El presidente de Estados Unidos Joe Biden afirmó el jueves que su administración pondrá en marcha nuevas medidas migratorias para recibir hasta 20.000 refugiados procedentes de América Latina y el Caribe en los próximos dos años. “Estas acciones por sí solas que estoy anunciando hoy no van a arreglar todo nuestro sistema migratorio, pero pueden ayudarnos mucho a manejar mejor lo que es un desafío difícil”, expresó, tal y como ha recogido la cadena estadounidense CNN.
Según informó en un comunicado la Casa Blanca, las medidas “ampliarán y agilizarán las vías legales para una migración ordenada”, mientras que, por otro lado, “tendrán consecuencias para quienes no las utilicen”. “La administración anuncia que está aumentando los recursos adicionales a la frontera y la región, ampliando sus operaciones contra el contrabando y ampliando la coordinación, así como el apoyo a las ciudades fronterizas y las organizaciones no gubernamentales”, reza un comunicado.
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Asimismo, el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia propondrán “una nueva regulación” para alentar a los migrantes a “buscar vías ordenadas y legales para la migración” con el objetivo de “reducir el hacinamiento a lo largo de la frontera suroeste y la presión sobre el sistema migratorio”.
Washington destinará 23 millones de dólares (21,8 millones de euros) en asistencia humanitaria adicional en México y Centroamérica para ayudar a los gobiernos regionales a “responder a las crecientes necesidades humanitarias y de protección de los migrantes, los refugiados y otras poblaciones vulnerables a su cargo”. Biden también expresó su disposición a visitar la frontera sur de Estados Unidos, concretamente El Paso, en el estado de Texas, con el objetivo de abordar la seguridad fronteriza con funcionarios locales y otros cargos.
Al ser consultado por los periodistas sobre si visitará la frontera cuando viaje la próxima semana a la Cumbre de Líderes de América del Norte en la Ciudad de México, indicó que esa es su “intención”. “Estamos trabajando en los detalles ahora”, agregó anteriormente, indicando que va “a ver qué pasa” en el límite fronterizo.
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Fuente: Europa Press.
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BID pone a disposición hasta USD 1.000 millones para modernizar la industria
Durante una reunión clave para el sector logístico fluvial y autoridades del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), el BID Invest del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó una herramienta de financiamiento destinada a fortalecer el sector privado industrial de Paraguay y la región.
Se trata de una línea de financiamiento que pone a disposición hasta USD 1.000 millones para impulsar la industria sostenible en América Latina y el Caribe, apuntando a dinamizar la inversión privada y fomentar la modernización de sectores estratégicos.
La propuesta del BID Invest busca posicionarse como un motor para acelerar el desarrollo productivo, ofreciendo condiciones de financiamiento más competitivas que las disponibles en el mercado. Según explicó el viceministro de Comercio y Servicios, Rodrigo Maluff, el acceso a este tipo de herramientas financieras permitirá al Paraguay avanzar en la renovación tecnológica y en el fortalecimiento de sectores clave para la economía, como el logístico, el forestal, el energético y el de productos cárnicos.
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El interés del BID en apoyar estos sectores no es nuevo. A mediados de junio, el representante del BID en Paraguay, Alonso Chaverri, y el jefe del equipo de industrias del BID, Sergio Leu, mantuvieron una reunión con el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez. Durante ese encuentro, se destacó el potencial de crecimiento de estas áreas, consideradas estratégicas para el desarrollo económico sostenible del país y para la generación de empleo de calidad.
Uno de los puntos centrales abordados en la reunión fue la necesidad de modernizar la flota fluvial paraguaya, una de las más importantes de la región. En ese sentido, el representante de la firma P&O, Jaime Reid, valoró la propuesta del BID Invest y señaló que el acceso a financiamiento competitivo es clave para renovar remolcadores y barcazas, así como para cumplir con las futuras exigencias ambientales de los mercados internacionales.
“El financiamiento es fundamental para construir nuevos remolcadores y barcazas, renovar la flota y adecuarnos a normas ambientales que se volverán obligatorias”, expresó. El fortalecimiento del sector fluvial no solo apunta a la competitividad empresarial, sino que también es visto como un paso necesario para el posicionamiento del Paraguay en el comercio internacional.
