Los Guardianes de la Revolución iraníes dijeron este martes haber atacado con misiles balísticos objetivos “terroristas” en Irak y Siria, que mataron al menos a “cuatro civiles” en el Kurdistán iraquí, según las autoridades de esta región autónoma. Los ataques ocurren en un delicado contexto regional, en el marco de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás que también ha provocado hostilidades en el mar Rojo entre los rebeldes hutíes de Yemen y Estados Unidos.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo que Washington “condena fuertemente” y se opone “a los ataques irresponsables con misiles de Irán, los cuales socavan la estabilidad de Irak”. La agencia de prensa oficial iraní IRNA señaló que los misiles se dirigieron contra “un cuartel general de espionaje” y “una congregación de grupos terroristas antiiraníes” en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.
El Consejo de Seguridad del Kurdistán iraquí dijo que la acción de Teherán mató “a cuatro civiles e hirió a seis otros”. Según la agencia IRNA, el cuartel general de espionaje pertenecía al servicio de inteligencia israelí Mosad que lo usaba como “centro para desarrollar operaciones de espionaje y planear acciones terroristas en la región”.
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El ministerio iraquí de Relaciones Exteriores condenó los disparos, y denunció un “ataque contra la soberanía de Irak y la seguridad de su pueblo”. Tras esos ataques, las autoridades iraquíes “tomarán todas las medidas legales” necesarias, incluida “una denuncia ante el Consejo de Seguridad” de la ONU, según un comunicado del ministerio.
Los Guardianes de la Revolución atacaron también con misiles balísticos “lugares de reunión de comandos y elementos relacionados con los recientes ataques terroristas, en particular del [grupo yihadista] Estado Islámico” en Siria, aseguraron en su web de información Sepah. Estas acciones fueron en “respuesta a los recientes crímenes de grupos terroristas que injustamente martirizaron a un grupo de nuestros queridos compatriotas en Kerman y Rask”, agregaron.
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El 3 de enero, atacantes suicidas detonaron bombas cerca de la tumba en la sureña ciudad de Kerman del general Qasem Soleimani, responsable de numerosas operaciones militares iraníes en Oriente Medio y asesinado por Estados Unidos en Irak el 3 de enero de 2020. El ataque del 3 de enero, reivindicado por el EI, mató a unas 90 personas y dejó a otras muchas heridas.
El ministerio de Inteligencia de Irán dijo que uno de los atacantes suicidas era un ciudadano tayiko, pero señaló que no conocía la identidad del otro. En diciembre, al menos 11 policías iraníes murieron en un ataque yihadista en el cuartel de policía de Rask, en el sureste de la provincia de Sistán-Baluchistán.
Fuente: AFP.