Al menos 500 manifestantes protestaron ayer sábado en el puente de Rialto en Venecia contra la suntuosa boda del fundador de Amazon, Jeff Bezos, con la expresentadora Lauren Sánchez, que dividió a la Ciudad de los Canales. “Bezos, lejos de la laguna”, gritaron los manifestantes por las callejuelas de la ciudad con pancartas con mensajes contra “ricos” y que acusan al alcalde de Venecia de ser “corrupto”.
Bajo un sol de plomo, el colectivo “No place for Bezos” (No hay espacio para Bezos) volvió a salir a la calle para denunciar la explotación de la ciudad por la multimillonaria pareja y las consecuencias de estas celebraciones para el medioambiente. “Estamos aquí en contra de lo que Bezos representa en sí mismo con su modelo Amazon, basado en la explotación de las personas”, declaró a AFPTV Alice Bazzoli, de 24 años, una activista de “No Space for Bezos” que vive en Venecia desde hace cinco años.
Después, los manifestantes desplegaron una pancarta con el mensaje “No space for Bezos” (No hay espacio para Bezos) y encendieron bengalas en el puente Rialto, por encima del Gran Canal. Matteo Battistuta, un estudiante de 20 años, afirmó que “Venecia resiste, no es una ciudad muerta”.
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“Creemos que Venecia aún puede ser un lugar donde se puede vivir bien”, añadió. Bezos, un empresario de 61 años que es uno de los hombres más ricos del mundo, y Sánchez, de 55, se dieron el “sí, quiero” en una ceremonia celebrada el viernes por la noche en la isla de San Giorgio Maggiore, frente a la plaza de San Marcos.
Fue el punto culminante de una semana de festividades - con yates e invitados VIP en los canales - que terminará ayer sábado por la noche con un gran baile en Venecia, ciudad saturada por el turismo, muy dividida sobre el impacto que tendrá esta boda en su imagen. Entre los invitados, está la hija del presidente estadounidense, Ivanka Trump, el actor Leonardo di Caprio, la estrella de telerrealidad Kim Kardashian, la presentadora Oprah Winfrey y el magnate Bill Gates.
Lujo y molestias
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, y la expresentadora Lauren Sánchez se casaron simbólicamente este viernes pasado en Venecia, dividida por el impacto de esta gran boda en una ciudad ya abarrotada de turistas pero que espera sacar rédito de los festejos. La ceremonia fue el punto culminante de una semana de fiestas, entre superyates e invitados famosos. El conocido hotel Aman elegido por los novios, un palacio renacentista con un precio mínimo de 2.000 euros (2.340 dólares) por noche, colgó el cartel de completo.
Según la prensa italiana, Bezos, de 61 años, y Sánchez, de 55, ya casados por lo civil en Estados Unidos, intercambiaron anillos y votos matrimoniales en la isla de San Giorgio Maggiore, situada frente al Arsenal, la antigua base naval de la ciudad. La boda se celebró en un gran anfiteatro al aire libre con una serenata de Matteo Bocelli, hijo del famoso cantante de ópera Andrea Bocelli, según los medios.
El chef Fabrizio Mellino, con tres estrellas Michelin, se encargó del banquete y la tarta nupcial corrió a cargo del conocido pastelero francés Cédric Grolet, indicó el diario Corriere della Sera. Lauren Sánchez publicó una foto de ella, con un vestido de novia blanco, junto a Jeff Bezos en la cuenta de Instagram “laurenSánchezbezos”.
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“Pequeño Montecarlo”
Entre los invitados, figuraban la estrella de la telerrealidad Kim Kardashian, la hija del presidente estadounidense Ivanka Trump, el actor de Hollywood Leonardo DiCaprio, la reina Rania de Jordania o la presentadora Oprah Winfrey.
Preguntado por lo que más le gustaba de la ciudad de los canales, Bezos dijo sonriente junto a su mujer en una lancha: “¡Miren a su alrededor! Esta ciudad parece imposible, no puede existir, y sin embargo aquí está”, en un vídeo publicado el jueves por el diario La Repubblica.
A pesar de las reticencias de parte de la población, las autoridades locales defendieron acoger la boda del magnate, uno de los hombres más ricos del mundo, que posee unos 215.000 millones de dólares en acciones de Amazon.
El presidente de la región, Luca Zaia, explicó que Bezos donará 3 millones de euros (3,5 millones de dólares) a una asociación de protección de la laguna, la Universidad Internacional de Venecia y la Unesco.
“El 80 % de los gastos de esta boda, cuyo coste se estima en al menos 40 millones de euros (46 millones de dólares), tendrá un impacto en nuestras empresas y nuestros residentes”, aseguró Zaia, un político de ultraderecha que gobierna la región del Véneto.
El Ministerio de Turismo estimó que la “visibilidad mediática” del acontecimiento generaría 895 millones de euros (1.000 millones de dólares) para la ciudad, aunque advirtió que esto “requiere verificación empírica”.
Los dirigentes locales desvinculan la elección de Bezos del exceso de turismo contra el que ellos mismos tomaron múltiples medidas, como que los visitantes diarios paguen un boleto de entrada.
Unos 100.000 turistas duermen en la ciudad en temporada alta, pero también hay decenas de miles que solo pasan el día en la ciudad. Al mismo tiempo, la población local se reduce.
Para Samuel Silvestri, un comerciante veneciano de 55 años, “el exceso de turismo está principalmente causado por la gente que solo viene un día con la mochila en la espalda y su comida y que contribuyen en muy poco a la ciudad”.
“No quienes transforman Venecia en un pequeño Montecarlo”, el célebre y exclusivo barrio de Mónaco, continúa. “Esta boda moldea también la imagen de la ciudad”, asegura.
“Venecia no está en venta”
Pero parte de los habitantes se oponen a los festejos bajo el colectivo “No space for Bezos” (No hay espacio para Bezos). “Venecia no está en venta”, gritaban algunos activistas en una manifestación el martes.
“Esta boda causa problemas en la ciudad: además de cierres de canales y controles más estrictos, hubo también una represión a los miembros de Extinction Rebellion”, una organización ecologista, denunció Alice Bazzoli, una militante de 24 años de “No space for Bezos”.
Según el prefecto de Venecia, Darco Pellos, el evento no precisó de ningún “refuerzo” policial respecto al dispositivo habitual de la temporada de verano.
Bezos no es el primer famoso en casarse en Venecia. Hace 11 años lo hicieron el actor estadounidense George Clooney y la abogada Amal Alamuddin sin causar tanto revuelo.
Pero el perfil de Bezos genera más divisiones por su inmensa fortuna y por las críticas por el trato que Amazon da a sus trabajadores o el impacto medioambiental de su empresa aeroespacial, Blue Origin. Greenpeace ha denunciado precisamente el daño ecológico del enlace, al que muchos invitados llegaron en jet privado, justo cuando el frágil equilibrio de Venecia “se hunde bajo el peso de la crisis climática”.
Fuente: AFP.