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Es preciso detener la marcha del Reloj del Apocalipsis
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
La aldea global cambia. La tertulia invernal en esta tan fría noche en Mar del Plata –unos 1.450 kilómetros al sur de mi querida Asunción– posibilita que emerjan dudas, interrogantes, convicciones y, por qué no decirlo, preocupaciones. Amigos, amigas y debates cruzados. Mi vieja mecedora junto a los leños crepitantes y los copones cargados con un Gran Enemigo, cabernet franc de 2020, añaden calidez a ese “cónclave para pocos… y pocas”, como propuso alguien en tono de broma en “la previa”.
Las guerras ganan preponderancia en el espacio dialógico. El destrato violatorio de los derechos humanos de más de 125 millones de personas desplazadas, según los reportes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), agrega angustia.
“El propósito globalizador amplio que algunos estadistas a izquierda, derecha y centro impulsaron en décadas recientes parece decaer o, por lo menos, perder impulso”, lanza JJT, académico y catedrático. Lector con voluntad inquebrantable de conocimiento, agrega a ello su sorprendente memoria. Alguien coincide y asegura tener la misma percepción.
“Es así a partir del acceso al poder de nuevos líderes y lideresas que en algunos casos –por sus decires, sentires y acciones concretas– parecen dar señales de tener bajos coeficientes intelectuales para lo que se supone y demanda –justamente– a líderes y lideresas”, sentencia DEG, con años de formación en universidades asiáticas, europeas y en Oriente cercano.
Aquí, allá y acullá, conflictos en desarrollo. Terrorismos amenazantes y novedosas prácticas horrorosas. Armados con letales armas de diseño –incluso on demand– algunos gobiernos y corporaciones por debajo de la mesa privatizan las guerras e intervienen en ellas con mercenarios que asesinan a pedido del mejor postor.
SICARIATO A GRAN ESCALA
“¡El estadio superior del sicariato a gran escala!”, enfatiza AS, analista transnacional amateur. Con el pensamiento puesto en todos aquellos fuegos y nuestro propio fuego, entrecierro los ojos. Percibo que nuestros teléfonos inteligentes vibran.
“A los refugios. Suenan las alarmas”, reporta @bettapique –colega periodista galardonada y con larga trayectoria profesional en conflictos y guerras– desde su cuenta en X. “Israel e Irán intercambiaron disparos nuevamente (…) en su enfrentamiento más intenso de la historia, alimentando los temores de un conflicto prolongado que podría abarcar a Medio Oriente”, agrega la agencia francesa de noticias AFP.
Enmudecimos. Las y los integrantes de este grupo tenemos afectos y recuerdos valiosos en ese lugar del planeta. Tal vez, en silencio, propusimos un brindis por la paz que, también sin expresarlo en alta voz, lo aceptamos. Alguien levantó su copón. “¡Por la paz!”.
El ruego colectivo, sin embargo, no alcanza para dejar atrás los pensamientos. “El mejor camino para olvidar es no pensar”, le hizo decir alguna vez el viejo Ray Collins (92)
–tal vez el más grande escritor de historietas vivo en nuestra región después de la partida del admirado Robin Wood el 17 de octubre de 2021, en Encarnación– al teniente Zero Galván, del imaginario precinto 56 en NYC. “Pero, también, es el más largo”, remató aquel duro héroe latino (migrante) de ficción, aunque no tanto.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. Profesionalmente trashumé esos paisajes que millones –a través de milenios– llamamos Tierra Santa y algunos creemos que lo es.
Los grupos de poder que con el correr de los tiempos y la emergencia de conflictos múltiples se crearon para que líderes y lideresas resuelvan entre ellos y ellas los conflictos que se desploman sobre millones de inocentes devienen en púlpitos inadecuados, inútiles, para que los unos y las otras –tal vez– se escuchen entre ellos y ellas.
ALARIDOS
¿Quieren oírse? Los tremendos alaridos desgarradores de las y los desesperanzados no parecen conmoverlos. Millones huyen. Atrás quedan niñas y niños arrancados de sus familias para convertirlos en soldados. Los preparan para que sepan cómo ser eficientes para asesinar en masa.
