Los cuerpos de tres turistas españoles y tres ciudadanos afganos, así como numerosos heridos, fueron trasladados ayer sábado a Kabul tras el atentado en un mercado de Bamiyán, ciudad turística del centro de Afganistán, anunció el gobierno talibán. “Todos los cuerpos fueron trasladados a Kabul y se encuentran en el departamento forense”, declaró el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Abdul Mateen Qani, que señaló que había “mujeres entre los muertos y heridos”, sin dar más detalles.

Los cuerpos y los heridos, así como los otros turistas de este grupo de 13 personas, fueron trasladados a la capital afgana por carretera, pues las condiciones meteorológicas impiden realizar un transporte aéreo, precisó a la AFP una fuente diplomática. En Madrid, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirmó que como consecuencia del ataque tres turistas españoles murieron, uno resultó herido y fue operado en Kabul, y otros dos resultaron ilesos.

El estado del herido “es grave, pero permanece consciente”, indicó una fuente del ministerio. “El grupo de seis españoles que se han visto afectados por este ataque se encuentran ahora ya todos en Kabul”, declaró el ministro a la televisión pública española TVE. Albares afirmó además que los tres fallecidos españoles serán probablemente repatriados a España el domingo.

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Por su parte, el portavoz del gobierno de Kabul afirmó que “tres ciudadanos afganos murieron en el ataque”, uno de ellos un talibán y otros dos civiles. “Entre los ocho heridos, cuatro de ellos extranjeros, solo una mujer extranjera anciana no está en una situación muy estable”, añadió el portavoz afgano, que subrayó que los heridos se encuentran ya en Kabul.

Entre los heridos hay también turistas de Noruega, Australia y Lituania, indicaron fuentes hospitalarias. Bamiyán, a unos 180 km de la capital Kabul, donde había dos monumentales estatuas de Buda destruidas por los talibanes en 2001, es el primer destino turístico de Afganistán.

Las víctimas paseaban por un mercado al aire libre de esta ciudad montañosa el viernes pasado cuando un hombre abrió fuego contra el grupo, declaró a la AFP el portavoz de Interior, Abdul Mateen Qani. España, al igual que otros países occidentales, evacuó su embajada en 2021, tras el retorno al poder de los talibanes. Las autoridades españolas trabajan junto a la delegación de la UE en Kabul.

El embajador de España se encuentra en Doha y su “prioridad será atender inmediatamente a las víctimas y al resto de afectados, además de iniciar los trámites para la repatriación de los cuerpos y el traslado de la persona herida a España”, indicaron este sábado fuentes de Exteriores. El gobierno de España, “consternado” por el ataque, transmitió el pésame a los familiares de los fallecidos y recordó que Afganistán es un país al que se desaconseja viajar por el riesgo de secuestros y atentados.

La UE condenó el ataque “en los términos más fuertes” y la misión de la ONU en Afganistán se dijo “profundamente impactada y consternada por este ataque terrorista”. Por su parte, el gobierno talibán condenó el atentado y transmitió el pésame a las familias de las víctimas, asegurando que “todos los criminales serán encontrados y castigados”.

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Este ataque sería el primero contra turistas extranjeros en Afganistán desde la vuelta al poder de los talibanes en 2021. “Siete sospechosos fueron detenidos, uno de los cuales resultó herido”, anunció el portavoz afgano de Interior, y agregó que la investigación continúa. No precisó en cambio cuántos atacantes cometieron el atentado.

Por su parte, el ministro español Albares tampoco excluyó la presencia de varios asaltantes. Un testigo aseguró que “una persona armada apareció, salía de lo que describe como un callejón, esa persona salió disparando, se produjo un caos”, precisó el ministro. “A partir de ahí pudiera haber más personas disparando. Todo indica que el modus operandi muestra que era un ataque o un atentado”, añadió.

La región de Bamiyán donde se produjo el ataque está habitada mayoritariamente por miembros de la comunidad chiita hazara. Esta minoría religiosa, históricamente perseguida, ha sido blanco reiterado del grupo Estado Islámico (EI), que los considera herejes. El turismo en Afganistán aumentó en los últimos años debido a que la seguridad mejoró desde que los talibanes pusieron fin a su insurgencia, tras derrocar al gobierno respaldado por Estados Unidos.

Según cifras oficiales, el número de turistas extranjeros aumentó un 120 % interanual, hasta casi 5.200 el año pasado. Los países occidentales desaconsejan viajar a Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, debido especialmente al riesgo de ataques o secuestros.

Fuente: AFP.