Delincuentes simularon ser clientes para cometer un asalto contra la empresa Cartones Yaguareté, ubicada en la ciudad de Villa Elisa, departamento Central, en la tarde de ayer miércoles. Un guardia de seguridad fue herido en el brazo con un disparo de arma de fuego. Hasta el momento se desconoce el monto exacto del dinero robado, pero se estima que es de más de G. 150 millones.
Todo se inició cuando cuatro hombres armados descendieron de un vehículo Toyota Corolla, con cartones encima para fingir interés en los productos para poder ingresar. Uno de los autores dio voz de asalto, desenfundó un arma de fuego y disparó contra el guardia Cirilo Haneman, de 37 años, quien cayó herido en el lugar. Por fortuna el proyectil no le afectó ningún órgano vital.
Luego los cuatro hombres entraron a la sede de la empresa, específicamente en dos oficinas, en una estaba la caja registradora donde no había plata; sin embargo, en la oficina del gerente buscaron la caja fuerte, donde sí se encontraban una gran suma de dinero. Además, en ese lapso estaban recibiendo efectivo por parte de una empresa transportadora de caudales.
En todo momento, los delincuentes actuaron con suma violencia, en tanto estiman que manejaban información sobre el funcionamiento del lugar e incluso del depósito de dinero. En ese sentido, los propietarios de la empresa proporcionaron los números telefónicos de los funcionarios de la firma y de la compañía transportadora de caudales ante sospechas que hayan colaborado con los malvivientes.
“El monto que depositó el transportador de caudales es de G. 150 millones. También tenían dinero en la caja fuerte para compra de mercaderías. No se descarta la participación de empleados. Personal de Delitos Económicos van a conseguir el circuito cerrado”, expresó el comisario Alcides Ovelar en contacto con el canal GEN.
En tanto que el vehículo utilizado para cometer el robo fue abandonado a unas 10 cuadras del lugar del hecho. donde personal de Criminalística se constituyó en el sitio para levantar evidencias que puedan ayudar a identificar a los delincuentes. Mientras que el comisario Ovelar refirió que el guardia privado se encuentra estable en sede del IPS.
“Según el médico que atendió al guardia, el impacto del proyectil fue de uno a dos metros, prácticamente le dispararon para asesinarle. Por suerte la bala no afectó ningún órgano vital y se encuentra estable”, manifestó el jefe policial.
Se reportó un violento asalto a un local gastronómico en Lambaré
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Un local de venta de empanadas ubicado en la calle Bonifacio Ovando esquina Bogotá, en el barrio Santa Rosa de la ciudad de Lambaré, fue asaltado por tres hombres que actuaron con la cara cubierta y portaban armas de fuego.
Todo lo ocurrido fue captado por las imágenes de circuito cerrado del local, donde se puede observar a los tres hombres llegar a bordo de sus motocicletas e ingresar uno tras otro al local para, posteriormente dar la voz de asalto.
Mientras dos de ellos reducían a los clientes y les despojaban de sus teléfonos celulares, el tercero, a punta de arma de fuego, obligó a la cajera a entregar el dinero con el que contaba en la caja registradora.
Tras terminar el robo, los desconocidos se retiraron del lugar rápidamente y huyeron en direcciones contrarias. Los efectivos policiales llegaron minutos después y realizaron un rastrillaje por la zona, pero no lograron dar con los delincuentes.
“Estos hombres actuaron con el rostro cubierto por sus cascos, gorra y los tapabocas; todos estaban armados. Afortunadamente, no hirieron a nadie, pero sí se llevaron los celulares de los clientes y se estima que se habrían alzado con 8.000.000 de guaraníes de la caja registradora”, comentó el comisario interviniente a los medios de comunicación.
Igualmente, se desplegó una unidad de efectivos del Departamento de Investigaciones, quienes recabaron indicios del hecho y las imágenes de circuito cerrado, las cuales serán utilizadas para rastrear a los malvivientes.
Un activista ambiental sostiene un cartel que dice "Poutine-Macron, aliados radiactivos" junto a la estatua robada del Museo Grevin. Foto: Xavier Galiana/AFP
Activistas de Greenpeace robaron de estatua de cera de Macron
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París, Francia. AFP.
Dos activistas de la ONG Greenpeace fueron inculpados este jueves pasado en Francia por “robo agravado” por el hurto de la estatua de cera del presidente Emmanuel Macron del museo Grévin de París. El lunes, varios activistas de la organización ecologista robaron una estatua del presidente francés valorada en 40.000 euros (45.000 dólares) del conocido museo parisino y la colocaron frente a la embajada rusa y más tarde ante la sede del gigante eléctrico EDF para protestar por los lazos económicos de Francia con Rusia, pese a la guerra en Ucrania.