Las y los adultos despojados de esos afectos entrañables, amenazados por lo que creen peor, se lanzan en busca de refugios incansablemente hasta que intuyen, perciben, sienten que –en verdad– van hacia lo peor. Miles sucumben cuando lo intentan.
Ningún lugar queda lejos para las y los desplazados forzados que, en cientos de casos, comprenden que escapar no siempre es llegar al lugar deseado. Al que creen más adecuado o al que, después de la huida, podría ser el nuevo y fértil campo de arraigo para sembrarlo de sueños. ¡Corramos, las balas pican cerca!
Sin embargo, algunas veces es tan aciago llegar que hasta aquel atrás peligroso que indujo la fuga parece perder sentido cuando –en cada playa a la que se arriba, luego de cada frontera que se cruza o muro que se sortea– se hace el recuento de quienes lo consiguieron entre las y los que partieron unidos en la desesperanzada esperanza.
Nunca fueron pocos ni pocas. Ni cuando las llamadas “invasiones bárbaras”, desde el siglo III de nuestra era, ni cuando finalizaba el siglo XIX y comenzaba el XX, en el “período de migraciones”. Sin embargo, por estos tiempos, los desplazados son muchos más. Quienes mueren en los intentos, también.
DESAPARECIDOS
En 2023, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) reportó que, desde 2014, “más de 28 mil personas han desparecido” cuando intentaban llegar desde África a Europa. Lampedusa, esa muy pequeña isla italiana, es uno de los tantos puntos de llegada. Se multiplican allí los campamentos solo asistidos por voluntarios de múltiples organizaciones no gubernamentales (ONG) y programas de organismos multilaterales cada día menos dotados de fondos asistenciales.
El Mediterráneo es la ruta inevitable y, a la vez, un riesgoso desafío. A tal punto que a ese bellísimo mar al que los mapas del Imperio romano señalaban y mencionaban como Mare Nostrum, el papa Francisco unos pocos meses atrás lo describió como “un enorme cementerio”. El simbólico averno también pueden ser las olas gigantescas.
¿Y cuando llegan? “Solo la idea, la sensación y la convicción de ser sobrevivientes nos hace sentir bien, afortunados… pero dura poco.
El recuerdo de las y los ausentes pesa, lastima, hiere. Nos persiguen sin descanso”, me dijo mientras miraba fijamente aquel piso arenoso un desplazado con el que pude conversar periodísticamente.
Por breves momentos, sus ojos se perdían en el estrecho de Gibraltar. Miedos. Fantasmas, pensé y la certeza de estar siempre bajo sospecha. Muy cerca está la tan lujosa como deslumbrante Tanger tachonada de residencias ostentosas de ricos y famosos. El jet set no se fija en gastos.
“Solo, voy con mi pena / Sola va mi condena / Correr es mi destino / Para burlar la ley…”. Manu Chao (francés, español, vasco y gallego), como en aquel tiempo, vuelve a sonar en mis oídos. Ayer, hoy y mañana. Espero que no. “Perdido en el corazón / De la grande Babylon / Me dicen El Clandestino / Por no llevar papel (…) Mi vida va prohibida / Dice la autoridad”.
ARRAIGO Y DESARRAIGO
Algunas y algunos lo consiguen. Pero… arraigo y desarraigo suelen ser asignaturas pendientes, para siempre. “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir / y ser feliz, es mi color de identidad…”, canta desde 1970 el querido Facundo Cabral (1937-2011), siempre en mi corazón, que un frío sábado 9 de julio se fue desde Guatemala luego de cantar junto con miles en, de, desde, por y para la paz.
Una tormenta de violencia se abatió sobre él a las 5:20 de aquel día. El 8 de abril de 2016 la Justicia condenó a medio siglo de cárcel a quienes lo asesinaron. El narco Alejandro Jiménez, el Palidejo, y sus cómplices lo hicieron. Nunca nadie explicó, sin embargo, qué pasó. Mucho menos… por qué sucedió. ¿Por qué a él?, pregunté alguna vez en Guatemala a un magistrado. “¿Por qué no a él?”, fue su respuesta.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. La construcción de muros supera ampliamente al tendido de puentes. Asilamientos. Nacionalismos. Terrorismos. Crimen organizado transnacional de alta complejidad.
