Nueva York, Estados Unidos | AFP |
El presidente Michel Temer, denunciado por corrupción, aseguró el miércoles a inversores en Nueva York que continuará impulsando su agenda de reformas y les llamó a confiar en "un nuevo Brasil" que se está "modernizando".
En menos de un año de gobierno de la mayor economía latinoamericana "rescatamos la confianza, que se traduce en inversiones y consumo", se congratuló Temer en un evento del diario británico Financial Times con inversores, al margen de la Asamblea General de la ONU.
En su discurso no apareció ni una vez la palabra "corrupción".
Temer, que era vicepresidente de Brasil y asumió el cargo en 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff que él mismo impulsó, es acusado por la fiscalía general de liderar una organización criminal en su gobierno y de obstrucción de justicia. Su mandato acaba el 1 de enero de 2019.
Tras la recesión
"La recesión quedó atrás. La inflación que superaba el 10% ahora está por debajo de 2,5%. Las tasas, que en 2015 habían superado el 14%, ahora están en 8,25%. Los empleos están regresando. No tengan dudas: estimulados por esos avances, continuaremos llevando a cabo nuestra agenda de reformas", dijo el presidente.
La popularidad del mandatario está por el piso, en menos de 5%, y el desempleo aún afecta a casi 13% de la población activa del gigantesco país de 205 millones de habitantes. Pero Brasil empieza a asomar la cabeza tras la mayor recesión económica de su historia.
"Tengan certeza: invertir en Brasil es ganar", dijo Temer, que enumeró entre sus logros para enfrentar la crisis la aprobación de un techo de gastos públicos, los avances hacia una reforma de la seguridad social y reformas para aumentar la productividad, por ejemplo vía "una modernización de la legislación laboral" y del currículo escolar.