La efigie fue devuelta a la policía el martes por la noche. Dos activistas, un hombre y una mujer, fueron arrestados el lunes, dijo su abogada Marie Dosé, que denunció una detención “completamente desproporcionada”. Este jueves comparecieron ante un juez que los inculpó por “robo agravado”, indicó la letrada, que dijo no entender la decisión del juez, tomando en cuenta que “el museo Grévin indicó que no hubo ningún perjuicio” y que se trató de “una acción no violenta”.
El museo, que interpuso una demanda tras constatar el robo, reaccionó luego con humor. “La contemplación de los personajes se hace sólo in situ”, dijo con ironía el establecimiento en su cuenta de Instagram.
Jean-François Julliard, responsable de Greenpeace Francia, dijo que las dos personas detenidas eran las que conducían un camión durante la protesta frente a la embajada rusa, y no las que “tomaron prestada” la estatua del museo. Los activistas lograron tomar la estatua haciéndose pasar por artesanos encargados de su mantenimiento.
Según el testimonio de los empleados, los hombres que actuaron a cara cubierta llegaron en una camioneta blanca y se alzaron con el dinero que estaba destinado al pago de salario. Foto: Gentileza
Lambaré: encapuchados asaltan empresa ganadera y se llevan G. 25 millones
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Cinco hombres encapuchados llegaron hasta una empresa ubicada sobre la avenida República Argentina casi Bruno Guggiari, de la ciudad de Lambaré, y se alzaron con el dinero que se contaba en el lugar para el pago de salario. El hecho se registró a metros de una oficina del Ministerio Público.
Según el testimonio de los empleados del lugar, los hombres que actuaron a cara cubierta llegaron en una camioneta blanca e ingresaron al sitio como si fueran clientes. Primeramente, descendieron cuatro personas que portaban armas largas y, por último, el conductor.
Los malvivientes ingresaron rápidamente hasta la zona de las oficinas administrativas, donde se estaba preparando una importante suma de dinero para el pago de salario del personal.
“El sitio en donde se perpetró el asalto es una oficina administrativa de una empresa dedicada a la ganadería; en total los hombres se habrían alzado con 25 millones de guaraníes que estaba destinado para el pago de salario de los funcionarios”, mencionó el oficial interviniente Juan Escobar en conversación con canal Trece.
Destacó que ninguno de los funcionarios resultó herido, ya que al percatarse de que portaban armas largas no pusieron resistencia y los asaltantes se retiraron también de manera rápida.
Los investigadores se encuentran recabando datos por parte de los empleados, atendiendo que no se puede descartar que la información del pago pudo surgir de manera interna; igualmente, se buscan imágenes de circuito cerrado del área para contar con mayores indicios sobre los malvivientes.
“Me da alegría y satisfacción. Pintar es maravilloso, relajante, te da vida”, dice Priscila Basualdo viuda de Morel (90) mientras va plasmando en la pared una florida idea. Foto: Mariana Díaz
Su colorida casa llama la atención de los vecinos en Villa Elisa, allí cerquita de Cuatro Mojones, por lo original, por la alegría que transmiten sus frescos. Para ella todo espacio es digno de ser coloreado. Las paredes, los pisos, los muebles la invitan, le sugieren formas que apura con sus pinceles.
Priscila Basualdo viuda de Morel se inició en la pintura por esas urgencias de ocasión. “Comencé con la plástica cuando me fui a una escuela a la que me llevaron los padres de familia porque confiaban mucho en mí, decían que enseñaba muy bien. Entonces, me buscaron y me llevaron en la escuela Bernardo Ocampos de Lambaré. Ahí yo comencé a pintar”, cuenta esta mujer de 90 años.
Maestra jubilada y madre de cinco hijos, ña Priscila asegura que su expresión artística es terapéutica. “La pintura es un momento de relax para mí”, expresa. Foto: Mariana Díaz
Cuenta que tenía 60 alumnos en un grado y había que conseguir su atención. Una de las formas fue el relato de cuentos: “La directora nos regaló una tela de tres metros para nuestro uniforme y yo tenía la idea de llevarles el cuento de la Caperucita Roja a mis alumnos, así que usé la tela para hacer allí los personajes del cuento para que los vean los chicos… No hice mi guardapolvo (risas). Igual, eran chicos muy obedientes”, recuerda.
PAREDES QUE BRILLAN
Lo de su vivienda vino con el tiempo, ya después de jubilarse como maestra. Primero fue la pared de una habitación: “Comencé haciendo las pinturas en el dormitorio de mi hija, dibujé lo que se me venía en mente. Cultivo en mi mente todo esto (dice señalando sus creaciones). No busqué de otro lado, solamente fue idea mía hacer estos dibujos que ustedes ven por aquí”, comenta explicando que después se fue expandiendo hacia la sala de estar, la cocina y así hasta llegar al patio.
