El gobierno de Brasil saludó la propuesta de la Comisión Europea de aplazar la implementación de una ley antideforestación, en sintonía con productores asiáticos también críticos con esas reglas. El aplazamiento por un año propuesto el miércoles generó el rechazo de grupos de defensa del medio ambiente, pero la controvertida legislación era resistida por gobiernos y sectores industriales.
“El resultado refleja el diálogo internacional, en el cual Brasil tuvo un papel fundamental al destacar las preocupaciones de nuestros productores”, aseguró el Ministerio de Agricultura en una nota enviada a la AFP. “Brasil mantiene un compromiso firme con la preservación ambiental” y buscará “asegurar una adaptación justa a las nuevas reglas” europeas, añadió.
En setiembre, Brasil presentó a la Unión Europea un pedido en favor de un aplazamiento de la entrada en vigor de la ley contra deforestación (conocida por sus siglas EUDR), que estaba prevista para fines de 2024. La solicitud, formalizada en una carta entregada en manos por el ministro brasileño de Agricultura, Carlos Fávaro, al comisario europeo de Agricultura, Januz Wojciechowski, señalaba a la EUDR como “un instrumento unilateral y punitivo”. La iniciativa brasileña recibió el apoyo de Alemania, la locomotora económica de la UE.
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“Paso positivo”
Productores en Asia también saludaron el diferimiento de la ley, ideada para vetar la comercialización en la UE de determinados productos (cacao, café, soja, aceite de palma, madera, carne bovina, caucho, cuero, muebles, papel, entre otros) si proceden de tierras deforestadas después de diciembre de 2020. Es “un paso positivo”, dijo Nguyen Xuan Loi, jefe de la exportadora vietnamita de café An Thai Group.
El Consejo de Aceite de Palma de Malasia celebró una “victoria para el sentido común”. La decisión es un “bienvenido alivio para todas las empresas que subrayaron la necesidad de un aplazamiento”, declaró la directora del organismo, Belvinder Kaur Sron.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, propuso que la controvertida ley entre en vigor el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas, y en julio de 2026 para las Pymes. Este aplazamiento deberá ahora ser aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. En junio, Estados Unidos también pidió a la UE postergar la implementación de la ley, que suscita igualmente preocupaciones en países africanos.
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“Una traición”
Grupos medioambientales criticaron la iniciativa de Bruselas. “La UE cede al lobby del agro”, afirmó el brasileño Observatório do Clima, una red de organizaciones ambientalistas y de investigación que denunció la propuesta de la Comisión como un “retroceso vergonzoso” que pone en riesgo la reducción de la deforestación y la integridad de tierras indígenas.
“En un momento en que Suramérica se tuesta bajo el efecto de la peor sequía en décadas y Brasil es consumido por incendios, Europa renuncia deliberadamente a un instrumento que podría ayudar a reducir la presión sobre los ecosistemas naturales y las emisiones de dióxido de carbono por la deforestación”, señaló en un comunicado.
Aunque el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva consiguió reducir a casi la mitad la deforestación en la Amazonía en 2023 respecto a 2022, la mayor selva tropical del planeta sufre en estos momentos sus peores incendios en casi dos décadas.
Según las autoridades, muchos de estos fuegos son de origen criminal, provocados por ganaderos para ganar tierras de pastoreo. Para Julian Oram, director de política de la oenegé Mighty Hearth, la decisión de la Comisión Europea de postergar la ley es una “traición a las generaciones presentes y futuras de ciudadanos de la UE”.
Fuente: AFP.