Luanda, Angola | AFP
Angola despenalizó la homosexualidad, retirando del código penal una cláusula sobre los "vicios contra natura" que era interpretado "como una prohibición de cualquier comportamiento homosexual", anunció el jueves la organización Human Rights Watch (HRW).
"Angola retiró al fin de su legislación la cláusula 'vicios contra natura'" heredada del período colonial, celebró la organización de defensa de los derechos humanos en un comunicado.
"El gobierno prohibió además cualquier discriminación basada en la orientación sexual. Y cualquier persona que se niegue a contratar a una persona o suministrarle servicios debido a su orientación sexual será pasible de una pena de hasta dos años" de cárcel, agregó HRW, saludar la decisión del parlamento.
Esas dos modificaciones fueron aprobadas por el parlamento el miércoles en el marco de una profunda reforma del código penal heredado de la colonización portuguesa.
“Al eliminar esos vestigios arcaicos de la época colonial, Angola rechaza las discriminaciones” basada en la orientación sexual, dijo HRW, que exhortó a “los 69 países que aún criminalizan las relaciones homosexuales a seguir el ejemplo” de Angola.
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Primicia en África: angoleño fue operado por médico a 11.000 km de distancia
- Luanda, Angola. AFP.
Un paciente con cáncer en Angola fue operado por un médico en Estados Unidos utilizando la cirugía robótica y se recupera con éxito del procedimiento, la primera intervención remota realizada en África. La prostatectomía - ablación parcial o completa de la próstata - efectuada el 14 de junio es la primera vez en el mundo que se realiza una intervención con una distancia tan grande entre el paciente y el médico, informaron los hospitales que organizaron la operación.
La intervención fue “realizada con éxito” por Vipul Patel, director médico del Global Robotics Institute, que pertenece al hospital Adveth Celebration, situado en Florida, en Estados Unidos. “El procedimiento se realizó a una distancia de casi 11.000 km, lo que lo convierte en la primera telecirugía efectuada a esta gran distancia”, indicó el miércoles el hopital AdventHealth Celebration en un comunicado.
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El hospital de Luanda, Complexo Hospitalar Cardeal Dom Alexandre do Nascimento (CHDC), donde el paciente fue operado, afirmó que se trataba de “la primera cirugía remota realizada en Angola y en el continente africano”. Un equipo pluridisciplinar de cirujanos, anestesistas, enfermeros, ingenieros y un miembro del equipo de Patel estaban presentes en el pabellón en Luanda, explicó el CHDC. La operación “salió bien”, declaró a la AFP el director del hospital angolés, Carlos Alberto Masseca. Tres días después de la intervención, el paciente, Fernando da Silva, 67 años, pudo regresar a su casa.
El cáncer de la próstata es la primera causa de muerte por esta enfermedad para los hombres en África subsahariana, según el Observatorio Mundial del Cáncer. Muchos países del continente, entre ellos Angola, tienen pocos medios de detección precoz y cirugía especializados. La operación efectuada es un “avance magnífico no solo tecnológicamente, sino para hacer avanzar la equidad sanitaria mundial”, señaló Patel.
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Kevin Spacey, gay no declarado a causa de padre neonazi, enfrenta juicio por abuso
Kevin Spacey se encuentra en pleno juicio tras haber sido acusado de abuso sexual por parte del actor Anthony Rapp, quien aseguró que su colega se quiso aprovechar de él en 1986 cuando aún era menor de edad, ya que en aquel entonces contaba solo con 14 años.
Acto que el acusado negó rotundamente ante los jurados de un tribunal de Manhattan, New York. Además de todo lo que implica este tipo de sucesos, lo llamativo del caso fueron las reveladoras declaraciones hechas por parte de Spacey, quien aprovechó la ocasión para relatar el verdadero motivo por el cual no fue hasta los 58 años que tuvo el valor de declararse gay.
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Dijo que fue a consecuencia del temor que le tenía a su padre, Thomas Geoffrey Fowler, al calificarlo como un hombre supremacista y nazi, que odiaba a los gays, por lo que había ocultado su orientación sexual, según publicaciones de varios medios internacionales.
Por su parte, Rapp reclama una indemnización de US$ 40 millones, alegando que fue unos de los episodios más traumáticos que vivió, lo que finalmente le ocasionó una gran angustia emocional. Sin embargo, el juez de la causa denegó la petición debido a que la víctima había esperado demasiado tiempo para formular esa denuncia, por lo que solo quedó como agresión sexual.
Cabe resaltar que este no es el único caso que protagoniza el actor, director, productor y guionista estadounidense Kevin Spacey Fowler, quien cuenta con una amplia trayectoria en el mundo del espectáculo y dueño de varios Oscar; teniendo en cuenta que tiene otras causas abiertas en Londres por asuntos similares. Aunque había reconocido públicamente que se encuentra avergonzado por ello. Sin olvidar que toda su vida privada y sexual ha mantenido al margen, al indicar que “crecí en una dinámica familiar muy complicada”.
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¡Increíble! Competencia de “Miss Uige” termina en peleas y gritos
El pasado 18 de junio se llevó a cabo la coronación de Miss Uige, una ciudad perteneciente a Angola, en África, que finalizó con el enojo de las participantes, puesto que al parecer hubo irregularidades al coronar a la ganadora de la noche y en protesta las demás candidatas tiraron sus bandas de misses y en conjunto arrebataron la corona de la joven que “ganó” el certamen.
La noche finalizó más como un ring de pelea que como el cierre de un certamen de señoritas. Las candidatas terminaron a los gritos, incluso el público presente abucheó a la ganadora una vez que fue coronada, para luego levantarse de sus asientos y retirarse del lugar. La situación se descontroló tanto que las demás participantes empezaron a vociferar insultos a la ganadora e incluso tirándose al piso.
