulieu y Joséphine Japy.
De aire lencero
EL ROJO DE STÉPHANE ROLLAND
Vaporoso y transparente
El francés Stéphane Rolland dio protagonismo al rojo en su colección de alta costura para el invierno 2025. Presentó modelos inspirados en las obras del compositor Maurice Ravel, arquitecto del ritmo abstracto, y la bailarina Ida Rubinstein, famosa en los ballets rusos y un ícono en la belle epoque.
Los 7 mejores espectáculos del Festival de Aviñón 2025: el más grande del planeta
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Por David Sánchez, desde Aviñón (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
Fotos: Gentileza
Cada julio, esta ciudad francesa de apenas 90.000 habitantes se transforma en el epicentro mundial del teatro con el Festival de Aviñón, el más grande del planeta, que compite en magnitud y prestigio con el Fringe de Edimburgo.
Aviñón, esa joya del sur de Francia, es mucho más que su célebre puente de la canción infantil Sur le pont d’Avignon o su pasado como sede papal durante 68 años, cuando rivalizó con Roma en el siglo XIV.
Cada julio, esta ciudad de apenas 90.000 habitantes se transforma en el epicentro mundial del teatro con el Festival de Aviñón, el más grande del planeta, que compite en magnitud y prestigio con el Fringe de Edimburgo.
Durante tres semanas, sus calles, plazas y 139 teatros se convierten en un hervidero de creatividad, con más de 1.700 funciones diarias y un programa de casi 500 páginas que desafía cualquier intento de abarcarlo todo. Es una locura teatral que exige organización, instinto y, sobre todo, pasión por el arte escénico.
En los primeros cinco días del festival de 2025, he tenido la suerte de sumergirme en esta vorágine y aquí entrego mis siete premios a las obras más destacadas.
Mejor obra casi muda: “Patrik” – Théâtre Épiscène
De qué va: este espectáculo, protagonizado por Patrik Cottet-Moine, es una oda al humor físico y visual.
Con apenas palabras, Cottet-Moine crea un universo de gags absurdos y surrealistas que conectan con públicos de todas las edades y nacionalidades. Cada escena es una explosión de imaginación, desde transformaciones corporales hasta situaciones disparatadas que desafían la lógica.
Comparado con Rowan Atkinson por su expresividad y genialidad física, Cottet-Moine es un tesoro del teatro gestual.
Su capacidad para transformar su rostro y cuerpo es hipnótica, y su humor, aunque absurdo, es universal. A las 10 de la mañana, con una sala llena, este espectáculo demuestra que no necesita grandes escenarios para brillar. Ver a Patrik es, como dice la crítica, un lujo que todos deberían experimentar al menos una vez.
Mejor obra: 1 “Heure de Philosophie (avec un mec qui ne sait pas grand-chose”) – Théâtre Notre-Dame
De qué va: otra joya de Christophe Delort y PA Prod., este monólogo convierte la filosofía en una experiencia accesible, divertida y profundamente educativa. A través de una pizarra, un panel y una narrativa ingeniosa, Delort desglosa conceptos filosóficos complejos con humor y claridad, invitando al público a reflexionar sobre ideas que, aunque siempre han estado ahí, rara vez nos detenemos a explorar.
Este solo es un prodigio de equilibrio: hace reír, enseña y nunca aburre. Delort demuestra una vez más su maestría como director y actor, transformando un tema que podría ser árido en una experiencia vibrante. Al salir de la sala, el espectador no solo se siente entretenido, sino enriquecido, con nuevas perspectivas sobre la vida y el pensamiento. Una obra que encapsula lo mejor del festival: teatro que transforma.
Christophe Delort y PA Prod., este monólogo convierte la filosofía en una experiencia accesible
Mejor vis cómica: “Titouan Bodin por Shakespeare... Même pas peur!” – Théâtre de Notre-Dame
De qué va: esta obra es un ambiciosa y divertidísima, intento de condensar la vastísima obra de William Shakespeare en una sola función. Tres actores, un biombo y una energía desbordante son los ingredientes de esta comedia que recorre las tragedias, comedias y dramas históricos del bardo inglés con un enfoque fresco, dinámico y absurdamente hilarante.
La estrella indiscutible es Titouan Bodin, un actor que brilla con luz propia. Su vis cómica es un don natural, una chispa que no se puede fingir. Ya sea interpretando a un héroe masculino o a una dama shakesperiana, Titouan transforma cada escena en un espectáculo de humor físico y verbal que roba carcajadas.
Formado en el Acting Studio de Lyon bajo la tutela de Joëlle Sévilla, este actor, activo desde 2013, ha colaborado con numerosas compañías en la región de Auvergne-Rhône-Alpes, destacando en géneros que van desde la comedia absurda hasta musicales y cuentos infantiles.