Ña Priscila no pinta cuadros ni lienzos; solo las paredes, muebles y algunos objetos de su casa con pinturas que en general le proporcionan sus hijos. “O la compro yo o viene mi hijo. Tengo un hijo médico que viene con la pintura porque él sabe que esa es mi debilidad. Desde el piso de mi casa, el portón hasta el último rincón de mi casa está pintado y solamente puedo decir que la pintura es un momento de relax para mí”, cuenta.
Su casa, en un barrio de Villa Elisa, no pasa desapercibida por sus colores vibrantes y los alegres diseños que la adornan
Esta enérgica mujer encara su tarea a pesar del mal de Parkinson que la afecta, dando prioridad a sus colores favoritos: rojo, verde, azul y amarillo: “Me da alegría y satisfacción, pintar es maravilloso, relajante, te da vida, el valor que te da es la salud”, resume esta señora madre de cinco hijos.
“En este junio cumplo 91 y si Dios no me lleva todavía consigo voy a seguir pintando a pesar de las manos temblorosas porque tengo el mal de Parkinson. Eso es lo que tengo, pero no es grave. Es un poco, por eso es que un brazo no uso y con el otro nomás pinto. Porque yo sé que el otro a veces tiembla de repente y me mancha la pintura, entonces yo con el lado derecho pinto. Y si alguien viene que me vea pintar, así va a saber lo que yo hice y que no es mentira”, pide.
No pinta cuadros ni lienzos, solo las paredes, muebles y algunos objetos de su hogar. Foto: Mariana Díaz
Su expresión artística es terapéutica, asegura: “Me ayuda muchísimo en todo porque mientras lo hago, no pienso en otras cosas, estoy pensando en cómo hacer, cómo trazar. Así hago, de mi mente nomás saco, de ahí nomás yo miro por cualquier cosa… Por ejemplo, se me presenta una botella y me digo ‘¿podés hacer algo de esta botella?’. Entonces, inmediatamente le voy a hacer un motivo”, apunta.
ENSEÑAR SIEMPRE
“Mi sueño es que mis hijos también puedan seguir mis pasos porque esto te ayuda muchísimo, en todo sentido te ayuda la pintura”, cuenta de sus expectativas. “Hay que pintar para saber lo que se siente dentro de sí mismo, una alegría inmensa. Y cada vez que vos ves que estás echando el pincel en la tierra o en la pared, te llena de satisfacción. Al menos a mí es así, no sé yo a otra persona”.
La pintora enseña un cántaro que decoró y convirtió en una primorosa plantera
Mujer de mucha fe, quiere que se le salude a su patrona: “Quiero contar que he trazado una imagen de la Virgen de Caacupé. Al entrar en el portón lado izquierdo, pinté una virgen, yo tracé y pinté. Hace 6 a 7 años que está esa imagen ahí pintada, ese no se despinta, no le pasa nada, pero a veces yo me voy con mi pincel y le retoco para que no se destruya”.
Si Dios no me lleva todavía, voy a seguir pintando a pesar de las manos temblorosas porque tengo el mal de Parkinson”, promete
Dice que se siente muy bien cuando pinta cerca del portón del terreno de su casa, un lote de 12 x 40 del que se alegra haber pintado casi en su totalidad. “‘¡Qué linda tu casa!’, me dice la gente. A veces vienen a visitarme con su criatura y entra la nena y dice a su mamá que quiere pintar así como yo hago.
También ella quiere hacer, pero nadie le trae a su hija para aprender a pintar conmigo. Vaya uno a saber por qué no puede traerle. Pero sí le voy a decir que su padre le eduque en su casa y le enseñe cómo pintar porque todos sabemos pintar. Uno se dedica nomás a eso y ya sale el trabajo”, recomienda.
UNA BURRERITA ESPECIAL
Para ña Priscila, el recuerdo de su madre es permanente. Por eso, para darle ese carácter, la reflejó en un dibujo en una de las paredes de su casa. “Sí, el dibujo de mi mamá es un homenaje. Yo entraba en un colegio de monjas, somos dos hermanas y las dos somos profesoras. Mamá nos llevó a inscribir en ese colegio y era carísimo para mi familia. ¿Sabe cómo pagó mi mamá por nosotros? Con leña que le llevaba a la monja, porque cuando eso se usaba la cocina de leña nomás, no había nada, ni gas, ni eléctrico”, cuenta.
Su mamá era burrerita y llevaba siempre sus mercaderías a los mercados de Asunción. “Por eso yo le hice a ella, recordándole porque era una madre muy sacrificada que hizo mucho por educarnos. Por eso se merece tenerle así, por lo menos en un rincón para que nos acompañe siempre”, expresa ña Priscila en esta entrañable nota para La Nación del Finde.