La participante número “cuatro”, llamada Jandira Monteiro, quien fue la ganadora, generó tanta molestia entre las demás participantes que debió salir del sitio acompañada del personal de seguridad, no sin antes ser despojada de su corona por otra participante, porque aparentemente antes de la noche del cierre se especulaba que la miss en cuestión sería la ganadora.
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Muchas candidatas gritaban que el concurso era “informal” a los medios de prensa que se situaron en el lugar, tras la histeria colectiva de las participantes con el resultado final. “Fue una falta de respeto, una payasada, una desvalorización, protestamos porque nosotras estuvimos confinadas más de una semana, pero ella ya entró como miss, a nosotras nos enviaron mensajes y audios advirtiéndonos que ella ya era miss, la candidata no está capacitada para representar a la provincia Uige”, afirmó una candidata a un medio local.
Por otra parte, también se comentó que al parecer la joven “ganadora” tenía cerca afinidad con el presidente del comité del certamen. Unas horas antes de la coronación, el representante ya mencionó que la candidata “cuatro” sería la coronada del certamen, por lo que, a modo de protesta, las demás señoritas ya no se iban a presentarse a la gala, pero la organización aseguró a las misses que ese rumor era falso, sin embargo, el resultado desató el enojo masivo.
Según el vicepresidente del Comité de Miss Uige, Ismael Amoraldo, destituyeron a las misses que “iniciaron el conflicto” y que la decisión de la ganadora prevalece a pesar de la polémica. El presidente se molestó con la actitud de “perdedoras” de las demás misses, que influenciaron el compartimiento colectivo de todas, además de mencionar a medios locales que el jurado es selecto y que hace varios años trabaja con la organización, por lo que no hubo ningún fraude y que la ganadora que elegida por unanimidad.
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Los 108
Por Pepa Kostianovsky
En el relato de esta semana, la memoria de la autora nos lleva hasta un homicidio ocurrido a finales de la década del ‘50 y sus terribles consecuencias en la sociedad. La dictadura reinante y sus sistemas de espía y persecución a personas “sospechosas” de homosexualidad y el papel de ciertos medios en la difusión de datos y acusaciones infundadas. Y, también el humor está presente esta vez, como en la vida misma..
Fue por el verano del ‘58 que se produjo un asesinato del que resultó víctima un locutor de apellido Aranda, cuyo cadáver se encontró quemado. Como los indicios delataban un crimen pasional y el difunto era conocido como homosexual, la eficiencia fascista de la policía no titubeó en apresar “para averiguaciones” a todo señor con presumida inclinación hacia su propio género.
Stroessner, como correspondía a un dictador, alentaba una superpoblación de soplones –oficiales y amateurs– que, al margen de informar a su siniestra policía sobre toda actividad pensante, ya se tratara de conspiración o simple desafío a su oscurantismo, se entretenía espiando las vidas privadas. De manera que la Gestapo criolla tenía un amplio registro de tendencias y debilidades. El asesinato de Aranda llenó de gays las mazmorras habitualmente utilizadas para “convencer” de las bondades del régimen a los retobados.
La redada fue amplia. Y, por supuesto, librada a la arbitrariedad de la policía. La Tarde aprovechó para lanzar su primicia, lograda merced a su obsecuente alcahuetismo. “Los detenidos son más o menos 108″, anunciaba el sobredimensionado titular de primera plana, sin atreverse a dar nombres.
Demás está decir que fue la temporada de gloria para el hediondo pasquín, que largaba algún flatulento dato cada día, sin dejar de elogiar el procedimiento investigativo.
La mediocridad popular hizo lo suyo. Y empezaron a circular listas de los supuestos 108 nombres, en las que muchos aprovecharon para incluir a rivales, enemigos o simples sujetos de su antipatía, antes de imprimir varias copias mimeografiadas y continuar la maliciosa cadena.
Entonces, mi precocidad fue rebasada por la fuerza de tamaña conmoción pública. Y pregunté.
Por primera vez, mi madre me explicó que había hombres a los que les gustaban los hombres. Y punto. Unos días después, mi tía Cata me invitó a salir con ella de compras. Y me contó, prudentemente, que también sucedía entre las mujeres.
Cuando el tema fue dado por entendido, mi padre hizo un comentario:
–Ahora puedo ir a Buenos Aires, sin vergüenzas –dijo riendo.
Y contó que cuando trabajaba en Democracia, diez años atrás, José Gobello –creador y presidente eterno de la “Academia Argentina del Lunfardo”, quien se preciaba de su afición por “los efebos”– le había preguntado.
–Ché paragua, en tu país, ¿hay homosexuales?
Sorprendido, papá no atinó sino a pensar en los que recordaba. Un alemán que regenteaba un hotel y salía por las noches acompañado de algo así como un lobope u otro bicho semejante, a recorrer las calles cercanas al puerto en busca de algún marinerito dispuesto a comerciar sus vigores, el legendario Arno Halber. Y un intelectual, su amigo NN. Y respondió inocentemente:
–Sí, dos –acentuando la afirmación con los dedos índice y del medio, y creyendo estar salvando el orgullo nacional. Fue cuando Gobello lo humilló, convocando a gritos a la redacción en pleno.
–Muchachos, escuchen esto. En el Paraguay hay solamente dos putos. Pibe ¡eso no es un país!
Papá aseguró por el resto de su vida que, apenas pudo viajar a Buenos Aires, fue a visitar a Gobello, llevándole los documentos periodísticos que acreditaban que ya éramos dignos de respeto.
Lo contaba con tanta convicción, que nunca pude entender la homosexualidad como algo reprochable. Se trataba simplemente de una opción diferente.