Su papel como Sherlock Holmes en “¿Quién quiere la piel de Sherlock Holmes?” (2019), representado 150 veces, ya lo había consolidado como un talento polifacético.
En “Shakespeare... Même pas peur!”, su versatilidad, humor inglés y enfoque físico lo convierten en el alma de la obra, haciendo que esta experiencia sea tan instructiva como desternillante. Una joya para quienes aman el teatro que no se toma demasiado en serio.
La estrella indiscutible es Titouan Bodin, un actor que brilla con luz propia.
Mejor sorpresa: “Madame Arthur fait son Opéra” – Rouge Gorge
De qué va: esta ópera cabaretera es una explosión de música, humor y provocación. Cuatro artistas, vestidos con pelucas extravagantes, maquillaje estridente y transparencias que no dejan nada a la imaginación, reinterpretan la ópera clásica con un toque sádico, erótico y profundamente íntimo. La obra juega con la cercanía física entre actores y público, creando una experiencia sensorial única. Presentada en el magnífico Théâtre Rouge Gorge, cuya arquitectura interior —con su balcón central y lámparas de ensueño— ya es un espectáculo por sí misma, esta obra rompe todos los prejuicios sobre la ópera. Los artistas no solo cantan con maestría, sino que tocan piano y violín, exhiben físicos imponentes y despliegan un humor que transforma lo que podría ser un género elitista en algo accesible y vibrante. La elección de programarla a las 22:00, una hora poco común en el off, es un acierto del director Harold David, que logra llenar la sala con un público que sale maravillado. Es una ópera que no solo se escucha, sino que se siente en el cuerpo, una sorpresa que redefine lo que significa asistir a un espectáculo lírico.
“Madame Arthur fait son Opéra” – Rouge Gorge
Mejor obra semiseria, semihumorística: “Al Capone” – Théâtre Notre-Dame (Salle Rouge)
De qué va: esta obra, producida por la compañía PA Prod., dirigida por el talentoso Christophe Delort, narra la vida del infame gángster Al Capone, desde sus inicios hasta su reinado como capo de la mafia. Con un equilibrio perfecto entre drama, humor y música, la pieza utiliza transiciones musicales en vivo para marcar el paso del tiempo y las escenas, creando una narrativa fluida y envolvente.
“Al Capone” es un ejemplo de cómo el teatro puede ser profundo sin ser pretencioso. Con un elenco reducido de cuatro o cinco actores y dos músicos, la obra combina momentos de brutalidad con toques de humor sutil y una interacción medida con el público. La genialidad de Delort radica en no excederse en ningún aspecto: ni en el drama, ni en la comedia, ni en la violencia. Cada elemento está dosificado con precisión, lo que resulta en una experiencia redonda, emocionante y memorable. PA Prod. y Delort confirman aquí su capacidad para convertir cualquier idea en oro teatral.
Al Capone
Mejor solo humor: “Yohann Métay - Le Sublime Sabotage” – Théâtre des Corps Saints
De qué va: en este monólogo, Yohann Métay interpreta a un escritor frustrado que, en un intento de crear una novela de éxito, desata un torbellino de humor ácido y autocrítico. La obra comienza con un falso anuncio de cancelación que descoloca al público, para luego sumergirlo en una montaña rusa de gags que abordan sus miedos, inseguridades y encuentros con los espectadores. Métay es un huracán en escena. Con su bolso bandolera y una actitud irreverente, se mete con todo el mundo: mayores, parejas nadie está a salvo de su lengua afilada. Su humor, extremo pero inteligente, hace que el público termine con dolor de mandíbula de tanto reír. Este solo es un despliegue de energía y carisma, una masterclass de cómo un solo actor puede llenar un escenario y mantener al público en vilo durante toda la función. Una obra imprescindible para los amantes de la comedia sin filtros.
