Un hecho monstruoso se desarrolló en el municipio de Jamundí, ubicado en la región sur del departamento de Valle del Cauca, Colombia, donde los vecinos enfurecidos con un hombre tomaron la justicia en sus manos y decidieron castigarlo a golpes y hasta lincharlo.
Es que la comunidad lo acusó de haber arrojado a su hija menor desde el edifico en el que vivía con su familia. La furiosa turba hizo de juez y solo después de darle su merecido llamaron a la Policía, que trasladó al padre malherido hasta un centro asistencia, pero falleció a consecuencia del rigor de los golpes recibidos.
Los testigos refieren que momentos antes de toda la atrocidad acontecida, la familia se encontraba cenando. Eran aproximadamente las 19:30 de ayer, lunes 18 de noviembre, cuando escucharon una fuerte discusión dentro del departamento, donde las dos hijas menores de edad presenciaron lo que ocurría.
El altercado fue creciendo de intensidad y tras largos minutos el hombre lleno de furia descontrolada, tomó del brazo a ambas hijas para lanzarlas al vacío desde el tercer piso, donde vivían en el conjunto residencial Torres de Alamadina del municipio de Jamundí. Lleno de ira quería asesinar a sus dos pequeñas y arrastró a ambas hacia la ventana, pero la mayor logró zafarse y pidió socorro, sin embargo su hermanita Salomé no corrió la misma suerte y fue arrojada por el padre.
“Esta persona tiene algún tipo de discusión de la que aún no podemos determinar cuál fue su origen. Toma a las dos niñas e intenta lanzarlas. Lo que sabemos es que una vecina interviene e impide que lance a una de las menores, la mayor. Sin embargo, sí alcanza a lanzar a la hija menor”, reveló el subcomandante de la Policía del Área Metropolitana de Santiago de Cali, el coronel German Manrique, publica el medio colombiano teleantioquia.co.
El uniformado también refirió que la mujer que salvó la niña habría alcanzado a salir con la otra menor del apartamento, mientras el hombre se habría encerrado en el mismo para evitar que los residentes, quienes ya se habían percatado de lo sucedido, pudieran ingresar.
A continuación el coronel Manrique que tras ser informados de la situación su unidad se dirigió al barrio El Rodeo, donde está ubicada la unidad residencial hasta donde llegaron varias patrulleras y aprendieron al sospechoso.
A pesar de que la Policía tenía en su poder al asesino, los vecinos se unieron y rodearon a la autoridad, que no pudo evitar que el padre fuera salvajemente golpeado con palos, puños y patadas.
Los agentes tuvieron que luchar contra los vecinos furiosos y tras varios minutos de encontronazos, lograron arrebatar al sospechoso y procedieron a llevarlo a un centro asistencia, donde luego de algunas horas, confirmaron que había muerto por la gravedad de las heridas sufridas.