Algunas expresiones se repiten una y otra vez. Datos, hechos y supuestos se cruzan y entrecruzan. Incertidumbre y dolor. Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
EL RELOJ DEL APOCALIPSIS
Cuando finalizaba enero, el Reloj del Apocalipsis –así llamada esa herramienta científica creada por los más relevantes expertos nucleares en 1947– marcó que, en el año que recién se iniciaba, este 2025, faltan 89 segundos para la medianoche nuclear. Horroriza –más que nunca por estos días– ingresar en https://thebulletin.org/ doomsday-clock/. JJT lo hizo desde su celu. “Adelantamos el Reloj del Juicio Final (así también llamado) de 90 (en el inicio de 2024) a 89 segundos para la medianoche”.
¿Es posible? Los sucesores de Albert Einstein y Roberto Oppenheimer nucleados dos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial –cuando Hiroshima y Nagasaki ya estaban incineradas– en el ámbito de la Universidad de Chicago son claros en el uso de la palabra. Son concientes de la gravedad del anuncio que realizan. Eligen puntillosamente cada vocablo para consignar que las agujas del Reloj del Apocalipsis precisan que – este 2025– es “lo más cerca que jamás hemos estado de la catástrofe” nuclear.
“El mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global”, puntualizan después.
Como una suerte de crónica del futuro que –como toda proyección histórica hacia atrás o hacia adelante se formula desde el presente, con lo que se sabe y se tiene hoy para medir y analizar– los analistas sostienen que “en cuanto al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania, que ya lleva tres años, se cierne sobre el mundo”.
Agrega el breve texto que “el conflicto podría descontrolarse en cualquier momento debido a una decisión precipitada, un accidente o un error de cálculo”. Pero no se queda allí. “El conflicto en Oriente Medio amenaza con descontrolarse y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso”.
ARSENALES
Escalofriante. Revela luego que “los países poseedores de armas nucleares están aumentando el tamaño y la importancia de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización”.
Lamentan y hacen público aquel día que “el proceso de control de armas nucleares se está desmoronando, y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente insuficientes dado el peligro inminente”.
Con amargo asombro – tal vez tentados por la desazón– aseguran que “resulta alarmante que ya no sea inusual que países sin armas nucleares consideren desarrollar sus propios arsenales” y, aunque no señalan a país alguno en esa condición, aseguran que esos desarrollos “socavarían los esfuerzos de no proliferación (de armas de destrucción masiva) de larga data y aumentarían las posibilidades de que estalle una guerra nuclear”.
EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN
El párrafo final –que JJT lee en alta voz– suena (y resuena) aún en mis oídos. “Continuar ciegamente por el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia tienen el poder colectivo de destruir la civilización. Estos tres países tienen la responsabilidad primordial de salvar al mundo del abismo, y pueden hacerlo si sus líderes inician conversaciones serias y de buena fe sobre las amenazas globales aquí descritas. A pesar de sus profundos desacuerdos, deberían dar ese primer paso sin demora. El mundo depende de una acción inmediata”.
Siento que las agujas de ese Reloj del Juicio Final no se aceleran ni acelerarán por quienes ejercen el derecho humano “a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”; o “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”, como lo consignan los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1945.
No y solo no. El abismo está delante de un puñado de poderosas y poderosos. Solo ellas y ellos tienen la potestad de dar o no dar ese último paso al frente para detener el reloj o acelerarlo para siempre. ¿Qué es lo que no se entiende?
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Venezuela encabeza la lista de refugiados, reporta ACNUR
- Ginebra, Suiza. AFP.
El número de desplazados a la fuerza en todo el mundo bajó ligeramente desde su máximo histórico, pero sigue siendo “insosteniblemente alto”, con Venezuela encabezando la lista mundial de refugiados y personas necesitadas de protección internacional, alertó la ONU. El número de desplazados por la guerra, la violencia y la persecución alcanzó la cifra récord de 123,2 millones a finales de 2024, pero se redujo a 122,1 millones a finales de abril de este año.