En este monólogo, Yohann Métay interpreta a un escritor frustrado
Mejor improvisación: “Anthony Joubert en Le Dîner des Cons” – Cinévox Théâtre
De qué va: basada en la célebre comedia de Francis Veber, esta versión de “Le dîner des cons” (“La cena de los idiotas”) dirigida y protagonizada por Anthony Joubert ofrece una mirada fresca a la historia de un grupo de amigos que organiza cenas para burlarse de invitados “tontos”. La trama, conocida por su humor cruel pero hilarante, cobra nueva vida gracias a la espontaneidad de Joubert. Joubert no solo actúa, sino que dirige y aporta una naturalidad única a la obra. Su vis cómica brilla especialmente en los momentos improvisados, donde no duda en señalar los errores de sus compañeros o interactuar con el público, generando risas espontáneas. Esta capacidad para romper la cuarta pared (si es que en teatro existe) y convertir los tropiezos en momentos de genialidad hace que esta versión destaque entre las muchas que se presentan en Aviñón. Es una obra que respira frescura y demuestra que, incluso en un clásico, hay espacio para la innovación.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
Anthony Joubert ofrece una mirada fresca a la historia de un grupo de amigos que organiza cenas para burlarse de invitados “tontos”
Un visitante mordió una banana millonaria en museo francés
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Un visitante mordió una banana pegada con cinta adhesiva en una pared, una obra del italiano Maurizio Cattelan valorada en millones dólares y expuesta en el Centro Pompidou de la ciudad francesa de Metz, informó el viernes el museo. “El equipo de vigilancia intervino con rapidez y serenidad, de acuerdo con los procedimientos internos”, indicó a AFP la institución, ubicada en el este de Francia.
El incidente, que tuvo lugar el sábado, “no alteró en absoluto la integridad de la obra”, que fue reinstalada minutos más tarde. “Como la fruta es perecedera, se sustituye regularmente según las instrucciones del artista”, precisó el museo. Cattelan -cuya provocadora creación titulada “Comedian” fue comprada el año pasado por 6,2 millones de dólares en una subaste en Nueva York- lamentó que el visitante “confundiera la fruta con la obra de arte”.
“En lugar de comerse la banana con piel y cinta adhesiva, el visitante se limitó a consumir la fruta”, expresó, citado por el Centro Pompidou de Metz. Según el diario Le Républicain lorrain, no se ha presentado ninguna denuncia. Esta obra del iconoclasta y provocador Cattelan, de la que existen tres ejemplares, cuestiona la noción de arte y su valor.
Ha dado mucho que hablar desde su primera exposición en 2019 en Miami, donde otro artista se la comió para denunciar su precio, que entonces era de 120.000 dólares. También fue devorada por el empresario chino-estadounidense Justin Sun, días después de haber pagado una millonada por adquirirla. “Es mucho mejor que las otras bananas”, declaró tras probar el primer bocado delante de decenas de periodistas en un lujoso hotel de Hong Kong.
Viticultores franceses se adaptan a la tendencia del vino sin alcohol
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En un laboratorio del suroeste de Francia, un ingeniero químico manipula muestras de vino sin alcohol recién sacado de cubas de metal, elaborado para responder a las nuevas tendencias de consumo tanto en este país como en el resto del mundo. “El cliente espera un vino con 0 % de alcohol”, explica el ingeniero Romain Laher, encargado de la desalcoholización en Le Chai Sobre, inaugurado en junio.
Desde la selección de los lotes hasta el embotellado, este centro fue creado por iniciativa de la empresa emergente Moderato y del grupo de viticultores Vivadour, del departamento de Gers. En este mercado, Moderato vende 50 % de sus productos en Francia y 50 % en el extranjero, en quince países que incluyen Canadá, Suiza, Dinamarca y también Emiratos Árabes Unidos, según Sébastien Thomas, cofundador de la empresa, quien aspira a integrar el vino sin alcohol “en la familia de la excelencia francesa”.
Las “vinificaciones para vinos desalcoholizados” no difieren fundamentalmente de las que “se realizan para el conjunto de los vinos”, observa Frédéric Ben, responsable de vinificación y enología en Le Chai Sobre. En esta estructura se eliminan las moléculas de alcohol conservando los aromas del vino, mediante un proceso especial desarrollado para adaptarse al “creciente interés por un producto diferente”, añade Laher.
Elaborado como un vino tradicional, al producto se le retira el alcohol por medio de una “nueva herramienta” desarrollada “recientemente”, que utiliza un “proceso de destilación en frío”, explica el ingeniero. “Se reduce la presión dentro de la máquina, lo que disminuye la temperatura de ebullición del alcohol”, que se extrae “a una temperatura mucho más baja que en una destilación clásica”, detalla.
A través de varias etapas, incluida la transición del alcohol a su “fase de vapor”, este método —a diferencia de la destilación a temperatura ambiente— permite obtener “las mejores cualidades en el producto desalcoholizado”, señala, mientras sigue el proceso desde una pantalla táctil.
Sin embargo, la eliminación del alcohol “refuerza la sensación ácida del vino”, la cual “debe ser compensada con azúcar en el producto final”, subraya Ben.
Alrededor de 6.000 hectolitros serán producidos este año por Le Chai, que prevé un crecimiento del 50 % anual. El centro de desalcoholización es “muy joven, pero está en plena expansión”, añade el director de vinificación, esperando que la capacidad de producción del sitio pueda aumentar hasta 80.000 hectolitros al año.
