Un coronel preso por crímenes en la dictadura de Uruguay (1973-85) admitió haber matado y torturado y confirmó un vuelo clandestino con detenidos en Argentina que están desparecidos, según documentos oficiales divulgados este viernes.
“Tuve que matar y maté y no me arrepiento. Tuve que torturar y torturé”, dijo el coronel retirado Gilberto Vázquez ante un Tribunal de Honor del Ejército en 2006 y cuyas actas se conocieron este viernes.
“Me cuesta muchas noches dormir acordándome de los tipos que cagué a palos, pero no me arrepiento”, agregó Vázquez condenado en 2006 por los homicidios de 28 uruguayos capturados en 1976 en Argentina.
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“Nosotros ejecutamos, no asesinamos que son cosas muy diferentes. Nosotros no torturamos, nosotros apremiamos porque no había más remedio”, dijo Vázquez, de 75 años. “No había otra forma de combatir y estoy orgulloso de lo que hice”, afirmó
El coronel retirado compareció ante el Tribunal de Honor Militar en 2006, luego de haberse escapado del hospital militar tras fingir una enfermedad para salir del cuartel donde estaba detenido. Permanecía a la espera de una posible extradición a Argentina para ser juzgado por crímenes durante la dictadura.
Vázquez integró el grupo de seis exrepresores procesados en 2006, que incluía a José Gavazzo, Jorge Silveira, Ernesto Rama, Ricardo Arab y Ricardo Medina.
Segundo vuelo
Vázquez reconoció también un segundo “vuelo de la muerte” en 1976 desde Argentina a Uruguay. Ambas dictaduras se prestaban colaboración en la represión de disidentes. “Tengo que ver con el segundo vuelo, con el primer vuelo, con casi todas las cosas que pasaron allá”, declaró.
Militantes de izquierda uruguayos detenidos en Argentina en 1976 habrían sido trasladados en dos vuelos clandestinos. Los que vinieron en el primero sobrevivieron y los del segundo están desaparecidos. La Fuerza Aérea Uruguaya admitió ese segundo vuelo en 2005 pero militares de la dictadura lo negaron.
Las actas del tribunal fueron obtenidas por la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, que las puso a disposición del Senado. A su vez el ministro de Defensa, Javier García, las remitió a la fiscalía general.
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“Estas actas nos revelan la mentira de todos los mandos militares, de los comandantes en jefe. Desde la salida de la democracia hasta el día de hoy dicen que buscan la verdad. Es mentira, porque cuando tienen la oportunidad de preguntar cambian de tema”, dijo este viernes en conferencia de prensa Ignacio Errandonea, integrante de Madres y Familiares.
Para la organización, “el silencio y la no sorpresa de los mandos militares” al obtener estas confesiones demuestran que las Fuerzas Armadas “se sienten por fuera y por encima del sistema democrático”.
Las actas se conocen a días de que se someta a votación el pedido de desafuero contra el senador y militar retirado Guido Manini Ríos por lo acontecido en un tribunal de honor en 2018. En esa instancia, el teniente coronel retirado José Gavazzo confesó el asesinato de un militante de izquierda en 1973.
Manini Ríos, comandante en jefe del Ejército en 2018, es cuestionado por no haber denunciado esas declaraciones. Las actas fueron además homologadas por el entonces presidente Tabaré Vázquez, del izquierdista Frente Amplio, quien terminó asegurando que no había leído el documento. El tribunal de honor ahora en cuestión tuvo lugar bajo el primer gobierno de Vázquez (2005-2010).
Fuente: AFP.