En su informe anual, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, destaca que esta ligera baja se debió a que casi dos millones de sirios pudieron regresar a sus hogares tras el derrocamiento en diciembre del presidente Bashar al Asad y más de una década de guerra. Este factor en Siria, unido a una caída del número de refugiados afganos, convierte a Venezuela en el país con mayor número sumado de refugiados y personas necesitadas de protección internacional, con 370.200 y 5,9 millones respectivamente a fines de 2024 según ACNUR. El dato es un 2 % superior al de 2023.
La mayoría de estos venezolanos se encuentran en América Latina, empezando por Colombia (que con 2,8 millones de personas es el tercer país del mundo con mayor población refugiada), siguiendo por Perú (1,1 millones), Brasil (605.700), Chile (523.800) y Ecuador (441.600). En Estados Unidos la mayoría de las solicitudes de refugio fueron de venezolanos (116.700).
El gobierno del presidente Nicolás Maduro rechazó el reporte que aseguró contiene “cifras manipuladas” y “confirma la degradación total de esta agencia de la ONU”. “Sus informes se han convertido en instrumentos de propaganda para justificar agresiones, captar fondo y atacar a naciones soberanas como Venezuela”, indicó la cancillería en un comunicado.
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Una crisis global
“El número de desplazados triplica actualmente la cifra de 2011, y demuestra una crisis global profunda” en torno a “la protección de los civiles”, alertó Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), una destacada organización humanitaria presente en unos 40 países.
Egeland aprovechó para alertar de la situación de los refugiados en todo el mundo, haciendo una alusión velada a Estados Unidos y la restrictiva política migratoria del presidente Donald Trump, que ha desatado protestas en California y otros puntos del país.
“Estamos viendo a muchos países volverse hacia sí mismos y recortar drásticamente la financiación humanitaria (...) Hay gobiernos gastando dinero en armas, que debería emplearse con los refugiados y en proteger a los más vulnerables”, expuso Egeland.
ACNUR advirtió que la evolución de los grandes conflictos en todo el mundo determinará si la cifra global vuelve a aumentar. Según la agencia, el número de personas desplazadas a la fuerza es “insosteniblemente alto”, sobre todo en una época en la que está desapareciendo la financiación humanitaria.
“Vivimos un periodo de gran volatilidad en las relaciones internacionales, en el que la guerra moderna está creando un paisaje frágil y desgarrador marcado por un agudo sufrimiento humano”, afirma Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
“Debemos redoblar nuestros esfuerzos para buscar la paz y encontrar soluciones duraderas para los refugiados y otras personas obligadas a huir de sus hogares”, añade, en un contexto en el que la financiación se reduce drásticamente, y no sólo por la retirada de la ayuda humanitaria por parte de Estados Unidos.
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Venezolanos y colombianos piden asilo
ACNUR destacó que los venezolanos fueron la segunda nacionalidad en formular más solicitudes de asilo el año pasado, 268.100. Los colombianos fueron la cuarta nacionalidad más numerosa en hacerlo (149.500), dentro de una lista encabezada por sudaneses (441.400). Estados Unidos recibió en el primer semestre del año 2024 (últimas cifras disponibles) un total de 729.100 solicitudes de asilo. La mayor parte vinieron de países de América Latina y el Caribe, principalmente venezolanos (116.700), colombianos (79.300), mexicanos (54.000) y haitianos (46.600).
Las principales causas de los desplazamientos forzados siguen siendo los grandes conflictos: Sudán, Birmania, Ucrania... ACNUR actualizó las cifras de refugiados ucranianos en Europa, que eran más de 5 millones a finales de 2024. El mayor número se encuentra en Alemania: 1,2 millones, un 10 % más. Según ACNUR, de aquí a finales de 2025, serán hasta 1,5 millones de sirios procedentes del extranjero y dos millones de desplazados internos los que podrían haber vuelto a sus casas.
A fines de 2024, había 6 millones de refugiados sirios en el mundo, y 5,8 millones de afganos. Sumando los desplazados internos, Sudán tiene la mayor crisis del mundo en este momento, por la guerra civil que causa estragos desde abril de 2023. El país africano tenía un total de 14,3 millones de desplazados forzados, la gran mayoría de ellos dentro de su territorio, y algo más de dos millones en países vecinos.