En Gascuña, en el departamento de Gers, donde los vinos tienen perfiles aromáticos particulares, Moderato -especializada en la venta de vinos sin alcohol- encontró a los candidatos ideales para crear el centro, relata Thomas.
Desde los años 1960 “fuimos testigos de una disminución continua en las ventas de vino, que fue muy importante en los años 70 y 80”, explica Pascal Dupeyron, director de la rama vitivinícola del grupo Vivadour, que agrupa a 400 viticultores del Gers.
Aun hoy, “a pesar de la notoriedad de los vinos franceses y todo el saber hacer del país”, esta disminución continua con los años y “se traduce en una dificultad para vender nuestros vinos”, señala.
Al observar “el creciente desinterés, sobre todo entre los jóvenes, por las bebidas alcohólicas”, Vivadour comenzó a interesarse por la producción de vino desalcoholizado en 2023.
“Nos preguntamos cómo ampliar nuestras actividades para poder valorizar las reservas de los viticultores”, comenta Dupeyron.
Según un informe del CNIV (Comité Nacional de las Interprofesiones de Vinos con Denominación e IGP) de 2022, el consumo de vino debería disminuir 25 % de aquí a 2035, mientras que el mercado mundial del vino sin alcohol debería dispararse, alcanzando 5.000 millones de dólares en 2032 frente a 1.800 millones en 2022, según la consultora estadounidense Fact.MR.
Para qué sirve el bolsillo pequeño de los vaqueros
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A simple vista, parece un detalle decorativo más, pero lo cierto es que ese pequeño bolsillo cosido justo encima del principal en los vaqueros tiene una función original muy concreta. Aunque hoy pocos lo usan y muchos ni se plantean para qué sirve realmente, este pequeño compartimento ha acompañado a los jeans desde sus orígenes, y su propósito inicial no tenía nada que ver con el diseño o la moda. Para entenderlo, hay que remontarse al nacimiento de los pantalones vaqueros tal y como los conocemos hoy.
Los pantalones vaqueros, una prenda imprescindible en el armario de millones de personas alrededor del mundo, tienen una historia que data del siglo XIX. En sus primeros días, su función no era estética, sino práctica, dirigida a los trabajadores de sectores como la minería, el campo y el ferrocarril, quienes necesitaban ropa resistente para enfrentar largas jornadas laborales.
Esta necesidad dio lugar a la creación de los primeros vaqueros, diseñados por Levi Strauss, un inmigrante judío de Alemania, y el sastre Jacob Davis en 1873. Juntos utilizaron tela de lona fuerte y remaches de cobre para reforzar los puntos de mayor tensión, dando vida a una prenda que, con el paso del tiempo, trascendería su uso inicial para convertirse en una pieza clave de la moda.
Con el tiempo, los pantalones vaqueros dejaron de ser exclusivos de los obreros para convertirse en una prenda común en la vestimenta de todos, adaptándose a las modas de cada época. A pesar de las variaciones en los diseños a lo largo de los años, hay un elemento que ha permanecido constante: el pequeño bolsillo que aparece dentro de uno de los bolsillos delanteros grandes. Un detalle que, si bien a menudo es ignorado, guarda una historia interesante sobre su origen.
Muchos creen que el propósito de este diminuto bolsillo era el de almacenar monedas, como es comúnmente asociado con él. Sin embargo, la verdadera razón detrás de su existencia es diferente. En sus inicios, este pequeño compartimento tenía un propósito específico: guardar los relojes de bolsillo, un objeto esencial de la época. El diseño de los vaqueros permitía que estos relojes, de gran valor para sus dueños, se guardaran en un lugar seguro, evitando que se rompieran o se golpearan con otros objetos.
Este detalle práctico y funcional fue uno de los primeros usos de ese pequeño bolsillo, que ofrecía protección a los relojes y garantizaba su durabilidad. Con la llegada y la popularización de los relojes de pulsera, el uso de los relojes de bolsillo empezó a declinar, y con ello, también el propósito original de este bolsillo. Fue entonces cuando otro objeto se apoderó de este espacio: el mechero Zippo. Estos mecheros, que se mantenían en posición vertical para evitar el derrame de gasolina, encontraron en el pequeño bolsillo de los vaqueros el lugar ideal para ser guardados de manera segura.
Así, lo que comenzó como una solución para los trabajadores se fue transformando a lo largo de los años en un elemento que continúa siendo parte de los pantalones vaqueros modernos. Aunque hoy en día el bolsillo pequeño tiene poco uso en términos de funcionalidad, su presencia sigue siendo un recordatorio de los orígenes humildes de una prenda que, con su evolución, ha sido adoptada por generaciones y generaciones en todo el mundo.