Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com

La escritora y exmodelo paraguaya Pabla Thomen, que vive en Chile, narró a La Nación/Nación Media la terrible experiencia con el llamado vuelo de terror que le tocó vivir el pasado martes por la tarde y noche durante su retorno al país, en el vuelo Latam de Santiago-Asunción, que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Paraguay.

Tras haber pasado por esta experiencia dramática junto a su hija, hoy viernes, un poco más tranquila, relató a La Nación/Nación Media cómo vivió esas horas y brindó un mensaje de esperanza para disfrutar y valorar cada minuto de la vida, agradeciendo a Dios y a la vida por lo que sería una nueva oportunidad.

Sobre la posibilidad de demandar a la aerolínea, la escritora afirmó que por el momento quiere disfrutar el estar viva y no pretende realizar ninguna denuncia a pesar de que hubo irregularidades y malas decisiones. No obstante, aclaró que si bien el piloto tomó una mala decisión, la afrontó y supo conducir la aeronave hasta pisar tierra, llevando a toda la tripulación y a los pasajeros a destino.

“Estar vivas y estar compartiendo con nuestra familia ya es suficiente, lo que conlleva lo psicológico, eso lo podemos resolver, lo que importa es que estemos vivos”, afirmó. Por otra parte, el lunes por la mañana regresará a Chile, país donde reside actualmente y para eso, su marido también viajó hasta Paraguay para acompañarlas en su vuelo de retorno a Chile. “Regresamos los tres como familia”, aseguró Thomen.

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Thomen comentó que una vez que supieron que estaban a salvo, lo primero que hizo fue agradecer a Dios y su reacción primaria fue abrazar a las azafatas. “Luego de pasar esos minutos de angustia, tocar tierra fue como esperanza, fue como ‘Dios mío, estamos vivos’”, aseguró emocionada. Comentó que al bajar del avión, Thomen decidió abrazar a las azafatas por la contención que les brindó y sobre todo porque llegaron con vida. “Si le hubiera visto al piloto, también le hubiese abrazado, agradeciéndole por no haber perdido la esperanza”, comentó.

Sin embargo, como ella no pudo comunicarse con sus familiares para avisarles que el vuelo estaba retrasado, no tenía forma de comunicarse con nadie y temía que no la estén esperando. Pero su padre, a pesar de no tener ningún tipo de aviso, se quedó a esperarla en el aeropuerto de Luque para recibirla y contenerla. “Fue una alegría verle a mi papá esperándome afuera, fue una paz que sentí”, afirmó.

La exmodelo comentó que si bien conocía de las condiciones climáticas que soportaba Asunción, no pensó que fueran tan severas. “Cuando vamos a volar siempre mencionan cómo está el clima y demás cosas, habrán mencionado, no recuerdo porque estaba enredada con mi hija. De igual manera, ya sabía que había tormenta eléctrica, porque había visto el pronóstico del tiempo de Paraguay, o sea, desde Chile había visto eso y mi familia sabía que a las 7 de la tarde vendría la tormenta”, comentó Pabla Thomen en comunicación con La Nación/Nación Media.

Sobre las primeras turbulencias antes del primer aterrizaje en Foz de Iguazú, la escritora relató que el avión ingresó como en pozos de aire, por lo que las turbulencias se sintieron muy severas. “A muchas les agarró ataques de pánico”, expuso. En este primer aterrizaje la exmodelo comentó que muchos decidieron costearse otro vuelo u otro medio de transporte para llegar a su destino final.

“La aerolínea no se hizo cargo de eso”, puntualizó. Thomen por su parte, aguardo hasta que la tripulación del avión de Latam, que cubría la ruta Santiago-Asunción, decidiera retomar el vuelo hasta el aeropuerto de Silvio Pettirossi. “Tenía la leve esperanza que volveríamos en el mismo avión, o sea esperar que la tormenta se disipara, se tranquilizara. Esa era la idea”, argumentó.

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La escritora del libro “Chiruzo y yo” recordó que el clima tampoco era óptimo en Foz, puesto que allí ya inició la tormenta. “Despegamos y no era un vuelo tranquilo, era con movidas, luego cuando ingresamos al departamento Central la cosa se puso difícil e incontrolable, estamos atravesando la tormenta, ya no había forma de regresar, por más que los pasajeros empezaron a gritar que se regrese, ya no hubo forma”, relató Pabla Thomen.

La aeronave embistió por granizos y vientos fuertes. “Yo escuchaba el sonido del motor, que estaba como apretando el acelerador a fondo, era un estruendo terrible, con el viento y los granizos golpeando el avión”, recordó. Estos sonidos de terror se sumaban a los gritos de los pasajeros que estaban en estado de pánico, incluso algunos insultaban a la tripulación.

“Las luces se prendían y se apagaban, se caían cosas y yo tratando de mantener la calma para transmitirle esa seguridad a mi hija, que al final fue inútil, porque todo lo que estaba escuchando, todo lo que estaba sintiendo en ese momento le llegó a ella y se dio cuenta de que no estaba segura, empezó a llorar y patalear, yo empecé a entrar en susto por verle a ella en ese estado”, expuso.

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“Con esos pataleos ella me desabrochó el cinturón de seguridad, me quedo totalmente expuesta, en peligro y empiezo a gritar pidiendo socorro, que alguien me ayude a colocarme el cinturón, era imposible porque debía sujetar fuerte a mi hija. Gracias a Dios un pasajero se apiadó de mí, arriesgó su vida, se sentó a mi lado, le agarró a mi hija, mi hija se aferró a él como si fuera su papá. En ese momento aproveché y me coloqué el cinturón, tuve náuseas”, indicó la exmodelo para LN/NM.

Luego, el comandante del vuelo advirtió de un posible impacto, y por esto la escritora asumió que ese era su fin. “Las azafatas preparándonos, diciéndonos que nos colocáramos en posición de impacto, yo no podía hacer esa posición, le tenía a mi hija en brazos, así que hice un caparazón con mi cuerpo, o sea, le abracé, le rodeé también con las piernas, porque ella era la más vulnerable del avión”, recordó.

Thomen relató cómo fueron los minutos de terror que le tocó vivir junto a su hija. Indicó que uno de los momentos más dramáticos fue cuando se anunció de un posible impacto de la nave, ya que el avión al parecer venía cayendo. “Agarré la mochilita donde estaban nuestros documentos, porque si nos estrellábamos, por lo menos que nos pudieran identificar rápido”, comentó.

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Asimismo, ante el posible impacto intentó llamar a su marido para comunicarle lo que estaba ocurriendo. “Quería despedirme de él”, contó entre lágrimas, con la voz entrecortada, suspirando y tragando saliva, todavía muy afectada por el terrible momento que vivió. Lo que sí pudo hacer es intentar brindarle serenidad y fortaleza a su hija, ante la posibilidad de morir juntas. “Le decía mi hija que siempre íbamos a estar juntas y que se haga la voluntad de Dios”, apuntó.

La exmodelo expuso que fue una mala decisión el volver a subir al vuelo de Latam para hacer el trayecto Santiago-Asunción, de igual manera, asumió la situación con responsabilidad y protegió a su hija para que no reciba ningún golpe en medio de las turbulencias. “Era angustioso porque mi marido creyó que estábamos en Foz, porque la última llamada que hice, le dije que nos quedamos en Foz y ya no tuve la oportunidad después, no pude hacer ninguna llamada”, lamentó.