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Opositores venezolanos de embajada en Caracas tildan de “espectacular” el rescate realizado
“Fue un rescate de los más espectaculares de la historia”, aseguraron este sábado en Washington los opositores venezolanos asilados en la embajada argentina en Caracas, que se consideran la prueba “de que la libertad es posible”.
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Magalli Meda, Pedro Urruchurtu, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Omar González se refugiaron en la legación diplomática en marzo de 2024 ante una escalada de arrestos previa a las elecciones del 28 de julio, en las que la autoridad electoral declaró ganador al presidente Nicolás Maduro para un tercer mandato entre denuncias de fraude.
Al principio eran seis refugiados, pero en diciembre de 2024 uno de ellos, Fernando Martínez Mottola, se entregó a las autoridades. Murió el 26 de febrero por problemas de salud.
Los asilados, colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, nunca recibieron el salvoconducto que pedían para dejar el país. Salieron de allí en lo que el jefe de la diplomacia estadounidense Marco Rubio calificó de “operación precisa”.
“Fue un rescate de los más espectaculares de la historia de las fugas”, declaró Omar González en rueda de prensa en Washington, en la que se negaron a revelar detalles porque “el proceso está en marcha”.
Urruchurtu negó “categóricamente” que la operación “haya sido producto de una negociación con Caracas”.
Querían eliminarlos
“Ellos pensaban que nos íbamos a rendir, por eso necesitaban eliminarnos físicamente y nosotros tenemos elementos concretos, sabíamos que en esos días iban a ocurrir eventos”, explicó González a la AFP.
Tenían “un plan para decir que nosotros nos escapamos y desaparecimos”, añadió después de la rueda de prensa.
La operación de rescate había sido “planificada” para esos días y “todo salió a la perfección, sin caos sin disparos”, aseguró González. “Ellos están muy dolidos porque todavía no saben” cómo fue posible.
“Somos una muestra absolutamente clara de que la libertad es posible, de que cuando se lucha se logra el objetivo”, declaró por su parte Magalli Meda.
Fueron “412 días muy complejos” en los que “para sobrevivir tuvimos que estar unidos como una familia (...) con mucha dignidad”, contó la exjefa de campaña de Machado y del exiliado Edmundo González Urrutia, quien reivindica el triunfo en las presidenciales de 2024.
“Cierren los ojos donde estén, aquí, en sus casas o en sus oficinas e imagínense quedarse encerrados donde están por un año y dos meses trabajando, imagínense, cinco meses sin poder encender un interruptor porque no había luz, cinco meses sin poder abrir un chorro y que saliera agua”, relató Meda.
Los opositores son muy críticos con la respuesta internacional, aunque tienen palabras de agradecimiento para Estados Unidos, Argentina y Brasil.
Fracaso diplomático
La “diplomacia convencional”, la vía por la que apostaron México, Colombia y Brasil, “al final fracasó y nuestro caso es el mejor ejemplo” porque “no tienen las respuestas contra un régimen autoritario y criminal”, declaró Urruchurtu.
Los activistas reclaman presión máxima.
Los pilares que sostienen al gobierno son “el financiamiento legal porque viene de empresas y el otro, el oscuro, que es el narcotráfico, el oro de sangre que sacan de allá (...) o el mismo petróleo” pero ese dinero “no va al pueblo de Venezuela, va a engordar las cuentas bancarias de los jerarcas del régimen y de algunos militares y jefes policiales y otra parte va a la compra de armamento, equipos antimotines, bombas lacrimógenas”, acusó González en declaraciones a la AFP.
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El activista y sus compañeros coinciden en que compañías como Chevron tienen que dejar de operar en el país caribeño. La licencia de esta petrolera estadounidense expira la próxima semana y Rubio confirmó que no se prolongará.
González también critica a la Corte Penal Internacional (CPI) que en 2018 abrió un proceso de investigación por presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
“¿Hasta cuándo van a esperar?”, se preguntó el exdiputado, que pide “una orden de captura internacional” contra Maduro.
Fuente: AFP